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Fisiopatoologia y Consecuencias PDF
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Revista Colombiana de
Ortopedia y
Traumatología
www.elsevier.es/rccot
ORIGINAL
5 Ortopedista-traumatólogo Miembro fundador del capítulo de Infecciones Óseas. Coordinador de Ortopedia y Traumatología,
6 Clínica de Occidente, Cali. Coordinador de Ortopedia y Traumatología, Universidad de Santiago de Cali. Magistrado del Tribunal
7 Q2 de Ética Médica del Valle del Cauca
9 PALABRAS CLAVE Resumen Las reflexiones que se hacen en este artículo se deben al incremento de esta enfer-
10 Pie diabético; medad. Las consideraciones que se tienen de ella desde su diagnóstico inicial son mínimas y
11 Polineuropatía; parece que, a medida que pasa el tiempo, aumenta su prevalencia en la comunidad. Las secue-
12 Necrosis; las que el pie diabético produce son devastadoras desde el punto de vista de las complicaciones
13 ácido tióctico; médicas para el paciente, la calidad de vida, los problemas sociales, laborales y el gran costo
14 Pregabalina financiero que producen.
15 Por lo tanto, de acuerdo con estudios anteriores donde de manera separada se nos dieron
16 a conocer los daños producidos por la diabetes en el pie y el desarrollo de su fisiopatología,
17 se presenta esta revisión con el objetivo de llegar a lograr una presencia cada vez mayor en
18 estamentos universitarios y organizaciones no gubernamentales para establecer programas de
19 salud pública para el manejo de esta patología.
20 © 2015 Publicado por Elsevier España, S.L.U. en nombre de Sociedad Colombiana de Ortopedia
21 y Traumatología.
22
KEYWORDS Physiopathology and prognosis of diabetic foot
Diabetic foot;
23 Polyneuropathy; Abstract The reflections that are made in this paper respond to the increase of this disease
24 Necrosis; in the community. The considerations about it from its initial diagnosis are minimal, and it
25 Thioctic acid; seems that as time passes, increases its prevalence in the community. Sequels that diabetic
26 Pregabalin foot produces are devastating for the patient from the standpoint of medical complications,
27 quality of life, social behavior, work behavior and great financial costs when these complications
28 occur.
29 Therefore, according to previous studies, we get to know the damage caused by diabetes
30 in the foot, and the development of the pathophysiology of them. This review is presented
http://dx.doi.org/10.1016/j.rccot.2015.04.006
0120-8845/© 2015 Publicado por Elsevier España, S.L.U. en nombre de Sociedad Colombiana de Ortopedia y Traumatología.
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31 with the aim of reaching a presence each increasing in university bodies and NGOs in order to
32 promote the establishment of public health programs for the management of this condition.
33 © 2015 Published by Elsevier España, S.L.U. on behalf of Sociedad Colombiana de Ortopedia y
34 Traumatología.
36 La diabetes es, en general, una enfermedad que tanto para Según los criterios de la Asociación Latinoamericana de 81
37 los médicos generales como para los especialistas en diver- Diabetes (ALA, 2005), el 68,9% tenía ND y el 32,4% presen- 82
38 sas ramas médicas pasa hasta cierto punto inadvertida y taba pie de Charcot mientras que al 60% con DM de tipo 1 83
39 tendemos a contemporizar demasiado con ella y con sus se les diagnosticó neuropatía autonómica cardíaca y al 80%, 84
46 del miembro. Por lo tanto, es necesario llamar la atención La constante es la ausencia de exploración y diagnóstico. 89
47 sobre esta patología, que ha sido infravalorada médica- Hay dificultad para disponer de monofilamentos de 10 g de 90
49 Desde el punto de vista epidemiológico revisamos algunos veniente de que los conocimientos sobre los mecanismos 92
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98 pie diabético duplican los días/cama (14,2) frente a otras En el año 2003 había 194 millones de diabéticos en todo 125
99 complicaciones de la DM (6,7 días/cama). el mundo y se espera que para el año 2025 sean 333 millones 126
100 Sólo el 63% de los pacientes con DM presentaba exa- de personas, lo cual representa un incremento del 62% en la 127
101 men neurológico y el 36,6% corría un alto riesgo. En el área prevalencia de la enfermedad. 128
105 México
Existe un trastorno de los pies provocado por el daño de 131
106 En México, la DM ocupa el primer lugar en número de defun- las arterias periféricas que irrigan el pie y daño de los 132
107 ciones por año, con más de 60.000 muertes y 400.000 casos nervios periféricos e infecciones. Debido a la oclusión de las 133
108 nuevos anuales. En el 2004, se registraron 65.662 egresos arterias que llevan sangre a los pies se produce gangrena. 134
109 hospitalarios con DM, de los cuales 12.681 se debían a hos- El pie del paciente diabético es muy sensible a cualquier 135
110 pitalizaciones por pie diabético con 5.327 amputaciones. En forma de traumatismo, y el talón y las prominencias óseas 136
111 2008 se realizaron 6.223 amputaciones en instituciones sani- resultan especialmente vulnerables. 137
112 tarias privadas. Los egresos hospitalarios por pie diabético Los daños a los nervios periféricos de las extremidades 138
113 se incrementaron el 10% entre 2004 y 2005. Las amputa- provocan trastornos sensoriales, úlceras de la planta del pie 139
114 ciones por diabetes también aumentaron el 4% en el mismo y atrofias musculares. 140
115 período. En los pacientes diabéticos es frecuente que las lesiones 141
117 En este país, la epidemiología de la PND en la población dia- (ND) y la polineuropatía diabética (PND) es la complica- 146
118 bética no se ha estudiado. Hasta el 4,5% de los pacientes ción de mayor prevalencia en la diabetes mellitus y uno 147
119 en el momento del diagnóstico de DM2 ya presenta signos y de los principales determinantes del temido pie diabético 148
120 síntomas de neuropatía periférica sensorial (NPS). La ND es (PD). Según análisis y estudios de la Organización Pan- 149
121 la principal responsable de amputaciones de los 30 a los 65 americana de la Salud (OPS), la prevalencia de ésta en 150
122 años: el 36,4% corresponde a pie diabético neuropático; el Latinoamérica durante los próximos 15 años se incremen- 151
123 15,6% a pie diabético ateroesclerótico, y el 48%, a pie dia- tará en 64 millones de diabéticos (Guía de la PND Neurald, 152
124 bético mixto, dependiendo de cuál de los dos predomine1 . 2010). 153
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155 Es un síndrome neurológico que incluye todas las enferme- Causas periféricas: lesiones traumáticas; causas metabó- 210
156 dades inflamatorias y degenerativas que afectan el sistema licas; carácter infeccioso; cáncer; por toxinas, alcohol o 211
157 nervioso periférico. fármacos; causas vasculares, o nutricionales. Causas cen- 212
158 Los rasgos principales de presentación incluyen alte- trales: ictus; lesiones medulares; esclerosis múltiple, o 213
159 raciones motoras y sensitivas diseminadas de los nervios tumores4 . Otras causas. Pueden ser VIH, lepra, sarcoido- 214
161 La polineuropatía se refiere a enfermedades primarias atacan la mielina y hay mala transmisión de las raíces dolo- 216
162 que comienzan en el parénquima nervioso y se inician por rosas al cerebro, además de la ruptura de las terminaciones 217
163 causas tóxicas, metabólicas o vasculares. nerviosas. Deben tenerse en cuenta las deficiencias nutri- 218
201 Este dolor continuo se relaciona con la sensibilización del (PND) 256
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263 fibras de predominio sensitivas, con degeneración axonal, 1) Síntomas típicos: ardor, dolor punzante, calambres, 320
265 El estrés oxidativo posee un papel central en la patogé- cia aumentan por la noche y mejoran con la actividad 322
267 La hiperglucemia sostenida produce anormalidades molecu- 2) Signos de déficit neurológicos: disminución o abolición 324
268 lares por el aumento en la oxidación de glucosa y lípidos, y simétrica de la sensibilidad distal (táctil, térmica, vibra- 325
269 de esta manera genera la formación de productos avanzados toria y dolorosa) de los reflejos tendinosos distales y de 326
270 de la glicación (AGE) y estrés mitocondrial. De esta forma la muscular distal (presentación tardía). 327
271 ocasiona un elevado estrés oxidativo que daña el endotelio 3) Alteración electrofisiológica (no indispensable en la prác- 328
272 y genera la disfunción vascular, lo que favorece las compli- tica clínica). Sólo se emplea para las fibras nerviosas 329
274 Las células endoteliales están limitadas para metaboli- avanzada. Los métodos psicofísicos son las herramientas 331
275 zar la hiperglucemia en la DM, lo que aumenta la actividad para diagnosticar el estado de las sensibilidades térmicas 332
276 del sistema enzimático en las cuatro vías metabólicas de que y algésica. Permiten la exploración de la neuropatía de 333
277 dispone la célula para metabolizarla. Por ello aumenta la vía fibras pequeñas. 334
278 de los polioles (aumento de sorbitol, fructosa y reducción del 4) Se insiste en la revisión de los pies en todas las visitas 335
279 mioinositol) con elevación del estado osmótico intracelular, y una exploración física completa (que incluya fondo de 336
280 del estrés oxidativo y una reducida defensa endotelial. La ojo) al menos una vez al año, y consulta al especialista en 337
281 glucosamina y el exceso de los prooxidantes de las mitocon- caso de mononeuropatía, neuropatía asimétrica, mono- 338
282 drias lesionan las hélices del ADN, la transcripción genética neuropatía craneana, amiotrofia, neuropatía autonómica 339
283 y las proteínas circulantes que, al alterar la matriz extra- o si el diagnóstico es incierto o poco concluyente, o si 340
284 celular, facilitan la patología vascular. El estrés oxidativo modifica su presentación clínica durante la evolución. 341
290 sobreproduce sustancias proinflamatoria y protrombóticas mapatías o mieloma); endocrinometabólicas (urémica, 344
291 en las células endoteliales, con lo que aumentan las molé- amiloidosis o hipotiroidismo); infecciosas (herpética, tabes 345
292 culas de adhesión en el plasma. El elevado estado oxidativo o lepra); nutricionales (deficiencia del complejo B o alco- 346
293 altera la producción del óxido nítrico y éste modifica el tono holismo); hereditarias (síndrome de Pierre-Marie-Tooth); 347
294 vascular. De esta forma se alteran el flujo sanguíneo, la tóxicas (fármacos [isoniacida, hidralazina, nitrofurantoína, 348
295 permeabilidad vascular y la angiogénesis, lo que ocasiona disulfiram o vincristina] o metales [plomo u oro]), e 349
296 oclusión capilar y fibrinólisis. inflamatorias (síndromes paraneoplásicos o patologías reu- 350
matológicas). 351
300 1. Diagnosticar la DM o intolerancia a la glucosa: con prueba entre sí) con resequedad cutánea, úlcera plantar, deformi- 355
301 de tolerancia a la glucosa de 2 horas ≥ 200 mg/dl para la dades y amputaciones. La más común es la dolorosa crónica, 356
302 DM o de 140 a 199 mg/dl para la intolerancia a la glucosa. con disestesias de predominio nocturno (sensación de hor- 357
303 2. Diagnóstico de PND con cuestionarios validados: se reco- migueo, ardor, dolor punzante, etc.) que pueden remitir 358
304 mienda la escala del TSS (total symptomatic score) espontáneamente. Existe una forma dolorosa aguda durante 359
305 para el diagnóstico inicial y evolutivo, según la inten- el descontrol metabólico, con hiperestesias difusas y pérdida 360
307 Para el diagnóstico se deben utilizar el monofilamento Tratamiento actual de la PND 362
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374 Bases fisiopatológicas para el tratamiento de los cuales pudieran estar relacionados (directa o indirecta- 430
380 llo y gravedad de la PND se evidencia por su prevalencia en desempeña la vitamina D en la secreción normal de insulina, 434
381 los pacientes con pobre control glucémico. Las metas para incluyendo un efecto directo sobre los receptores de vita- 435
382 el control glucémico recomendadas por la Asociación Lati- mina D (VDR) en las células beta y uno indirecto, mediado 436
383 noamericana de Diabetes (ALAD) son (los valores están en por la existencia de proteínas fijadoras de calcio dependien- 437
385 Las metas para el control glucémico son: glucemia en ha reportado que pacientes con deficiencia de vitamina D y 439
386 ayunas (normal: menor de 100; adecuado: de 70 a 120, e con limitada secreción de insulina muestran una mejora en 440
387 inadecuado: mayor de 120 [a]); glucemia de 1 a 2 horas pos- la síntesis de esta última una vez que la vitamina es suple- 441
388 prandial (normal: menor de 140; adecuado: de 70 a 140 [b], e mentada en la dieta5 . Esto mismo es coherente con otras 442
389 inadecuado: mayor de 140 [b]), y HbA1c (%) (normal: menor investigaciones que aseguran el efecto benéfico que tiene 443
390 de 6 [c]; adecuado: menor de 6,5 [d], e inadecuado: mayor la 1,25-(OH)2D3 sobre la función celular beta en animales 444
392 En adultos mayores debido al riesgo de hipoglucemia, se La influencia ejercida por la vitamina D sobre la secreción 446
393 sugiere que las metas sean menos estrictas: de insulina puede seguir varias vías. Esta vitamina estimula 447
pancreáticos14---16 . 459
403 Se ha demostrado que el buen control glucémico retrasa
En comparación con los estudios sobre disfunción de las 460
404 la aparición y progresión de complicaciones causadas por la
células beta, la relación entre los niveles disminuidos de 461
405 DM1. Hasta el 30% de los pacientes con DM1 desarrolla ND;
vitamina D y la sensibilidad a la insulina es bastante limi- 462
406 el pobre control glucémico facilita la aparición del dolor.
tada. Una asociación positiva se reportó en un grupo de 34 463
407 En los pacientes con DM2, la corrección de la glucemia
hombres, incluyendo 7 individuos con diabetes; además, la 464
408 se asoció a la mejoría en la percepción sensitiva. El estu-
suplementación con vitamina D reduce las concentraciones 465
409 dio Steno evidenció una reducción del desarrollo de PND
de ácidos grasos libres en suero, lo cual sugiere un incre- 466
410 en pacientes con DM2 tratados en forma intensificada con
mento en la sensibilidad a la insulina. De acuerdo con esto se 467
411 antihipertensivos, hipoglucemiantes orales, ácido acetilsa-
ha sugerido que la deficiencia de vitamina D puede conllevar 468
412 licílico, hipolipemiantes y antioxidantes3---10 .
al desarrollo de diabetes de tipo 217,18 . 469
415 Aunque se conocen muy bien las consecuencias que tiene Recientemente, la hipovitaminosis D se ha señalado como 474
416 la deficiencia de vitamina D sobre el sistema óseo, investi- factor de riesgo para la intolerancia a la glucosa, aunque se 475
417 gaciones recientes sugieren que niveles disminuidos de esta ha encontrado un aumento en la secreción de insulina y una 476
418 vitamina producen efectos adversos en el sistema cardiovas- mejora considerable en la tolerancia a la glucosa en pacien- 477
419 cular, lo que es más evidente en individuos con hipertensión tes que reciben tratamiento suplementado con vitamina D y 478
420 y en aquéllos con niveles de vitamina D <15 ng/ml9 . De se ha establecido, por lo tanto, una asociación inversa entre 479
421 hecho, estudios prospectivos han encontrado que la hipovi- los niveles de vitamina D y el riesgo a desarrollar diabetes 480
422 taminosis D aumenta notablemente la disfunción miocárdica de tipo 2. La inflamación sistémica asociada con la diabetes 481
423 y el consecuente fallo cardíaco10 , y la mortalidad cardiovas- de tipo 2, mediada por citocinas que provocan la apopto- 482
424 cular en el paciente con hemodiálisis11 . sis de las células beta, también puede ser modulada por los 483
425 El síndrome metabólico combina una serie de factores efectos de esta vitamina19---21 . 484
426 genéticos y asociados al estilo de vida que aumentan la Cabe destacar que la prevalencia de este tipo de diabetes 485
427 predisposición a eventos cardiovasculares. es elevada en pacientes con obesidad, la cual se relaciona 486
428 Entre éstos se encuentran la hiperglucemia, la hiper- con la hipovitaminosis D, dado que la vitamina es eficien- 487
429 tensión arterial, la dislipidemia y la obesidad abdominal, temente depositada en las fuentes de almacenamiento de 488
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489 grasa corporal donde no es completamente biodisponible7 , hemodinámica cardiovascular, pues se observa que la 548
490 pudiera coadyuvar a la disminución de los niveles séricos de vitamina D causa cambios rápidos en los pacientes con 549
491 25(OH)D y traería consigo resistencia a la insulina. Aunque hipertensión esencial, pero no en los controles, lo que 550
492 esta hipótesis sería una explicación del porqué los pacientes incrementa la resistencia vascular. Estos resultados están 551
493 a la larga pudieran desarrollar diabetes de tipo 2, está lejos soportados en ensayos experimentales, en que el 1,25- 552
494 de ser comprendida en su totalidad. (OH)2D3 aumenta la sensibilidad de la resistencia arterial a 553
495 La deficiencia de vitamina D es más común en pacien- la norepinefrina en ratas hipertensas, pero no en las normo- 554
496 tes con diabetes de tipo 2 que con diabetes de tipo 1. No tensas, y rápidamente mejora la fuerza arterial generada 555
497 obstante, su posible rol en la génesis de esta última se ha por modulación de la concentración intracelular del calcio33 . 556
504 Cuando se añade a cultivos de células mononucleares perifé- los estadios en que cursa el pie diabético responde a la con- 560
505 ricas (PMBCS), el 1,25-(OH)2D3 disminuye la proliferación y veniencia de articular los protocolos terapéuticos adecuados 561
506 la síntesis de inmunoglobulinas y de citocinas, que incluyen a la necesidad de establecer su valor predictivo en cuanto 562
507 la interleucina 1 (IL-1), IL-2, IL-6, IL-12, el factor de necrosis a la cicatrización de la úlcera. La clasificación de Wagner 563
508 tumoral alfa (TNF-␣) y el interferón gamma (IFN-␥), lo que (Meggitt/Wagner) valora 3 parámetros: la profundidad de la 564
509 implica una regulación de la respuesta Th1. Sin embargo, la úlcera, el grado de infección y el grado de necrosis. Existen 565
510 1,25-(OH)2D3 también promueve la producción de IL-4, IL-5 los siguientes grados: 566
513 protege a las células beta de la lesión pancreática orques- - Grado 1: úlcera superficial que compromete todo el espe- 568
514 tada por las citocinas de la respuesta Th1. El 1,25-(OH)2D3 sor de la piel, pero no los tejidos subyacentes. 569
515 tiene la capacidad de disminuir la actividad presentadora de - Grado 2: úlcera profunda, que penetra hasta ligamentos 570
516 antígenos de los macrófagos hacia los linfocitos mediante la y músculos, pero no compromete el hueso ni la formación 571
518 de histocompatibilidad de tipo II (MCH-II) en la superficie - Grado 3: úlcera profunda complicada con celulitis o for- 573
519 celular. Además, también podría proteger frente al desen- mación de abscesos, casi siempre con osteomielitis. 574
520 cadenamiento de la diabetes de tipo 1, mediante el estímulo - Grado 4: gangrena localizada. 575
521 y reclutamiento de las células T reguladoras CD4+ y CD8+ en - Grado 5: gangrena extensa que compromete todo el 576
Martínez) 579
527 Existe evidencia, a partir de varios modelos animales, que la a) Falángica. Herida primaria en dígitos con o sin 582
528 vitamina D es importante en el control de la presión sanguí- extensión al resto del pie. 583
529 nea y la hipertensión arterial. Krause et al. reportaron que b) Metatarsal. Herida primaria con o sin extensión al 584
530 pacientes hipertensos expuestos a radiación ultravioleta B resto del pie. 585
531 (UVB) más de 3 meses tuvieron más del 180% de incremento c) Tarsal. Herida primaria en el centro o retropié 586
532 en las concentraciones de 25-OHD3 circulante y un descenso (talón) con o sin extensión a todo el pie. 587
533 de 6 mmHg en sus presiones sanguíneas diastólicas y sistó- b) Aspecto topográfico 588
534 licas, resultados similares a los esperados si los pacientes a) Dorsal o plantar. 589
536 tensión. El mecanismo exacto por el cual la radiación UVB c) Dos o más aspectos. 591
537 mejora la presión sanguínea en estos pacientes adultos aún c) Número de zonas afectadas: 592
538 no está muy bien dilucidada. Una hipótesis interesante es a) Una. 593
539 la propuesta por Li et al. y por Xiang et al., en que, basa- b) Dos. 594
540 dos en estudios experimentales, indican que 1,25-(OH)2D3 c) Todo el pie. Heridas múltiples. 595
542 por supresión directa de la expresión del gen. De hecho, la a) Isquemia (perfusión) 597
543 sobreexpresión de renina puede ser producida en ratones 0. Sin isquemia. Sin signos y síntomas de enferme- 598
544 salvajes mediante inhibición farmacológica de la síntesis de dad arterial periférica. Pulsos pedio y/o tibial 599
546 Otra propuesta que se maneja involucra la posible 0,90-1,2; índice dedo-brazo (IDB): >0,75; presión 601
547 influencia de la vitamina D sobre el tono vascular y la en tobillo o presión en dedo: >80 mmHg; oximetría 602
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603 transcutánea de O2 (PtcO2 ): >80 mmHg; registro 2. Parcial. Toda la piel, fascias, tendones, músculos 665
604 dóppler de la onda trifásica, o cualquier otro estu- y probable afección ósea superficial, sin osteomie- 666
606 1. Leve. Con/sin signos y síntomas de enferme- 3. Total. Afección de todos los planos que incluyen 668
607 dad arterial periférica o pulsos pedio y/o tibial hueso y articulación. 669
608 posterior disminuidos (los pulsos pueden estar b) Área (cm2 ) 670
609 ausentes por causa no isquémica; p. ej., por 1. Pequeña. Igual o menor de 10. 671
610 edema); ITB: 0,7-0,89; IDB: 0,60-0,75; presión del 2. Mediana. Entre 11 y 40. 672
611 tobillo: 70-80 mmHg; presión dedo 55-80 mmHg; 3. Grande. Mayor de 40. 673
612 PtcO2 : 50-60 mmHg; registro dóppler de la onda c) Fase de cicatrización: 674
616 0,50-0,69; IDB: 0,30-0,59; presión del tobillo: 55- Esta clasificación nos lleva a hacer más tratamien- 678
617 70 mmHg; presión del dedo: 30-54 mmHg; PtcO2 : tos conservadores que demasiado agresivos, como 679
618 30-49 mmHg; registro dóppler de la onda mono- las amputaciones, sin tratar de hacer valoraciones a 680
619 fásica, o cualquier otro estudio que demuestre fondo que nos lleven a ofrecer mejor calidad de vida. 681
628 luación escalonada o las pruebas no invasivas terapéutica es de índole preventiva. 686
629 subsecuentes pueden confirmar o descartar resul- - Grado 1. El procedimiento terapéutico va direccionado a 687
630 tados diagnósticos iniciales positivos o negativos. disminuir la presión sobre el área con úlcera. General- 688
631 La flexibilidad de esta puntuación permite recali- mente no se presenta una infección. 689
632 ficar en diversos momentos y niveles de atención. - Grado 2. La infección está presente, por lo que es nece- 690
633 La sospecha de isquemia exige la confirmación de sario obtener muestras para cultivo y tratamiento con 691
634 ésta por un angiólogo o cirujano vascular (con infectología. Debe realizarse un desbridamiento, curación 692
635 experiencia en pie diabético) que, de ser posi- tópica y utilizar antibióticos y coadyuvantes. Dentro de 693
636 ble, corrija el problema con cirugía endovascular los coadyuvantes más efectivos, novedosos y de fácil apli- 694
639 0. Sin síntomas ni signos de infección. - Grado 3. Se caracteriza por la existencia de una infec- 697
640 1. Leve. Eritema de 0,5-2 cm, induración, calor, dolor ción profunda, con formación de abscesos, a menudo de 698
642 2. Moderada. Eritema >2 cm, abscesos, necrosis, fas- - Grado 4. Los pacientes afectados requieren hospitaliza- 700
643 citis, osteomielitis y/o artritis. ción urgente y valoración del componente isquémico, que 701
644 3. Grave. Respuesta inflamatoria sistémica y/o en esta fase suele estar sumamente afectado. En térmi- 702
645 hiperglucemia o hipoglucemia grave o de difícil nos generales, se procede a cirugía de revascularización 703
646 control secundaria a la sepsis. para evitar la amputación o conseguir que ésta se pueda 704
651 3. Bilateral secundario a enfermedad sistémica. y tratamiento del pie diabético hay un tipo de manejo y 708
653 0. Sin neuropatía. lida Elizabeth Pinilla R. hace un análisis de la magnitud del 710
654 1. Inicial. Disminución de la sensibilidad con el mono- pie diabético y manifiesta que «el proceso de cicatrización o 711
655 filamento de SW de 10 g en 2/3 sitios y de la curación de la úlcera es la respuesta multicelular del orga- 712
656 vibratoria con diapasón de 128 Hz en el hallux. nismo al daño tisular para la continuidad y función del tejido 713
658 Ausencia de sensibilidad: monofilamento y vibra- Ejemplo. Paciente con 2 años de diabetes, de profesión 715
660 2. Grave. Neuroosteoartropatia diabética (NOAD) o le hizo revascularización y tratamiento ortopédico para evi- 717
661 enfermedad de Charcot. tar amputación infracondílea porque ése era su pronóstico. 718
662 3. Factores de afección tisular de la herida: Se le efectuó tratamiento por ortopedia y actualmente se 719
664 1. Superficial. Úlcera que afecta el espesor de la piel. fesión. Hemos podido bajar los niveles de amputación en 721
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722 el 55% y nos acercamos a estadísticas mundiales en este - Deben tenerse en cuenta la temperatura y el color de la 777
724 Cómo evitar las lesiones del pie diabético de la extremidad o el cambio en la cantidad de pelo de la 780
pierna. 781
728 - Cada día deben lavarse los pies (aunque no deben empa-
729 parlos) en agua caliente, cuya temperatura haya sido - Protección contra el daño que se asocia a la pérdida de 785
730 probada previamente con la mano. Se deben secar con sensibilidad causada por lesión de los nervios periféricos. 786
731 meticulosidad y prestar una atención especial a los espa- - Tratamiento de la infección que pueda aparecer. 787
732 cios interdigitales (entre los dedos). - Mejoría de la circulación al evitar el uso de calzado o 788
733 - Las uñas de los pies deben cortarse con cuidado. Los prendas ajustadas. 789
734 pacientes con mala vista o manos temblorosas deben pedir - Control médico de la diabetes, es decir, comprobar que 790
735 a otras personas que se las corten. Las uñas no deben ser los niveles de glucosa se encuentran dentro de los límites 791
736 más cortas que el extremo del dedo. permitidos8 . 792
737 - Los pies se deben inspeccionar con frecuencia y buscar
738 detenidamente zonas resecas y fisuras en la piel, sobre
739 todo alrededor de las uñas y en los espacios interdigitales. Pautas de manejo recomendadas para el pie 793
740 Deben espolvorearse con talco si la piel está húmeda o diabético 794
741 recubrirse con crema hidratante si la piel está seca. Las
742 plantas deben ser inspeccionadas con un espejo o por otra
1. De acuerdo con el criterio del médico hay que hospita- 795
743 persona. Debe tenerse un cuidado especial con los callos y
lizar cuando consulta a urgencias o cuando se revisa 796
744 las durezas, que debe ser tratadas por un podólogo. No se
en consulta externa y su patología lo amerita. Si es 797
745 deben utilizar antisépticos potentes (yodo) ni callicidas.
valorado por consulta externa, se harán todas las reco- 798
746 - Si aparecen ampollas o infecciones, debe consultarse
mendaciones, como manejo en casa, alimentación y 799
747 inmediatamente al médico.
cuidados generales para su extremidad. 800
748 - No deben utilizarse bolsas de agua caliente. Es preferible
2. Valoración del paciente diabético. 801
749 utilizar unos calcetines.
2.1. Valoración por medicina interna, por endocrinó- 802
750 - Pueden emplearse mantas eléctricas, pero debe apagarse
logo o médico general entrenado y/o supervisado por el 803
751 antes de meterse en la cama.
especialista. 804
752 - Los zapatos se deben ajustar bien (sin apretar) y ser con-
2.2. Valoración por Cirugía Vascular. 805
753 fortables, dejando espacio para que los dedos descansen
2.3. Valoración por Ortopedia para que determine 806
754 en su posición natural.
causas o daños que presente. Podología en caso de nece- 807
755 - Los zapatos nuevos deben calzarse progresivamente, cada
sitarse para conocimiento del paciente y la familia el 808
756 vez durante un tiempo más largo.
buen manejo del pie, quienes darán las indicaciones de 809
757 - Se deben utilizar calcetines de algodón o lana, mejor que
acuerdo con los grados de riesgo determinados en la 810
758 de nilón. Deben ser de la talla adecuada y no tener zur-
escala de Wagner (estados 0 y 1) o la de San Elián. 811
759 cidos ni costuras que puedan producir presiones. Deben
2.4. Terapia de enterostomía cuando se llega a los 812
760 cambiarse a diario.
estados del 2 al 5 de Wagner, a solicitud de Ortopedia o 813
761 - Caminar con los pies descalzos es peligroso ya que una
Cirugía Vascular. 814
762 pequeña herida puede tardar mucho en curarse.
2.5. En las amputaciones debe tenerse en cuenta el 815
763 - Dejar de fumar. El tabaco es muy perjudicial para los dia-
concepto de Cirugía Vascular y, además, incluir las indi- 816
764 béticos porque produce vasoconstricción.
caciones del fisiatra. 817
765 - Otro aspecto de la prevención que merece cierta atención
3. El ortopedista debe interconsultar a Cirugía Vascular 818
766 es el diseño de calzado a medida para los diabéticos con
para ver viabilidades en cuanto a revascularización se 819
767 pies muy vulnerables. Estos zapatos debe estar diseñados
refiere. 820
768 para redistribuir las fuerzas que soporta el pie.
En caso de poder llevar a cabo algún tratamiento de 821
770 Se recomienda cuidar las lesiones ya existentes de la glicosilada entre otras). 825
771 siguiente manera: En caso de requerir procedimiento por Cirugía Vas- 826
772 - Se debe proceder a un examen detallado de ambos pies, acuerdo con los criterios médicos. 828
773 con una inspección cuidadosa de los talones y los espacios 4. Una vez valorado por Medicina Interna y Cirugía Vascu- 829
775 - El estado de la circulación y la sensibilidad deben eva- realizar el tratamiento más indicado y tratar de conser- 831
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833 5. En caso de resecciones parciales (dedos, antepié, etc.) Conflicto de intereses 889
842 tuarse el cubrimiento del área expuesta con colgajos, en el manejo de la polineuropatía diabética Neuralad 2010. 893
843 injertos libres o cualquier otro sistema que sea favora- 2. Kahn CR, Weir GC, et al. Jodlin’s Diabetes Mellitus;. Philadelp- 894
844 ble al caso y en ocasiones de acuerdo con el criterio de hia: Lea & Fabiger; 1994. p. 300. 895
845 Cirugía Plástica. 3. Pedraza L. Neurólogo Dolor neuropático. Diagnóstico Univ. 896
Chile. 897
846 7. Valoraciones periódicas de los especialistas involucra-
4. Manual Merck, 8.a edición. Barcelona: Doyma, 1989. 898
847 dos con el paciente para que éste continúe en un 5. Gagliardino JJ. Evaluations of quality of diabetes care in Latin 899
848 tratamiento adecuado y completo de acuerdo con los America. Rev Panam Salud Publica. 2001;10(5). 900
849 síntomas, como la polineuropatía (PND). 6. Costa Gil JE. XII Congreso Argentino de Diabetes; octubre 2002. 901
850 Además hay que tener en cuenta los niveles de vita- 7. Olivera EM. Revista de la Sociedad Argentina de Diabetes 902
851 mina B y 25-hidroxivitamina D3 . 1992;26:41-51. 903
852 8. En caso de ser un estado 0 según Wagner o con úlcera 8. Boulton AJM. The diabetic foot: grand overview, epidemio- 904
853 refractiva, se debe hacer valoración urgente por Orto- logy and pathogenesis. Diabetes Metab Res Ver. 2008;24 Suppl 905
854 pedia para revisar radiografías y ver compromiso. Con 1:S3---6. 906
855 esto se determina si se lleva a cabo osteotomía correc- 9. Singh N, Armstrong DG, Lipsky BA. Preventing foot ulcers in 907
patients with diabetes. JAMA. 2005;293:217---28. 908
856 tiva para minimizar el efecto o se envía para plantillas
10. Brownlee M. The pathobiology of diabetic complications. Dia- 909
857 o zapatos especiales. betes. 2005;54:1615---25. 910
858 9. Se debe incluir al familiar del paciente con indicacio- 11. Boulton AJM, Armstrong D, Albert S, Fryberg R, Hellman R, Kirk- 911
859 nes de manejo en casa, en cuanto a: 9.1. Alimentación man M, et al. ADA-AACE Task Force. Diabetes Care. 2008;31 912
860 (pautas dadas por la nutricionista). Suppl 1:1679---85. 913
861 9.2. Manejo de la extremidad: 12. Triana R. Recomendaciones de manejo de pié diabético. Simpo- 914
862 9.2.1. Evitar resequedades (humectarse). sio sobre Pie Diabético, marzo 23-24/2012, Cali. 915
863 9.2.2. Manejo de uñas. Evitar hongos. 13. Martínez-De Jesús FR. A checklist system to score healing 916
864 9.2.3. Evitar humedad interdigital (polvos medica- progress of diabetic foot ulcers. Int J Low Extrem Wounds. 917
872 perforante plantar puede estar causado por tabes, The effect of vitamin D3 on insulin secretion and peripheral 926
873 mielodisplasia, amiloidosis hausen (lepra) o por una insulin sensitivity in type 2 diabetic patients. Int J Clin Pract. 927
875 diabetes47---50 . 17. Lind L, Heanni A, Litthell H, Hvarfner A, Seorensen OH, Ljung- 929
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882 Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que 2007;30:980---6. Rev Med Chile 2010; 138: 1312-1318. Vitamina 941
D y síndrome metabólico - M. I. Querales et al., 1318 Artículo 942
883 han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre
de Revisión. 943
884 la publicación de datos de pacientes. 21. Mattila C, Knekt P, Männistö S, Rissanen H, Laaksonen MA, 944
Montonen J, et al. Serum 25-Hydroxyvitamin D concentra- 945
885 Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los tion subsequent risk of Type 2 diabetes. Diabetes Care. 946
887 pacientes y/o individuos referidos en el artículo. Este docu- 22. Di Cesar DJ, Ploutz-Snyder R, Weinstock RS, Moses AM. Vitamin 948
D deficiency is more common in type 2 than in type 1 diabetes. 949
888 mento obra en poder del autor de correspondencia.
Diabetes Care. 2006;29:174. 950
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