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¿Qué hicieron estas mujeres?

De forma muy sucinta te contamos lo más relevante de cada una de estas mujeres, y que Rosa
Huertas explica detalladamente en su libro Mujeres de la cultura.

María Blanchard

Su verdadero nombre era María Gutiérrez Cueto. Fue una gran pintora, que sufrió mucho
porque tenía joroba y miopía, pero que no la impidió que expusiera sus cuadros en las mismas
galerías que Pablo Picasso o Diego Rivera.

Carmen de Burgos

Se la considera la primera periodista profesional de España, de hecho fue la primera


corresponsal de guerra. Realizó estas funciones para el Diario Universal. Escribió numerosas
novelas y escritos, y pertenece por derecho a la Generación del 98, aunque no aparece en los
libros de literatura.

Clara Campoamor

Fue una de las grandes luchadores para conseguir que las mujeres pudiéramos votar en
España, algo que logró en 1931. Fundó la Unión Republicana Femenina.

Elena Fortún

Escribió la conocida saga de Celia, muy leída en la España de los años 30 del siglo pasado.
Estudió filosofía y letras, y le preocupaba la educación de las mujeres.

María Guerrero

Gran y célebre actriz y empresaria teatral de su época, que a día de hoy tiene un teatro con su
nombre en Madrid, lugar que anteriormente se llamaba Teatro de la Princesa. En el año 1931,
el Ayuntamiento de la capital, cambia su nombre por Teatro María Guerrero como homenaje a
la artista.
María Teresa León

Esta escritora debería ser incluida entre los escritores de la Generación del 27, pero la figura de
su segundo marido, Rafael Alberti, la relegó a un segundo plano. Escribió novelas, cuentos
infantiles, ensayos y obras teatrales, entre otros.

Concha Méndez Cuesta

Viajera, poeta y amiga de Alberti y Lorca, lo que la unió al grupo del 27. Difundió la obra de
estos autores junto a su marido Manuel Altolaguirre, a través de ediciones de colecciones de
poesías y revistas.

María Moliner

Una de las primeras universitarias de España, bibliotecaria y archivera. Redactó durante


muchos años el Diccionario del Uso del Español, que se publicó en 1966 en dos volúmenes.

Emilia Pardo Bazán

Aristócrata intelectual, que trabajó como novelista, periodista, ensayista, crítica literaria y
catedrática. Defendió la necesidad de instruir a las mujeres y dedicó parte de su vida y obra a
ello.

María Zambrano

La filósofa más importante del siglo XX, habiendo publicado una extensa obra, en donde se
mezclaba el compromiso cívico con el pensamiento poético. Recibió el Premio Príncipe de
Asturias (1981) y el Premio Cervantes (19La madrileña Rosa Huertas vuelve a las novedades
con este libro dedicado a las mujeres de la cultura. Hace un repaso sobre sus vidas, sus logros y
resalta su labor como agentes culturales de primer orden.

Darle visibilidad a estas mujeres imprescindibles de nuestra cultura es el objetivo de esta obra,
para ello hace un repaso de sus vidas en la sociedad en las que les tocó vivir, finales del siglo
XIX y principios del XX.
Todas ellas fueron pioneras en su campo, lucharon por conseguir que la mujer ocupase su
espacio en la sociedad y por la cultura en general, fueron precursoras del feminismo e hicieron
posible que los derechos de las mujeres fuesen reconocidos en todos los campos.

El primer nombre que aparece es el de la santanderina María Blanchard, la autora nos lleva de
visita a una de sus exposiciones en la que sus cuadros compiten en calidad, atrevimiento y
novedad con los de Pablo Picasso o Diego Rivera. Ella dijo: “Cambiaría toda mi obra por un
poco de belleza”.

En segundo, lugar está la almeriense Carmen de Burgos. Está considerada como la primera
periodista profesional de España y en lengua castellana. Pertenece por derecho a la generación
del 98 aunque no figura en el listado de autores noventayochistas. Escribió: “No es la lucha de
sexos, ni la enemistad con el hombre sino que la mujer desea colaborar con él y trabajar a su
lado”.

La tercera es Clara Campoamor, esta abogada madrileña fue una gran defensora de los
derechos de la mujer española; gracias a su tesón se consiguió reconocer el derecho de voto a
las mujeres en España en 1931. Expuso: “Digamos que la definición de feminista indica la
realización plena de la mujer en todas sus posibilidades, por lo que debiera llamarse
humanismo”.

La escritora Elena Fortún, también madrileña, escribió la serie de libros dedicados a Celia,
personaje femenino muy conocido en la década de los treinta del siglo pasado. Escribió:
“¿Sabes por qué están tan tristes y aburridas las personas mayores? Pues porque nada les
interesa. Como han visto mucha veces salir el sol, volar los pájaros y correr el agua, se figuran
que todo ello es lo más natural del mundo”.

María Guerrero, la empresaria y actriz teatral, nacida en Madrid, dedicó su vida al teatro, de
hecho su casa era el Teatro de la Princesa, que en 1931, tras su fallecimiento pasó a llamarse
Teatro María Guerrero. Dijo: “No piensen que a los artistas se nos regalan una serie de dones
por inspiración celeste: todo nos cuesta esfuerzo, trabajo y fatigas”.

María Teresa León, logroñesa, fue educada en un ambiente culto e ilustrado que la marcó de
por vida. Tras su primer matrimonio se casó con Rafael Alberti, ambos forman parte de la
generación del 27. Manifestó: “Escribir es mi enfermedad incurable. Escribir me salvó del
miedo durante la guerra y de la nostalgia durante el exilio. Escribir nos salva del olvido”.

Concha Méndez, nacida en Madrid, unida a la generación del 27 como su marido Manuel
Altolaguirre, siempre quiso ser poeta. El matrimonio dio a conocer la obra del grupo de
escritores de su generación editando libros y revistas. Escribió. “Vine para algo más que para
pasar como sombra. Dentro de mí una luz quiere salir fuera”.

María Moliner, o la tozudez de una zaragozana a la que no le gustaban las definiciones del
diccionario de la RAE, por ello se dedicó durante quince años a elaborar un diccionario que
forma parte de muchas bibliotecas familiares, el Diccionario de uso del español. Manifestó:
“Un libro es una ventana maravillosa por la que uno se asoma al mundo. Es una puerta abierta
al infinito”.

Emilia Pardo Bazán, esta aristócrata coruñesa destacó como novelista, periodista, feminista,
ensayista, crítica literaria y catedrática. Desde siempre reclamó los derechos de la mujer.
Enunció: “¡Hay que cambiar el mundo de las mujeres. Si mi nombre fuera Emilio, en lugar de
Emilia, ¡qué distinta habría sido mi vida!”

María Zambrano, la malagueña es la filósofa española más importante del siglo XX, escribió
sobre el compromiso cívico el pensamiento poético. Su labor no fue reconocida en España
hasta finales del siglo XX cuando volvió del exilio. Aseveró: “Escribir es revelar secretos. Se
escribe aquello que no puede decirse porque alude demasiado a la verdad y las grandes
verdades no suelen decirse hablando”.

Cada capítulo lleva una ilustración muy personal de Eugenia Ábalos representado a cada
personaje con bastante fidelidad; todas tienen algo común que las distingue, esos cuerpos
dotados de rotundez, peso y fuerza como el que estas señoras han tenido en nuestra cultura.

Si quieres conocer otros seis libros de Rosa Huertas comentados en el blog pincha aquí.

Si quieres conocer otro libro ilustrado por Eugenia Ábalos en el blog pincha aquí.

Sin duda, los jóvenes lectores disfrutarán de esta amena lectura y aprenderán de nuestro
pasado y de la lucha de la mujer para ocupar el espacio que ocupa en el siglo XXI. Nada ha sido
regalado a la mujer y nada ha sido conseguido sin el esfuerzo colaborativo de muchas
personas.88).

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