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importante conocer de qué manera se puede usar y de que manera restaurar las
construcciones ya existentes. Su fabricación es simple por lo que es bastante accesible y
por sus propiedades y características puede seguir siendo usado en lugares con climas
fríos o extremos. Siendo la tierra su principal componente es cercano y abundante en
todos los países.
La mayoría de personas con experiencia recomiendan solo construir un nivel con este
material, y con habitaciones solo cuadradas con una cantidad moderada de vanos,
además que con una altura moderada. Puede también unirse varios módulos para
mayores dimensiones, consideramos que este tipo de vivienda es necesario tener en
cuenta mas variables por la vulnerabilidad frente a los sismos como evitar las
ubicaciones cerca a acantilados y los suelos blandos
Muchas de las personas que construyen con adobe en el Perú, y en el mundo, no tienen
los conocimientos ni la asistencia técnica necesaria para construir viviendas reforzadas
sísmicamente, lo que hace que sus construcciones sean muy vulnerables a los
terremotos. La típica vivienda de adobe en el Perú posee 1 ó 2 pisos. La mayoría, en
especial las de la zona rural, no cuentan con sobrecimientos adecuados. El espesor de
los muros es variable, desde 0,30m hasta 1,00 m (antiguas casonas). Las habitaciones
son espaciosas (en especial la sala). Las cocinas y los baños se encuentran,
generalmente, fuera de la vivienda. Poseen un espacio en la parte posterior utilizado
como depósito o para la crianza de animales. El techo está compuesto por troncos de
eucalipto o caña apoyados sobre los muros, con pendientes a una o dos aguas. La
cobertura de los techos es de caña chanchada y sobre esta se coloca una torta de barro;
otras viviendas utilizan tejas o calaminas.