Barranca.

Sin duda alguna fue un gran verano, sentirme rodeado de tantas playas bellas, ver el cambio
de color del sol producto de la curvatura de la tierra, allá, en lo más lejano del mar. Más que
eso fue un verano que siempre quise, con algo mucho más especial aún, por si faltaba para ser
perfecto. Un verano donde me marcó mi vida por completo, sí, fue el inicio de mi vida
profesional.

Plan o Destino

No sé si existe una gran diferencia de significado en eso, no sé si mi intuición me llevo por el

camino correcto, no sé si ella necesariamente tenía que estar allí, no sé si fue mi plan o un
destino que nos quiso ver juntos. Lo que sé es que desde que la vi, hubo algo que quedó en mí,
quedó en mí; estábamos juntos, estábamos luchando por algo común, no era amor, pero
pensando ahora, tal vez lo era, pero no lo sentíamos. Un presentimiento me perseguía, una
casualidad lo convirtió en realidad, las salidas lo afianzaban, sus ojos, su forma de pensar, su
rostro, su carisma y todo lo demás (por temor a olvidarme) me enamoró.

Ahora no hay mejor satisfacción de sentir el amor que me tiene y hacer que el mío se afianza a
la forma más loca de amar (por si lo exista).

La amo y no sé si es la forma más grande, pero si descubriera que existe otra superior lo haría.