Nuestro país implementó formalmente la Gestión por Resultados en el año 2007

con la puesta en práctica del Presupuesto por Resultados, desde entonces han
sido muchos los retos y aprendizajes que hemos tenido en el área.

El Estado Peruano, en razón a las contrataciones públicas, bajo la orientación

de Gestión por Resultados, busca favorecer a todas las entidades públicas que
vayan en una posición firme con un valor público para cual fue establecido,
donde el fin es optimizarlo, asegurando la máxima eficacia, eficiencia y
efectividad de su rendimiento, de esa forma se lograría los objetivos y metas del
gobierno y la mejora continua de sus instituciones públicas.

La Ley actual establece que el propósito es elevar el valor de los recursos

públicos, logrando que las contrataciones realizadas por el sector público se
realicen en las mejores condiciones de calidad, precio y de forma oportuna. Del
mismo modo se debe promover la actuación bajo el enfoque de gestión por
resultados, donde la compra es evaluada en función de su contribución a las
metas institucionales. Por ello, debe darse el cumplimiento de los fines públicos,
la repercusión positiva en condiciones de una mejor vida de toda la población.

Sabemos que, mientras el modelo burocrático tradicional pone su énfasis en los

insumos, en el enfoque para resultados miramos los impactos que tiene la acción
pública, para ello nos basamos en el logro de objetivos, indicadores de
desempeño y estándares comparativos de la productividad.