En el contexto filosófico, y más precisamente ontológico, es un concepto abstracto y posee
el significado absoluto que le da la reducción fenomenológica: todo lo que no es parte del "yo", todo lo que no es el hombre. Y por otra parte, en modo más concreto, sería la realidad como experiencia, la realidad empírica y objetiva. El término latino mundus 'ordenado, limpio' se empleó para traducir el término griego κόσμος kósmos '[buen] orden, arreglo, ajuste, compostura, perfección'. Estos términos reflejan la noción prefilosófica de que el mundo en sentido filosófico constituía una construcción intencionada bien organizada. Por eso en la noción grecolatina existían dioses y entes encargados del mantenimiento de la estructura y buen orden del mundo. En filosofía, el término mundo posee varios posibles significados. En algunos contextos, se refiere a todo lo que conforma la realidad o el universo físico. En otros, puede tener un específico significado ontológico. Mientras que aclarar el concepto de mundo ha estado siempre entre las tareas básicas de la filosofía occidental, este tema parece haber surgido explícitamente solamente al inicio del siglo XX2 y ha sido objeto de continuos debates. La cuestión sobre lo que es el mundo aún no ha sido resuelta.