Está en la página 1de 1

Aparece caminando en la playa un hombre vestido de blanco con un estilo muy

particular al andar, se nota su clase, sus zapatos negros charol, y detrás va dejando
su huella y curiosamente al cabo de 1 min su huellas se esfuman, se pierden en la
nada, el mirando hacia atràs mientras continùa su marcha queda sorprendido, es
como si detrás de èl hubiese un borrador de huellas, anhelante de que no se borren
trata de pisar más fuerte, pese a su esfuerzo de dejar una marca, una huella
perdurable, no deja de ser efímeras.
Llega incluso a saltar tratando de dejar las huellas, no lo logra, mira atrás y continúan
borrándose, es impresionante la rapidez con que desaparecen sus huellas, ya
aturdido y absorto ante tal fenómeno sale corriendo a toda velocidad, sus
pulsaciones se elevan demasiado, siente que su corazón va a explotar, siente un
ardor en la garganta por su respiración tan jadeante e impresionantemente sus
huellas siguen el mismo ritmo de borrado que él, ya se borran mas rápidamente,
agotado cae rendido al suelo, y sus huellas lo alcanzan, èl, impresionado, se da
cuenta que sus pies empiezan a desaparecer, luego sus pantorrillas, sus muslos, el
estómago, ahí rendido ante tal fenómeno, se entrega a la mera contemplación de
su borrado del mundo, así mientras su cabeza está desapareciendo se da cuenta
que sus pensamientos nunca son vistos, nunca son escuchados,, nunca son
percibidos , es allí donde esta la barrera del fenómeno que le atormente y justo allí
encuentra su paz, su remanso, y ante tal tranquilidad se sumerge en el lago de sus
pensamientos, mientras su cuerpo es consumido por la inexorable existencia.

También podría gustarte