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Nombre: Breyner Segovia Fecha: 21-04-2020 4to Mecánica Automotriz

E.T.I”Alejandro Hernández” Materia: física

Tema: el sistema terrestre y la vida en el planeta

Actividad: hacer un ensayo de la relación existente del sistema terrestre y la vida en el


planeta con las leyes de newton

Nuevas investigaciones confirman que fue el planeta Tierra quien, en su momento,


ocasionó que se descubrieran ciertas leyes científicas con la misión de hacer evolucionar a la
raza más inteligente que sobre él habitaba.

En una época donde la sabiduría comenzaba a expandirse, la Gravedad potenció su


perpetuo trabajo durante una décima de segundo hasta alcanzar una fuerza de 10 N/Kg.,
tiempo suficiente para influir en la corteza terrestre y ocasionar que las placas tectónicas se
movieran y se rozaran entre todas y cada una de ellas.

Las ondas producidas por rozamientos de tal magnitud avanzaron con fluidez a través del
rocoso terreno que conformaba toda la superficie del planeta, llegando hasta los lugares más
lejanos a la periferia de las susodichas placas, circunstancia que originó un ligero temblor por
todo el planeta.

Aquella situación también produjo que la inofensiva agua salada del mar creciese hasta
formar pequeñas paredes líquidas de pocos metros de altura, ya vistas en muchas ocasiones
a causa del viento, pero nunca viajando a tan alta velocidad, la misma que producía un
susurrante sonido en su acercamiento a las costas. Imperceptible para el oído humano,
solamente el agudo instinto animal lo percibió, huyendo hacia los interiores continentales
millones de animales asustados. Minutos después, las paredes de agua chocaban contra las
costas e invadían cientos de metros de su vecina sequedad continental convirtiendo el
susurro viajero que las acompañaba en un estruendo que escuchó todo ser vivo en varios
kilómetros.

Lejos de las costas, otros tantos millones de personas se recuperaban del susto que había
producido el inesperado temblor sentido bajo sus pies.

La mayoría de esas personas se encontraban en plena naturaleza cuando el seísmo los


sorprendió, percibiendo belleza en el leve pero repetido vaivén del suelo en vez de temor. El
zarandeo de los árboles, la lluvia de sus frutos y hojas, la agitación de los arbustos… un
relajante espectáculo desvanecido en algunas personas por la preocupación por sus seres
queridos y la duda de si los edificios habrían aguantado aquel ligero terremoto.

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