Difusión de la ciencia

Difusión de la ciencia Vol. V. No. 1, enero - marzo de 2017.

Fósil de la bacteria oxidante de azufre de 2,5 millones de años de edad. Foto: Andrew Czaja. University of Cincinnati.

Arqueoepidemiología: una forma

de conocer las enfermedades y
epidemias en la antigüedad
Archeoepidemiology: a way of knowing the
diseases and epidemics in the antiquity
Mtro. Zúñiga Carrasco Iván Renato* Palabras clave: Arqueoepidemiología, arqueología,
paleontología.
Resumen

L
a Arqueoepidemilogía se ha convertido en una
herramienta de gran importancia para la Epidemio-
logía ya que nos ayuda a comprender el compor-
tamiento de las patologías que han impactado la salud
de los grupos humanos en la antigüedad. Su impor-
tancia radica en la indagatoria de los descubrimientos
y vestigios arqueológicos, mudos testigos del pasado
de las enfermedades del hombre que al morir, fueron
sepultados sin saber la causa del fallecimiento y que
a la luz de las técnicas arqueológicas tamizadas en el
método epidemiológico sin duda, develarán el compor-
tamiento de los brotes y pandemias que asolaron a la
humanidad y que podrían volver a repetirse.
Abstract
Archaeoepidemiology It has become a tool of great
importance for Epidemiology since it helps us to
understand the behavior of pathologies that have
impacted the health of human groups in antiquity. Its
importance lies in the investigation of archaeological
discoveries and vestiges, dumb witnesses of the
diseases of man that when they died, were buried
without knowing the cause of death and in the
light of the archaeological techniques sifted in the
epidemiological method without doubt , Will reveal
the behavior of the outbreaks and pandemics that
devastated humanity and could be repeated.

*Jefe del Departamento de Epidemiología. H.G.R. 251 IMSS Metepec, Estado de México.

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Keywords: Archeoepidemiology, archeology, paleontology.
Introducción
La Arqueoepidemiología será una rama importante de
la epidemiología que deberíamos tomar más en serio,
como una subdivisión del campo de la epidemiología.
Esta rama de la epidemiología es una necesidad
debido al número cada vez mayor de descubrimientos
de vestigios arqueológicos no solo de siglos pasados
sino también de épocas recientes. Una cuestión que
requiere un enfoque especial en la Arqueoepidemio-
logía es la concatenación de los estudios que se llegan a
realizar desde el punto vista arqueológico con respecto
a la morbilidad, mortalidad de poblaciones, demografía,
factores de riesgo, estilos de vida, condiciones higiéni-
co-sanitarias, condiciones climáticas, desplazamientos
humanos. Por lo tanto, los epidemiólogos crearán
nuevas técnicas y métodos para la recopilación de
datos fiables y válidos como se hace en la arqueología.
Un enfoque en la Arqueoepidemiología no sólo haría
posible estudiar de forma más epidemiológica los
patrones y las consecuencias de las poblaciones
y su entorno; también sería para preparar una
evidencia sólida que podría ser útil para la preven-
ción de brotes y enfermedades.
• El Diccionario de la Real Academia Española
describe a la Arqueología como: Ciencia que
estudia las artes, los monumentos y los objetos
de la antigüedad, especialmente a través de
sus restos. Del griego ἀρχαιολογία archaiología
‘leyenda o historia antigua’. El termino griego
ἀρχαιο- archaio- significa “antiguo”.
• Epidemiología del griego ἐπιδημία epidēmía
‘epidemia’ y -logía. Tratado de las epidemias1.
• En ingles el Oxford Dictionary describe la arqueo-
logía como: el estudio de la historia humana y la
prehistoria a través de la excavación de sitios y el
análisis de los artefactos y otros restos físicos2.
Paleoepidemiología vs Arqueoepidemiología
Aunque De Souza y cols., utilizan el término de
paleoepidemiología como “un área interdiscipli-
naria que tiene como objetivo desarrollar métodos
epidemiológicos más adecuados y aplicarlos de uso
rutinario, para el estudio de los determinantes de la
enfermedad en poblaciones humanas en el pasado”3.
El término de “Paleo” queda corto para este término
ya que del griego παλαιο- palaio- significa en general
‘antiguo’ o ‘primitivo’, referido frecuentemente a
fósiles y eras geológicas anteriores a la actual. Por
lo cual etimológicamente el término ἀρχαιο- archaio-
es el más apropiado.
• El Diccionario de la Real Academia Española
describe a la paleontología como ciencia que
trata de los seres orgánicos desaparecidos a
partir de sus restos fósiles1.
• El Oxford Dictionary define a la paleontología
como la ciencia que estudia los animales y
plantas fósiles2.
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Vol. V. No. 1, enero - marzo de 2017. Difusión de la ciencia
Densas acumulaciones de filamentos microbianos del Jurásico
Medio (Bathoniense) de Jbel Moussa (Marruecos) procedentes de
costras manganesíferas de origen hidrotermal. Cordillera Bético-
Rifeña. Fuente: www.agenciasinc.es / Universidad de Jaén.
Retomando lo que nos dice James Scott: “La
paleontología es la ciencia que estudia los fósiles,
y los fósiles son restos de los seres vivos que han
poblado la Tierra en épocas pretéritas. Es una
ciencia notablemente compleja, que abarca todos
los problemas relacionados con los seres vivos,
referidos a épocas pasadas, en su sentido más
amplio y, al mismo tiempo, sus implicaciones geoló-
gicas, toda vez que los fósiles asociados a las rocas
sedimentarias, constituyen el elemento básico para
determinar su edad geológica. Además la Paleonto-
logía es una ciencia clave en el estudio de la evolu-
ción de los seres vivos, a cuyo proceso proporciona
la documentación adecuada; por lo que su estudio
es fundamental para aclarar cuál ha sido la sucesión
real de los seres en los tiempos geológicos”3.
En cambio la arqueología es una ciencia más
amplia que abarca disciplinas como la arquitectura,
topografía, antropología, sociología, medicina,
historia, geografía entre otras; la arqueología es un
método para estudiar objetos antiguos, un sistema
para analizarlos, los objetos pueden ser desde un
fragmento de hueso, pasando por una fracción
de piedra, hasta algo más sofisticado como son:
muebles, cerámica, joyas, armaduras, etc., o inmue-
bles: edificios, murallas, calles, puentes u otros
monumentos. Lo importante no es encontrar estos
objetos, sino el lugar donde se hallaron así como
su entorno. Los objetos tienen valor en arqueología
sobre todo cuando se encuentran en un contexto,
cada objeto aislado y fuera de un contexto, puede
tener un gran valor, puede compararse con otros
objetos semejantes y deducirse parecidos entre
ellos, las pequeñas diferencias entre objetos seme-
jantes pueden dar pie a un estudio del por qué de
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Fósiles en sedimentos de 3,49 mil millones de años con trazas de
bacterias en Pilbara, Australia. (Wikimedia Commons).
éstos, pero si ese objeto se descubre en determi-
nada zona geográfica, en un lugar concreto, en una
capa estratigráfica, en una determinada posición, en
un etapa, aislado o junto con otra serie de objetos, la
información para acercarnos al pasado se convierte
en algo muy valioso, obtenemos con ello el registro
arqueológico. El arqueólogo analizará el estado
inicial en que encuentran los objetos y excavará de
forma organizada, siguiendo un método5.
Epidemiología histórica
El término enfermedad, utilizado para la posterior
sustentación de las condiciones de salubridad, deriva
del concepto de epidemiología histórica de Joseph
Bernabeu Mestre, cuya definición aproximada
puede ser: “nos estamos refiriendo a la disciplina
encargada del análisis y el estudio de la influencia
de la enfermedad en la evolución de una población.
Más concretamente, podríamos definirla como la
disciplina encargada de estudiar la frecuencia y
la distribución en el tiempo y en el espacio de los
problemas de salud de las poblaciones humanas, así
como el papel de los factores que los determinan”.
La epidemiología histórica es una ciencia que se
identifica con determinados propósitos, que a la vez
son estimados dentro de ciertos parámetros: intenta
una aproximación a la enfermedad como fenómeno
bio-social, a partir de la consideración de todo un
amplio conjunto de factores causales y de factores
asociados como pueden ser biológicos a prácticas
culturales o condiciones socioeconómicas y que
pueden favorecer su aparición en el individuo y en la
comunidad. Los problemas de salud y enfermedad
que han afectado a las diferentes poblaciones, hay
que considerarlos, como un factor más dentro del
conjunto de fenómenos que están detrás de aque-
llas dinámicas, y no pueden ser desligados de los
aspectos científicos, culturales, políticos, socio-eco-
nómicos, etc. La enfermedad no está circunscrita
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dentro del plano biológico, existe también un
componente social. La falta de datos es uno de los
principales problemas con los que se encuentra el
epidemiólogo, no debemos negar la gran posibilidad
que nos brinda para establecer las dinámicas refe-
rentes a los problemas de salud y enfermedad sobre
determinada población. El término de epidemiología
histórica no es válido tampoco ya que el historiador
tiene como fuentes: las transmisiones orales, los
escritos antiguos, grabaciones e imágenes y los
registros arqueológicos; sobre los que infiere unos
hechos pasados. La historia la crea la gente y
entiéndase esto en sus dos formas. Sin la gente no
existe la historia y la gente opina sobre la historia6.
Paleopatología como disciplina de apoyo para la
arqueoepidemiología
La paleontología tiene una rama que es la paleopa-
tología, término acuñado por Schufeldt en 1882 para
definirla como “la ciencia de las condiciones pato-
lógicas presentes en los órganos de los animales
extintos o petrificados” Marc Arthur Ruffer la definió
como “la ciencia que ha podido demostrar la presencia
de las enfermedades en los restos humanos y de
animales de los tiempos antiguos”. Esta disciplina de
manera interdisciplinaria con la antropología, medicina
forense entre otras han realizado estudios entre los que
mencionaremos los más destacados:
Guhl en su estudio adn fósil: arqueoparisotología
en América; detectó T. cruzi en diferentes tejidos de
cuerpos humanos momificados que databan de 4000
años de antigüedad de habitantes del desierto de
Atacama Chile; se realizó amplificación de un segmento
de dna de 330 pares de bases correspondientes a una
fracción del dna del cinetoplasto del parásito7.
Fugaza y cols., en su análisis paleoparasitológico de
coprolitos hallados en sitios arqueológicos de Pata-
gonia austral: definiciones y perspectivas; en el cual
se tomaron pequeños fragmentos de copropolitos no
solo humanos sino también de animales como zorros,
camelidos y felinos donde se pudo apreciar la presencia
de Trichuris sp., Capillaria sp.; Hymenoleptys sp8.
Pálfil y cols., estudiaron restos óseos de diversas
excavaciones arqueológicas del sur y del este de
Hungría de la Era Neolítica a la Era Moderna, al ser
analizados detectaron que varios tenían signos de
padecimientos tales como: tuberculosis, sífilis y lepra9.
Kloos en una revisión en la cual documenta la
presencia de schistosomiasis en los habitantes del
antiguo Egipto por estudios realizados en restos
humanos momificados donde se detectó la presencia
de S. haematobium; comentando que no existía la
presencia de S. mansoni en investigaciones reali-
zadas hasta el momento; el estudio es bastante
completo ya que describe aspectos demográficos,
hídricos y climáticos del Antiguo Egipto10.
Chaves y cols., en la localidad de Namur, capital de
Wallonia región administrativa de Namur Bélgica encon-
traron en todas las capas de sedimento removidas en
toda la región, huevecillos de Ascaris sp. y Trichuris sp.

Cráneo afectado por sífilis. Procedencia desconocida. Siglo XIX-
principios siglo XX. ©Josep Casanova.
De acuerdo con las condiciones sanitarias a lo largo
del contexto histórico se puede considerar la infección
cruzada entre humanos y la población animal11.
Aplicación de la epidemiología en la arqueología
Los métodos de cálculo demográfico aplicados al
desarrollo del cálculo numérico, fue producto de la
consolidación de disciplinas como la demografía y
epidemiología, junto a la estadística; estos materiales
estadísticos para la valoración del estado de la salud de
la población corresponden a la estadística descriptiva.
En arqueología cuando se tenga la fuente primaria
esto eso es; se tengan documentos de registros de
conventos y parroquias la información al momentos
de analizarla se puede utilizar proporciones, razones
y tasas relativas básicamente al acontecimiento de la
defunción y sus causas, se pueden utilizar números
absolutos presentados en forma de tablas de contin-
gencia para mostrar la distribución del acontecimiento
demográfico por meses de ocurrencia, sexo, estado
civil, etc. Con las proporciones de nacimientos,
defunciones y matrimonios se buscará calcular su
intensidad, aunque ésta sólo se puede calcular
mediante tasas. Estas proporciones expresarán: sexo,
estado civil y mes de ocurrencia en el mejor de los
casos. Por edades se medirán las defunciones y los
matrimonios; más éstos últimos que las primeras. Los
nacimientos se analizaran en función de la legitimidad.
Estas medidas de frecuencia pretenderán establecer la
mayor o menor probabilidad de ocurrencia de un deter-
minado fenómeno demográfico, sobre todo el de la
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Vol. V. No. 1, enero - marzo de 2017. Difusión de la ciencia
defunción, en función de determinados factores como
la edad, estado civil, etc. De aquí la utilización de sus
cruzamientos que se presentaron en forma de tablas.
A su vez se calcularán tasas brutas de mortalidad.
Las tasas ponen en relación un flujo con un stock
demográfico determinado, lo que permite calcular
la frecuencia relativa con la que ocurre un aconte-
cimiento demográfico en relación con la población
media en un determinado periodo de tiempo. De
forma más concreta se calculará un cociente espe-
cífico referido a las muertes fetales o mortinatalidad.
La estimación de la prevalencia de las enferme-
dades se realizará a partir de una aproximación a los
datos de defunciones y no al número de individuos
que padecían una determinada enfermedad, dado
que las estadísticas de antaño no incluían enfermos
sino únicamente defunciones. De esta manera se
calculará un cociente a partir del número de defun-
ciones por causa y la población total existente en
un momento dado. Se puede calcular este cociente
al introducir el factor edad, obteniendo con ello las
tasas específicas de mortalidad.
También se puede utilizar medidas de tendencia
central como la media. De ahí que se calculara la
media diaria, mensual y por estación del número de
defunciones. Al mismo tiempo se midió el crecimiento
de la población utilizando la diferencia absoluta entre
dos recuentos de población, distribuida homogénea-
mente entre los años que separaban los recuentos12.
En los sitios arqueológicos donde existen restos
óseos para determinar el crecimiento demográ-
fico, salud, morbilidad, mortalidad, la metodología
estadística utilizada para la reconstrucción de los
perfiles demográficos de poblaciones antiguas fue
propuesta por Kenneth W. Weiss y está basada
en la distribución por edades a la muerte de los
esqueletos recuperados de un cementerio o de las
excavaciones arqueológicas. Aunque pueden existir
diferencias metodológicas (fragmentación y mal
estado de las osamentas), la estimación de la edad
será solamente con base en la observación dental.
Para construir tablas de vida los datos se agrupan
en cohortes de cinco años, con columnas que
designan el número de individuos por cada cohorte,
su porcentaje, el número total de supervivientes,
la probabilidad de muerte, el número total de años
vividos entre el intervalo de edad x y el x+5, el número
total de años vividos por todos los supervivientes del
intervalo de edad x, y la expectativa de vida. Esta
última depende de la relación entre el número total
de años y el número de supervivientes.
Dado que las muertes pueden ocurrir a cualquier
edad mientras que los nacimientos solamente en un
intervalo, la fuerza de la fecundidad se concentra en
un mismo punto y la de la mortalidad se disipa en
muchos años. Por esta razón, una alta fecundidad
produce una población joven con una base piramidal
muy ancha. En este sentido, los cálculos paleode-
mográficos a partir de poblaciones osteológicas
revelan mayor información sobre la fecundidad en
9
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Mal de Pott (tuberculosis vertebral). Iglesia de Sant Pere (Terrassa,
Barcelona). Siglos VI-VIII. ©Josep Casanova.
el pasado que sobre la mortalidad, al menos directa-
mente. La esperanza de vida se mide normalmente
como el número medio de años que le resta de vida
a un individuo de edad determinada dentro de una
población particular; es uno de los indicativos más
importantes que expresa el nivel de vida. La espe-
ranza de vida al nacer en la mayoría de poblaciones
humanas hasta el I milenio d.C. se aproximaba a los
20-25 años de edad, tanto en el Viejo como en el
Nuevo Mundo. Para la época de los grandes descu-
brimientos (siglo XVI) se elevó hasta los treinta años,
y con la Revolución Industrial del siglo XVIII hasta
los 40-50 años, tendencia que persistió hasta la
década de 1940 por la introducción de las vacunas y
los antibióticos, el mejoramiento de las condiciones
sanitarias y hospitalarias, y una mejor nutrición, se
incrementó significativamente, por la posibilidad de
combatir eficazmente las enfermedades infecciosas,
y reducir la mortalidad infantil. A partir de la década
de 1960 supera los sesenta años, y hoy día los
países industrializados poseen esperanzas de vida
entre los 70-80 años; en Islandia alcanza casi los 75
años en hombres y 80 para la mujer13, 14.
Conclusión
La arqueoepidemiología es una disciplina que se
viene utilizando en todos aquellos estudios arqueoló-
gicos de manera circunstancial donde se han hecho
hallazgos de fosas comunes de restos humanos de
personas que murieron por brotes o pandemias, como
fue en la edad antigua: peste y lepra; edad media: la
peste; edad moderna: cólera, tuberculosis así como
los grandes brotes de viruela y sarampión de los terri-
torios conquistados por los europeos, y edad contem-
poránea: influenza. De esta manera se podrán hacer
estimaciones de los hallazgos para futuros brotes de
enfermedades emergentes, reemergentes y algunas
que ya se encuentran erradicadas.
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