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La Sensación en Arquitectura

Fernández, Sergio Antonio

Facultad de Arquitectura y Urbanismo - UNNE


Av. Las Heras 727 - (3500) Resistencia - Chaco - Argentina

“No sólo
el rompeolas de
la tormenta, sino la súbita
frontera para nuestra concurrencia, apariciones,
y tan llena del ofrecimiento de espacio
como la vista al través de un crómlech.”1
Charles Tomlinson.

ANTECEDENTES

En “Lógica del Sentido”2 dice Deleuze: “Los estoicos, a su vez, distinguían dos clases de cosas: 1º) los cuerpos,
con sus tensiones, sus cualidades físicas, sus relaciones, sus acciones y pasiones, y “los estados de cosas”
correspondientes. Estos estados de cosas, acciones y pasiones, están determinados por las mezclas entre
cuerpos.”

Tenemos así, que están, los cuerpos con: sus tensiones, sus cualidades físicas, sus relaciones, sus acciones y
pasiones. Y los estados de cosas correspondientes. Los estados de cosas, acciones y pasiones, están determinados
por: las mezclas entre cuerpos.

Más adelante dice3: “Las mezclas en general, determinan estados de cosas cuantitativos y cualitativos: las
dimensiones de un conjunto, o el rojo del hierro, lo verde de un árbol.”

Así, es que, las mezclas determinan: estados de cosas cuantitativos y cualitativos. Así, diremos que, un cuerpo
es: un estado de cosas. Y diremos que, un estado de cosas está determinado por: las mezclas entre cuerpos. Así,
decimos que las mezclas son: las que determinan los estados de cosas. Y, también decimos que, los estados de
cosas son: cuerpos. Así, tenemos: estados de cosas corporales, mezclas determinantes. Así, diremos que, lo que
un cuerpo es, lo que un estado de cosas es, depende de: las mezclas (mezclas de otros cuerpos).

Así las cosas, las mezclas son las que determinan lo que los cuerpos son: estados de cosas cuantitativos y
cualitativos, ...las dimensiones de un conjunto, ...el rojo del hierro, ...lo verde de un árbol. Es decir, las mezclas
son las que determinan los cuerpos con: sus tensiones, sus cualidades físicas, sus relaciones, sus acciones y
pasiones. Así diremos, una cosa corporal, la que sea, es un estado de cosas determinado por las mezclas de
cuerpos.

DISCUSIÓN DE RESULTADOS

Pongamos un ejemplo: Acceso a la Casa Curuchet, en La Plata, Argentina, de Le Corbusier.

Así, una puerta, es un estado de cosas corporal, un cuerpo, con: sus tensiones, sus cualidades físicas, sus
relaciones, sus acciones y pasiones. Así, una puerta, es un estado de cosas: cuantitativo, cualitativo. Aquí, las
mezclas, determinan el estado de cosas cuantitativo y cualitativo acceso a la casa Curuchet: las dimensiones del
conjunto, la textura del hormigón, el color del hormigón.

Es decir que, el acceso, depende de: las tensiones, entre sus partes, las cualidades físicas, de sus partes, las
relaciones, entre sus partes, las acciones y pasiones de sus partes.

Sabemos que, los que son causa, son los cuerpos. Los cuerpos son causa de efectos. Los efectos son los
acontecimientos. Los acontecimientos son incorporales producidos por los corporales. La sensación, es lo
sentido, lo producido. La sensación, lo producido, es producido por cuerpos que tienen la fuerza para ello:
potencia para producir la sensación. Así, el efecto “sensación” depende de los cuerpo que la producirán. Es
decir: de los cuerpos, de los estados de cosas corporales dependen los acontecimientos incorporales. Así, de las
tensiones entre sus partes, de las cualidades físicas de sus partes, de las relaciones entre sus partes, de las
acciones y pasiones de sus partes, depende el corporal, y de él depende el incorporal: la sensación. Así, un
cuerpo, al chocar con otro cuerpo, produce un efecto. Al producirse un encuentro y choque, entre un cuerpo-
obra-de-arte (causa), y un cuerpo-espectador-de-la-obra-de-arte (casi causa), se producirá la sensación (efecto),
en tanto que el cuerpo causa, y el cuerpo efecto, tengan la potencia para ello. Lo que queremos decir con esto de
que “en tanto que tengan la potencia para ello”, es que hay cuerpos incapaces de mover, y cuerpos incapaces de
ser movidos... es decir, que alguno, o ambos cuerpos, están en tal estado, son tal estado de cosas, que con ellos
es imposible llegar a la sensación... es decir, que ambos, o alguno de ellos, no tiene la potencia capaz de afectar
(obra-de-arte), o ser afectado (espectador-de-la-obra-de-arte), así, la sensación, no sucede... es así, que decimos,
entre el afectante (la-obra-de-arte), y el afectado(el-espectador-de-la-obra-de-arte), algo ocurre: la sensación,
pero esto depende de los estados de cosas, que determinaran los cuerpos afectantes, para que al “aparecer el
cuerpo afectado”, la sensación se produzca, sea lo producido...

En este sentido, Le Corbusier, en “Mensaje a los Estudiantes de Arquitectura”4: “La sensación, ante la
arquitectura, la obtendréis mediante la medición de las distancias, de las dimensiones, de las alturas, de los
volúmenes: matemática poseedora de una clave que dará (o no dará) la unidad, según que tenga éxito o fracase.
¿Lo creeréis? Esta clave de la arquitectura, la proporción, se ha perdido, olvidado. Ella que, en cierta época fue
todo y conducía hasta el mismo misterio; ya no pensamos en ella, no nos ocupamos más de ella, la hemos
abandonado.”

Puntualicemos sobre algunas cuestiones.

La sensación, la obtendremos mediante: la medición de las distancias, de las dimensiones, de las alturas, de los
volúmenes. En fin, la sensación en arquitectura, la obtendremos mediante: la proporción.

Pero, en rigor, esto es parcialmente cierto. Pues como se dijo, las mezclas en general, determinan estados de
cosas cuantitativos y cualitativos: las dimensiones de un conjunto, o el rojo del hierro, lo verde de un árbol, y
también, en relación al acceso de la Casa Curuchet, dijimos: las mezclas determinaron, las dimensiones del
conjunto, la textura del hormigón, el color del hormigón, y de esto, de los estados de cosas corporales, es que
depende la sensación... y no sólo de la proporción...
Lo propio de la obra de arte es ser un bloque de sensaciones. Una puerta es una obra de arte, o parte de ella. Una
puerta tiene que ser un bloque de sensaciones para ser obra de arte. Una obra de arquitectura, para ser tal, debe
ser obra de arte. Una puerta tiene que ser un bloque de sensaciones para ser obra de arquitectura. Pero, cómo
llegar a la sensación... al bloque de sensaciones... Una puerta para ser bloque de sensaciones tiene que tener
“proporción”. Es decir, la sensación en arquitectura, se logra, a partir de la proporción. Agreguemos que: la
sensación en arquitectura se logra entre otras cosas con... la proporción. Es decir, la relación entre las partes, es
algo integrante de los cuerpos, algo que forma parte de los cuerpos. Algo que constituye la forma. Algo que
define que con tal o cual forma llegue a la sensación, es decir, algo (insistimos) entre otras cosas, que define la
sensación... que lo logrado, la “puerta” sea un compuesto de percepto-afecto, un bloque de sensaciones.

Pongamos por caso, que al acceso de la Casa Curuchet, se le cambian: las tensiones entre sus partes, las
cualidades físicas de sus partes, las relaciones entre sus partes, las acciones y pasiones de sus partes. Lo sentido,
al ingresar a la Casa Curuchet, dejaría de ser lo mismo. La “sensacion” de la puerta se perdería, la puerta como
tal, como compuesto de percepto-afecto, como bloque de sensacion, no se sostendría.

Diremos pues, que nunca se trató de otra cosa... Es decir, nunca se trata de otra cosa que de la “proporción”, de
la disposición, conformidad o correspondencia de las partes de una cosa con el todo o entre cosas relacionadas
entre sí. Disposición u oportunidad para hacer o lograr una cosa. Dicho de otro modo, siempre se buscó lo
“proporcionado”, lo regular, competente o apto para lo que es menester: producir la sensación. Se busca cada
vez, lo que guarda la debida proporción. Cada vez, en cada tirada de dados, no intentamos otra cosa que
“proporcionar”, que disponer y ordenar una cosa con la debida correspondencia en sus partes. Poner en aptitud o
disposición las cosas a fin de conseguir lo que se desea. Tratar que la cosa se sostenga... obtener la sensación...

Completemos el poema de Tomlinson:

LA PUERTA

“Muy poco
se ha dicho
de la puerta, una de
sus caras vuelta hacia el
vertido de la noche y la otra
hacia el brillo y parpadeo del fuego en el hogar.

Aire, aprisionado
por estas cubiertas
dentro del libro de la habitación,
está lleno de las páginas
cambiantes de oscuridad y fuego mientras
el viento se apoya en los paneles, o altera ese quemar.

No sólo
el rompeolas de
la tormenta, sino la súbita
frontera para nuestra concurrencia, apariciones,
y tan llena del ofrecimiento de espacio
como la vista al través de un crómlech.

Es que las puertas son


a un tiempo marco y monumento
para nuestro tiempo pasado,
y demasiado poco
se ha dicho
de nuestro advenimiento y partida a su través.”

CONCLUSIONES

Y así, hay obras que se sostienen y otras que no, obras que tienen lo esencial... y otras que no... dicho mejor: hay
obras, en las que está “aquello que basta que sea dado, para que la cosa sea asentada necesariamente, y basta que
sea destruido para que la cosa sea destruida necesariamente; o también aquello sin lo que la cosa no puede ser ni
ser concebida, y que viceversa no puede sin la cosa ser ni ser concebido”, dirá Spinoza5 a propósito de lo
esencial. Obras, puertas que son “el rompeolas de la tormenta...” y “la súbita frontera para nuestra concurrencia,
apariciones, y tan llena del ofrecimiento de espacio como la vista a través de un crómlech...”, y otras obras, que
como dice también Tomlinson en “Observación de hechos”6 a propósito de la casa: delimitan o no aciertan a
significar... Y así, tenemos puertas que no aciertan a significar... que no tienen aquello que basta que sea dado
para que sean asentadas como tal, como puertas, como “el rompeolas de la tormenta...”, como “las súbitas
fronteras para nuestra concurrencia, apariciones, y tan llenas del ofrecimiento de espacio como la vista a través
de un crómlech...”

Accesos, puertas... que no son más que estados de cosas-corporales, que al ser determinados por mezclas de
cuerpos, que al chocar con otros cuerpos, producirían lo esencial, “otras maneras de ser”, acontecimientos-
incorporales, sensaciones. Esas, serán las que son un compuesto de percepto-afecto, un bloque de sensaciones.

Notas
1
Charles Tomlinson. La Insistencia de las Cosas. Ed. Visor. Madrid, 1994. Pág. 79.
2
Gilles Deleuze. Lógica del Sentido. Ed. Ediciones Paidós Ibérica S.A.. Barcelona, 1989. Pág. 28.
3
Ibíd. Pág. 29.
4
Le Corbusier. Mensaje a los Estudiantes de Arquitectura. Ed. Infinito. Buenos aires, 1983. Pág. 38.
5
Baruch Spinoza. Ética. Ed. Aguilar. Buenos Aires, 1957. Pág. 83.
6
Charles Tomlinson. La Insistencia de las Cosas. Ed. VISOR. Madrid, 1994. Pág. 27.

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