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RENATO JAVIER JIJENA LEIVA


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Date: 2011.06.20 07:23:32 -04'00'

Informe jurídico

Sistema legal chileno de firmas y documentos electrónicos.


Aspectos esenciales de la Ley 19.799

Renato Jijena Leiva © 1

Abogado, Consultor y Académico


www.jijena.cl

Marzo del 2003

SUMARIO:

I. Generalidades.
II. Estructura y contenidos de la ley.
III. Principios inspiradores.
IV. Definiciones legales esenciales.
V. Valor probatorio de los documentos electrónicos firmados.
VI. Los Prestadores de Servicios de Certificación (PSC) digital de identidades y
los certificados electrónicos.
VII. El organismo acreditador o licenciante de los PSC o "CA".
VIII. Uso de firmas y documentos electrónicos por la Administración del Estado.

1
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criminalmente de acuerdo a los artículos 161 A y B del Código Penal chileno.
2

I. Generalidades.

1. El presente informe constituye una síntesis -para empresarios e


ingenieros- de los aspectos y características esenciales de una nueva ley y de su
reglamento, que configuran en Chile un sistema de certificación de identidades
digitales para el mundo de las transacciones electrónicas a través de redes
abiertas como Internet.

2. El reconocimiento legal de los mecanismos de firma digital, de


encriptación o seguridad de las transacciones realizadas mediante documentos
magnéticos es un tema clave en materia tanto de comercio como de pagos
electrónicos, para resguardar la confidencialidad y la integridad de los
documentos o mensajes intercambiados, y para asegurar la autentificación y la no
repudiación de los intervinientes en las operaciones de comercio virtual.

Conceptual y técnicamente nos movemos en el campo de la criptografía,


de la encriptación o de la codificación, es decir, cómo poder utilizar legal y
válidamente tecnologías que nos provee una "Entidad Certificadora" -los llamados
Prestadores de Servicios de certificación a que alude la Ley 19.799 en los Títulos
III, IV y V- para codificar, proteger y acreditar la autenticidad e integridad del
contenido de un mensaje o documento electrónico.

Del mismo modo, se permite: a) contar y usar validamente con programas


o software que generan automáticamente claves o archivos para asumir y firmar
la declaración de voluntad que contenga un documento electrónico; b) verificar
electrónicamente la identidad del firmante; y, c) que posteriormente se
desconozca o "repudie" el hecho del envío de un documento firmado.

3. Esta iniciativa fue redactada por asesores que tomaron como modelo la
ley española sobre el tema, de 1999 y en actual revisión, y después de ser
debatida en la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados y en
el Senado de la República, dio lugar el año 2002 a la actual ley Nº19.799, sobre
firmas y documentos digitales o electrónicos, o para ser más precisos, "sobre
documentos electrónicos, firma electrónica y servicios de certificación de dicha
firma"2.

4. La Ley 19.799 no es una norma legal nueva para el ordenamiento


jurídico nacional. Ocurre que desde 1995 existen en nuestro país diversas normas
legales y administrativas en materia aduanera, tributaria, bancaria, previsional y
2
El Mensaje del Ejecutivo originó el Boletín parlamentario Nº2571-19, y consignó que la idea matriz
o fundamental del proyecto era la de establecer una normativa jurídica que regulara la firma
electrónica para que ella tuviese validez legal y otorgue a los actos jurídicos celebrados por
medios electrónicos de comunicación el mismo recon ocimiento y protección ante la ley que
reciben aquellos actos, contratos o transacciones celebrados de modo convencional en un soporte
de papel.

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3

de gestión estatal al menos que habían validado el uso de firmas electró nicas o
digitales y de documentos electrónicos, dentro de las cuales sobresalen el
Decreto 1015 que reguló el intercambio electrónico de documentos aduaneros (o
"EDI" en su sigla en inglés), el Decreto Nº81 sobre uso de firmas y documentos
electrónicos en la Administración del Estado -hoy reemplazado parcialmente por
el Título II de la Ley 19.799- y la Resolución 09 del Servicio de Impuestos
Internos, de Febrero del 2001, sobre uso de firmas y documentos electrónicos en
materia tributaria.

II. Estructura y contenidos de la ley.

1. Fundada en su similar promulgada en España en un Real Decreto de


19993, se compone de siete Títulos y 25 artículos permanentes.

Un primer Título contiene diversas disposiciones generales como su objeto,


los principios en que se funda y definiciones algo -no completamente - novedosas
para el campo jurídico tales como "firma electrónica", "documento electrónico" o
"prestador de servicios de certificación"; el Título II alude al uso de estas
tecnologías en la Administración Estatal4; los Títulos III y IV regulan la actividad de
las empresas que posibilitarán la generación de firmas digitales; el Título V otorga
competencia al Ministerio de Economía para fiscalizar a algunas de estas
empresas; y el Título VI consagra una serie de derechos y obligaciones para
quienes al firmar electrónicamente sean usuarios de los servicios de certificación.

2. La ley establece -en esencia- que el uso de firmas electrónicas permitirá


identificar a quien envíe un documento electrónico y, bajo ciertos respectos como
la intervención de una empresa que autorizada previamente por la autoridad y
asignando Fe Pública respalde su identidad, producirá las consecuencias jurídicas
de asignar integridad a un documento, de autenticar la identidad del firmante y de
evitar que se desconozca el hecho de haberse firmado un documento electrónico.

3. La ley chilena consagra un "sistema de certificación digital abierto", lo


que significa que sólo las entidades certificadoras que deseen hacerlo podrán
acreditarse voluntariamente ante la Subsecretaría de Economía. Es una opción
que debiera favorecer a las transnacionales que están operando posicionadas en
el mercado, o a empresas transanacionales como Microsoft y Verisign que están

3
Los principales referentes de la legislación extranjera tenidos a la vista fueron idóneos y de
consulta obligada para cualquier intento legislativo en materia de nuevas tecnologías, a saber, las
Directivas Europeas marco sobre firmas digitales (1998) y comercio electrónico (1999); las
propuestas marco –aun no vinculantes- de un grupo de trabajo de la UNCITRAL o Comisión de las
Naciones Unidas para el Derecho Mercantil (1996 y ss.); y las leyes española (1999) y colombiana
(1999) sobre firmas digitales.
4
Por tratarse de una regulación diversa a la mayoría del texto de la ley 19.799, se analiza al final
de este informe.

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4

desarrollando el negocio de los servicios de identificación digital en redes abiertas


como Internet mediante sistemas técnicos y económicos de "pasaporte digital".

4. Como un necesario colorario y en el contexto del principio de valoración


legal de los medios de prueba que gobierna el sistema jurídico chileno, la ley le
otorga expresa y ampliamente valor o mérito probatorio a los documentos
firmados y soportados electrónicamente 5.

III. Principios inspiradores.

1. El Título I se refiere a una serie de “Disposiciones Generales” 6. Los


principios a que se sujetarán las actividades reguladas constituyen la directriz de
toda la iniciativa legal, y la enunciación del proyecto de ley, aun cuando algunos de
ellos pudieran parecer reiterativos como el de la libre prestación de servicios y de
libre competencia, se incorporaron por la novedad de esta regulación.

* Una salvedad: estos principios inspiradores no tiene plena cabida o


aplicación en ámbitos como el uso de firmas y documentos electrónicos al interior
del Estado, materia regulada en el Título II de la ley.

Los documentos de trabajo de los redactores, la presentación del proyecto


y el articulado de la Ley 19.799 7 consignaron los siguientes:

5
Se busca, en primer lugar, consagrar legalmente la posibilidad que los usuarios o signatarios que
envíen mensajes electrónicos o digitales puedan, mediante la encriptación (las llamadas llaves
públicas y privadas son técnicas de criptografía o codificación), firmar y proteger digitalmente
dichos mensajes. En segundo lugar, que exista un tercero confiable que respalde y certifique la
identidad de quien firmó digitalmente (no la firma concreta generada tecnológicamente y aplicada
sobre documentos electrónicos), a los que ley llama “Prestadores de Servicios de Certificación”, y
es con quienes los signatarios o firmantes contratan la certificación o respaldo de su identidad
digital y la publicidad de su llave pública, en base a lo cual posteriormente podrán firmar los
documentos. Y en tercer lugar, se busca que puedan acreditarse en juicio y conforme a derecho
los hechos también electrónicos, digitales o telemáticos de que dan cuenta los mensajes o
documentos enviados y soportados electrónica o magnéticamente, necesariamente firmados de la
misma forma.
6
El inciso 1º del artículo establece, que con el objeto "marco" o general de garantizar la
seguridad en su uso, la Ley 19.799 regula: a) los documentos electrónicos y sus efectos legales;
b) la utilización en ellos de firma electrónica; c) la prestación de servicios de certificación de estas
firmas -aunque en estricto rigor lo certificado y respaldado es la identidad de quien genera y
asume la firma-; y, d) el procedimiento o sistema de acreditación al que podrán sujetarse -es
facultativo o voluntario hacerlo y desde el inicio queda claro- los prestadores de dichos servicios
de certificación.
7
TITULO I, DISPOSICIONES GENERALES, Artículo 1º, inciso 2º: Las actividades reguladas por
esta ley se someterán a los principios de libertad de prestación de servicios, libre competencia,
neutralidad tecnológica, compatibilidad internacional y equivalencia del soporte electrónico al
soporte de papel. Toda interpretación de los preceptos de esta ley deberá guardar armonía con los
principios señalados.

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5

1.1Libertad económica en la prestación de servicios entre usuarios y


certificadores. El orden público económico que consagra nuestro sistema
constitucional está basado en la libertad para desarrollar cualquier actividad
económica que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad
nacional, y por ende, no podía sujetarse a autorización previa alguna el ejercicio de
la actividad de certificación. Consecuencialmente, la ley definió obligaciones
generales para los certificadores -por la función de fe pública que cumplen- y creó
un sistema opcional de acreditación voluntaria.

De acuerdo con este principio, por un lado se asegura la libertad


económica de selección por parte de los usuarios de distintos proveedores de
servicios de certificación y, por otro, no se exige la aprobación previa de un
certificador para operar en el negocio de certificación de firmas -léase
identidades- electrónicas.

1.2 Libre competencia entre certificadores. Se trata de uno de los


principios que inspiran la redacción de la ley y constituye un factor importante
para la adopción de esta nueva tecnología, ya que no basta con darle valor legal a
los certificados electrónicos de identidad sino que es necesario posibilitar un
enorme “valor de uso” que incentive a las personas a utilizar esta tecnología.

Desde una perspectiva económica, invocar una supuesta "libre


competencia" o apertura al mercado mundial de la certificación digital, se va a
traducir en definitiva en la posibilidad de que actúen comercialmente entidades
certificadoras internacionales, las que no podrán ser fiscalizadas y las que
operarán, desde el extranjero y vía Internet, sin limitación de ningún tipo.

Estimamos que el llamado "sistema de certificación digital" implementado


en Chile sólo debió contemplar la competencia entre Prestadores de Servicios de
Certificación previamente acreditados por el Ministerio de Economía, tanto para
que legalmente exista un solo tipo de firma digital como para que los documentos
electrónicos que se firmen puedan tener un mismo valor probatorio.

1.3 Neutralidad tecnológica. La ley no se adhiere a una tecnología


específica. La más conocida se llama criptografía asimétrica, pero existen otras
tecnologías sobre métodos biométricos como el iris o las huellas digitales.

La ley 19.799 se llama "de firma electrónica" y no de firma digital, porque el


término “digital”, aunque se utiliza de manera sinónima al de firma electrónica, se
ha asociado con una cierta tecnología, la criptografía asimétrica o de dos llaves.
Siguiendo los lineamientos de entidades como la UNCITRAL8 se ha preferido

8
El artículo 3º del documento aprobado por este Grupo de Trabajo en Marzo del 2001 señala que,
salvo común acuerdo de las partes, las disposiciones legales no podrán ser aplicadas de modo
que se excluya, restrinja o prive de efecto jurídico cualquier método para crear una firma
electrónica que cumpla con los requisitos que las leyes establezcan.

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6

utilizar el concepto de “firma electrónica”, porque comprende cualquier tipo de


tecnología y, por tanto, estaría abierta al progreso técnico.

"En consecuencia", al decir del Mensaje9, "el principio de la neutralidad


tecnológica de la regulación supone no regular explícitamente el uso de ciertas
tecnologías determinadas, sino que regular sus efectos, como se hace en este
proyecto", con lo cual, "si cambia la tecnología, en la medida en que sean
equivalentes funcionales de las técnicas anteri ores, sus efectos todavía quedarán
sujetos a esta regulación".

1.4 Compatibilidad internacional de soluciones, vale decir, la convergencia


entre la legislación nacional e internacional, ya que, por definición, Internet tiene
carácter global.

Ocurre que la “compatibilidad internacional” entre entidades certificadoras


es una cuestión de hecho y de alcances técnicos que ya se ha logrado, y que una
eventual estandarización en los procedimientos para firmar digitalmente con el
debido respaldo no se determina legalmente por una ley local. “Teóricamente”, de
querer insistirse en este objetivo sólo se lograría mediante la firma de un tratado.
Desde una perspectiva técnica y en consideración al principio de la compatibilidad
internacional, un sistema de certificación sin acreditación obligatoria no brinda
ninguna garantía respecto de que los certificados con valor legal en Chile sean
tecnológicamente compatibles con los estándares mundialmente utilizados.

1.5 Equivalencia del medio electrónico al medio o soporte de papel, o sea,


no se podrá rechazar evidencia alguna sólo porque está en medio electrónico.

IV. Definiciones legales esenciales.

1. En materia de definiciones legales, el artículo 2º establece que “lo


electrónico” es un concepto “genérico” dentro del cual cabe comprender “lo
digital”. Define luego “certificado de firma electrónica” (y lo respaldado o
certificado es la identidad del firmante y no los archivos que él genera cada vez
que firma o aplica dichos archivos a un documento electrónico). Conceptualiza
“certificador”, sólo para establecerlo como sinónimo de prestador de servicios de

9
El Mensaje de Agosto del 2000 afirmó que uno de "los pilares" de esta legislación consistía en que la
misma debía regular las instituciones más básicas relacionadas con objetos que, por su naturaleza,
están en una constante y rápida mutabilidad, derivada del avance tecnológico, fruto de lo cual
buscaba establecer instituciones permanentes, que no dependiesen de técnicas y medios
tecnológicos susceptibles de quedar superados y, aún más, obsoletos, debido al desarrollo técnico
creciente que caracteriza a la revolución informática. Pero al mismo tiempo reconocieron los
redactores del proyecto, que la tecnología más utilizada a nivel mundial es la firma electrónica con
encriptación asimétrica, que utiliza el sistema de claves pública y privada, y que existen tecnologías
de base biométrica, que mediante escaneo de la huella digital o del iris del ojo, o incluso digitalizando
la voz, podrían en el futuro ser las tecnologías dominantes de identificación electrónica.

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certificación; “documento electrónico” -un concepto genérico-; “entidad


acreditadora”, para aludir a la Subsecretaría de Economía; “firma electrónica
avanzada” (señalando características que debieran tener todas las firmas
realizadas computacionalmente) y “firma electrónica” (entiéndase simple o no
avanzada…); y “usuario o titular” para aludir (sin decirlo) a la persona que contrata
los servicios de certificación digital.

2. Son definiciones esenciales las de la letra f), que determina que es,
ampliamente, "firma electrónica", cualquier sonido, símbolo o proceso electrónico,
que permite al receptor de un documento electrónico identificar al menos
formalmente a su autor10-11.

Se diferencia esta de la establecida en la letra g), que define "firma


electrónica avanzada" como aquella certificada por un prestador acreditado, que
ha sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo control, de
manera que se vincule únicamente al mismo y a los datos a los que se refiere,
permitiendo la detección posterior de cualquier modificación, verificando la
identidad del titular e impidiendo que desconozca la integridad del documento y
su autoría 12- 13.

10
Estamos hablando de archivos o códigos generados automáticamente y en cuestión de
segundos, por lectores tecnológicos de huellas digitales o -"biométricos" -como ISAPREs y Fonasa
en Chile- o por los propios computadores, sus programas de correo y los programas instalados
previamente por la empresas certificadoras previo contrato, es decir, no se trata de operaciones de
"escaneo" -de scanner- de modelos de la firma olográ fica o algo parecido y el usuario solo ve
aparecer en pantalla.
11
Esta amplia definición comprende a los llamados "Agentes Electrónicos", o programas
computacionales capaces de generar firmas electrónicas y activarse sin que intervenga una
persona directamente en su operatoria, como por ejemplo ocurre con los usados en los remates
electrónicos para pujar en forma automática hasta un cierto monto máximo, o como los que usa la
empresa Microsoft para el desarrollo de su sistema de "pasaportes digitales" de los usuarios de
Internet.
12
La tecnología que se usa mayoritariamente para la firma electrónica avanzada es la de
criptografía asimétrica, donde el mensaje es firmado con una llave o clave que es privada y, por lo
tanto, sólo conocida por el emisor, y el receptor, quien en una página WEB o sitio de la red Internet
puede obtener el equivalente público de la llave o clave privada del emisor, administra una llave
pública correlativa que convierte en legible el mensaje.
13
Esta definición recoge y consagra legalmente los tres atributos propios de la llamada PKI o
infraestructura de llave pública, a saber: 1) la autenticación del titular de la firma aplicada al
documento o la "verificación de su identidad"; 2) el asegurar la integridad o no alteración del
contenido del documento firmado y enviado o la "detección posterior de cualquier modificación"; y,
3) la imposibilidad de posteriormente repudiar o desconocer el envío del mismo o "su autoría".
La letra b) del artículo 2º del Real-Decreto español de 1999, de donde se ha tomado el modelo
de la definición, conceptualiza a la "Firma electrónica avanzada" como "la firma electrónica que
permite la identificación del signatario y ha sido creada por medios que éste mantiene bajo su
exclusivo control, de manera que está vinculada únicamente al mismo y a los datos a los que se
refiere, lo que permite que sea detectable cualquier modificación ulterior de éstos".

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8

No es errado afirmar que la firma avanzada es la que sólo se genera con el


respaldo de certificados emitidos por prestadores de servicios de certificación
acreditados previamente ante el Ministerio de Economía.

Para la Ley 19.799 una firma electrónica simple es aquélla que identifica
sólo formalmente al autor -por ejemplo, un mensaje electrónico firmado con un
código equivalente a una huella digital-, y una firma electrónica avanzada es la
que asegura fehacientemente la identidad del autor, la no repudiabilidad del
mensaje y la integridad de su contenido.

Esto debe ser relacionado en primer lugar con el tema del valor probatorio,
porque se ha optado por asignarle un mayor mérito a las firmas electrónicas
avanzadas. Y esta clasificación debe ser relacionada, en segundo lugar, con el
sistema de acreditación de las empresas que presten servicios de certificación
digital, ya que aquellas que operen en el mercado de la mano de una previa
autorización de la Autoridad poseerán un mayor mérito legal para los productos
que comercializan y los servicios que presten.

3. La letra b) define "certificado de firma electrónica" como la certificación


electrónica que da fe del vínculo entre el firmante o titular del certificado y los
datos de creación de la firma electrónica. Este elemento, central en la generación
y validación de las firmas electrónicas, se regula especialmente en el Título IV.

Quien usa una firma digital en un mensaje está manifestando su voluntad


de realizar una determinada transacción electrónica, y un certifi cado digital es un
documento electrónico que emite una Tercera Parte Confiable, Entidad o
Autoridad Certificadora, que acredita una firma electrónica como información
característica del firmante 14.

V. Valor probatorio de los documentos electrónicos firmados 15.

14
Económicamente hablando, el certificado que respalda la identidad de los comerciantes es un
nuevo elemento de gestión empresarial, que por su importancia debe ser regulado legalmente, en
especial sus requisitos, sus causales de revocación y las responsabilidades derivadas de su
emisión.
15
Los artículos pertinentes establecen lo siguiente:
Artículo 3º.- Los actos y contratos otorgados o celebrados por personas naturales o jurídicas,
suscritos por medio de firma electrónica, serán válidos de la misma manera y producirán los
mismos efectos que los celebrados por escrito y en soporte de papel. Dichos actos y contratos se
reputarán como escritos, en los casos en que la ley exija que los mismos consten de ese modo, y
en todos aquellos casos en que la ley prevea consecuencias jurídicas cuando constan igualmente
por escrito.
Lo dispuesto en el inciso anterior no será aplicable a los actos o contratos otorgados o celebrados
en los casos siguientes: a) Aquellos en que la ley exige una solemnidad que no sea susceptible de
cumplirse mediante documento electrónico; b) Aquellos en que la ley requiera la concurrencia
personal de alguna de las partes; y, c) Aquellos relativos al derecho de familia.

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9

1. Una norma relevante es el artículo 3º de la ley, que homologa o equipara


de manera general a los documentos e instrumentos tradicionalmente soportados
en papel o escriturados y firmados olográficamente para realizar actos o celebrar
contratos, con aquellos que hoy en día se soportan en archivos electrónicos y se
intercambian mediante redes computacionales para realizar actos y contratos
electrónicos, a distancia y entre ausentes, los que la ley reputa como escritos.

Lo novedoso es que una sola norma general modifica tácitamente otras


leyes y disposiciones que regulan la naturaleza, características y mérito probatorio
de documentos e instrumentos civiles, comerciales, penales, tributarios, etcétera,
sin que pueda desconocerse su valor jurídico.

El artículo 3º es un aporte formal importante para el ordenamiento


jurídico,16 toda vez que homologa de manera general y amplia a los actos y
contratos que sean “suscritos por medio de firmas electrónicas” –y obviamente
consten en documentos soportados en forma magnética- con los "firmados en
forma manuscrita" –y soportados en papel-, evitándose así realizar un sin número
de modificaciones parciales en diversos códigos y leyes que aluden al valor
probatorio de instrumentos y documentos.

El penúltimo inciso (tercero) del artículo 3º señala que “la firma electrónica,
cualquiera sea su naturaleza” (es decir, respaldada por un certificado digital
emitido por una entidad certificadora previamente acreditada, o no…), “se mirará
como firma manuscrita para todos los efectos legales…”. Esto es una repetición o
profundización de lo propuesto en el inciso primero del artículo.

2. El artículo 3º consagra excepciones en orden a evitar el uso de sistemas


de criptografía en algunos ámbitos que no están preparados para que su
necesaria seguridad y certeza pudiera verse cuestionada o debilitada

La firma electrónica, cualquiera sea su naturaleza, se mirará como firma manuscrita para todos los
efectos legales, sin perjuicio de lo establecido en el artículo siguiente.
Artículo 4º.- Los documentos electrónicos que tengan la calidad de instrumento público, deberán
suscribirse mediante firma electrónica avanzada.
Artículo 5°.- Los documentos electrónicos podrán presentarse en juicio y, en el evento de que se
hagan valer como medio de prueba, habrán de seguirse las reglas siguientes: 1.- Los señalados
en el artículo anterior, harán plena prueba de acuerdo con las reglas generales; y 2. - Los que
posean la calidad de instrumento privado tendrán el mismo valor probatorio señalado en el
numeral anterior, en cuanto hayan sido suscritos mediante firma electrónica avanzada. En caso
contrario, tendrán el valor probatorio que corresponda, de acuerdo a las reglas generales.
16
Hemos afirmado que el artículo 3º es "formalmente revolucionario", porque la realidad y el
desarrollo del comercio electrónico no ha requerido de normas legales sino se ha validado
contractualmente, y porque eventuales dicrepancias entre las partes intervinientes -por ejemplo un
proveedor y una empresa concentradora- nunca llegarán hasta los tribunales de justicia, toda vez
que, en el evento remoto de producirse un conflicto, siempre se recurre a la instancia de un juez
árbitro.

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10

realizándose en el mundo de las redes abiertas como Internet y las firmas


electrónicas.

Tales excepciones son los actos o contratos otorgados o celebrados en los


casos siguientes: a) aquellos en que la ley exige una solemnidad que no sea
susceptible de cumplirse mediante documento electrónico; b) aquellos en que la
ley requiera la concurrencia personal de alguna de las partes; y, c) aquellos
relativos al derecho de familia 17.

3. La regulación legal contenida en los artículos 4º y 5º depende de dos


elementos, a saber, de la naturaleza pública o privada de un documento y de la
especie o tipo de firma electrónica -avanzada o "simple" (que no es un término
legal)- de que se trate.

El artículo 4º señala, perentoriamente, que los documentos electrónicos


que tengan la calidad de instrumento público, deberán -siempre- suscribirse
mediante firma electrónica avanzada, lo que significa que al interior de la
Administración del Estado o cada vez que se genere un instrumento otorgado por
un funcionario competente actuando dentro de la esfera de su competencia,
previamente deberá haberse obtenido un certificado digital emitido, ya sea por el
propio Ministro de Fe del servicio o por un prestador de servicios de certificación
acreditado.

El artículo 5º es la norma que alude a la forma o a las reglas que habrán de


seguirse para “presentarse” los documentos electrónicos en juicio (esto es, para
“producir” las partes la prueba de hechos magnéticos, electrónicos o digitales…),
y que además formula o determina cual será “el valor probatorio” (esto es, la
forma de “evaluarse” por los tribunales) de dichos documentos.

17
Señala el Mensaje del Gobierno del año 2000 que, necesariamente, hubo que considerar
excepciones a la homologación referida. La primera se fundamentó en que, si bien desde el punto
de vista estrictamente técnico, era posible celebrar por medio de documentos electrónicos algunos
actos y contratos solemnes, como por ejemplo los que requieren escritura pública o inscripción en
un registro especial, su reconocimiento legal implicaría haber realizado reformas profundas al
ordenamiento jurídico. Con relación a esta excepción se hizo presente que se usó el término
solemnidad especial, para diferenciarla de la solemnidad que consiste meramente en que el acto o
contrato conste por escrito, ya que era perfectamente posible, sin alterar las normas del
ordenamiento jurídico, que los actos y contratos cuya solemnidad consistiera solamente en su
constancia por escrito pudiesen celebrarse por medio de documentos electrónicos.
"La segunda excepción a esta norma de asimilación, se refiere a los actos y contratos que
exigen la comparecencia de los otorgantes que, obviamente, no puede suplirse a través de un
documento electrónico.
Por último, la tercera excepción se refiere a los actos de familia, como el reconocimiento de hijo,
la adopción, el acuerdo sobre la patria potestad, etc.. Encuentra su explicación en el carácter
solemne de dichos actos, por una parte, y, por la otra, en que la mayoría de ellos, por su
importancia, son personalísimos".

Renato Jijena Leiva - Abogado


11

Dice expresamente: "Los documentos electrónicos podrán presentarse en


juicio y, en el evento de que se hagan valer como medio de prueba, habrán de
seguirse las reglas siguientes: 1.- Los señalados en el artículo anterior, harán
plena prueba de acuerdo con las reglas generales; y 2.- Los que posean la
calidad de instrumento privado tendrán el mismo valor probatorio señalado en el
numeral anterior" (plena prueba), "en cuanto hayan sido suscritos mediante firma
electrónica avanzada. En caso contrario, tendrán el valor probatorio que
corresponda, de acuerdo a las reglas generales".

Es decir, el instrumento público otorgado por el competente funcionario y


de acuerdo a las normas legales siempre -porque necesariamente debe
suscribirse con firma avanzada- producirá plena prueba y acreditará el hecho de
haberse otorgado, la fecha, las partes que intervinieron y el tenor de su contenido.

Si se trata de un instrumento privado suscrito con firma simple no se


tendrá legalmente por reconocida su autoría e integridad sin necesidad de
gestiones previas o de resoluciones judiciales, y sólo servirá de base para la
llamada "prueba de presunciones".

Lo que se busca es “premiar” con un mayor valor legal en caso de un juicio


ante los tribunales ordinarios, a quienes utilicen documentos o mensajes
electrónicos firmados digitalmente con el respaldo de entidades certificadoras
previamente acreditadas 18.

VI. Los Prestadores de Servicios de Certificación (PSC) digital de


identidades y los certificados electrónicos.

1. Desde una perspectiva económica se ha regulado en los Títulos III y IV


un nuevo nicho de negocios o de prestación de servicios tecnológicos19, no

18
Pero en el día a día de las transacciones comerciales vía redes este tipo de estímulos no
interesa a los usuarios, los que además siempre pactan mecanismos de arbitraje, con lo cual
nunca se ha presentado un juicio de esta naturaleza ante los tribunales ordinarios de justicia. Se
trata de un invento jurídico que carecerá de toda trascendencia. La firma electrónica debiera ser
una sola desde el punto de vista de los requisitos y sus efectos legales, es decir, siempre debiera
exigirse el respaldo de un certificado de identidad digital emitido por un prestador de servicios de
certificación acreditado, para que produzca siempre los mismos efectos legales conforme a
derecho.
El valor legal de estos documentos ya no soportados en papel debiera ser más amplio, es decir,
poder ser presentados y valorados en un juicio sea penal o civil aún cuando no estén firmados
electrónica o digitalmente, cosa que el artículo no valida. Si bien es cierto el recurso de "la firma"
permite imputar la autoría de un acto e implica una manifestación de voluntad, los documentos
-sean o no electrónicos- pueden no estar firmados o suscritos y deben poder ser apreciados desde
el punto de vista de su mérito probatorio. Es lo que ya ha hecho el Código de Procedimiento Penal
chileno.
19
Insistimos: sería un error desconocer que se trata de un negocio controlado por empresas
transnacionales posicionadas en el mercado, y habrá que ver y estar atento a que pasará con su

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12

exento de complejidades y por ende sujeto a responsabilidades para las


empresas prestadoras de servicios de certificación, cuyo vínculo contractual con
los usuarios será "dirigido" en la medida que dichas empresas opten por
acreditarse o registrarse ante la autoridad.

¿De qué se trata la prestación de servicios de estas empresas?: porque


quien genera mediante programas computacionales de criptografía una clave o
"firma digital" y la incorpora en un mensaje o documento electrónico -por ejemplo
una orden de compra o de pago- está manifestando su voluntad de realizar una
determinada transacción, la posibilidad de generarla y de que posteriormente se
verifique la identidad del firmante pasa porque las llamadas "Entidades
Certificadoras" o los "Prestadores de Servicios de Certificación" se
responsabilicen de previamente registrar sus antecedentes -por ejemplo la
existencia de poderes para que una persona sea el representante legal de una
empresa-, luego de habilitarlo para el uso de las tecnologías, y en tercer lugar de
respaldar, publicar en un sitio WEB o certificar la identidad del signatario de cara a
los receptores de los documentos y a terceros que quieran verificar la firma
generada.

La trascendencia de su función pasa porque cuando certifican dígitos o


algoritmos y la pertenencia de esos dígitos a personas concretas y determinadas
por sus características propias, están ejerciendo la potestad jurídica de otorgar
“Fe Pública” en el marco de las transacciones digitales, respecto a que en una
fecha y hora determinada personas perfectamente individualizadas realizaron o
acordaron una operación de comercio electrónico en también determinados
términos, antecedentes que posteriormente no podrán ser negados o
“repudiados”. Por eso se habla, sólo analógicamente, de las “notarías virtuales”.

2. Acreditación "voluntaria" y/u "obligatoria". El criterio de la ley


-contemplado en los artículos 1º y 11º- consiste en que, en Chile, no sólo las
empresas que previamente sean acreditadas por el Gobierno podrán
idóneamente prestar estos servicios comerciales 20.

El artículo 11º de la ley 19.799 establece en su inciso primero que "son


prestadores de servicios de certificación las personas jurídicas nacionales o

prestación de servicios en la medida que opten por actuar desde el extranjero, mediante Internet y
sin registrarse o acreditarse en Chile, lo que legalmente es voluntario y no obligatorio.

20
Es debatible -y la existencia de diversos criterios recogidos en la legislación extranjera así lo
demuestran- determinar quiénes podrán ser entidades certificadoras -sus requisitos-, pero más
aún lo es el determinar si es necesario que obligatoriamente un órgano público previamente las
acredite, licencie o autorice y posteriormente las fiscalice, o si se debe dejar que frente a un tema
estratégico para la seguridad del comercio electrónico y de otro tipo de intercambios de mensajes
electrónicos vía redes la acreditación sea voluntaria u obligatoria.

Renato Jijena Leiva - Abogado


13

extranjeras, públicas o privadas, que otorguen certificados de firma electrónica,


sin perjuicio de los demás servicios que puedan realizar", y agrega en su inciso
segundo que "son prestadores acreditados de servicios de certificación las
personas jurídicas nacionales o extranjeras, públicas o privadas, domiciliadas en
Chile y acreditadas en conformidad al Título V de esta ley, que otorguen
certificados de firma electrónica, sin perjuicio de los demás servicios que puedan
realizar".

La idea de la acreditación voluntaria como regla general para Chile estaba


anticipada y normada desde el inicio del texto legal, ya que el artículo 1º señala en
su inciso 1º que la ley regula los documentos electrónicos y sus efectos legales, la
utilización en ellos de firma electrónica, la prestación de servicios de certificación
de estas firmas "y el procedimiento de acreditación al que podrán sujetarse los
prestadores de dicho servicio de certificación...." 21.

Los certificadores acreditados tienen mayores obligaciones que los no


acreditados y están sujetos a la supervisión de un ente acreditador. Pero tienen
teóricamente una ventaja en el mercado, por el reconocimiento estatal previo y
para ante los tribunales al conferirles la ley un mejor valor probatorio al
documento firmado "avanzadamente". En relación con los certificadores no
acreditados, el uso que se haga de los certificados emitidos por ellos -y que
también confieren legalmente valor probatorio, pero en conformidad a la s reglas
generales de la prueba documental, a los documentos que se firmen con su
respaldo- …va a depender de su reputación comercial.

La opción adoptada de legitimar la acreditación no obligatoria de las


empresas certificadoras, recurriendo a un mejor valor probatorio en caso de juicio
para los documentos firmados con el respaldo de certificados digitales emitidos
por aquellas que opten por acreditarse ante la Autoridad -véase más arriba el
artículo 5º ya analizado-, pudiera ser un error, porque contar con un certificado

21
Opinión personal: Desde una perspectiva jurídica, la consagración legal para Chile de un
sistema en que la acreditación de los llamados "Prestadores de Servicios de Certificación" sea
sólo voluntaria y no obligatoria (en esencia, son las entidades que celebran un contrato con sus
usuarios o signatarios y que, asignando fe pública, respaldarán la identidad digital de las personas
que generarán las firmas digitales) es una opción que socava el sistema de la fe pública. El
derecho debe instar por la estabilidad de ciertas instituciones y su funcionamiento, y es lo que
ocurre por ejemplo con los bancos, las AFP, las Universidades, los notarios, los agentes de
aduana, etcétera, entidades y personas naturales todas que, al involucrar su accionar la
asignación de fe pública, deben cumplir ciertos requisitos legales para operar, solicitar la
autorización o acreditación previa ante un órgano fiscalizador, y están expuestas a ser
sancionadas vía multas y cuya autorización de funcionamiento puede ser revocada.
Si otras entidades quisieran asumir funciones de certificación digital en un nivel cerrado o en un
ámbito específico (un gremio, una universidad, etcétera) nada obsta a que lo hagan, pero su
función, carente de acreditación previa por un órgano público y fiscalización a posteriori y no
susceptible de homologación con la de otras entidades certificadoras de mayor relevancia, sería
una cuestión de hecho que no requeriría de regulación legal alguna.

Renato Jijena Leiva - Abogado


14

digital de mayor valor legal –plena prueba en caso de juicio- para ofrecer al
mercado, no es una ventaja comparativa o un beneficio que necesariamente lleve
a las empresas certificadoras a acreditarse y a los usuarios a pagar por
certificados de mayor costo para preconstituir un medio de prueba.

3. Prestadores de servicios de certificación "públicos". La ley chilena


permite que los Servicios Públicos compitan en el mercado de la prestación de
servicios de certificación digital, ya no para respaldar la identidad de sus propios
funcionarios sino la de los ciudadanos. Tal actividad requerirá, conforme lo
establece la CPE de Chile, de una Ley de Quórum Calificado que lo autorice.

4. Prestadores de servicios de certificación extranjeros. Sobre la regulación


de prestadores de servicios de certificación extranjeros, el artículo 11º admite que
puedan serlo las personas jurídicas extranjeras, públicas o privadas.

A los prestadores extranjeros se aludió en el texto definitivo de la Ley


19.799, además del artículo 11 en el artículo 15, para facilitar su gestión en Chile
y para preceptuar que sólo "los certificados de firma electrónica avanzada" -es
decir, previa acreditación de la empresa certificadora que respalda ante el
Ministerio de Economía- "podrán ser emitidos por entidades no establecidas en
Chile y serán equivalentes a los otorgados por prestadores establecidos en el
país, cuando fueren homologados por estos últimos, bajo su responsabilidad, y
cumpliendo los requisitos fijados en esta ley y su reglamento, o en virtud de
convenio internacional ratificado por Chile y que se encuentre vigente" 22.

Esta disposición, llevada a la práctica y atendido que habla de "homologar"


certificados, se traduce en la necesidad de que una empresa chilena previamente
acreditada emita en Chile y en representación de otras empresas extranjeras
certificados, o que estas empresas extranjeras, emitiendo dichos certificados en el
extranjero (lo cual a la red Internet no le empece) debrán utilizar en los campos de
sus certificados la llave o clave pública de la entidad certificadora chilena.

22
Es decir: a) considera la hipótesis teórica de que algún día se celebre un complejo
tratado internacional en materia de certificación electrónica; b) se establecen los
requisitos alternativos de "homologación" o de "preexistencia de convenio internacional"
para respaldar la generación de firmas electrónicas "avanzadas", con lo cual, a contrario
sensu, nada se exige en esta norma para que una entidad certificadora que no esté
establecida en nuestro país emita desde el extranjero para producir efectos en Chile
certificados que permitan generar firmas electrónicas "sim ples" (las definidas en el
artículo 2º letra f de la Ley 19.799); y, c) se abren en definitiva dos válvulas que validan
legalmente la operación de las transnacionales en Chile sin necesidad de que se
acrediten previamente ante la Subsecretaría de Economía (una para respaldar la
generación de firmas electrónicas "avanzadas" y otra la generación de firmas "simples"),
con la mínima limitante de tener que contar con un domicilio en Chile para obtener un Rol
Único Tributario o RUT a incluir en uno de los campos -electrónicos - de los certificados,
conforme lo establece el mismo artículo 15 en comento.

Renato Jijena Leiva - Abogado


15

5. El artículo 12 establece obligaciones generales y requisitos para todos


los prestadores de servicios de certificación, aunque algunas solo caben para los
que previamente se acrediten23. En principio y tratándose de los PSC "no
acreditados", porque la ley chilena tiene vigencia "territorial" no se podrá fiscalizar
el cumplimiento de las obligaciones, de los requisitos y de los procedimientos de
las empresas que operen desde el extranjero a través de Internet.

En general las obligaciones comunes para ambos certificadores son la


información al usuario, la información y comprensibilidad de sus prácticas de
certificación, la operatividad del registro público en línea donde están las claves
públicas y la responsabilidad para con los usuarios. Específicamente se debe:

a) "Contar" -digamos que redactar, incorporar en los contratos de


certificación digital y publicar- con reglas sobre prácticas de certificación que sean
objetivas y no discriminatorias y comunicarlas -manteniéndolas como de consulta
pública en su sitio WEB- a los usuarios de manera sencilla y en idioma castellano;

b) Mantener un registro de acceso público de certificados o "repositorio", en


el que quedará constancia de los emitidos y los que queden sin efecto. La ley
19.799 agrega que a dicho registro "podrá" accederse por medios electrónicos de
manera continua y regular, pero en nuestra opinión debiera establecerse -por ser
de la esencia- la obligatoriedad mediante el término "deberá".

c) En el caso de "cesar voluntariamente en su actividad", deberán


comunicarlo previamente y con dos meses de anticipación a cada uno de los
titulares de firmas electrónicas certificadas por ellos y deberán transferir los datos
de sus certificados a otro prestador de servicios, en la fecha en que el cese se
produzca y de no existir oposición de los titulares; de haberla, quedarán sin efecto
los certificados respecto de los cuales el titular se haya opuesto a la transferencia.

d) Publicar las eventuales resoluciones de la Entidad Acreditadora que los


afecten "en sus sitios de dominio electrónico" dice la ley -lo que constituye una
expresión novedosa, contemplada quizás para aludir a que todo sitio WEB tiene
una dirección IP que alfabetizada se llama "nombre de dominio"-;

23
Los redactores del Mensaje consignaron que los prestadores de servicios de certificación eran
empresas que debían tener las capacidades técnicas y económicas para que la actividad que
realizan otorgara confianza y seguridad a las transacciones que se ejecutan por medios
electrónicos, por lo que se establecían una serie de obligaciones que debían cumplir todos los
prestadores de servicios de certificación para firma electrónica, de manera que se verificarán
estándares mínimos de seguridad y transparencia, más allá de los cuales se podría cumplir
voluntariamente con los estándares máximos del sistema de acreditación organizado por el
Estado.

Renato Jijena Leiva - Abogado


16

e) Desempeñar un rol preliminar de "Entidad de Registro" que debiera ser


de la esencia de todo prestador de servicios e certificación, o como dice la ley,
que en el otorgamiento de certificados de firma electrónica avanzada -es decir
sólo tratándose de empresas previamente acreditadas ante el Ministerio de
Economía-los certificadores tienen que comprobar fehacientemente la identidad
del solicitante. A estos efectos, el prestador requerirá previamente ante sí o ante
notario público u oficial del registro civil24, la comparecencia personal y directa del
solicitante o de su representante legal si se tratare de una persona jurídica.

Nuestra opinión es que, tratándose de prestadores de servicios de


certificación o "PSC" que previamente se acrediten para poder ofrecer al mercado
la posibilidad generar firmas electrónicas avanzadas con el respaldo de sus
certificados, la Ley 19.799 ha limitado legalmente el ámbito de las posibles
entidades de registro previo de antecedentes: a ellos mismos, a un notario o a un
oficial de registro civil. Nunca un PSC previamente acreditado podría acordar que
otra empresa o un funcionario diverso de los nombrados asumiera tal actividad,
por ejemplo como hemos comentado a pie de página, tratándose del caso de un
banco, per se "Entidades de Registro". Esta limitante en materia de terceros
legalmente idóneos para verificar los datos que sustentan una firma electrónica
avanzada, no opera para los PSC que operen sin acreditarse y permitan generar
firmas electrónicas simples.

f) Pagar el arancel de la supervisión, el que será fijado anualmente por la


Entidad Acreditadora y comprenderá el costo del peritaje y del sistema de
acreditación e inspección de los prestadores;

g) Solicitar "la cancelación" de su inscripción en el registro de prestadores


acreditados llevado por la Entidad Acreditadora, con una antelación no inferior a
un mes cuando vayan a cesar su actividad, y comunicarle a la autoridad el destino
que vaya a dar a los datos de los certificados, especificando, en su caso, si los va
a transferir y a quién, o si los certificados quedarán sin efecto;

h) También en caso de cancelación de la inscripción en el registro de


prestadores acreditados, los certificadores comunicarán inmediatamente esta
circunstancia a cada uno de los usuarios y deberán, de la misma manera que
respecto al cese voluntario de actividad, traspasar los datos de sus certificados a
otro prestador, si el usuario no se opusiere;

24
Ya que durante la tramitación parlamentaria se descartó la opción expresa de que el Servicio de
Registro Civil fuera "el prestador de servicios de certificación de las personas naturales", y aunque
en conformidad al artículo 11 e la Ley 19.799 nada obsta a que así lo sea si además se autoriza la
actividad mediante Ley de Quórum Calificado, esta norma permite que a las empresas que ya
están en el mercado celebrar convenios tendientes a desarrollar en conjunto la prestación de
servicios de certificación de identidades electrónicas.

Renato Jijena Leiva - Abogado


17

i) Indicar a la Entidad Acreditadora cualquier otra circunstancia relevante


que pueda impedir la continuación de su actividad, especialmente, en cuanto
tenga conocimiento de ello, el inicio de un procedimiento de quiebra o que se
encuentre en cesación de pagos, y

j) Cumplir con las demás obligaciones legales, especialmente las


establecidas en esta ley, su reglamento, y las leyes Nº 19.496, sobre Protección
de los Derechos de los Consumidores y Nº 19.628, sobre Protección de la Vida
Privada.

Por su parte el artículo 13 establece que el cumplimiento, por parte de los


prestadores no acreditados de servicios de certificación de firma electrónica, de
las obligaciones señaladas en las letras a) -la necesaria y esencial elaboración de
las llamadas prácticas de certificación digital-, b) -la también esencial mantención
de un repositorio on line -, c) -comunicar el cese voluntario de actividades- y j)
-cumplir con las leyes de protección de derechos de los consumidores y de datos
personales- del artículo anterior, será considerado por el juez como un
antecedente para determinar si existió la debida diligencia, para los efectos
previstos en el inciso primero del artículo siguiente, esto es, determinar si serán -o
no- responsables de los daños y perjuicios que en el ejercicio de su actividad
ocasionen por la certificación u homologación de certificados de firmas -léase
"identidades"- electrónicas.

6. Responsabilidades legales de las empresas o entidades certificadoras.


Establece como regla general la Ley 19.799 que los prestadores de servicios de
certificación serán responsables de los daños y perjuicios que en el ejercicio de su
actividad ocasionen por la certificación o por la homologación de certificados de
firmas electrónicas, y que en todo caso a ellos les corresponderá demostrar que
actuaron con la debida diligencia.

Sin perjuicio o de manera excepcional, los prestadores no serán


responsables de los daños que tengan su origen en el uso indebido o fraudulento
de un certificado de firma electrónica.

Como una forma de asegurar la eventual indemnización de perjuicios


derivada de la responsabilidad a que se alude, los prestadores sólo "acreditados"
de servicios de certificación de firma electrónica deberán contratar y mantener un
seguro, que cubra su eventual responsabilidad civil, por un monto equivalente a
cinco mil unidades de fomento, como mínimo, tanto por los certificados propios
como por aquéllos homologados tratándose de empresas extranjeras que quieran
operar en Chile. El problema práctico de esta exigencia pasa porque no existen
casos de siniestralidad en materia de certificación digital y, por ende, se dificulta la
eventual determinación de una prima25.
25
Los redactores del proyecto consideraron que la experiencia internacional indicaba que el sistema
de responsabilidad de los PSC debía reforzarse con la exigencia de la contratación de un seguro, que

Renato Jijena Leiva - Abogado


18

Dice la ley que el certificado de firma electrónica provisto por una entidad
certificadora podrá establecer límites en cuanto a sus posibles usos, siempre y
cuando dichos límites sean reconocibles por terceros, en cuyo caso, el proveedor
de servicios de certificación quedará eximido de responsabilidad por los daños y
perjuicios causados por el uso que exceda de los límites indicados en el
certificado. Los único límites conocidos a esta fecha son pecuniarios, esto es,
derivados de establecer que un certificado sólo será válido para respaldar la
identidad de quien firme electrónicamente documentos que den cuenta de
transacciones de hasta un determinado monto; pero esto es teoría y contrario a la
naturaleza de los certificados, que debieran ser idóneos para respaldar sólo
formalmente la firma de documentos con independencia de la relación comercial
subyacente.

Para el evento que una entidad certificadora sea previamente acreditada y


se pretenda repetir contra el órgano acreditador, es decir el Ministerio de
Economía, se establece expresamente que "en ningún caso" la responsabilidad
que pueda emanar de una certificación efectuada por un prestador privado
acreditado comprometerá la responsabilidad pecuniaria del Estado.

7. Certificados digitales (Título IV). Recordemos que el artículo 2° letra b)


de la ley 19.799 define a los certificados de firma electrónica muy brevemente,
como las certificaciones electrónicas que dan fe del vínculo entre el firmante o
titular del certificado y los datos de creación de la firma electrónica 26.

El artículo 15 establece los requisitos mínimos de los llamados “campos”


que componen un certificado digital, y el artículo 16 establece las causales de
revocación y de suspensión de dichos certificados.

cubriese la eventual responsabilidad civil, tanto de índole contractual como extracontractual.


Reconocieron que para el perfeccionamiento de cualquier contrato de seguro se necesitaba de la
determinación del riesgo, lo que era complicado de precisar en la actividad de certificación, pues los
usos posibles de los certificados que pueden resultar defectuosos, y, por consiguiente, engendrar
eventualmente responsabilidad, eran incalculablemente extensos. "En virtud de lo anterior", agregaba
el Mensaje, "el proyecto renuncia a limitar el alcance las operaciones o actos que pueden efectuarse
con los certificados; pero los certificadores podrán hacerlo de acuerdo a sus propias prácticas de
certificación. Dichos límites son los que pueden declarar a la entidades aseguradoras. El proyecto
parte de la base que con las c ifras declaradas, se puede calcular el monto asegurado. Este puede ser
menor al 2% de la cuantía declarada en las operaciones en que se empleen los certificados con
contenido pecuniario. Para el caso de las operaciones que salgan fuera del comercio electrónico, y,
por tanto, carezcan de contenido pecuniario, se ha estimado adecuado un seguro que se eleve por
sobre las 5.000 unidades de fomento".
26
Fue durante el debate en el Senado que, no obstante optarse por mantener el concepto inicial
del proyecto sobre certificado de firma electrónica, se aprobaron dos indicaciones en lo que se
refería agregar que el certificado debía dar fe del vínculo existente entre el firmante o titular del
certificado y los datos de creación de la firma electrónica.

Renato Jijena Leiva - Abogado


19

Los certificados de firma electrónica, deberán contener, al menos -dice la


ley-, las siguientes menciones: a) un código de identificación único del certificado;
b) la identificación del prestador de servicio de certificación, con indicación de su
nombre o razón social, rol único tributario, dirección de correo electrónico, y, en su
caso, los antecedentes de su acreditación y su propia firma electrónica ava nzada;
c) los datos de la identidad del titular -que previamente celebró con la empresa el
contrato de certificación digital-, entre los cuales deben necesariamente incluirse
su nombre, dirección de correo electrónico y su rol único tributario; y, d) su plazo
de vigencia.

El artículo 16 señala que los certificados de firma electrónica quedarán sin


efecto, en los siguientes casos: a) Por extinción del plazo de vigencia del
certificado, el cual no podrá exceder de tres años contados desde la fecha de
emisión; b) Por revocación realizada por la empresa prestadora de servicios de
certificación, desde el momento exacto en que sean verificadas por el prestador y
en determinadas circunstancias (a solicitud del titular del certificado; por
fallecimiento del titular o disolución de la persona jurídica que represente, en su
caso; por resolución judicial ejecutoriada, o por incumplimiento de las obligaciones
del usuario establecidas en el artículo 24 -lo que debe comunicarse previamente
al titular del certificado); c) Por cancelación tanto de la acreditación como de la
inscripción del prestador en el registro de prestadores acreditados que señala el
artículo 18, en razón de lo dispuesto en el artículo 19 -a saber, ...ambas quedan
sin efecto mediante resolución fundada de la Entidad Acreditadora- o del cese de
la actividad del prestador, a menos que se verifique el traspaso de los datos de
los certificados a otro prestador en conformidad a la ley; y, d) Por cese voluntario
de la actividad del prestador no acreditado, a menos que se verifique el traspaso
de los datos de los certificados a otro prestador conforme a la ley.

Agrega el artículo que el término de vigencia de un certificado de firma


electrónica por alguna de las causales señaladas precedentemente será
inoponible a terceros mientras no sea eliminado del registro de acceso público.

VII. El organismo acreditador o licenciante.

1. El Título V de la ley encomienda a la Subsecretaría de Economía la


acreditación o autorización de funcionamiento de aquellas empresas -la ley
excluye en este Título a las personas naturales, sin perjuicio de lo establecido en
el Título II para los entes estatales- que permitirán el uso de firmas y que
respaldarán la identidad de los firmantes y asignarán Fe Pública27.

27
Esto se realizará, primero emitiendo los llamados "certificados digitales de firma electrónica" a
que alude el Título IV -una sola vez, con validez de un año y máxima de tres y con independencia
del número y de la naturaleza de los documentos que en este lapso se firmen electrónicamente-, y

Renato Jijena Leiva - Abogado


20

A esta fecha, en la URL http://www.entidadacreditadora.cl puede accederse


a la descripción de sus funciones, a las normas relacionadas, a la guía de
acreditación desarrollada preliminarmente y algunos links relacionados.

2. Para aquellas empresas que se estén acreditando, se establece a partir


del artículo 17º -y se define legalmente- un procedimiento sólo voluntario, en
virtud del cual, el prestador del servicio de certificación debe demostrar ante la
Subsecretaría de Economía que cuenta con las instalaciones, sistemas,
programas informáticos y recursos humanos necesarios para otorgar los
certificados. El hecho de acreditarse importa una mayor carga y la necesidad de
cumplir con obligaciones específicas, como por ejemplo –y aunque no lo dice
directamente la letra e) del artículo 12°28, ser “Entidad de Registro” o contratar
pólizas de seguros.

Los seis artículos del Título V, sobre el órgano acreditador del futuro
sistema de certificación digital de Chile, nos parecen bastante idóneos como
construcción de una nueva institucionalidad jurídica, aunque creemos que nunca
entrará completamente en vigencia y será uno de aquellos casos que en derecho
se denomina “letra muerta”. Esto se comprueba con el simple análisis de lo
ocurrido en otros países que han adoptado sistemas de acreditación voluntaria y
no obligatoria para los prestadores de servicios de certificación.

Las condiciones mínimas para ser acreditado se relacionan con poder


demostrar la fiabilidad necesaria de sus servicios; garantizar la existencia de un
servicio seguro de consulta del registro de certificados emitidos; emplear personal
calificado para la prestación de los servicios ofrecidos, en el ámbito de la firma
electrónica y los procedimientos de seguridad y de gestión adecuados; utilizar
sistemas y productos confiables que garanticen la seguridad de sus procesos de
certificación; contratar una póliza de seguro; y, contar con la capacidad
tecnológica necesaria para el desarrollo de la actividad de certificación.

El procedimiento se inicia mediante solicitud ante la Entidad Acreditadora, a


la que se deberá acompañar los antecedentes que acrediten el cumplimiento de
los requisitos y el comprobante de pago de los costos de la acreditación, a cuyo
respecto debe resolverse fundadamente en un plazo de veinte días contados
desde que, a petición del interesado, se certifique que la solicitud se encuentra en
estado de resolverse. Otorgada la acreditación el prestador será inscrito en un

en segundo lugar, respaldando a sus clientes o usuarios al permitir que se verifique su identidad
mediante la consulta electrónica en su sitio WEB o de la red Internet.
28
Esta letra alude a casos de firmas electrónicas “avanzadas”, es decir, las que se emiten o
generan con el respaldo de un certificado emanado de un certificador previamente acreditado, y
obliga a que se compruebe fehacientemente la identidad del solicitante, para lo cual el prestador
requerirá previamente, ante sí o ante notario público u oficial del registro civil, la comparecencia
personal y directa del solicitante o de su representante legal si se tratare de persona jurídica.

Renato Jijena Leiva - Abogado


21

registro público, y dura nte la vigencia de su inscripción en el registro el prestador


deberá informar cualquier modificación de las condiciones que permitieron su
acreditación inicial.

La acreditación puede dejarse sin efecto y la inscripción cancelarse,


mediante resolución fundada, por regla general previa audiencia de la empresa
afectada29 y por las siguientes causas: solicitud del prestador acreditado; pérdida
de las condiciones que sirvieron de fundamento a su acreditación; incumplimiento
grave o reiterado de las obligacione s que establece la ley y su reglamento 30.
Agrega la ley que las empresas cuya inscripción haya sido cancelada, deberán
comunicar este hecho a los titulares de firmas electrónicas certificadas por ellos, y
que además la Entidad Acreditadora publicará un aviso dando cuenta de la
cancelación, a costa del certificador31.

Desde el punto de vista de las consecuencias jurídicas, el artículo 19 en


análisis señala que los perjuicios que pueda causar la cancelación de la
inscripción del certificador para los titulares de los certificados que se encontraban
vigentes hasta la cancelación, serán -legalmente- de responsabilidad del
prestador.

Desde el punto de vista de la fiscalización que deriva del proceso previo de


acreditación, el artículo 20 señala que con el propósito de comprobar el
cumplimiento de las obligaciones la Entidad Acreditadora ejercerá la facultad
inspectora sobre los mismos y podrá, a tal efecto, requerir información y ordenar
visitas a sus instalaciones mediante funcionarios o peritos especialmente
contratados, de conformidad al reglamento. Consecuencialmente y para no
perjudicar a las empresas acreditadas, consagra el artículo 21 para la
Subsecretaría de Economía y el personal que actúe bajo su dependencia o por
cuenta de ella, la obligación legal de guardar la confidencialidad y custodia de los
documentos y la información que se le entreguen.

29
Repárese en el hecho de que legalmente la única sanción que la Subsecretaría de Economía
puede aplicar a un certificador o PSC es la de dejar sin efecto la acreditación de que ha sido
objeto y, consecuencialmente, cancelarle su inscripción en el registro público ad hoc. Quizás
habría sido conveniente establecer la posibilidad de que la autoridad aplicara previamente multas
y que sólo ante la reincidencia en la falta se pudiera aplicar una sanción tan drástica como
cancelar la acreditación o el licenciamiento que se ha hecho.
30
Se establece un recurso o reclamo administrativo para el afectado para ante el Ministro de
Economía, Fomento y Reconstrucción, dentro del plazo de cinco días contados desde su
notificación. El Ministro tendrá un plazo de treinta días para resolver, y dentro de los diez días
siguientes a la fecha en que se notifique la resolución que éste dicte o, en su caso, desde que se
certifique que la reclamación administrativa no fue resuelta dentro de plazo, el interesado podrá
interponer reclamación jurisdiccional, para ante la Corte de Apelaciones de su domicilio. La
reclamación deberá ser fundada y para su agregación a la tabla, vista y fallo, se regirá por las
normas aplicables al recurso de protección. La resolución de la Corte de Apelaciones no será
susceptible de recurso alguno.
31
A partir de la fecha de esta publicación, quedarán sin efecto "ipso facto" los certificados, a
menos que los datos de los titulares sean transferidos a otro certificador acreditado.

Renato Jijena Leiva - Abogado


22

VIII. Uso de firmas y documentos electrónicos por la Administración del


Estado.

1. Este Título II de la ley, referido al uso de firmas electrónicas por la


Administración del Estado (artículos 6º a 10º), reemplazó lo regulado desde el año
1999 por el Decreto Supremo Nº81, derogado expresamente además por el
artículo 2º del DS Nº181, el Reglamento de la ley, de Agosto del 2002.

2. El artículo 6º permite que "los órganos del Estado" puedan ejecutar o


realizar actos, celebrar contratos y expedir cualquier documento, dentro del
ámbito de su competencia, suscribiéndolos por medio de firma electrónica. El
Senado dejó expresa constancia que los recaían sobre materias propias de ley
orgánica constitucional (requiere mayor quórum de aprobación), en la medida que
serán aplicables a todos los órganos del Estado, entre ellos los que componen la
Administración del Estado, el Congreso Nacional, el Poder Judicial, el Ministerio
Público, el Tribunal Constitucional, la Justicia Electoral y el Banco Central.

Adoptando la misma solución del artículo 3º de la ley, se exceptúan


aquellas actuaciones para las cuales la Constitución Política o la ley exija una
solemnidad que no sea susceptible de cumplirse mediante documento electrónico
y las que requieran la concurrencia personal de la autoridad o funcionario que
deba intervenir en ellas. Se establece además como excepción que este Título no
se aplicará a las operaciones de las empresas públicas creadas por ley, las que
se regirán por las normas previstas para la emisión de documentos y firmas
electrónicas por particulares en los restantes Títulos.

3. El artículo 7º establece que los actos, contratos y documentos de los


órganos del Estado, suscritos mediante firma electrónica, serán válidos de la
misma manera y producirán los mismos efectos que los expedidos por escrito y
en soporte de papel, lo cual es una proyección de lo que más arriba definió el
artículo 3º. A su ve z repite lo que dice el artículo 4º32, esto es y con todo, que
para que tengan la calidad de instrumento público o surtan los efectos propios de
éste deberán -necesariamente- suscribirse mediante firma electrónica avanzada.

4. El artículo 8º de la ley explicita que “las personas podrán relacionarse


con los órganos de la Administración del Estado a través de técnicas y medios
electrónicos….”. Lo que llama la atención es el inciso segundo, que abre el cauce
para un sinnúmero de reclamaciones cuando señala que los órganos del Estado
deberán evitar, al hacer uso de firmas electrónicas, que se restrinja
injustificadamente el acceso a las prestaciones que brinden y a la publicidad y

32
Artículo 4º.- Los documentos electrónicos que tengan la calidad de instrumento público, deberán
suscribirse mediante firma electrónica avanzada.

Renato Jijena Leiva - Abogado


23

transparencia que rijan sus actuaciones y, en general, que se cause


discriminaciones arbitrarias.

5. El inciso primero del artículo 9º establece que "la certificación se


realizará por los funcionarios que ejerzan como ministros de fe". Estimamos que
la norma está "preacreditando" legalmente -caso de "autoacreditación y de
autocertificación" por el sólo ministerio de la ley- a todos los ministros de fe de
órganos del estado sin que medie alguna validación sobre las prácticas y políticas
de certificación que ellos utilizarán33.

El artículo agrega que la certificación realizada por ministro de fe


competente de los órganos de la Administración del Estado y que los efectos
probatorios de la certificación practicada por el ministro de fe competente serán
equivalentes a los de la certificación realizada por un prestador acreditado de
servicios de certificación, lo cual, de conformidad a lo establecido en el Título V,
no significa que dicha acreditación (revisión de las CPS, idoneidad técnica y de
procedimientos, etcétera) sea de competencia de la Subsecretaría de
Economía 34.

El artículo establece que cada Servicio Público deberá constituirse


autónomamente en Prestador de Servicios de Certificación o Entidad
Certificadora, lo que implica costos y desarrollos tecnológicos que no todos
podrán asumir. Agrega el inciso final del artículo 9º que, sin perjuicio de lo
dispuesto en el inciso primero, los órganos del Estado podrán contratar los
servicios de certificación de firmas electrónicas con entidades certificadoras
acreditadas, si ello resultare más conveniente, técnica o económicamente, en las
condiciones que señale el respectivo reglamento.

33
Una primera cuestión es la de determinar quiénes detentan al interior de la Administración la
calidad de "Ministro de Fe". Para salvar el problema de los servicios públicos que no tienen
expresamente establecido ministros de fe, el tenor final de la ley suprimió la posibilidad de permitir
al jefe de servicio designarlo.
34
El inciso segundo del artículo 11 se refiere expresamente a prestadores de servicios de
certificación-personas jurídicas públicas susceptibles de ser acre ditados, más esta norma sólo
aplica en la medida que la emisión de los certificados que habilitan posteriormente para firmar sea
para los particulares y no, como ocurre en el contexto de este Título II, para los funcionarios de la
Administración del Estado.

Renato Jijena Leiva - Abogado

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