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Cordova

August 2015

La supremacía constitucional del crédito inscrito


sobre la propiedad no inscrita

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ESPECIAL

La supremacía constitucional
L
del crédito inscrito sobre
la propiedad no inscrita

Fort NINAMANCCO CÓRDOVA*


Fo

El autor, uno de los amicus curiae del VII Pleno Casatorio Civil, considera que no es posi-

Tema relevante
ble negar la supremacía constitucional del crédito inscrito sobre la propiedad no inscrita.
Fundamenta su posición señalando que el crédito tiene una situación de privilegio dentro
del conjunto de derechos patrimoniales protegidos por el artículo 21 de la Convención
Americana sobre los Derechos del Hombre y el artículo 70 de la Constitución. Además,
afirma que el caso Tibi vs. Ecuador de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
nada tiene que ver con una tercería de propiedad; sin embargo, contiene un puntual fun-
damento que privilegia la inscripción registral cuando se trata de resolver cuestiones de
oponibilidad de derechos.

MARCO NORMATIVO respecto, que debía primar el embargo ins-


crito sobre la propiedad no inscrita. Varias
• Constitución: art. 2 inc. 14 y 70. son las razones de peso para arribar a esta
• Convención Americana sobre los Derechos del Hom- conclusión, las cuales he expuesto amplia-
bre: art. 21.
mente en un libro1. Como lo resalté en una
• Código Civil: art. 2022. entrevista que me acaba de hacer un medio
especializado, tengo un poco de arrepenti-
Introducción miento por no haber aprovechado la ama-
bilidad con el manejo de los tiempos que
El 17 de julio último tuve el alto honor de ser tuvo el Presidente del Pleno Casatorio, Dr.
uno de los amicus curiae convocados por las Enrique Mendoza. Así es, cuando los amicus
Salas Civiles reunidas de la Corte Suprema lo solicitaron, el Dr. Mendoza gentilmente
Justicia para el VII Pleno Casatorio Civil. aceptó concederles más tiempo para exponer
En mi intervención, sostuve, como lo vengo sus ideas. Pude yo también haber hecho tal
haciendo en los trabajos que he publicado al pedido, pero no lo hice.

* Abogado y magíster en Derecho con mención en Derecho Civil y Comercial por la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos (UNMSM). Profesor de Derecho en la UNMSM, Universidad Ricardo Palma y Universidad San Ignacio de
Loyola. Miembro del Consejo Consultivo del Instituto de Derecho Privado.
1 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Embargo inscrito y tercería de propiedad. Su oponibilidad en la jurisprudencia.
Gaceta Jurídica, Lima, 2013.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 26 • AGOSTO 2015

Me hubiera gustado solicitar unos minu- que, incluso desde una perspectiva consti-
tos más para exponer un par de considera- tucional, el crédito resulta ser más impor-
ciones adicionales, ambas de corte consti- tante que la propiedad3. Además, y esto no
tucional. Aprovecho la oportunidad que me había tenido oportunidad de decirlo antes,
confiere Gaceta Civil & Procesal Civil para el derecho de propiedad contemplado en el
hacerlo ante usted, amable lector o lectora. citado artículo 70 posee un sentido bastante
De manera que, en estos breves apuntes, especial, distinto al tradicional del derecho
voy a exponer, con algo más de detalle por civil. Lo mismo debe decirse en relación al
supuesto, tales consideraciones. artículo 21 de la Convención. Se trata de un
Es el caso que se viene repitiendo la idea sentido que, bien vistas las cosas, no hace
según la cual el debate sobre la tercería de más que fortalecer la posición del acree-
propiedad quedaría zanjado, en favor del dor embargante en el debate sobre la terce-
tercerista, gracias al artículo 70 de la Cons- ría de propiedad. En otras palabras, con base
titución y el artículo 21 de la Convención a esta última consideración, parece difícil
Americana sobre Derechos Humanos (en negar una supremacía constitucional del cré-
adelante, la Convención). Dado que la pro- dito sobre la propiedad, civilmente entendi-
piedad es constitucionalmente inviolable y dos estos derechos subjetivos patrimonia-
es un derecho humano, se tiene que preferir les. Veamos.
al tercerista, frustrando el crédito del acree-
dor embargante y afectando negativamente I. El argumento constitucional en
el rol de publicidad y confianza que brin- favor del tercerista de propiedad:
dan los registros públicos. En tal sentido, se la tutela contenida en el artículo 70
sugiere que el crédito, supuestamente por de la Constitución y en el artículo
carecer del carácter de inviolabilidad, debe 21 de la Convención Americana
ser sacrificado ante la propiedad no inscrita. sobre Derechos Humanos

Tengo la convicción de que hay razones de Se ha dicho que la propiedad es un derecho


peso para discrepar con esta idea. De hecho, primordial para el desarrollo de la existencia
en mi exposición ante el Pleno Casatorio de cualquier ciudadano, cosa que encontra-
señalé que el crédito, al ser el efecto contrac- ría cotejo pleno en el artículo 70 de la Cons-
tual por excelencia, tiene protección consti- titución, que señala claramente que el dere-
tucional directa en el inciso 14 del artículo
cho de propiedad es “inviolable”. De modo
2 de la Constitución, por lo que resulta un
que cuando se pretende oponer un crédito al
grave error pensar que el crédito no ostenta
derecho de propiedad, debe tenerse en cuenta
respaldo constitucional, de modo que el artí-
que este es “una meta acariciada por los ciu-
culo 70 de la Constitución zanja el debate
dadanos, y una vez ubicado en ese sitial de
con facilidad a favor del tercerista. Esta idea
también la sostuve en mi libro2. dominio, el propietario tiene a favor la pro-
tección constitucional que le corresponde a
Aunque lo escribí en mi libro, en mi ponen- un derecho fundamental. Este punto de par-
cia como amicus curiae no alcancé a decir tida ya nos hace pensar que este último se

2 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Ob. cit., pp. 112 y 113.


3 Ibídem, pp. 113 y 114.

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ESPECIAL | VII PLENO CASATORIO CIVIL: LA PROPIEDAD VS. EL EMBARGO

encuentra en una posición valorativa supe-


rior frente al titular de una acreencia”4. Comentario relevante
te
del autor
El argumento supone una ausencia de tutela
constitucional en favor del acreedor embar- El derecho real de propiedad regulado
gante. Así, se entiende que únicamente el en nuestro Código Civil se circunscribe
tercerista tiene protección constitucional, en
también a un tipo específico de dere-
tanto que el acreedor embargante no tiene
cho real privado que recae sobre cosas
ninguna protección de este tipo. Por lo que la
primacía de la propiedad no inscrita resulta,
corporales, muebles o inmuebles. En
dentro de semejante contexto, fácilmente cambio, el artículo 70 de nuestra Cons-
defendible. Más todavía si se tiene en cuenta titución, tal como sucede con el artículo
que la propiedad aparece consagrada en el 14 de la Constitución alemana, forzosa-
artículo 21 de la Convención. Este argu- mente debe entenderse en un sentido
mento se refuerza con otra idea caracteri- más amplio, de modo que abarque por
zada por “divorciar” al crédito del embargo. igual a los derechos subjetivos patri-
Así, se agrega que en los procesos de tercería moniales en general, entre los cuales
de propiedad se pretende oponer una medida destaca –qué duda cabe– el crédito.
superficial, como lo sería el embargo judi-
cial, a un derecho constitucional y funda-
mental como lo es la propiedad. Según esta
resolución judicial sumaria, sin contra-
línea de pensamiento, es inaceptable que el
dictorio ni certeza, pueda sobreponerse a
derecho de propiedad ceda ante una medida
ella”5.
provisional y que se dicta sin contradictorio.
Bajo tal orden de ideas, se hacen las siguien- “(…) el embargo no es un derecho, pues
tes afirmaciones: se origina en una medida judicial dic-
tada sin contradictorio, a solo pedido
“Este es el fundamento decisivo por el del acreedor y sin declaración de certeza
cual el embargo debe ceder frente al dere- sobre la titularidad del bien, por lo que
cho de propiedad acreditado de forma es imposible que se constituya un dere-
suficiente, aun sin inscripción, pues una cho definitivo e irrevocable cuando su
medida superficial del juez no puede génesis se encuentra en una medida eje-
oponerse a la propiedad, que tiene valor cutoria dispuesta por el juez con míni-
de prerrogativa fundamental (art. 70 de la mos elementos de juicio; por tanto,
Constitución) y de derecho humano (art. siempre puede enmendársele mediante
21 Convención Americana sobre Dere- la oposición del propietario a través de
chos Humanos) (…). En tal contexto, la la tercería. Este es el fundamento deci-
propiedad no puede ser tan débil que una sivo por el cual el embargo debe ceder

4 GONZALES BARRÓN, Gunther. “¡Lo mío es tuyo! Crítica a la doctrina, ilegal e inmoral, por la cual las deudas de unos
se pagan con los bienes de otros: análisis y crítica jurisprudencial”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. N° 134, Gaceta
Jurídica, Lima, noviembre de 2009, p. 39; e Id. El futuro de la publicidad registral: ¿extremismo o realismo? En: Revista
Jurídica Thomson Reuters. Año 2, Nº 67, 14 de abril de 2014, p. 11.
5 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la paradoja de crear derechos a partir del embargo de bienes ajenos”. En: Revista
Jurídica Thomson Reuters. Año II, Nº 87, 1 de setiembre de 2014, p. 5.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 26 • AGOSTO 2015

frente al derecho de propiedad acreditado


en forma suficiente, aun sin inscripción, ¿Qué dice Harry
pues una medida superficial del juez no Westermann?
puede oponerse a la propiedad, que tiene
valor de prerrogativa fundamental (art. Es evidente que ni la idea de garantía y
70 Constitución) y de derecho humano protección constitucionales, ni, menos
(art. 21 de la Convención)”6. aún, la concepción de la función social
Como es fácil notar, para la opinión que se de los derechos provechosos para los
acaba de describir, el embargo es algo que no particulares pueden limitarse a la pro-
se entiende en función del derecho de crédito piedad de cosas, sino que, básica-
del acreedor, dándose por descontado que la mente, debe englobar todas las posi-
posición del acreedor embargante, en cuanto ciones valorables patrimonialmente,
tal, nada tiene que ver con el artículo 70 de en tanto que hayan experimentado una
la Constitución, ni mucho menos con el artí- consolidación como derecho a través
culo 21 de la Convención7.
del simple Derecho legislado (casi
siempre, el Derecho privado).
II. El concepto constitucional del
derecho de propiedad: el crédito
también resulta protegido por el
artículo 70 de la Constitución y el el Código Civil (BGB) “se circunscribe a
artículo 21 de la Convención Ame- un tipo especial de derecho real privado
ricana sobre Derechos Humanos que se refiere a las cosas” y tal regulación
“abarca, en igual medida, a las cosas mue-
Desde hace buen tiempo, la doctrina tiene bles y a las cosas inmuebles”. En cambio,
claro que la propiedad no solo tiene un sen- el derecho de propiedad previsto en la Ley
tido civil, sino que también tiene un sentido Fundamental (Constitución germana - GG)
constitucional. Y, obviamente, ambos senti- “contiene una garantía constitucional de la
dos son sustancialmente distintos. La con- propiedad, como institución jurídica (garan-
fusión entre ellos, hoy por hoy, es sencilla- tía institucional), y un derecho de libertad
mente inaceptable. del ciudadano frente al Estado”. La regula-
ción constitucional del derecho de propiedad
La más acreditada doctrina alemana resalta “va mucho más allá” que la regulación del
la necesidad de distinguir el derecho de pro- Código Civil, puesto que “asegura tanto la
piedad contemplado en los Códigos Civi- propiedad sobre cosas, como, sencillamente,
les, del derecho de propiedad contem- los derechos subjetivos privados de carácter
plado en las Constituciones. Así, se enseña patrimonial y las posiciones jurídico-públi-
que el derecho de propiedad regulado en cas próximas a los derechos privados, contra

6 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la paradoja de crear derechos a partir del embargo de bienes ajenos”. Ob. cit.,
p. 37.
7 Artículo 21 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Derecho a la propiedad privada.
1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede subordinar tal uso y goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnización justa, por razones de uti-
lidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley.
3. Tanto la usura como cualquier otra forma de explotación del hombre por el hombre, deben ser prohibidas por la ley.

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ESPECIAL | VII PLENO CASATORIO CIVIL: LA PROPIEDAD VS. EL EMBARGO

una intromisión del Estado demoledora de


la utilidad privada del derecho subjetivo en Comentario relevante
te
favor de su vinculación social”8. del autor

Estas consideraciones, qué duda cabe, son


Es innegable que el derecho de crédito
aplicables a nuestro sistema jurídico. El
y el derecho de propiedad, civilmente
derecho real de propiedad regulado en nues-
tro Código Civil se circunscribe también a entendidos, tienen amparo constitucio-
un tipo específico de derecho real privado nal en el artículo 70 de nuestra Consti-
que recae sobre cosas corporales, muebles tución, así como tutela internacional en
o inmuebles. En cambio, el artículo 70 de el artículo 21 de la Convención Ame-
nuestra Constitución, tal como sucede con ricana sobre Derechos Humanos. Se
el artículo 14 del GG, forzosamente debe incurre en una inexactitud muy grave
entenderse en un sentido más amplio, de si se piensa que el tercerista de pro-
modo que abarque por igual a los derechos piedad es el único protegido por estos
subjetivos patrimoniales en general, entre los
dispositivos normativos. El acreedor
cuales destaca –qué duda cabe– el crédito9.
embargante, al ser titular de un dere-
Ya nuestro Tribunal Constitucional, y la cho de crédito, también se encuentra
doctrina siguiéndole los pasos, ha dejado protegido por tales dispositivos.
claramente establecido que el derecho de
propiedad, en sentido constitucional, sobre-
pasa largamente la idea de derecho real pri-
vado sobre cosas corporales, sentido propio Nº 0008-2003-AI/TC, pronunciada el 11 de
del derecho civil. noviembre de 2003. La doctrina ha indicado
que la propiedad, siempre en sentido cons-
Como es sabido entre nuestros estudiosos del titucional, más que una facultad de obrar
Derecho Constitucional, el Tribunal Consti- sobre un objeto corporal (sentido civil de
tucional ha planteado el sentido constitucio- propiedad), es una auténtica “libertad” que
nal del derecho de propiedad en la senten- fundamenta el régimen económico en la
cia del conocido “caso Nesta”, expediente Constitución peruana de 199310.

8 WESTERMANN, Harry; WESTERMANN, Harm Peter; GURSKY, Karl-Heinz y EICKMANN, Dieter. Derechos reales.
Vol. 1. Traducción de Ana Cañizares Laso, José María Miquel González, José Miguel Rodríguez Tapia, y Bruno Rodrí-
guez-Rosado. Fundación Cultural del Notariado, Madrid, 2007, pp. 299 y 300.
9 Nótese la evidente semejanza entre ambos dispositivos constitucionales:
Artículo 70 de la Constitución peruana:
“El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los
límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesi-
dad pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya compensación por el
eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para contestar el valor de la propiedad que el Estado haya señalado
en el procedimiento expropiatorio”.
Artículo 14 de la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania:
(1) La propiedad y el derecho a la herencia están garantizados. Su contenido y sus límites serán determinados por las
leyes. (2) La propiedad obliga. Su uso debe servir al mismo tiempo al bien común. (3) La expropiación está permitida
solo por razones de bien común. Podrá ser efectuada solo por ley o en virtud de una ley que establezca el modo y el monto
de la indemnización. La indemnización se fijará considerando en forma equitativa los intereses de la comunidad y de los
afectados. En caso de discrepancia sobre el monto de la indemnización quedará abierta la vía judicial ante los tribunales
ordinarios.
10 KRESALJA ROSELLÓ, Baldo y OCHOA CARDICH, César. Derecho Constitucional Económico. Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2009, p. 775.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 26 • AGOSTO 2015

de adquisición, uso y disposición de sus


Comentario relevante
te bienes tangibles e intangibles (...) los
del autor intereses apreciables económicamente
que puede poseer el hombre fuera de sí
Causa, por decir lo menos, perpleji- mismo, al margen de su vida y libertad de
dad que se diga que la sentencia de acción.
fondo del caso Tibi contra Ecuador (…)
sea una muestra de la preponderan-
cia de la propiedad, civilmente enten- Ahora bien, nuestra Constitución reco-
dida, sobre cualquier otro derecho noce a la propiedad no solo como un
patrimonial. derecho subjetivo (derecho indivi-
dual), sino también como una garan-
tía institucional (reconocimiento de su
función social). Se trata, en efecto, de
En el fundamento 26 de la referida sentencia
un instituto constitucionalmente garan-
se consigna:
tizado. De modo que no puede aceptarse
“Tal como se estableció en el histórico la tesis que concibe a los derechos funda-
caso Campbell vs Holt, el concepto mentales como derechos exclusivamente
constitucional de la propiedad difiere subjetivos, pues ello parte de la errónea
y, más aún, amplia los contenidos que idea de que aquellos son solo una nueva
le confiere el derecho civil. categorización de las libertades públicas,
tal como en su momento fueron concebi-
Así, mientras que en este último el objeto das en la Francia revolucionaria’”11.
de la propiedad son las cosas u objetos
materiales susceptibles de valoración, Tal como lo hace la doctrina alemana en
para el derecho constitucional la propie- torno al artículo 14 de su GG, nuestro Tri-
dad no queda enclaustrada en el marco bunal Constitucional comprende que el dere-
del dominio y de los derechos reales, cho de propiedad, en clave constitucional, no
sino que abarca y se extiende a la plu- se reduce a una específica facultad de obrar
ralidad in totum de los bienes materiales sobre objetos corporales (derecho real pri-
e inmateriales que integran el patrimonio vado), sino que abarca la totalidad del patri-
de una persona y que, por ende, son sus- monio del individuo. No se trata de un mero
ceptibles de apreciación económica. derecho subjetivo, sino que se traduce en una
auténtica garantía institucional.
Al respecto, Gregorio Badeni (Institu-
ciones de Derecho Constitucional. Bue- Por consiguiente, es fácil percatarse de que
nos Aires: Ad-Hoc, 1997) comenta que los derechos de crédito están dentro del dere-
‘incluye tanto a las cosas como a los cho constitucional de propiedad. Esto es así
bienes e intereses estimables económi- ya que “es evidente que ni la idea de garan-
camente que puede poseer una persona. tía y protección constitucionales, ni, menos
Comprende no solamente el dominio aún, la concepción de la función social de los
sobre las cosas, sino también la potestad derechos provechosos para los particulares

11 El resaltado es agregado.

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ESPECIAL | VII PLENO CASATORIO CIVIL: LA PROPIEDAD VS. EL EMBARGO

pueden limitarse a la propiedad de cosas,


sino que, básicamente, debe englobar todas Comentario relevante
te
las posiciones valorables patrimonial- del autor
mente, en tanto que hayan experimentado
una consolidación como derecho a través La Corte Interamericana claramente
del simple Derecho legislado (casi siempre, señala que un derecho de propiedad
el Derecho privado)”12. no inscrito carece de oponibilidad
frente a terceros. Ciertamente nadie
El sentido constitucional del derecho de
propiedad que se acaba de exponer, como que defienda la postura del acree-
no podía ser de otra manera, ha sido tam- dor embargante, en los procesos de
bién acogido por la Corte Interamericana de tercería de propiedad, ha negado
Derechos Humanos. Así, en la sentencia de la titularidad del derecho del terce-
fondo del caso Baruch Ivcher Bronstein con- rista. En estos procesos no se trata
tra Perú, de fecha 6 de febrero de 2001, en el de ventilar titularidades sobre dere-
fundamento 122, se precisa el término “bie- chos patrimoniales, sino que se trata
nes”, el cual es empleado en el artículo 21 de de establecer justamente la oponibi-
la Convención: lidad. Es legítimo, en consecuencia,
decir que esta sentencia de la Corte
“122. Los bienes pueden ser definidos
como aquellas cosas materiales apropia-
Interamericana no hace más que res-
bles, así como todo derecho que pueda paldar la tesis que favorece al acree-
formar parte del patrimonio de una dor embargante.
persona; dicho concepto comprende
todos los muebles e inmuebles, los ele-
mentos corporales e incorporales y cual- Corte, el derecho de propiedad abarca todo
quier otro objeto inmaterial susceptible derecho que pueda incluirse en el patrimo-
de valor”13. nio de un sujeto. En este orden de ideas, hace
poco se ha sostenido que “el artículo 21 está
La misma consideración se plasma en el fun- estructurado sobre la protección de una rela-
damento 144 de la sentencia de fondo del ción de uso y goce que tiene el sujeto que
caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) detenta la propiedad respecto de bienes. Por
AwasTigni contra Nicaragua, de fecha 31 de lo tanto, en primer lugar corresponde defi-
agosto de 2001. nir qué se entiende por bienes en los tér-
minos del artículo 21. En ese sentido, la
Los especialistas en Derechos Humanos tie- Corte CIDH ha establecido que los bienes
nen claro que este sentido es el que maneja, pueden ser definidos como aquellas cosas
al menos desde la sentencia del caso Baruch materiales apropiables, así como todo dere-
Ivcher Bronstein contra Perú, la Corte In- cho que pueda formar parte del patrimo-
teramericana cuando aplica el artículo 21 de nio de una persona; dicho concepto com-
la Convención. De esta manera, para esta la prende todos los muebles e inmuebles, los

12 WESTERMANN, Harry; WESTERMANN, Harm Peter; GURSKY, Karl-Heinz y EICKMANN, Dieter. Ob. cit., p. 300.
13 El resaltado es agregado.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 26 • AGOSTO 2015

elementos corporales e incorporales y cual- El referido fundamento dice:


quier otro objeto inmaterial susceptible de
valor”14. “219. Por lo que toca al automóvil que
conducía el señor Tibi cuando fue dete-
Así las cosas, es innegable que el derecho nido, si bien se trata de un bien mueble
de crédito y el derecho de propiedad, civil- registrable, este registro es necesario
mente entendidos, tienen amparo constitu- para el solo efecto de la oponibilidad
cional en el artículo 70 de nuestra Consti- ante el reclamo de un tercero que pre-
tución, así como tutela internacional en el tende tener algún derecho sobre el
artículo 21 de la Convención. Se incurre en bien. En el presente caso no consta que
una inexactitud muy grave si se piensa que el persona alguna haya reclamado la pro-
tercerista de propiedad es el único protegido piedad del automóvil que se encontraba
por estos dispositivos normativos. El acree- en poder del señor Tibi, por lo cual no
dor embargante, al ser titular de un derecho debería presumirse que no le pertenecía
de crédito, también se encuentra protegido dicho bien. En consecuencia, era proce-
por tales dispositivos. dente respetar la posesión que ejercía”.

III. ¡La sentencia de fondo del caso Tibi Como se puede observar, la Corte Interame-
vs. Ecuador ampara la postura del ricana claramente señala que un derecho
acreedor embargante! de propiedad no inscrito carece de oponi-
bilidad frente a terceros. Ciertamente nadie
A la luz de lo expuesto, causa, por decir lo que defienda la postura del acreedor embar-
menos, perplejidad que se diga que la sen- gante, en los procesos de tercería de propie-
tencia de fondo del caso Tibi contra Ecuador dad, ha negado la titularidad del derecho del
sea una muestra de la preponderancia de la tercerista. En estos procesos no se trata de
propiedad, civilmente entendida, sobre cual- ventilar titularidades sobre derechos patri-
quier otro derecho patrimonial. En rigor de moniales, sino que se trata de establecer
verdad, no es así. justamente la oponibilidad. Es legítimo, en
consecuencia, decir que esta sentencia de
Citando el fundamento 219 de esta senten- la Corte Interamericana no hace más que
cia, se asevera que en “la misma línea pro- respaldar la tesis que favorece al acreedor
tectora se encuentra nada menos que la Corte embargante. Y, además, no resulta ocioso
Interamericana de Derechos Humanos en el reiterarlo, el derecho de crédito también se
Caso Tibi vs. Ecuador, sentencia de fondo encuentra protegido directamente por el artí-
del 7 de septiembre de 2004, cuya doctrina culo 70 de la Constitución y el artículo 21 de
establece que el título de propiedad preexiste la Convención.
a la inscripción; por lo que un mandato judi-
cial arbitrario debe anularse cuando se acre- Sin embargo, se postula que el fundamento
dita el derecho del titular conforme a las 219, al referirse a “un tercero que pretende
reglas civiles”15. algún derecho sobre el bien”, no abarca al

14 PERRONE, Nicolás Marcelo. “Derecho a la propiedad privada”. En: AA.VV. La Convención Americana de Derechos
Humanos y su proyección en el Derecho Argentino. Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires,
2013, pp. 359 y 360 (el resaltado es agregado).
15 GONZALES BARRÓN, Gunther. “Sobre la paradoja de crear derechos a partir del embargo de bienes ajenos”. Ob. cit.,
p. 5.

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derecho de crédito. Así, el “enfrentamiento”


Comentario relevante
te entre un embargo inscrito y una propiedad no
del autor inscrita no es más que el “enfrentamiento”
entre un derecho de crédito y un derecho
El embargo carece de sustantividad real17. No olvidemos que “la esencia de las
propia, pero de esto no se deduce que instituciones procesales, en consecuencia,
deba ceder ante la propiedad no ins- no es otra que ser instrumento –de carácter
crita. Todo lo contrario, la carencia de necesario– para la efectiva realización de las
situaciones jurídicas materiales”18. Conse-
sustantividad del embargo no hace
cuentemente, es errado entender al embargo
sino confirmar la aplicabilidad de la al margen del derecho de crédito.
segunda parte del artículo 2022 del
Código Civil a la cuestión de fondo de Permítaseme traer a colación algunas líneas
los procesos de tercería de propiedad. de mi libro, dado que me parecen oportunas:

“(…) considero que el planteamiento


usual del problema es correcto. Cuando
acreedor embargante, puesto que el embargo
un embargo inscrito se enfrente a la pro-
no es un derecho. Como ya adelanté, se
piedad no inscrita, en esencia se trata de
patrocina un “divorcio” entre el crédito y
un enfrentamiento que implica al dere-
el embargo. Pero se trata, en realidad, de un
cho de crédito. Si se sostiene, como lo ha
“divorcio” sobradamente injustificado.
hecho principalmente Merino, que en el
En efecto, nuestra doctrina y jurisprudencia conflicto no participa el crédito, sino el
(incluso la que falla en favor de la propie- embargo, pues estoy deslindando dema-
dad no inscrita) tienen claro que el embargo siado al embargo del derecho de crédito.
inscrito no es más que una manifestación Resulta cuestionable sostener que en el
del derecho de crédito 16. Hay que recor- conflicto que existe entre el embargo ins-
dar que el embargo carece de sustantividad crito y la propiedad no inscrita, no tenga
propia, pero de esto no se deduce que deba participación efectiva el derecho de cré-
ceder ante la propiedad no inscrita. Todo lo dito. ¿Es que este no se vincula en modo
contrario, la carencia de sustantividad del alguno con el embargo? El embargo no
embargo no hace sino confirmar la aplicabi- puede en modo alguno adquirir una inde-
lidad de la segunda parte del artículo 2022 pendencia neta del Derecho que busca
del Código Civil a la cuestión de fondo de tutelar o proteger, como querían los anti-
los procesos de tercería de propiedad. Si el guos procesalistas. Sin el crédito, sim-
embargo carece de sustantividad propia, es plemente el embargo no tiene ninguna
porque “representa” al derecho de crédito. razón de ser. En consecuencia, dado el
El embargo, en esencia, está al servicio del neto carácter instrumental del embargo

16 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Ob. cit., pp. 21-33.


17 Es interesante notar que el profesor Walter Gutiérrez Camacho, uno de los amicus curiae del último Pleno Casatorio Civil
y que sostuvo la primacía de la propiedad no inscrita, también considera que en los procesos de tercería de propiedad se
enfrentan dos derechos: el crédito del acreedor embargante y la propiedad del tercerista: “Lo que se está debatiendo aquí,
el día de hoy, es si debe preferirse el derecho de crédito, en este caso representado por un embargo inscrito, o si debe pri-
mar el derecho de propiedad”.
18 RAMOS MÉNDEZ, Francisco. Derecho y Proceso. Bosch, Barcelona, 1978, p. 47.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 26 • AGOSTO 2015

precisamente porque, como lo dice la propia


Conclusión del autor
or sentencia, no existió un tercero interesado
que pretendiera hacer valer derechos sobre
los bienes del señor Tibi. De hecho, el caso
El crédito es uno de los derechos sub- del señor Tibi nada tiene que ver con una
jetivos patrimoniales que se encuen- tercería de propiedad. Empero, como acabo
tran protegidos por la Constitución y de resaltarlo, la sentencia contiene un pun-
tual fundamento que privilegia la inscripción
la Convención. Pero dentro del con-
registral cuando se trata de resolver cuestio-
junto de tales derechos, el crédito nes de oponibilidad de derechos.
ostenta una supremacía indudable.
IV. La supremacía constitucional del
crédito inscrito sobre la propiedad
frente al derecho de crédito, en el refe- no inscrita
rido conflicto, la participación del dere-
cho de crédito no puede ser negada. Lo Ya sabemos que, para la mismísima Corte
contrario implicaría retomar las ya supe- Interamericana, un derecho de propiedad
radas ideas autonomistas de los procesa- no inscrito sobre un determinado bien, no
listas de antaño”19. se puede oponer a un tercero que pretende
hacer valer algún derecho sobre el mismo
Nótese entonces que el fundamento 119 de bien. E, indudablemente, el acreedor embar-
la sentencia de fondo del caso Tibi contra gante es un tercero que pretende realizar su
Ecuador, sin duda alguna, ampara la posi- derecho de crédito con el bien cuya propie-
ción del acreedor embargante, puesto que dad alega el tercerista. La Corte Interameri-
este se constituye en “un tercero que pre- cana, con acierto, salvaguarda el importantí-
tende tener algún derecho sobre el bien”. Así simo rol que cumplen los registros públicos.
es, el acreedor embargante pretende hacer
valer su derecho a solicitar la ejecución judi- Guste o no, no es posible negar la suprema-
cial del bien embargado, a fin de realizar su cía constitucional del crédito inscrito sobre
derecho de crédito. Negar esto implicaría la propiedad no inscrita. Desde una perspec-
entender al embargo como una figura ajena tiva un tanto más general, es correcto afirmar
o independiente al crédito respectivo, cosa que el crédito ostenta la supremacía dentro
que no resulta admisible hoy en día, dada la del conjunto de derechos patrimoniales pro-
total caducidad de los planteamientos auto- tegidos por el artículo 21 de la Convención
nomistas del derecho procesal20. y el artículo 70 de la Constitución. Y esto es
así porque estos dispositivos deben interpre-
Y ojo, si en el caso Tibi contra Ecuador tarse de acuerdo a nuestra realidad norma-
se privilegia la propiedad no inscrita, es tiva y, sobre todo, económica.

19 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. Ob. cit., p. 116.


20 PRIORI POSADA, Giovanni. “La efectiva tutela jurisdiccional de las situaciones jurídicas materiales: hacia la necesaria
reivindicación de los fines del proceso”. En: Ius et Veritas. N° 26, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2003,
p. 277: “Se pensó que el Derecho Procesal y el Derecho material podían separarse, divorciarse, en aras de una desesperada
proclamación de la autonomía del Derecho Procesal, como si tan ansiada autonomía fuera incongruente con la necesaria
relación que debe existir entre el Derecho Procesal y el Derecho material, relación que está dada por una situación de ins-
trumentalidad del primero respecto del segundo”.

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ESPECIAL | VII PLENO CASATORIO CIVIL: LA PROPIEDAD VS. EL EMBARGO

Para empezar, debe recordarse que junto al innovación tecnológica; con la expan-
derecho de propiedad, en sentido constitu- sión de mercados y de las actividades
cional, el mercado es la institución básica de distributivas; con la creciente dimensión
nuestra Constitución económica, tal como lo financiera de las actividades productivas.
establece el artículo 58 de la Constitución. Se abre una fase en la cual la riqueza y
Y esta institución no se desarrolla con base los recursos productivos no se identifican
en la mera propiedad sobre cosas, sino más más con (la propiedad de) cosas inmue-
bien sobre la base de la libertad de empresa bles, y tampoco materiales: ello corroe la
y contratación21, que tienen como manifes- supremacía tradicional de la propiedad,
tación clave al derecho de crédito (y no a un y exalta el papel del contrato. En efecto,
derecho real). en los sistemas económicos evoluciona-
dos la riqueza económica y los recursos
El desarrollo del mercado trae consigo un productivos consisten mucho más que
rol preponderante para el contrato dentro del en cosas en relaciones –en pretensiones
sistema económico, en desmedro de la pro- vinculadas a obligaciones ajenas: y pre-
piedad, lo que conlleva la primacía del cré- tensiones y obligaciones que nacen de los
dito sobre otros derechos subjetivos patrimo- contratos (...). En la economía moderna,
niales, al ser este último el efecto contractual pues, es sobre todo el contrato el que crea
por excelencia. Al respecto, las líneas que riqueza –las nuevas formas de riqueza
siguen son más que esclarecedoras: productiva–”22.
“(...) la sistemática del código napoleó- La propiedad inmobiliaria dejó de ser la
nico (y, sobre sus huellas, del código ita- matriz de la economía cuando la actividades
liano de 1865) colocaba el contrato en de corte agrícola perdieron el protagonismo
posición subordinada e instrumental a la (no importancia, puesto que su relevancia no
propiedad (...) esta concepción reflejaba puede ser discutida) en la vida económica
una economía preponderantemente agrí- de mundo. Basta dar una revisada a nues-
cola, en la cual la tierra era el recurso tro Producto Bruto Interno (PBI) para perca-
productivo fundamental. En tal contexto, tarse con facilidad que la propiedad sobre la
era la propiedad –la propiedad del bien– tierra no es el eje de nuestra economía, sino
tierra la que determinaba todo el proceso las actividades comerciales y de industria.
económico, mientras al contrato se reco- En efecto, más del 90 % del PBI nacional
nocía un papel complementario como es generado por servicios (que no son otra
medio para su ocasional circulación. cosa que relaciones obligatorias) y activida-
des industriales23.
Las cosas cambian con el progreso del
modo de producción capitalista: con el Dado que no se puede prescindir de un mer-
desarrollo de la industria, basado en la cado evolucionado o de economía dinámica,

21 KRESALJA ROSELLÓ, Baldo y OCHOA CARDICH, César. Ob. cit., pp. 346 y 347: “Puede afirmarse que la proyección
de la libertad de empresa como derecho fundamental es la del mercado como institución, a diferencia de lo que ocurría anti-
guamente cuando aparecía como lugar de encuentro de libertades no institucionalizadas, pues las instituciones eran el no
mercado. Lo que observamos ahora en un mercado es su alto grado de institucionalización, pues existen numerosas auto-
ridades de vigilancia, fiscalización, arbitraje, etc., con poderes reguladores y sancionadores (...) Esas instituciones existen
entonces para garantizar que el mercado funcione para hacer realidad la libertad de empresa, para evitar una acción estatal
al modo antiguo, intervencionista” (el resaltado es agregado).
22 ROPPO, Vincenzo. El contrato. Traducción de Nélvar Carreteros Torres. Gaceta Jurídica, Lima, 2009, pp. 75 y 76.
23 MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES y PROINVERSIÓN. Guía de negocios e inversión en el Perú
2015/2016, p. 27.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 26 • AGOSTO 2015

porque es evidentemente inviable regresar a indudable, puesto que así lo indica no solo
los tiempos del “reinado” de la “propiedad la Constitución, que consagra al mercado
del bien-tierra”, es inevitable concluir que como instituto fundamental del sistema eco-
el crédito tiene un rol de mayor importancia nómico, sino también la realidad económica.
que la mera propiedad sobre cosas.
Los discursos constitucionales y de derechos
En conclusión, el crédito es uno de los dere- humanos que han pretendido defender al ter-
chos subjetivos patrimoniales que se encuen- cerista, no deben ser atendidos por nues-
tran protegidos por la Constitución y la Con- tros operadores jurídicos, sobre todo por los
vención. Pero dentro del conjunto de tales Jueces Supremos del VII Pleno Casatorio
derechos, el crédito ostenta una supremacía Civil.

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