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22/08/2012 - 0:00
Una joven de 25 años denunció al periodista y director del diario La Arena, Leonardo
Santesteban (53) por “violencia psicológica”. El caso – que conmovió la opinión pública
pampeana– fue denunciado hace una semana en la Unidad Funcional de Género de
Santa Rosa. Y ayer fue ratificado ante la fiscalía penal de turno.
La denunciante, Carola Elizondo, convivió junto a sus dos pequeñas hijas durante tres
años con Santesteban. Esa convivencia finalizó el 2 de agosto. Diez días después se
efectuó la denuncia. La joven dijo que “las agresiones han sido sistemáticas y
reiteradas en el tiempo”. Y que la han “dañado en forma la integridad psicológica y
teme que haya hecho extensivo ese calvario a sus hijas”.
Carola Elizondo aseguró –en su denuncia– que “fue sometida a diario a humillaciones
de todo tipo”, para “desvalorizar” su rol de “mujer, madre y hasta de persona capaz”.
La joven se siente “en situación de extrema vulnerabilidad y de minusvalía personal”
por la “desigual relación de poder” de quien permanentemente “la intimida”. El
periodista publicó un comunicado en su diario. Santesteban dijo que “como he hecho
siempre afrontaré esta circunstancia dolorosa con la tranquilidad de saber que no he
cometido delito alguno de violencia contra ella ni contra nadie”.
Ayer miércoles se giró una orden de comparecencia contra él, luego de que ya no
regresó a una audiencia sobre el caso en Chiapas, tras ser detenido en Monterrey
cuando regresaba de Las Vegas.
La orden judicial indica que el legislador debe comparecer, de acuerdo con la carpeta
de investigación, ante el Juzgado de Control y Tribunal de Enjuciamiento en el Centro
Estatal Preventivo El Canelo en Chiapa de Corzo.
Mayte, ex esposa del senador electo por Chiapas, Noé Castañón Ramírez, exigió
castigo legal por la presunta violencia familiar de la que ha sido víctima y por el rapto
de sus tres hijos menores.En un comunicado la agraviada afirmó que el litigio contra el
ex diputado local y dirigente del PRI en Tuxtla Gutiérrez, ha sido largo y parcial debido
a las influencias del hijo del ex ministro, quien es abogado.Aseguró que el legislador
federal electo le arrebató a sus hijos con violencia para trasladarlos de la Ciudad de
México a Chiapas e interpuso una denuncia contra ella por supuestos actos violentos
hacia los menores, la cual no procedió, pero fue el argumento para mantenerla alejada
de sus hijos.Mayte abundó que fue separada de sus pequeños en septiembre de 2016
y que fueron interpuestas diversas denuncias penales en contra de Castañón Ramírez
por la sustracción de los infantes "y por las falsedades con que se conduce ante la
autoridad judicial".
RADIO ADULTOS MAYORES
Cada día, en la Ciudad de México cuatro adultos mayores, en promedio, son víctimas
de violencia física, sicológica o económica, mientras al año más de 100 son
abandonados por familiares en un hospital, de acuerdo con cifras de las secretarías de
Desarrollo Social y de Salud capitalinas.
El Instituto de Atención a Adultos Mayores detalló que al mes recibe y atiende unas
125 denuncias por agresiones a este sector de la población, 90 por ciento de los casos
son abusos sicológicos, mientras la Secretaría de Salud reportó que entre 2014 y 2015
atendió a 322 personas de 65 y más años víctimas de agresión y abusos, en 122
ocasiones se detectó síndrome de maltrato (114 mujeres y ocho hombres).
Estos datos llevaron al Gobierno de la Ciudad de México a encender los focos rojos y
trabajar en un protocolo interinstitucional de atención integral de salud y violencia
dirigido a las personas de la tercera edad.
Hay una nota que se publica el día viernes en este diario, cuyo encabezado versa de
la siguiente manera: “le gana terreno agresión psicológica a la física”. La nota aborda
las labores que ha tenido que hacer el Instituto de la Mujer en nuestro estado para
atender los casos de violencia en mujeres en esta frontera, en la que se ha iniciado
una notoria tendencia a cambiar el tipo de agresión al que están sujetas,
principalmente mujeres, pero también hombres. Esta nota, más allá de lo importante
que es la información que refiere, nos lleva a reflexionar justamente sobre las distintas
formas que puede tomar la agresión, pues si se tiene claridad al respecto, entonces es
factible que podamos combatirla.
Haciendo un paralelismo simbólico, podríamos quizá pensar en que bajo esta forma de
violencia psicológica, a la que se puede someter a un individuo en la intimidad misma
de su vida más privada, también se puede vivir esto a nivel social. En los últimos años
hemos visto de manera tangible extenderse formas de violencia en nuestra sociedad
que van más allá de los límites de lo que pudiéramos haber visto antes. En algún
momento, en este mismo espacio, hablábamos de los niveles de la violencia, que
incluso en sus manifestaciones más terribles, pueden llegar a tener aun peores
formas.
No es lo mismo cometer un asesinato, por terrible que esto ya es, a que se asesine
con lujo de violencia, a que se torture y luego se exhiban cadáveres en las formas más
lastimosas; es un nivel más, la violencia física de privar de la vida a alguien va a más y
comienza a tocar las fibras más sensibles de quienes perciben este tipo de violencia.
Es decir, la violencia se expande al ir a niveles superiores. Es en el paralelismo que
queremos hacer con la violencia intrafamiliar, un cáncer que no sólo se nota a ras de
piel, sino que ha hecho una metástasis en todo el organismo.
Si seguimos en esta reflexión, llegamos al punto en el que, así como este importante
porcentaje de mujeres y hombres en esta frontera requieren del apoyo de instituciones
como el Instituto Chihuahuense de las Mujeres, y el Centro de Prevención y Atención a
Mujeres y Familias en Situación de Violencia (Musivi), así también debemos pensar en
qué tipo de institución se debe crear para ayunarnos a salir de lo que podríamos llamar
profunda depresión social que ha resultado de este largo periodo de violencia
psicológica que ha vivido nuestra ciudad.
El primer semestre del año dejó cifras lamentables sobre violencia familiar; y es que 2,
239 personas de 0 a 80 años terminaron en distintos hospitales de Huancayo y la
provincia de Concepción como víctimas del maltrato en los hogares.
MALTRATO. De las cifras, reveladas por el Área de Salud Mental de la Red de Salud
del Valle del Mantaro (RSVM), se desprende que el mayor porcentaje de las víctimas
fueron niños. En total 1, 071 menores (de entre 0 y 11 años), que equivalen al 47.8 %.
Diecisiete de ellos, son menores de un año, 197 de entre uno y cuatro años, 657 de
entre cinco y nueve años; y 200 de entre 10 y 11 años. En cuanto a género, 541 son
mujeres y 530 son varones.
“Los niños y mujeres siguen siendo el grueso de las cifras de víctimas, pese a que hay
una ley de protección que los ampara. El problema es que muchas no denuncian a sus
agresores por dependencia emocional, económica o por temor”, explicó el jefe del
Servicio de Psicología del Hospital El Carmen, Robert Santivañez.
Las cifras de violencia, también indican que el 13.6 % de las víctimas fueron jóvenes
de entre 18 y 29 años.
“En algunos casos se produce hasta cuando están embarazadas. Este y otro tipo de
violencia puede terminar en embarazos de riesgo”, explicaron.
En el establecimiento se atendieron 92 casos de violencia familiar.
Cinco fueron contra niños menores de cinco años, 20 fueron contra niños de entre seis
y 14 años, 21 contra adolescentes de entre 15 y 19 años, 29 contra jóvenes de entre
20 y 25 años y 17 contra mayores de 35 años. Del último grupo, el 82 %, son mujeres.
CENTRO COMUNITARIO. Ante las cifras, la RSVM prepara la pronta inauguración del
primer Centro de Salud Mental Comunitario de Huancayo. “Se pondrá al servicio de la
ciudadanía el profesionalismo de 30 enfermeras, médicos, psicólogos, psiquiatras y
técnicos”, dijo el director de la RSVM, Adán Agüero. El centro, se ubicará en el
Asentamiento Humano Justicia, Paz y Vida (El Tambo) y está dirigido a la población
más vulnerable. La inauguración está programada para el 4 de setiembre.
En julio de este año, se aprobó la Ley que modifica el Código Penal y el Código de los
Niños y Adolescen-tes, sobre casos de violencia contra la mujer y otros integran-tes
del grupo familiar. Entre las modificacio-nes se consideró como agravante que el autor
de un feminicidio o intento de este, atente contra la mujer frente a niños. Para este
caso la pena mínima es de 30 años de cárcel.
MINSA. El Ministerio de Salud reveló que este año, se atendieron 96, 107 casos de
violencia fa-miliar en los hospita-les de todo el país.
VIOLENCIA SOCIAL
La creencia de que todo era por las pugnas entre quienes se dedican al
narcomenudeo nos daba una tranquilidad relativa, como la de Poncio Pilatos. Y es
que, aparentemente, no nos concernía.
De ese modo nos sentíamos parte de una comunidad parroquial en la que, a pesar de
desacuerdos lógicos y conflictos familiares, saldríamos adelante sin más problemas.
Empero las cosas no son así. Últimamente la violencia en casos de alto impacto
muestra a Juárez como una jungla en la que sus habitantes están ante una
descomposición social.
Al respecto, lo que dijo Édgar Hilario Chávez en la nota periodística de Luz del Carmen
Sosa es estremecedor: “… por qué no buscamos un Juárez seguro… por qué no
levantamos la mano y la voz para demandar una ciudad segura…”
Como venganza, el viernes cuatro, fueron atacados Luciano Macías Gómez y su hijo,
Enrique Macías Esparza, que murieron, cuando llegaban a su domicilio junto con unos
familiares, heridos seriamente.
Mención aparte merece lo sucedido donde era el autotel La Fuente, el Silver Fox. Ahí,
al celebrarse un logro académico de la joven Arantxa Fuentes, Sebastián Díaz Ponce
fue dañado bárbaramente por varios muchachos.
Sebastián no murió, por fortuna, pero los autores del desaguisado, Óscar Valencia
Aguayo, René Pinoncelly García, Diego Cantú Peraldi, José Andrés Contreras Hayes y
Adrián Beltrán González actuaron salvajemente.
En efecto, nada queda en la sociedad de cuando a lo sumo, ante una dificultad baladí,
los encuentros eran en medio de una rueda, “a mano pelona”, aunque de cualquier
modo había violencia.
Incluso los mafiosos, los “hombres de honor”, como se llamaban a sí mismos, tenían
reglas: no se asesinaba a los inocentes, y el castigo infligido era proporcional al motivo
que lo había ocasionado.
Sí, algo sucede ahora, cuando por un “quítame estas pajas”, y debido al alcohol o la
emoción, con testaferros de por medio o validos de guaruras tratamos de destruir a
nuestros semejantes.
Mas es bueno que haya un presupuesto mayor para la Fiscalía General del Estado en
2018, a fin de que tenga más posibilidades de procurar justicia para la ciudadanía, que
es quien aporta los recursos para ello.
Pero, sin duda, más que represión o coacción institucionalizada, para afrontar
situaciones como las descritas resulta mejor la prevención, si no se puede poner
agentes en cada uno de los antros, ruteras y hogares.
Conviene más atender a los niños de la calle y a los jóvenes de Anapra así como de
otros rumbos sensibles, a la vez que fomentar el deporte, las excursiones y los
espectáculos formativos.
Esto, en tanto que en una cruzada social realizada en los hogares, los salones de
clase y los templos se produce un esfuerzo que fortalezca el respeto a nuestros
semejantes y la tolerancia.
Mientras tanto, aun si don Édgar Hilario Chávez, un hombre excepcional, perdonó al
asesino de su hijo, de todos modos la Fiscalía debe hacer lo propio, y llevarlo a
responder por su delito, al igual que en los demás casos.
De esto, es seguro que la opinión pública estatal se hallará pendiente, aunque hubiera
intereses de cualquier índole que se opongan, puesto que todos somos iguales ante la
ley.Algo pasa en Juárez que desdice esa idea de que la violencia creciente se debe
sólo a los cárteles de la droga. Por ello algo debe hacerse en el combate a la
inseguridad.
La creencia de que todo era por las pugnas entre quienes se dedican al
narcomenudeo nos daba una tranquilidad relativa, como la de Poncio Pilatos. Y es
que, aparentemente, no nos concernía.
De ese modo nos sentíamos parte de una comunidad parroquial en la que, a pesar de
desacuerdos lógicos y conflictos familiares, saldríamos adelante sin más problemas.
Empero las cosas no son así. Últimamente la violencia en casos de alto impacto
muestra a Juárez como una jungla en la que sus habitantes están ante una
descomposición social.
Al respecto, lo que dijo Édgar Hilario Chávez en la nota periodística de Luz del Carmen
Sosa es estremecedor: “… por qué no buscamos un Juárez seguro… por qué no
levantamos la mano y la voz para demandar una ciudad segura…”
Como venganza, el viernes cuatro, fueron atacados Luciano Macías Gómez y su hijo,
Enrique Macías Esparza, que murieron, cuando llegaban a su domicilio junto con unos
familiares, heridos seriamente.
Mención aparte merece lo sucedido donde era el autotel La Fuente, el Silver Fox. Ahí,
al celebrarse un logro académico de la joven Arantxa Fuentes, Sebastián Díaz Ponce
fue dañado bárbaramente por varios muchachos.
Sebastián no murió, por fortuna, pero los autores del desaguisado, Óscar Valencia
Aguayo, René Pinoncelly García, Diego Cantú Peraldi, José Andrés Contreras Hayes y
Adrián Beltrán González actuaron salvajemente.
En efecto, nada queda en la sociedad de cuando a lo sumo, ante una dificultad baladí,
los encuentros eran en medio de una rueda, “a mano pelona”, aunque de cualquier
modo había violencia.
Incluso los mafiosos, los “hombres de honor”, como se llamaban a sí mismos, tenían
reglas: no se asesinaba a los inocentes, y el castigo infligido era proporcional al motivo
que lo había ocasionado.
Sí, algo sucede ahora, cuando por un “quítame estas pajas”, y debido al alcohol o la
emoción, con testaferros de por medio o validos de guaruras tratamos de destruir a
nuestros semejantes.
Mas es bueno que haya un presupuesto mayor para la Fiscalía General del Estado en
2018, a fin de que tenga más posibilidades de procurar justicia para la ciudadanía, que
es quien aporta los recursos para ello.
Pero, sin duda, más que represión o coacción institucionalizada, para afrontar
situaciones como las descritas resulta mejor la prevención, si no se puede poner
agentes en cada uno de los antros, ruteras y hogares.
Conviene más atender a los niños de la calle y a los jóvenes de Anapra así como de
otros rumbos sensibles, a la vez que fomentar el deporte, las excursiones y los
espectáculos formativos.
Esto, en tanto que en una cruzada social realizada en los hogares, los salones de
clase y los templos se produce un esfuerzo que fortalezca el respeto a nuestros
semejantes y la tolerancia.
Mientras tanto, aun si don Édgar Hilario Chávez, un hombre excepcional, perdonó al
asesino de su hijo, de todos modos la Fiscalía debe hacer lo propio, y llevarlo a
responder por su delito, al igual que en los demás casos.
De esto, es seguro que la opinión pública estatal se hallará pendiente, aunque hubiera
intereses de cualquier índole que se opongan, puesto que todos somos iguales ante la
ley.
VIOLENCIA DE GÉNERO
ALFONSO C. SUÁREZ28/09/201813:31 H.
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El actual, Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, denominado
anteriormente Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, publicó un
documento en donde especificaba el funcionamiento de dicho servicio, que "se basa
en la utilización de tecnologías de comunicación telefónica móvil y de telelocalización".
TE PUEDE INTERESAR: Así funcionan las UVIVG, las unidades que evalúan los
riesgos en la violencia de género
Así, "permite que las mujeres víctimas de violencia de género puedan entrar en
contacto con un Centro atendido por personal específicamente preparado para dar una
respuesta adecuada a su situación, bien por sí mismo o movilizando otros recursos
humanos y materiales, propios de la usuaria o existentes en la comunidad". Y sería
apretando un botón cuando se pondría en contacto con el Centro de Atención,
contacto que se tiene que poder realizar en cualquier momento y desde cualquier
lugar.
La particularidad de ATENPRO es que no sólo atiende las demandas que puedan
plantear de forma ocasional las víctimas de la violencia de género que utilicen este
servicio, también contempla actuar de forma preventiva. Esto se realiza mediante un
contacto periódico para hacer un seguimiento permanente de cada caso. Con ello se
pretende mantener actualizados sus datos personales y sociales, se comprueba que el
sistema continua funcionando correctamente e incluso, si las circunstancias lo
aconsejan, se interviene. Del mismo modo, las usuarias pueden comunicarse con el
Centro de Atención siempre que lo consideren necesario.
La evolución de usuarias de este servicio desde 2010 a aumentado desde las 8.830 a
las 13.065, según los datos aportados por el ministerio a través del portal de
estadísticas de violencia de género. Así, en el año 2011 había 9.939 mujeres
utilizando el servicio ATENPRO, 9.405 en 2012, 10.426 en 2013, 10.502 en 2014,
10.887 en 2015, 11.491 en 2016, 12.477 en 2017 y las 13.065 a 25 de septiembre de
2018.
Perros de protección, otro servicio para mujeres maltratadas
Otro modo de protección a mujeres maltratadas es el de los perros de protección.
Como el caso de Silvia González, que siempre va junto a su perra de protección
porque todavía tiene miedo. Su calvario comenzó cuando tenía 18 años y se escapó
con su novio. Allí se inició el maltrato: palizas diarias, vejaciones, insultos… Así
aguantó 12 años: “Aguanto porque no me siento capaz de decírselo a nadie y siento
vergüenza”.
Fueron, según relata, 12 años de auténtica tortura: “Me anuló por completo, me quitó
de mis amistades, me apartó de mi familia… Yo no le ponía denuncias y cuando se las
ponía se las retiraba todas”. Pero cuando finalmente tuvo el valor para interponerle esa
denuncia, él se presentó donde vivo y le pegó una paliza. Por ello le metieron
directamente en prisión.
Pero desde la cárcel continuó el acoso. Desde allí ha seguido acosándola por teléfono
hasta que instituciones penitenciarias le cortó las llamadas. Ahora Silvia espera con
pavor el día que él salga de la cárcel. Mientras tanto, intenta ser feliz.