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constituyeron el fiqh (el derecho islámico), que utilizó la lógica en sus argumentaciones
teológicas, oponiéndose al antropomorfismo religioso (con Dios como esencia distinta
al mundo) y, bajo la influencia helénica, la defensa del libre albedrío en la vida moral.
Era evidente que la filosofía musulmana, que luchaba denodadamente contra la
teología coránica, en la cual la revelación es previa a la razón, estaba bastante bien
encaminada a conseguir una verdad que integrase a los individuos, como miembros de
ese grupo, con unas conductas derivadas de la razón.
https://www.webislam.com/articulos/18706-
el_fundamentalismo_en_el_mundo_contemporaneo.html
Es preciso destacar que "falasifa" forma arabizada de la palabra griega para filosofía no
tiene el mismo sentido en la cultura islámica que tiene en Occidente. Es un término de
cierta forma peyorativo, destinado a restar importancia a los pensadores que se
dedican al pensamiento especulativo, considerados como desprovistos de utilidad
práctica. La especulación filosófica era encarada con desconfianza por las escuelas
religiosas e incluso por los propios soberanos, considerándola como una forma de
eludir la razón y la naturaleza de las cosas.
osado de sus ideas, será Avicena, tanto por su filosofía como su desenvolvimiento
como médico y científico. Ibn Jaldún, de cierta forma el último de los filósofos del
período "clásico" islámico dedica varios capítulos de su monumental Muqqadimah a la
filosofía considerándola como un "accidente de la civilización", de los imperios
afeminados, sedentarios en fase de decadencia, como los bizantinos y los sasánidas.
Otro pensador fundamental del Islam, Al-Gazali también lanza duras críticas al
conocimiento especulativo (Bidah). A despecho de ello, Gazali es la figura central en el
desarrollo de la dialéctica teológica que inspiró fuertemente la escolástica medieval. Al-
Gazali, así como Pascal, coinciden en ser dos apologistas de la existencia de Dios y de
la vida post mortem (Palacios, 1934, 25)
Existe un elemento que no puede ser despreciado en nuestro análisis. Sin excepción,
los pensadores musulmanes serán juristas (faqh) o teólogos (alim), algunos ocuparán
funciones importantes como jueces (cadi) o jurisconsultos (mufti), casi siempre
actuaban como consejeros o diplomáticos de las cortes y no era raro verlos en
actividades comerciales. Los pensadores islámicos eran, generalmente, miembros de la
élite comercial, incluso Hourani llega a utilizar el término "burguesía". Todos muestran
una educación esmerada, aunque bien tradicional religiosa, al estilo de Liceo griego o
de universidades renacentistas, basadas en el estudio de textos y el debate dialéctico
dirigido por un maestro.
De cierta forma, el pensamiento islámico atraviesa una transición de la fase helenística
a una filosofía que comienza a dar forma de ciencias particulares (Ibn Jaldún es el
ejemplo más destacado), proceso que culminará en Occidente con la revolución
científica de la Edad Moderna. Esta contribución significativa de la filosofía islámica ha
sido poco reconocida. El filósofo musulmán es también un científico y en momentos un
técnico, como el médico Avicena. Todos disponen de una base profunda en las
matemáticas, la astronomía, la farmacopea, la química, la óptica, y otras áreas. El
filósofo islámico es también un sabio religioso, conocedor de la teología, exégeta del
Corán, intérprete de la jurisprudencia islámica (sharia) y no era raro su lado místico
(sufí), preocupados por las dimensiones esotéricas del conocimiento religioso y
practicante del éxtasis místico. Igualmente no era raro que fuese poeta y político,
estadista; sus obras son enciclopédicas, como la de Ibn Jaldún, cuyo prefacio
(Muqqadimah) a una obra infinitamente mayor era de mil páginas.
La filosofía griega será utilizada como materia prima de la filosofía islámica, algo que
confundió a muchos pensadores occidentales al punto que negar que existiese una
propia filosofía islámica y que el trabajo de estos pensadores musulmanes había sido el
de transmisores. Por muy importante que fue el legado griego al conjunto del
pensamiento islámico, éstos reconstruyeron y la armonizaron con la "verdad revelada".
Al lado de este legado griego, sobre todo la lógica para la práctica de la jurisprudencia
religiosa, esta última limita la forma y el misticismo, y también el conocimiento
esotérico islámico. El neoplatonismo nutre a los filósofos musulmanes más originales
como Avicena el cual alimentará la escuela de pensamiento chiíta, menos ortodoxos y
tradicionalistas que los sunnitas
La tendencia islámica chiíta contó entre sus pilares teológicos, precisamente a dos de
los filósofos más destacados de la civilización islámica: el filósofo, matemático y
médico turco Al-Farabi (870-950), y el escritor, médico, matemático, físico, astrónomo
y filósofo persa Avicena (980-1037). En el siglo X, el chiíta Al-Farabi expuso la mística
profética de los imanes a partir de preceptos neoplatónicos, intentando la
reconciliación entre la filosofía griega y el islamismo. Fue por Al-Farabi, precisamente,
que Platón figuró como pensante central para toda la filosofía islámica, como el Imán-
Profeta. En Al-Farabi se planteó la diferencia entre la lógica y la metafísica, y ahondó
en la contradicción monoteísta entre la razón y la fe, consideración que posteriormente
asumió Avicena.
Para Al-Farabi el intelecto adquirido (razón, filosofía, ciencia) era el más importante,
del cual emanaba luego la intuición y la iluminación. Si bien esta inteligencia adquirida
posibilita llegar a las fuentes del conocimiento filosófico, Al-Farabi realizó una
gigantesca concesión al Islam aceptando todo lo contrario: que se podía llegar también
al conocimiento filosófico mediante la imaginación (revelaciones, sueños e
inspiraciones proféticas), defendiendo el ejemplo del profeta Mahoma. Así, en este
pensador se mantiene esta dicotomía que en Occidente termina por separarse, y no
será hasta la actualidad (pos-kantiana) que se manifestará la oposición irreductible
entre el Islam legalista y la filosofía.
Será Avicena el filósofo que trascendió a Al-Farabi, pese a que en sus textos se denota
una conexión analógica entre su conceptualizado universo y la cosmología chiíta. Por
eso sus obras filosóficas buscaron interpretar o justificar las místicas a partir de la
tradición esotérica iraní-islámica. Para Avicena, Dios no es objeto sino objetivo de la
metafísica, una idea imposible de abarcar por cualquiera de las ciencias. Así, la ética
coincide con la política, la cual emana de la revelación y de la profecía, con el Profeta
como ideal de gobernante, lo que destaca la impregnación teológica del Estado
islámico. Por eso, el musulmán común como ser social tiene que comportarse acorde
con las leyes de origen divino. Al negar la contradicción entre ciencia y religión,
Avicena consideró que ambos eran verdaderos, tanto el conocimiento adquirido por la
razón como la verdad revelada del Profeta.
En el filósofo de Zaragoza del siglo XI, el Avempacé de los cristianos (Ibn Bajjah), el
tema de la fe-razón se torna muy borroso, al punto de identificarlo con Dios. Al
promover la unión entre la física y la metafísica, y al no existir barreras entre el mundo
simple de materia con el sensible divino, la vida humana se muestra entonces como un
producto de la contemplación y debe tomarse sólo como una preparación intelectual, el
bros teoretikos de Aristóteles. De ahí que al estar subordinada la práctica a la razón
teorética, la perfección no se halla en la especulación, en la controversia, sino en el
cumplimiento de la ley como resultado de la razón divina, en la praxis de una
ordenación moral y legal dictada por el Corán y por la tradición del Profeta.
Será con el filósofo y médico granadino Ibn Tufail (1105-1185), conocido en Europa
como Abubacer, que la mística logra subordinar a la filosofía, al ensalzar el sufismo
todo el cuerpo del misticismo del Corán frente al poder de los alfaquíes, los ulemas y
los califas. Ibn Tufail recuperó para el Islam el neoplatonismo de la escuela de Atenas
que había sido clausurada por el emperador bizantino Justiniano, cuyos eminentes
filósofos se refugiaron en Persia. Es por eso que en el fundamentalismo islámico,
incluso en el contemporáneo, se encuentran reflejadas muchas de las herejías
cristianas de la patrística, como la del pensador helenístico Plotino, de Alejandría.
En el Islam Occidental (Al-Andalús, el Magreb), la síntesis neoplatónica penetró por
influencia mutazilita, obra sobre todo con el teólogo cordobés del siglo IX, Fariry Ibn
Salam. Allí se produce el sincretismo neo-platónico con los hispano-musulmanes Ibn
Massar, e Ibn Hazm, los cuales influenciarían el sufismo andalusí. Estos faquíes
andalusíes se mostrarán flexibles ante las ideas y conceptos de la razón. Pero en el
área islámica del Oriente (el Masraq) la filosofía es más bien reflexión sobre la
"teología de la creación", y es precisamente el neo-platonismo la piedra angular de
toda la escolástica, al mezclarse ella, con el espíritu esotérico iraní y con la teología
(kalam) llevando a interpretar literalmente la ley coránica.
PRINCIPIOS:
PRIORIDADES:
Combatir contra occidente hasta la muerte
Extender el Islam a todo el undo, incluidos los infieles. Creen que la única forma de
rehabilitar a los occidentales es asesinarlos en numero suficiente para que su
conversión y sumisión sea verdadera y humilde.
OBJETIVOS:
Al Qaeda: fundado en 1988 por Osama Bin Laden. Su principal objetivo es establecer
un califato islámico en todas las regiones musulmanas del mundo. Luchan contra las
potencias occidentales, a través de una radical interpretación de la yihad. Realizan
secuestros occidentales, ataques selectivos y atentados masivos.
Boko Haram: comenzó como una “secta musulmana”, mas tarde se convirtió en un
grupo terrorista (1990), Luchan contra el gobierno nigeriano y su objetivo es
establecer un estado islámico radical. Operan en el noreste de Nigeria. Realizan
atentados masivos y atentados selectivos contra fuerzas gubernamentales nacionales e
internacionales