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Ensayo del feminismo, Mauricio Juárez Jonguitud

En algunas ocasiones me ha tocado escuchar a mujeres decir que el feminismo no


las representa, que no se consideran feministas, sin embargo, gracias a ello, las
mujeres tienen la oportunidad de expresar sus opiniones y ejercer actividades que
antes no se podía.

Antiguamente existía una guía de la buena esposa, un libro de 1953 que contenía
once puntos de lo que una buena esposa debe hacer para tener a su marido feliz.
Es tan marcado su machismo que inclusive a una mujer que diga que no es
feminista le causaría ruido como por ejemplo, en el punto número nueve hace
mención a escuchar a tu marido (por ahí todo “normal”), hasta el punto donde dice:
Dejalo hablar antes, recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos,
puede que tengas una docena de cosas importantes que decirle pero a su llegada
no es el mejor momento para hablarlas.

A partir de ahí podrían darse cuenta que el feminismo si es algo que las involucra,
y no están exentas de él, lo que sucede, es que los medios de comunicación
hacen verlo como un método de expresión dañina, sacan lo malo del mismo y
hacen que una persona no se sienta cómoda de decir que está de acuerdo o no
con el tema.

Las opiniones de cada quien siempre serán distintas, hay que respetarlas, lo cierto
es que antes de decir que no estamos a favor o en contra de algo, de forma
directa, hay que informarnos y darnos cuenta si las acciones que realizamos,
están asociadas o no, a aquello que decimos estar no de acuerdo. Ya que si lo
comparamos con los antecedentes históricos, es posible que nosotros estemos
más involucrados en el tema de lo que podemos llegar a pensar.

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