Es contundente la anulación de la “explicación” y la “descripción” como procesos

“verdaderos” para conocer el mundo y que el propio sujeto tenga un re-

conocimiento. La educación contemporánea ha causado una tragedia humana que
ha sido la ruptura de una unidad armónica con el mundo; el hombre sólo se
relaciona por medio de la técnica: el conocimiento científico y objetivo continúan
fomentando la apertura de un abismo insondable entre el hombre y la
comprensión profunda de la realidad. El factor arbitrario de la educación
contemporánea es, precisamente, la fragmentación del individuo a través de una
escisión total de aquel medio en el que vive, esto quiere decir, especializar
técnicamente al hombre con el propósito de ejecutar permanentemente la misma
labor.
¿Y los desarrollos artísticos y creativos para un sentimiento profundo de la
existencia?
Esta cuestión fue la que llevó a Manfred Maxneef a desarrollar un pensamiento
mítico-poético como modo esencial de creatividad, es decir, una comprensión
completa de su mundo a partir de una inserción a otra realidad: a un nuevo Delfos
donde el silencio y el ambiente sosegado proporcione una comunicación que lo
dirija a direcciones varias, un lenguaje que elimine dicha fragmentación y logre la
obtención de la unidad; una comprensión profunda de su entorno. Maxneef halla
en “el crear” la capacidad oculta del sujeto de salir expulsado de su fragmento y
percibir una inmensidad, aquella capacidad oculta no refiere al lenguaje escrito o
hablado, sino a un lenguaje no verbal capaz de establecer y comprender otros
mundos para, así, comprender el suyo.
Dentro de todo este desarrollo conceptual constituido por Maxneef lo que desea
esclarecer es la escasez de docentes que fortalezcan y reaviven el sentido
artístico y creativo de sus estudiantes, ofrecer espacios dentro del ambiente
escolar o universitario que permitan una construcción particular de la realidad. Sin
duda el componente por antonomasia para la “creación” de mundos paralelos y la
comunicabilidad en silencio sería la literatura, puesto que esta brindaría una
navegación indefinida por diversos mundos con el objetivo de presenciar en su
totalidad el mundo que habita.