Está en la página 1de 2

Querida Lía.

 No puedo sino escribirte una carta, porque decirte adiós sería imposible. No
podría volver a mirarte porque me perdería en el color de tus ojos, no podría volver
a hablarte porque me quedaría atrapado entre tus labios, por eso me marcho
ahora y te dejo todo mi amor en esta carta.

Bien sabes que no todas las historias de amor terminan en un final feliz, como el
maravilloso cuento de hadas en el que comenzamos tú y yo.

Sabes bien que ambos vamos a sufrir, y he pensado decirte adiós ahora que aún
saboreamos la felicidad de amarnos. También sabes que nunca he querido a
nadie como te quiero a ti y que me resulta difícil imaginar que alguna vez vuelva a
sentir este amor… pero igualmente te digo adiós.

Perdona si me llevo tus besos, tus caricias y tus abrazos. Pero sobre todo
perdóname si me llevo cada una de tus risas en mi maleta.

No me iré vacío, ¿y sabes por qué?

Porque sé, y me llevo la certeza de que todas nuestras aventuras las guardare
como un tesoro dentro de mi corazón.

Lamentablemente aquí llego nuestro final inesperado, como podrás comprender


mi sueño en la vida además de estar contigo, también era otro. Ahora que ya dejó
de ser fantasía, a convertirse en una maravillosa realidad, no lo pienso dejar
escapar efímeramente.

Mi amor por ti siempre fue sincero, pero con esta carta quiero que te des cuenta
del valor que tiene la vida, que la vida sigue a pesar de los obstáculos. Que tú
conmigo, o sin mí, podrás empezar un nuevo ciclo. Un nuevo cambio radical.

Mi Lía, mi queriada y amada princesa.

Espero que rehagas tu vida, quiero que así como yo empezaré un nuevo rumbo,
un nuevo camino, ¡tú también!

Espero que cuando nos reencontremos, tú ya estés con el verdadero amor de tu


vida, con el verdadero hombre que te haga sentir parte de lo que yo no pude.

¿Sabes por qué digo reencuentro? Porque esto no es un adiós, es un hasta


pronto.

Sé muy feliz Lía, mi querida y dulce Lía. Att: Wolfang. Tu gran amor.

También podría gustarte