I. Introducción: toda actividad humana tiene un fin
Todas las actividades humanas tienden hacia un fin. El bien es aquello a lo que las cosas tienden. Algunas acciones tienen un fin inmediato, otras son medios para alcanzar un fin mayor. II. La ética forma parte de la política La ética tiene su real fin más elevado: la felicidad de la comunidad. Por eso la ética está subordinada a la política y ésta es más noble y bella porque busca el bienestar de muchos seres humanos. III. La ciencia política no es una ciencia exacta La ciencia política y la ética no son exactas pues estudian al ser confuso y contradictorio. Por lo tanto sólo tendremos conclusiones generalizadas. Los jóvenes no pueden estudiarla ya que carecen de experiencia. IV. Divergencias a cerca de la naturaleza de la felicidad El fin de la vida humana: La felicidad. ¿Qué es la felicidad?. Puede ser la riqueza, placeres, el honor, depende del estado que viva el ser. V. Principales modos de vida La búsqueda del placer físico, propio de los ignorantes y las bestias, el honor que depende de opiniones externas. Y la vida dedicada al comercio y la acumulación de capital, considerándola repulsiva e inhumana. VI. Refutación de la idea platónica del Bien Un ser bueno participa de la idea de bien, pero a su vez esta participación debe ser clasificada como buena, por lo tanto participa de la Idea de bien. Segundo, ataca la universalidad de la idea de bien; si la idea de bien es universal y única sólo podrá referirse a un sólo género de cosas, sin embargo la palabra bien se utiliza para muchas cosas. Tercero, la definición de idea de hombre sirve también para el hombre particular. VII. El bien del hombre es un fin en si mismo, perfecto y suficiente El Bien no es común, ni universal ni único, es diferente en acciones y artes. El fin es un bien practicable, fin final es el bien buscado. Deseamos perfecciones en vista de la felicidad. Autosuficiencia de felicidad porque bien final debe bastarse asimismo. Bien auto suficiente hace amable a la vida, esto es la felicidad. VIII. La felicidad es una actividad de acuerdo con la virtud Los bienes son de tres tipos: exteriores, del cuerpo y del alma. El hombre es feliz por sus actos, lo cual le da el placer que se encuentra en el alma como esencia. Si es bueno y feliz ,el hombre alcanza el placer. Los bienes externos (amigos, familia, dinero, propiedades) son necesarios para ser felices. IX. La felicidad y la buena suerte La felicidad se adquiere por aprendizaje y/o hábitos, luego la ética influye a la política, y es ésta condiciona a los individuos para que sean felices. X. La felicidad y los bienes exteriores El hombre virtuoso seguirá siendo así si posee bienes positivos (dinero, amigos, muchos o pocos) ya que su virtud no le corromperá. Seguirá siendo feliz si posee bienes negativos (malos amigos, deudas), ya que su virtud sabrá guiarle. XI. La felicidad de los muertos y la buena o mala suerte de los descendientes Los vivos y muertos son tan distintos que si existen influencias buenas o malas, estas son tan débiles que no harán ni infeliz ni feliz a nadie. XII. La felicidad objeto de honor y no de alabanza El no ser alabado implica que se es superior a lo que se alaba. Siendo la felicidad lo más grande, esta no debe ser, alabada sino más bien digna de honor. XIII. El alma sus partes y sus virtudes La virtud humana es la del alma. Aristóteles recuerda las tres partes del alma: vegetativa, sensitiva y racional. Dos están relacionadas con la esencia del bien humano: la racional y la sensitiva.