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REPÚBLICA DE COLOMBIA

JUZGADO SEGUNDO DE FAMILIA DE IBAGUÉ

Ibagué, dos (02) de abril de dos mil veinte (2020)

Providencia: Sentencia
Proceso: ACCION DE TUTELA - PRIMERA INSTANCIA.
Expediente: 730013110-002-2020-00123-00
Accionante: ALONSO YARA CUPITRA
Accionado: UARIV

1. ASUNTO A RESOLVER:

Procede el Despacho a decidir la Acción de Tutela interpuesta por


ALONSO YARA CUPITRA contra la UARIV.
2. ANTECEDENTES:

ALONSO YARA CUPITRA promovió la presente Acción de Tutela


contra UARIV a efectos de obtener las siguientes

2.1. PRETENSIONES:

Se protejan sus derechos fundamentales y se ordene a la entidad


accionada, realizar el traslado del pago de las ayudas humanitarias a la ciudad de
Natagaima Tolima.

2.2. HECHOS

Indica el accionante, que fue víctima del desplazamiento debido al


conflicto armado interno, que en el año 2018 le fueron reconocidas unas ayudas
humanitarias, las cuales solo fueron pagadas una vez, aduce que en repetidas
ocasiones a interpuesto derechos de petición para el pago de la ayuda humanitaria,
pero que para el día 29 de noviembre de 2019, solicito a la UARIV se trasladara el
pago de las ayudas humanitarias a la ciudad de Coyaima Tolima, debido a los
gastos en que incurre para poder realizar el cobro en Ibagué. Ante dicha petición la
UARIV no contesto nada, así que se acercó a las instalaciones de la entidad
accionada, donde de manera verbal le contestaron que el traslado no se podía
realizar toda vez que no se encontraba registrado en la ciudad de Coyaima Tolima.
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2.3. TRÁMITE PROCESAL:

Correspondió por reparto a este Juzgado el trámite de la presente acción, la


cual fue admitida mediante proveído del dieciocho (18) de marzo de dos mil veinte
(2020), ordenando notificar a las partes por el medio más expedito y otorgándole el
término de tres (3) días a la demandada para que se pronunciara sobre los hechos
objeto de la presente acción. Finalmente pasaron las diligencias al despacho para
tomar la decisión que en derecho corresponda.

2.4. Intervención de los Accionados

La entidad accionada contesto fuera del termino para ello, adujo que no han
vulnerado derecho alguno, pues cada uno de los derechos de petición de que a
elevado el accionante, los ha contestado.

3. CONSIDERACIONES:

3.1.- Problema Jurídico.

Previo a definir el problema jurídico, observa el despacho que lo pretendido es una


respuesta clara y de fondo de la petición presentada, con el fin de que se le indique
si se puede trasladar el pago a la ciudad de COYAIMA o NATAGAIMA y la relación
de pagos realizados por concepto de ayuda humanitaria, de allí que el problema
jurídico se definirá así:

¿Vulneran la entidad accionada el derecho fundamental de petición del accionante?

3.2.- Desenvolvimiento del problema.

En virtud del artículo 86 de la Carta, se ha reconocido que la acción de tutela


procede como mecanismo de protección de los derechos fundamentales de las
personas en situación de desplazamiento forzado, puesto que éstas gozan de un
estatus constitucional especial que no puede simplemente tener un efecto retórico.
En este sentido, la Constitución obliga a las autoridades a reconocer que se trata
de una población especialmente protegida que se encuentra en una situación
dramática por haber soportado cargas excepcionales y, cuya protección es urgente
para la satisfacción de sus necesidades más apremiantes.

La Corte Constitucional en varias ocasiones ha realizado un estudio a la situación


de vulnerabilidad de los desplazados en Colombia, así pues, en sentencia T 239-
2013 expresó que:

“La especial protección constitucional que la jurisprudencia de la Corte


ha otorgado a la población desplazada no es más que la materialización
de las diferentes garantías constitucionales que tienen como fin la
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protección de la persona humana, que se armoniza con el deber que


recae en todas las autoridades del Estado de emprender acciones
afirmativas a favor de la población que se encuentra en circunstancia de
debilidad manifiesta. Así entonces, debido a la situación de vulnerabilidad
en que se encuentra esta población, en sentencia T-025 de 2004 la Corte
declaró un estado de cosas inconstitucional. La jurisprudencia ha
considerado que el concepto de “desplazado” debe ser entendido desde
una perspectiva amplia toda vez que por la complejidad y las
particularidades concretas del conflicto armado existente en Colombia,
no es posible establecer unas circunstancias fácticas únicas o
parámetros cerrados o definitivos que permitan configurar una situación
de desplazamiento forzado por tratarse de una situación cambiante. Por
lo tanto, en aquellos eventos en los que se presente duda resulta
aplicable el principio pro homine. De otra parte, debido a los numerosos
derechos constitucionales afectados por el desplazamiento y en
consideración a las especiales circunstancias de debilidad, vulnerabilidad
e indefensión en la que se encuentran los desplazados, la jurisprudencia
constitucional les ha reconocido, con fundamento en el artículo 13
constitucional, el derecho a recibir de manera urgente un trato preferente
por parte del Estado, el cual se caracteriza por la prontitud en la atención
de sus necesidades, puesto que “de otra manera se estaría permitiendo
que la vulneración de derechos fundamentales se perpetuara, y en
muchas situaciones, se agravara.” La jurisprudencia constitucional ha
sostenido también que este deber estatal además de encontrar soporte
en el artículo 13 de la Carta, tiene su fundamento último en la
imposibilidad del Estado para cumplir con la obligación básica de
preservar las condiciones mínimas de orden público necesarias para
prevenir el desplazamiento forzado de personas y garantizar la seguridad
de todos sus asociados”.

La condición de sujetos de especial protección constitucional que tienen las víctimas


de desplazamiento forzado interno, ha sido el fundamento para admitir que la acción
de tutela es el mecanismo judicial idóneo y expedito para la protección de sus
derechos fundamentales, a pesar de la existencia de otros mecanismos de defensa
judicial, así ha sido plasmado por la Corte Constitucional en sentencia T-218- 14
donde arguyó que “Teniendo en cuenta las condiciones de indefensión y
vulnerabilidad de la población desplazada, en reiterada jurisprudencia de esta
Corporación se ha reconocido que la acción de tutela es un mecanismo judicial
adecuado para la protección de sus derechos fundamentales. Lo anterior, debido a
que otros medios de defensa judicial resultan insuficientes para brindar protección
eficaz ante las circunstancias de urgencia y apremio que enfrenta esta población y
porque resultaría desproporcionado exigir a las personas desplazadas el
agotamiento previo de los recursos judiciales ordinarios, lo cual equivaldría a la
imposición de cargas adicionales a las que han tenido que soportar en su condición
de víctimas de la violencia”.

Debido a los numerosos derechos constitucionales afectados por el desplazamiento


y en consideración a las especiales circunstancias de debilidad, vulnerabilidad e
indefensión en la que se encuentran los desplazados, la jurisprudencia
constitucional les ha reconocido, con fundamento en el artículo 13 constitucional, el
derecho a recibir de manera urgente un trato preferente por parte del Estado, el cual
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se caracteriza por la prontitud en la atención de sus necesidades, puesto que de


otra manera se estaría permitiendo que la vulneración de derechos fundamentales
se perpetuara, y en muchas situaciones, se agravara.

En consecuencia, las autoridades están obligadas a tomar medidas especiales a


favor de los desplazados que los hagan menos vulnerables, reparen las injusticias
derivadas del desplazamiento involuntario y se orienten a la realización efectiva de
los derechos que generan un bienestar mínimo que les permita ser autónomos y
autosuficientes. En este sentido, considera este despacho como lo ha afirmado la
jurisprudencia Constitucional, que la acción de tutela es un mecanismo adecuado
para conminar a las autoridades públicas para que cumplan con los deberes
constitucionales que sobre protección y atención de la población desplazada tienen.

3.2.1. Del derecho de Petición y su Protección frente a la Población


Desplazada.

Frente al derecho fundamental de petición invocado, consagrado en el artículo 23


de la Constitución Política, en relación con la población desplazada, la Corte
Constitucional ha fijado el sentido y alcance de dicho derecho delineando algunos
supuestos fácticos mínimos que determinan su ámbito de protección Constitucional.
Así, en la sentencia T-371 de 2005 hizo un recuento de las reglas que deben tener
en cuenta los jueces de tutela al momento de procurar la protección inmediata y
efectiva del derecho de petición1.

Igualmente ha indicado que las peticiones presentadas por personas en


circunstancias de debilidad manifiesta, indefensión o vulnerabilidad requieren de
una atención reforzada2. En el caso específico de las personas víctimas del
desplazamiento forzado la Corte Constitucional ha señalado que:

“La protección reforzada en materia de derecho de petición es claramente


exigible, más aún de las autoridades encargadas de la superación del ‘estado
de cosas inconstitucional’ que ha generado dicho fenómeno, en la medida que
se trata de personas que se encuentran en una situación de violación múltiple,
masiva y continua de sus derechos fundamentales. En esa protección
reforzada, el manejo de la información, su registro y control resultan de vital
importancia, pues las autoridades competentes deben tener pleno
conocimiento de las solicitudes recibidas, su estado, trámite y respuesta, así
como de su comunicación efectiva al desplazado, de manera tal que puedan
garantizar el respeto del derecho fundamental de petición de las personas que
se encuentran en esa situación”.
1
(i) El derecho de petición es fundamental y determinante para la efectividad de los mecanismos de la
democracia participativa, garantizando a su vez otros derechos constitucionales, como los derechos
a la información, a la participación política y a la libertad de expresión; (ii) el núcleo esencial del
derecho de petición reside en la resolución pronta y oportuna de la cuestión; (iii) la petición debe ser
resuelta de fondo, de manera clara, oportuna, precisa y congruente con lo solicitado; (iv) la respuesta
debe producirse dentro de un plazo razonable, el cual debe ser lo más corto posible; (v) la respuesta
no implica aceptación de lo solicitado ni tampoco se concreta siempre en una respuesta escrita; (vi)
este derecho, por regla general, se aplica a entidades estatales, y en algunos casos a los particulares;
(vii) el silencio administrativo negativo, entendido como un mecanismo para agotar la vía gubernativa
y acceder a la vía judicial, no satisface el derecho fundamental de petición pues su objeto es distinto.
Por el contrario, el silencio administrativo es la prueba incontrovertible de que se ha violado el derecho
de petición; (viii) el derecho de petición también es aplicable en la vía gubernativa; (ix) la falta de
competencia de la entidad ante quien se plantea, no la exonera del deber de responder; y (x) ante la
presentación de una petición, la entidad pública debe notificar su respuesta al interesado.”
2
Sentencia C- 542 de 2005.
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3.2.2. Análisis del caso concreto

Descendiendo al asunto sub examine, advierte el despacho que la parte accionante


allega como pruebas de la violación diferentes escritos mediante el cual ejercía el
derecho de petición, en especial el obrante a folio 24 al 28 y mediante el cual solicita
se traslade el pago de la ayuda humanitaria al municipio de Coyaima en el
departamento del Tolima, toda vez que es allí donde reside y la relación de pagos
de la ayuda humanitaria. Al revisar el material probatorio allegado por la entidad
accionada y la allegada por el accionante, se observa que la respuesta realizada
por la entidad (Fol. 29), no resuelve de manera clara, precisa, oportuna y congruente
con lo solicitado, toda vez que no le informa de manera detallada y real los pagos
que han realizado por concepto de ayudas humanitarias, con el fin de establecer
cuales faltan por el respectivo pago, igualmente no le resuelven la petición de
traslado del pago por concepto de ayudas humanitarias al Banco Agrario de la
ciudad de Coyaima Tolima. En el presente caso no basta, con la manifestación del
accionante de la contestación verbal por parte de la entidad, de la simple negativa
del traslado del pago, sin ningún fundamento normativo al respecto. Debe la entidad
accionada, dar respuesta de fondo a persona de especial protección constitucional,
utilizando todos los medios administrativos posibles e indicándole con una
respuesta motivada, el por que no es posible el traslado de su pago al municipio
donde reside. Se exhorta a la entidad accionada, de que en aras de mejorar la
situación del accionante despliegue las actividades administrativas con el Banco
Agrario, para en lo posible se pueda realizar el traslado del pago de la ayuda
humanitaria.

De allí que atendiendo los requisitos jurisprudenciales señalados para determinar el


alcance del derecho de petición, advierte el despacho que efectivamente la UARIV
vulnera al derecho fundamental de petición invocado por la parte actora, pues esta
entidad no resolvió de fondo la solicitud elevada por ALONSO YARA CUPITRA.

3.4. Conclusión

Así las cosas, la respuesta al problema jurídico planteado resulta


positiva, por consiguiente, este despacho ordenara que en un termino de cuarenta
y ocho horas (48), la UARIV en cabeza de HECTOR GABRIEL CAMELO RAMIREZ
en calidad de Director de Gestión Social y Humanitaria resolver de fondo y de
manera clara y concreta, el derecho de petición elevado por ALONSO YARA
CUPITRA, informando al accionante los pagos efectivos que se le han hecho de
ayuda humanitaria y se le indique si es viable o no el traslado del pago de la ayuda
humanitaria al municipio de Coyaima o a un municipio mas cercano a su domicilio.
Igualmente este juzgador exhortara a la entidad accionada, que teniendo en cuenta
igualmente la difícil situación que actualmente vive nuestro país y el mundo entero,
por la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID 19, realice si es
procedente, el pago de la ayuda humanitaria al accionante en su municipio de
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domicilio o en el mas cercano, en aras de preservar el objeto de la ayuda


humanitaria.

4. DECISIÓN:

En mérito de lo expuesto, el JUZGADO SEGUNDO DE FAMILIA de Ibagué Tolima,


administrando justicia en nombre de la República de Colombia, y por autoridad de
la ley,

RESUELVE:

PRIMERO. TUTELAR el derecho fundamental de petición del accionante ALONSO


YARA CUPITRA.

SEGUNDO: Como consecuencia de ello se ordena que en un término de cuarenta


y ocho (48) horas, el señor HECTOR GABRIEL CAMELO RAMIREZ en calidad de
Director de Gestión Social y Humanitaria de la UARIV, resolver de fondo y de
manera clara y concreta, el derecho de petición elevado por ALONSO YARA
CUPITRA, informando al accionante los pagos efectivos que se le han hecho de
ayuda humanitaria y se le indique si es viable o no el traslado del pago de la ayuda
humanitaria al municipio de Coyaima o a un municipio más cercano a su domicilio.

TERCERO: EXHORTAR a la entidad accionada, que teniendo en cuenta


igualmente la difícil situación que actualmente vive nuestro país y el mundo entero,
por la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID 19, realice si es
procedente, el pago de la ayuda humanitaria al accionante en su municipio de
domicilio o en el más cercano, en aras de preservar el objeto de la ayuda
humanitaria.

CUARTO: NOTIFÍQUESE por cualquier medio efectivo a los interesados en los


términos del Art. 30 del Decreto 2591 de 1991.

QUINTO: ENVÍESE el expediente a la H. Corte Constitucional para su eventual


revisión, si no fuere impugnada.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

El juez

ORIGINAL FIRMADO

MARCO TULIO GÓNGORA MARTÍNEZ


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JUZGADO SEGUNDO DE FAMILIA DE IBAGUÉ

Ibagué, 02 de abril de 2020

Señor
HECTOR GABRIEL CAMELO RAMIREZ
Director de Gestión Social y Humanitaria
notificaciones.juridicauariv@unidaddevictimas.gov.co
Ciudad

REF. ACCIÓN DE TUTELA promovida por ALONSO YARA CUPITRA contra


UARIV.
Radicado No. 730013110-002-2020-00123-00

Me permito informarle que mediante providencia proferida el día 02 de abril del año
en curso y dentro de la acción constitucional de la referencia, el juzgado
RESOLVIÓ:
PRIMERO. TUTELAR el derecho fundamental de petición del accionante ALONSO YARA
CUPITRA.

SEGUNDO: Como consecuencia de ello se ordena que en un término de cuarenta y ocho


(48) horas, el señor HECTOR GABRIEL CAMELO RAMIREZ en calidad de Director de
Gestión Social y Humanitaria de la UARIV, resolver de fondo y de manera clara y concreta,
el derecho de petición elevado por ALONSO YARA CUPITRA, informando al accionante
los pagos efectivos que se le han hecho de ayuda humanitaria y se le indique si es viable
o no el traslado del pago de la ayuda humanitaria al municipio de Coyaima o a un municipio
más cercano a su domicilio.

TERCERO: EXHORTAR a la entidad accionada, que teniendo en cuenta igualmente la


difícil situación que actualmente vive nuestro país y el mundo entero, por la emergencia
sanitaria provocada por el coronavirus COVID 19, realice si es procedente, el pago de la
ayuda humanitaria al accionante en su municipio de domicilio o en el más cercano, en aras
de preservar el objeto de la ayuda humanitaria.

CUARTO: NOTIFÍQUESE por cualquier medio efectivo a los interesados en los términos
del Art. 30 del Decreto 2591 de 1991.

QUINTO: ENVÍESE el expediente a la H. Corte Constitucional para su eventual revisión, si


no fuere impugnada.”

Se les informa a las partes que la impugnación del presente fallo debe ser remitida
al correo electrónico j02ctoiba@cendoj.ramajudicial.gov.co, debido a las medidas
de emergencia adoptadas en el territorio nacional. Anexo copia de la providencia.

Atentamente,

ORIGINAL FIRMADO
JUSTINO JIMENEZ ROA
Secretario
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JUZGADO SEGUNDO DE FAMILIA DE IBAGUÉ

Ibagué, 02 de abril de 2020

Señor
ALONSO YARA CUPITRA
Accionante
Angiequintero.99@gmail.com
Ciudad

REF. ACCIÓN DE TUTELA promovida por ALONSO YARA CUPITRA contra


UARIV.
Radicado No. 730013110-002-2020-00123-00

Me permito informarle que mediante providencia proferida el día 02 de abril del año
en curso y dentro de la acción constitucional de la referencia, el juzgado
RESOLVIÓ:
PRIMERO. TUTELAR el derecho fundamental de petición del accionante ALONSO YARA
CUPITRA.

SEGUNDO: Como consecuencia de ello se ordena que en un término de cuarenta y ocho


(48) horas, el señor HECTOR GABRIEL CAMELO RAMIREZ en calidad de Director de
Gestión Social y Humanitaria de la UARIV, resolver de fondo y de manera clara y concreta,
el derecho de petición elevado por ALONSO YARA CUPITRA, informando al accionante
los pagos efectivos que se le han hecho de ayuda humanitaria y se le indique si es viable
o no el traslado del pago de la ayuda humanitaria al municipio de Coyaima o a un municipio
más cercano a su domicilio.

TERCERO: EXHORTAR a la entidad accionada, que teniendo en cuenta igualmente la


difícil situación que actualmente vive nuestro país y el mundo entero, por la emergencia
sanitaria provocada por el coronavirus COVID 19, realice si es procedente, el pago de la
ayuda humanitaria al accionante en su municipio de domicilio o en el más cercano, en aras
de preservar el objeto de la ayuda humanitaria.

CUARTO: NOTIFÍQUESE por cualquier medio efectivo a los interesados en los términos
del Art. 30 del Decreto 2591 de 1991.

QUINTO: ENVÍESE el expediente a la H. Corte Constitucional para su eventual revisión, si


no fuere impugnada.”

Se les informa a las partes que la impugnación del presente fallo debe ser remitida
al correo electrónico j02ctoiba@cendoj.ramajudicial.gov.co, debido a las medidas
de emergencia adoptadas en el territorio nacional. Anexo copia de la providencia.

Atentamente,

ORIGINAL FIRMADO
JUSTINO JIMENEZ ROA
Secretario

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