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Fundamentos de Ecología

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ingeniería
Natalia Niño
Ángela Martínez
29 de marzo de 2017

LAS HORMIGAS COMO EJEMPLO PARA EL MUNDO

INTRODUCCIÓN
Se dice que la especie humana es la más desarrollada del reino animal, sin embargo, nos
podemos dar cuenta que esto no es completamente cierto, pues vemos que no es tan fácil hablar
de una “comunidad humana”, puesto que el ser humano tiene una tendencia natural a ser
individualista, y que tenga por objetivo la supervivencia de las futuras generaciones. En este
sentido, con facilidad se puede encontrar otra especie mucho más organizada y prevenida, una de
las más poderosas; las hormigas tienen una estructura organizativa de tal magnitud que es
considerada como la de mayor efectividad a la hora de conseguir alimento; las depredadoras
superan en consumo de carne a tigres y leones.
Uno de los factores de esta situación es la comunicación y cooperación, ya que se hace imposible
ignorar que el ser humano tiende a trabajar más por su cuenta y por tanto, posee n alto interés
individual. A continuación, una comparación entre los seres vivos “más desarrollados y
evolucionados”, y una especie de insectos como lo son las hormigas.
Desde el principio de los tiempos los seres vivos han tenido la necesidad de adaptarse al entorno
y trabajar juntos formando así comunidades, grupos, los cuales requieren de un líder. Pero esto
no solo lo vemos presente en los humanos con la formación de las civilizaciones o grupos
étnicos; sino que también existen manadas de animales que tienen una organización para
diferentes fines (pero generalmente es para objetivos de caza y obtención de comida), existen
colonias de abejas, o bien, colonias de hormigas.
Lo interesante viene al hacer una comparación entre las hormigas y su trabajo en equipo, su
método de vida, sus objetivos; y entre nosotros los humanos que tenemos a cargo nuestro planeta
y sin embargo no nos damos cuenta que somos responsables del futuro de este, cometiendo
bastantes errores que pueden afectar a las generaciones venideras.
No solo podemos abonarles a las hormigas la voluntad con la que realizan sus actividades sin la
plena necesidad de seguir las órdenes de un líder, ya que primeramente no tienen líder. Ellas
trabajan en modo de cooperación unas con otras gracias una comunicación especial que tienen,
pues por medio de olores y otros factores cada una es consciente de su trabajo específico a
realizar y de su ubicación en el espacio para contribuir al equipo. Así, las hormigas viven
organizadamente gracias a una “democracia química”, por estos pequeños seres son de admirar,
pues como ya sabemos ellas son cooperativas y solidarias unas con otras, aprovechan al máximo
los recursos, son extremadamente fuertes y poderosas, aunque no parezca y lo único que
necesitan es su admirable voluntad.
Ahora, ¿qué sucede con nosotros los humanos? Con una situación en particular se puede concluir
que nos falta organización, nos falta solidaridad y cooperación unos con otros, nos falta ser
conscientes de los recursos que tenemos y del hermoso planeta en el que vivimos y no cuidamos
como deberíamos. La situación es la siguiente, y muchos no podrán tomarla en serio porque se
enfoca precisamente en los tomates: en Portalegre, Brasil, existe una isla llamada “La isla de las
flores”, no entraremos en detalles respecto a su nombre, sino queremos resaltar lo que sucede a
diario en este lugar. Primero, se debe alimentar muy bien a los cerdos que serán vendidos para
propósitos de alimentación, para esto el dueño ordena que se les suministre una cantidad de
comida. Los cerdos comen y dejan varias sobras de comida, entre estas los tomates. Es aquí
cuando el ser humano, aquel que tiene el tele-encéfalo altamente desarrollado y el pulgar
oponible pero que, por no tener dinero, debe buscar entre estas sobras su alimento. Estamos
indirectamente diciendo que quienes pueden tenerlo todo, desde buenos modales hasta amor en
su corazón, pero que no tienen dinero, son menos que los cerdos o en general los animales que
son usados para la industria alimenticia. Todo esto se debe al sistema capitalista que en general
se maneja y la discriminación presente en cada lugar del mundo, sin dinero no “somos nadie”.
Los humanos no estamos pensando en el porvenir, y aprovechamos los recursos al máximo, pero
lo llevamos a un nivel extremo, donde no medimos nuestras acciones y desarrollamos un entorno
altamente competitivo y egoísta, regidos por un sistema capitalista en general; mientras que las
hormigas logran mucho sin tener un líder y teniendo la famosa democracia química. Así,
llegamos a pensar que nosotros los humanos, teniendo el telo-encéfalo altamente desarrollado y
el pulgar oponible, características únicas nuestras, tratamos a otros humanos con las mismas
capacidades de manera inadecuada sabiendo que ellos pueden también realizar cierto trabajo que
contribuya a la sociedad, así como las hormigas. Cada una aporta y es consciente de su posición
en la colonia, sin desprestigiar a las otras y su trabajo.
La actitud nuestra nombrada anteriormente puede darse debido a el “egoísmo psicológico”
definido por Thomas Hobbes como la conducta que niega completamente el altruismo y afirma
una motivación auto interesada, o bien, podemos ver presente la “Mano invisible” de la que
habla Adam Smith, pues el mundo se rige por el dinero, y el dinero se relaciona profundamente
con el mercado, en donde se hace presente el intercambio de productos que nacen a raíz de la
explotación de recursos (desmedida, en muchos casos). La mano invisible hace que se obtenga
automáticamente el máximo bienestar social a través de una búsqueda del interés propio, siendo
esta una estrategia de la economía de mercado.
Ahora, el interés propio que genera la mano invisible influye en nuestro comportamiento ético,
luego entonces estamos acostumbrados a juzgar sin conocer, a discriminar a los demás por su
condición social o a desprestigiarlos por su trabajo solo por no ser el mismo que uno ejerce. Sería
importante crear una conciencia social donde se fomente una igualdad, pues todos contribuimos
a un desarrollo en el mundo. Los ingenieros, los médicos, los físicos, matemáticos, biólogos,
abogados, etc, todos aportan a la comunidad, y no es que sea necesario ser profesional y tener
títulos universitarios para contribuir; también están aquellos que velan por ayudar al medio
ambiente ya sea reciclando en la casa o hasta creando campañas contra la contaminación.
Podemos concluir que las hormigas son un ejemplo para la sociedad, pues no solo su trabajo en
equipo es admirable, sino que no necesitan tener altas habilidades y capacidades para lograr
grandes cosas; de esta forma se contradice esa falsa idea de que por el simple hecho de que los
humanos posean raciocinio, eso los hace los más organizados del reino animal . Un refrán dice
que un colombiano es mejor que un japonés, pero dos japoneses son mejores que dos
colombianos, podemos tomarlo como ejemplo de que no en todo el mundo el trabajo en equipo
es efectivo; si fuéramos conscientes de la magnitud de los resultados que un equipo puede
obtener estaríamos bastante avanzados en cuanto a muchos aspectos (tecnología, sociedad,
economía, etc.), y habría mucha más igualdad en nuestro planeta. También, las hormigas trabajan
gracias una voluntad que tienen y nacen con ella, no requieren seguir unas órdenes y así, tienen
una motivación de vida no para beneficiarse a sí mismas sino también a las demás y a las
comunidades futuras. Aprovechan los recursos al máximo buscando siempre la preservación del
hormiguero y de generaciones futuras; en otras palabras su objetivo es darle un mejor futuro, o
por lo menos uno estable a las generaciones venideras, y dejar a su comunidad de una forma más
organizada y estable de la que la encontraron, todo esto sin crear un impacto ambiental negativo,
mientras que nosotros nos empeñamos en producir y producir sin mirar el posible daño que le
hacemos al ecosistema. Tampoco nos hemos fijado en el porvenir, en dejar un medio ambiente
digno para vivir a nuestras generaciones procedentes.
Muchos factores son requeridos en una comunidad, no nos podemos hacer llamar “comunidad”
si no actuamos como tal, si no tenemos convivencia y si no somos solidarios tanto con nosotros
mismo como con el medio ambiente. Finalmente, como especie, tenemos que contribuir a un
adecuado y progresivo desarrollo social en diferentes aspectos, así generamos la conciencia
social que un ser humano sebe aplicar, se acaba la desigualdad, la ambición y el control masivo
que el capital posee sobre todos nosotros, pues un buen manejo de este conlleva a un planeta
digno de ser habitado, así como la colonia de las hormigas.
BIBLIOGRAFÍA
https://economianivelusuario.com/2013/03/02/que-es-la-mano-invisible
http://www.filosoficas.unam.mx/~gmom/etica/Feinberg.pdf “
https://www.youtube.com/watch?v=Afy4LxRN67g “La isla de las flores”
https://www.youtube.com/watch?v=IebES7D38k4 “El poder secreto de la naturaleza, hormigas”

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