Nuestras representaciones del Estado están tomadas del Estado Ya
desenvuelto y con dominio sobre hombres que viven constantemente en un territorio. Toda forma de organización soberana que no tiene sobre sí y otra superior, ha de ser concebida como estado. La forma desenvuelta de las comunidades con un carácter de asociaciones supremas y complejas a los que hoy designamos justamente con el nombre de Estado, principia con el asentamiento de los hombres en un suelo, es decir, con la vida sedentaria, más no sólo está condicionada la existencia de esos pueblos sedentarios por tal cultivo, sino que también pueblos nómadas agrícolas. Con la ocupación de las tierras se hace necesaria una ordenación de la propiedad. Los límites entre bienes comunes y privados necesitan ya ser señalados. Todas estas relaciones son afirmadas mediante el sentimiento que las acompaña de qué son conforme a normas. Así pues la formación de sucesiones con un fundamento territorial va enlazado con la formación de un orden jurídico complicado que tiene en cuanto tal sus firmes cimientos en las concepciones sociales de los tiempos primitivos.