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Bib1i ográf¡ eas

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"El Cordobazo" ·en la producción bibliográfica


Mónica Gordillo

a producción bibliográfica sobre d G IS de produ cción y, dentro de éstas, tra-


'·Cordobazo" es abundante y de tar de establecer a grandes rasgos cuáles
muy diversa índole. Como conse - eran las características generales que predo-
cuencia de la trascendencia nacional que minaban y las particulares de cada obra re-
.tuvo la movilización y revuelta de los días señada. En este sentido tengo que señalar
29 y 30 de mayo de 1969, y dentro de un que, dado el objetivo del trabajo, no se re-
clima social muy susceptible y predispues- atizará una reflexión crítica sobre c.--ada una
to - por diferentes razones- a valorar fe- de las obras, sino una sintética referencia
nómenos como el ocurrido, muchos auto- sobre su contenido tratando que ésta refle-
res se ocuparon del mismo al poco tiempo je lo mejor posible las principales ideas ·y
de producido. Por esto he adoptado algu- enfoques de los autores considerados.
nos criterios útiles para demarcar el univer· De acuerdo con lo anterior se puede
so abordado desde esta reseña. En primer sostener que, en una primera etapa que se
lugar, decidí dejar de lado la producción extendería hasta mediados de la década del
periodística sobre el tema , que fue muy '70, predominaron -en las producciones
abundante, 1 para concentrarme en las pu- bibliográficas sobre el tema- interpretacio-
blicaciones que en forma de libros o artícu- nes sustentadas en claves sociológicas, en
los en revistas de divulgación académica lo un todo de acuerdo con las que eran lastra-
'
abordaron; en segundo lugar;: es necesario diciones más sólidas en ese momento. Den-
aclarar que consideré aquellas produccio· tro de esta primera serie, elaborada en "ca-
nes ·que tienen contenido histórico, aunque liente"' en forma casi simultánea a los he-
no sea la interpretación histórica la que chos y que adoptan esa perspectiva, debe-
siempre predomine. Señalaré algunas obras mos cirar en primer lugar las obras de Juan
literarias, vertiente que resulta muy intere- Carlos Agulla, Diagnóstico social de una
sante y que por sí misma aparece como un crisis. Córdoba, mayo de 1969, Buenos Ai-:
campo para la investigación, que pueden res, Editel, publicada el 31 de julio de 1969
brindar importantes aportes referidos al re- y la de Francisco Delich, Crisis y protesta so-
gistro simbólico del fe nómeno. Otro pro-
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cial. Córdoba, mayo de 1969, Buenos Aires,
blema se me planteó a l tratar de esboza r Signos, publicada en 1970 como libro aun-
una somera clasificación que ordenara la bi- que varias de sus reflexiones habían sido ya
bliografía según su enfoque predominante presentadas en distintos números de la re-
ya que, en algunos casos, éste era evidente vista jerónimo. 2 En la obra citada de Agulla
pero en otros se mezclaban distintas {radi- como en su artículo "Protesta, subversión y
ciones; de ahí que o pté por establecer una J
cambio de estructuras (un análisis socioló- 'l
primera gran división en relación a las épo- gico de los acontecimientos,, de !-:1ayo en ..
1

1. Además de la información contenida en los periódicos locales y nacionales. ver las notas dedicadas en las revistas Así, pri- 1
mera semana de junio de 1969; Primera Plana, del 1Ode junio de 1969; la edición extra de Siete Días de la primera semana ·
de junio de 1969 y el número 11 de In revista Jerónimo correspondiente al mes de junio de 1969, como asf también la informa-
ción y reflexión que aparece en los siguientes numeres.
2. Una nueva edición del autor, corregida y aumentada con documentos fotográficos, ha sido recientemente publicada.
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· Bibliográficos

Córdoba", aparecido en la revista Aportes, gica que podría aparecer como "caldo de
número 15 de enero de 1970, se intenta cultivo para un copamiento ideológico" del
analizar las causas y posibles consecuencias movimiento sindical por los que llama "in-
del Cordobazo, considerándose que éste trusos" en los sindicatos, refiriéndose a los
respondió a simaciones de orden nacional activistas comunistas. Lo amerior se habría
que hicieron eclosión en la provincia por manifestado en que los sucesos de mayo no
circunstancias especiales. pasaron de la protesta social a la subver-
Las manifes~aciones de violencia desata- sión , aunque ésta fuese intentada por gru-
das en mayo, deben tomarse como signos pos minoritarios una vez que ya la mayoría
de un proceso de transformación estructural había abandonado la escena. Esa falta de
cuyos conflictos no encontraro n · un cauce conciencia revolucionaria se derivaría, se-
institucionalizado de expresión, por razones gún ::;u criterio, del hecho de que }as ideas
políticas coyunturales y por las presiones
. ,; ..
marxtstas aparectan ya como vteJaS y no po-
reales producidas por el estancamiento del drían tener asidero porque el país estaría
proceso de desarrollo industrial. Córdoba se superando para entonces la sociedad clasis-
habría convertido así en el "lugar de la re- ta freme a una nueva sociedad basada en
beldía" contra una política nacional, porque los niveles de capacitación y en el pluralis-
se habría constituido en "meridiano social", mo, propios de las sociedades complejas y
representando la transición entre el desarro- tecnológicas.
llo de Buenos Aires y el sub-desarrollo del Al igual que Agulla, De lich intenta de-
interior. Una posición similar en este punto sentrañar las causas del Cordobazo dentro
sostendrá Delich en su libro, cuando escri- · de un proceso social de más largo alcance,
be sobre la situación de "colonialismo inter- que se habríaprecipitado por circunstancias
no" de Córdoba frenre a Buenos Aires, para coyunturales. Es partidario de un a nálisis es-
referirse a la percepción de la dependencia trucrural más que coyuntural y, por eso, pa-
que afectaría las reales posibilidades de de- ra él lüs sucesos de mayo no pueden anali-
sarrollo ·de la primera. Agulla analiza la par- zarse como una simple reacción frente a la
ticipación que le cupo a los distinto!; secto- agresión, o frente a una política económica,
res sociales en el Cordobazo, para concluir sino que deben situarse dentro de la histo-
que éste estuvo liderado fundamentalmente ria misma de la protesta obrera. Según su
por l.o s que llama "estratos sociales emer- criterio, a diferencia de lo que sostiene Agu-
ge mes" del desarrollo industrial de la ciu- lla, los protagonistas tendrían un proyecto
dad -no por marginales- , sectores que te- social y político y las acciones habrían "afrr-
nían una alta participación social en el pro- mado una conciencia". Pero esas acciones,
ceso de sindicalización; lo que para él expli- a su vez, estarían expresando el conjunto de
caría la disciplina y la movilización con ob- contradicciones en que se debatía la socie-
jetivos a corto plazo (reivindicaciones gre- dad, por ejemplo la que ya señalamos entre
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<
miales) y otros de más largo alcance que provincia y metrópoli, en el seno de un pa-
'·..'• apuntarían a la caída del gobierno y al cam- ís dependiente y que acumularía la sobreex-
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bio de estructuras. Pero Agulla discrepa en plotación en las clases del interior. Esto ex-
j que la vía para esto sea la revolución por- plicaría en parte el carácter policlasista que
que no encuentra, entre la "masa madura en determinados momentos asumieron las
1 socialmente", una conciencia revolucionaria reivindicaciones y sirve para demostrar por
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sino, por el contrario, una confusión ideoló- qué Córdoba habría sido el lugar de la pro-
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Bibliográficos

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testa. Tratando de aportar elementos a este flexiones sobre el tema del Cordobazo, la 1
inrerroganre considera también la variable de Ramón Cuevas y Osvaklo Reicz [Horado
regional para señah1r las diferencias existen- Crespo y Antonio Marimónl. "El movimien~ .
1
res dentro de su movimiento obrero, al que to estudiantil: de la Reforma al Cordobazo~. 1
considera más comb;Hivo, como consecuen- págs. 17-18, la de james Petras, "Córdoba y
cia de haberse desarrollado en un secwr es- la revolución socialista", págs. 28-31. y la de
tratégico y moderno de la economía y don- Juan Carlos Torre, "Unn oposición social".
de Jos dirigentes estaban mucho más cerca pág. 32. En su trabajo Perras refl exiona no
de las bases. Así, el '69 se entronca dentro sólo sobre el movimiento de mayo ·de 1969
de una gimnasia que ya venían desarrollan- sino también sobre la movilización de mar-
do desde 1964 con el Plan de Lucha de la zo de 1971 al que llama ''segundo Cordoba-
CGT. En lo que de alguna manera aparece zo", tratando sobre todo de senalar los im- l
como una coincidencia con Agulla. señala pactos que éstos tuvieron en la política ar-
como causas desencadenames el hecho de gentina. El Cordobazo fue sólo el comienzo
que no habrían existido los canales para la de una serie de manifestaciones de rebelió n
mediatización de la protesta dada la inexis- obrera que tendrían su origen en el afianza-
1.
tencia de una burguesía industrial nativa miento de una "nueva conciencia crítica" 1
que hubiera actuado como interlocutor de entre importantes núcleos de trabajadores
ese nuevo sindica lismo y la particular co- que habrían constituido un "foco regional"
yunrura política . Delich analiza las caracte- socialista que, incluso, aparecía instituciona- 1

1
rísticas de los diversos grupo~ sociales im- lizado por el surgimiento y afianzamiento •

plicn clos en la protesta y las motivaciones de dirigentes revolucionarios en varios sin-


que cada uno puede haber tenido para ad~ dicatos claves. Entre los determina ntes his-
herir a ella, lo que le sirve para afirmar el tóricos para que esto ocurriera, Petras seña-
carácter esencialmente popular y masivo de la una particular cultura política cordobesa
la misma, negándole cualquier injerencia que habría servido para legitimar la radica-
de los partidos políticos en la movilización. lización de la clase obrera y predispuesto a
Por último, Mayo es visto como pumo la pequeña burguesía hacia una alianza con
de llegada y partida, lo que transformó la el proletariado como así también el hecho
crisis latente, potencial, en comportamiento de que, al iniciarse el proceso de industria- 1
de crisis. Lo que el Cordobazo abrió es re- lización, en Córdoba el peronismo habria si-
cogido en otro artículo del autor titulado do débil en los nuevos sindicatos dificultan-
"Córdoba, la moví~ización permanente" que do la consütución de una burocracia pero- i
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apareció en la revista Los Libros, A.3, núme- nista, y permitiendo que los nuevos obreros
ro 21, agosto de 1971, págs. 4-8. Tamo la considerasen la alternativa socialista. Así~
obra de Agulla como la de Delich terminan mismo, esa cullura política y algunas carac-
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'
con un anexo basado en la cronología de terísticas paniculares de la masa estudiantil
los hechos y la uanscripción de algunos do- de Córdoba habrían llevado, ~egún él , a que
cumentos. ésle sea el único lugar dt la Argentina do n- t

Es de destacar el número de la revista de los estudiantes realizaron esfuerzos deli-


antes mencionada porque todos los artícu ~ berados para apoyar las luchas de la clase
los allí aparecidos se reunieron tratando de obrera. Sin embargo, Petras concluye que lo
responder a un interrogante común: ·'¿Por ocurrido en Córdoba, si bien no puede ser
qué Córdoba?" y en él aparecieron varias re- repetido mecánicamente en Buenos Aires,

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Bibliogrófi(OS

puede ser generalizable en otros centros ur- ducción del Estado dependerá la posibili·
banos. Lo político -sostiene- es el factor dad de una generalización de las condicio-
clave para diferenciar ambas áreas. Señala nes para el conflicto de clases. Como con-
la incapacidad de la izquierda para construir clusión, señ<o~la que la nueva oposición so-
en Buenos Aires un polo sindical que atra- cial surgida del Cordobazo anticiparía un
jera el descontento de las masas obreras y " porvenir pero no era todavía el centro de la
panir de éste construyera su oposidón. historia política inmediata ..
Para Juan Carlos Tone, el Cordobazo Daniel Villar en su obra El Cordobazo,
debe ser visto como una reacción comra publicada en 1971, presenta un enfoque di-
una coyuntura en la que se combinó un ferente a los anteriores. Para él no es nece-
proyecto de racionalización económica ca- sario considerar el proceso histórico previo
picalista y un poder fundado en el autorita- porque la protesta del 29 y 30 de mayo ha-
rismo político y que marcó el nacimiento de bría sido un hecho revolucionario de masas
una oposición social. Pero ésta participó de que respondieron en forma espontáne~ a
la dialéctica que para él anima el surgimien- una inlolerable situación institucional, polí-
to de los movimientos sociales: l:t disocia- tica y social. Comienza entonces con el re-
ción entre los comportamientos y las repre- lato y cronología de las manifestaciones es-
sentaciones que de él se hacen los prorago- tudiantiles contra Onganía que tuvieron lu-
nislas que en el Cordobazo, como momen- gar en Corrientes, Rosario, La Plata, Tucu-
to de transición en las luchas sodales, se mán y Córdoba a las que considera como el
habría manifesrado en la explosión de una prólogo del Cordobazo. Luego presenta un
1 violencia sin consignas. Esta violencia re- detalle de los acontecimientos ocurridos en
presentaría la tensión entre el rechazo a la Córdoba el día 29, la resistencia a la noche
presión como arma del combate social en el Barrio Clínicas y Jos aHanamíenws y
-símbolo del pasado-- y la carencia de un detenciones producidos el día 30, la ocupa-
discurso propio que definierJ la originali- ción del Barrio Clínicas y e1 sometimiento
dad que se estaba produciendo en las lu- de los últimos focos de protesta. Como con-
chas sociales. Así, los actores del Cordoba- clusión señala que la violencia del Cordoba·
zo llenaron ese vacío ejerciendo "una vio- zo significó la "puesta al día" de las mayorí·
lencia anónima y vinuai". La revuelta de as populares frente a la violencia del poder,
mayo apareCio• entonces como un movr-
• •
donde las bases obreras y estudiantiles ha-
miento "abierto" que recogía un pasado pe- brían superado y desbordado a sus dirigen-
• ro marcaba diferencias y rupturas, que se tes .

fueron definiendo posteriormente y cuya Una obra colectiva reunió los trabajos
síntesis estaría en la propuesta del SITRAC-SI- de varios autores: Beba Balvé, Miguel Mur-
1
' TRAM, que esgrimiría como novedad un mis , Juan C. Marín, Lidia Afgang, Tomás Bar,
cuestionamiento clasista. Pero como la con- Beatriz Balvé y Roberto Jacobi en el libro
ciencia sólo puede constituirse en el interior Lucha de masas, lucha de clases, en 1973.
1 de un conf1icto entre clases, la conciencia Algunos de ellos se refieren específicamen-
clasista del SITRAC-S!TRAM sólo pudo aparecer te al Cordobazo, mientras otros· presentan
como respuesta del mundo del trabajo a la reflexiones más generales en cuanto al es-
racionalización capitalista que Krieger Vase- cenario y al espacio de tiempo considerado.
na consagró como política; de ahí que de la Entre los primeros habría que citar el de las
capacidad de ésta para hegemonizar la con- hermanas Balvé, cuyas ideas serán rewma-

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das luego por ellas en un libro aparecido dós, Nueva Epoca, número 2, 1975, págs.
mucho tiempo después, donde específica- 77-118 y de Iris Roldán, Sindicatos y protes-
mente se refieren a las distintas movilizacio- ta social en la Argentina. Un estudio de ca-
nes y protestas del año 1969. so: el Sindicato de Luz y Fuerza d e Córdoba
El libro de Jorge A. Ramos, Jorge E. Spi- (1969-1974), Amsrerdam, Cemro de Estu-
limbergo , José L. Madariaga y otros, El Cor- dios y Documentación Latinoamericanos,
dobazo, de 1974, reproduce íntegramente el número 11.
número extraordinario que la revista Lucha jelin considera al Cordobazo como la re-
Obrera, órgano del Partido Socialísra de la acción contra una coyuntura en la que se
Izquierda Nacional, sacó en junio de 1969. combinaba un proyecto de racionalización
Los textos han sido agrupados en dos gran· económica capitalista y un poder fundado
des partes tituladas ''Cómo empezó la crisis" en el autoritarismo politico. Comparte la hi-
y "Córdoba revolucionaria", precedidas por pótesis, también sostenida por Delich, res-
una introducción éscrita por Spilimbergo pecto a la contradicción entre una impor·
que se titula "El Cordobazo cinco años des- tante clase obrera surgida del desarrollo in-
pués" y por un epílogo cuyo texto apareció dustrial y caracterizada por su autonomía, y
en el número de junio de 1970 del periódi- la existencia de un sector empresarial de-
co "Siwación", órgano de la Agrupación pendiente en sus decisiones de Buenos Ai-
Universitaria Nacio nal (AUN). Los autores res . Para ella el movimiento de mayo debe
aclaran que esta obra no tiene carácter his- ser visto corno punto de partida de un pro-
tórico ni teórico sino que debe leerse como ceso de elaboración ideológica que buscó
"historia viva y teoría en acción" por prove- adecuarse al potencial de acción directa que
nir de una comunidad militante que, aun- se había manifestado, aunque esto haya ter-
que se reconoce todavía embrionaria en su minado en un posterior fracaso del lideraz-
desarrollo organizativo, habría participado go en el sentido de que la masa obrera mo-
intensamente en los sucesos de mayo. Para vilizada nunca habría llegado , según su cri-
ellos el Cordobazo marca un punto culmi- terio, a ver como propio el programa revo-
nante y liminar en la cadena de insurreccio- lucionario de la dirigencia.
nes provinciales contra la dicradura y, en es- En lo que se refiere al tema de l Corda-
te sentido, puede equipararse ~ las jornadas bazo, Roldán intenta precisar la participa-
de octubre de 1945 de las que son su con- ción que en él le cupo al Sindicato de LUZ Y
tinuidad pero también su superación dialéc- FUERZA de Córdoba, para concluir que ésta
tica. fue muy importante en la preparación de la
Aunque no fuese el objeto central de la medida, incluso en la elaboración de diver·
indagación, algunos estudiosos de la pro- sos elementos con los que defenderse de la
blemática social de esa época brindaron represión policial; en ese sentido, el paro
también ciertas interpretaciones sobre los habría sido perfectamente organizado. Para
sucesos de mayo en trabajos que tenían · esta autora, tanto la protesta de mayo como
otros objetivos. Tales son Jos casos de Eliza- las que siguieron después estuvieron sie m-
beth ]elín en "Espontaneidad y organización pre mediaüzadas por los sindicatos locales,
en el movimiento obrero", Revista Latinoa- en vez de por los partidos políücos y den-
mericana de Sociología, publicada por el rro de ellas Agustín Tosco y, con él, la diri-
Centro de Investigaciones Sociales del Insti- gencia de wz Y FUER7.A habrían desempeña-
tuto Torcuaro Di Tella, Buenos Aires, Pai- do ün papel esencial.

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Bib\iogr6ficos

Luego de esta primera serie de escritos ejerciendo funciones de liderazgo sobre to-
1
• sobre el tema, a partir del golpe militar de do entre los estudiantes_ Mezcla el relato
1976, sucedieron varios años de silencio. personal con información extraída de dia-
\• Recién entrada la segunda mitad de la déca- rios y de otros escritos sobre e l Cordobazo
da del '80, el Cordobazo volvió a instalarse y con testimonios de militantes comunistas,
como punto de reflexión de diversos auto- a lgunos de ellos desaparecidos -como el
res, muchos <;le ellos retomando ideas que caso de David Colman- cuyos comentarios
habían sido ya ~sbozadas en los '60. Sin em- fueron reproducidos de una mesa redonda
bargo, a pesar del tiempo transcurrido que del Partido reunida en mayo de 1974. Seña-
J
podría haber permitido tomar cierta distan- la también las ~strechas conexiones de
da ante los hechos, no es todavía la pers- Agustín Tosco con el partido Comunista y la
pectiva histórica la que predomina sino ayuda brindada por éste durante su clandes-
que, por el contrario, su figura es reactuali- tinidad, enfermedad y poste rior muerte,
zada en la mayoría de los casos como un ta- aunque reconoce que el dirigente de LUZ Y
lismán que permitiría conjurar la crisis de FUERZA nunca quiso afiliarse al Partido_ Para
identidad que actualmente enfrenta el movi- terminar concluye que en Córdoba se habrí-
míemo obrero. La fuerza de las· ideologías an dado -para hacer posible la moviliza-
sigue marcando todavía fu ertemente las in- ción-, "factores objetivos" .tales como la
terpretaciones corrientes sobre el Cordoba- política de centralización, concentración de
zo, opacando tal vez la riqueza que un aná- capital y racionalización aplic-adas por On-
lisis histórico permitiría. Ahora analizaré los ganía, y "factores subjetivos" entre los que
trabajos producidos en esta segunda etapa. destaca la existencia, ya desde antes del
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Cordobazo, de una vanguardia con una te-
En 1987, Jorge Bergnscein publicó su li-
bro Bl Cordobazo, Buenos Aires, Carrago. El oría revolucionaria el marxismo-leninis-
autor, que en el momento del Cordobazo y mo y otras vertientes combativas- y t.in
desde 1966 era secretario del Partido Comu- grado de organización de la clase obrera y
nista de la provincia, advierte que la inten- de otros sectores sociales capaces de "diri-
ción del libro es recuperar la memoria his- gir concientemente la acción revoluciona-
tórica sobre lo que marcó un hito en las lu- . ".
na
chas obreras y populares argentinas, porque Dentro de la misma línea, el libro de Ro-
habría inaugurado "una etapa histórica de que Alarcón, Cordobazo, Buenos Aires, En-
ascenso revolucionario que llegó a su ex- marque, 1989, comienza con una evocación
presión más alta en 1973-74". Pero lo que del Cordobazo al cumplirse los ve inte años
más específicamente pretende es analizar la del mismo, presentándolo como un gran
actuación que en ese hecho le cu po al Par- "ensayo" de la misión que, según él, algún
1
tido Comunista , para contribuir así al cono- día el pueblo deberá cumplir; sería necesa-
1 cimiento del papel que en el mismo tuvie- rio -enronces- recordar ese hecho para no
·¡ ron las fuerzas políticas. Según su interpre- cometer los mismos errores cuando se pro-
'
tación la labor desarrollada por el Partido y duzca el previsto "argeminazo". El trabajo
por la Federación Juvenil Comunista, habría contiene abundante información histórica,
sido muy importante en la preparación del como la contenida en cuatro capítulos sobre
Cordobazo -hasta e l punto de prepara un ei dia 29 de mayo donde relata Jos aconte-
"plan de emergencia'' para afrontar la repre- cimientos ocurridos a la mañana, al medio
sión polícial-, y en Jos sucesos callejeros, día, a la tarde y a la noche y otro referido al

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Bibliográficos
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día 30 de mayo, donde se presentan fotos y sas que habría cobrado forma a través de la
tesrimonios. Aparece una referencia sobre huelga polírica de masas. Pero en 1969, co-
el pa norama internacional que habría influi- mo se indica en el título del libro , se hahrí-
do en la década y acerca del contexto na- an dado diferentes "combates de masas";
cional, pero no se respetan las exigencias por ello las auwras tratarán fundamental-
d e la reconstrucción histórica como, por mente de establecer las particularidades de
ejemplo, la identificación de las fue ntes de cada uno ya que, según su criterio, estos
d onde extrae la información (no aparece in- aparecen como tres momentos en la lucha
dicada ninguna nota n i bilbiografía). Pone de masas con objetivos djferentes: el demo-
mucho énfasis en destacar el papel que ha- crático en el primer rosariazo, el que se pro-
brían jugado Jos delegados de fábrica en la duce como reacción frente a los disturbios
preparación del Cordobazo, sobre todo los estudiantiles de Corrie ntes, manifestado en
q ue, para él, ya venían definiéndose con la participación popular masiva sin discrimi-
una posición clasista hacia principios de nación de los sectores sociales presentes; el
1968, principalmente en la p lanta d e Pedriel económico en el Cordoba zo, manifestado
y en la sección Forja de IK.A.-RENALTLT. Como en el hecho de que al ser la iniciativa exdtl-
conclusión final señala que el Cordobazo sivame nte obrera, el ámbito de la lucha se
fu e e n parte planificado, otra parte decidida circunscribe a este objetivo ; no existe legiti-
en la calle pero , en la misma proporción, un · midad de sus luchas en relación· al Estado
acto incontrolable. por lo cual, en Córdoba , ios obreros se ha-
F.l año 1989 dio lugar a dos publicacio- brían en contrado solos. Mientras que e l ob-
nes más sobre el tema: la de Miguel Bravo jetivo del rosariazo para las autoras era el de
Tedín y Gonzalo Sarría, El Cordobazo. un establecer las condiciones de lucha econó-
grito de libertad, La Rioja, Editora del Noro- mica contra el poder social vigente. El se-
este , mayo de 1989, y la de Beba y Beatriz gundo rosariazo, el de septiembre, habría·..
Balvé, El '69. Huelga política de masas. Ro- puesto de manifiesto el más alto grado de
sariazo-Cordobazo-Rosm1azo, Buenos Ai- unidad de clase haciendo posible la insu-
res, Contrapunto, junio de 1989. En la pri- rrección. Comienzan el libro describiendo
mera los autores muestran al Cordobazo co- cómo se fueron conformando desde 1966
rno una movilización popular contra e l régi- los diferentes "alineamjemos en relación de
men de Onganía , contra el autoritarismo enfrentamiento" y "alian zas de clases", para
político. Presentan varias fotografías y testi- luego relatar el desenlace de los acomeci-
monios orales de representantes d e distintos mientos en cada uno de los momentos an-
secto res sociales y destacan la participación tes señalados, de lo.s que emergerían res-
estudiantil para sostener la resistencia en pectivamente nuevas fig uras sociales: el jo-
Barrio Clínicas. ven rebelde , el obrero combatiente y el in-
El libro de las hermanas Balvé parte del surgen te. Contrariamente a lo que registra la
presupuesto de ver en el proceso histórico memoria del periodo que subestima los ro-
la lucha de clases con momentos en que és- sariazos pam enfatizar sólo el Cordobazo,
ta se hace visible. El año '69 sería uno de atribuible a una "debilidad teórica del eco-
ellos, punto de llegada y de partida porque nomismo", debe buscarse en los levanta-
en él se habría n dado las condicion es obje- mientos de Rosario y no en el de Córdoba
tivas para una situación revolucionaria; el la génesis del movimiento de liberación na-
momento de realización de la lucha de ma- cional y social, llegando incluso a concl uir

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1 Bibliográficos
.
1

que "el Cordobazo puede ser manipulado, nan y Mónica B. GordiUo, "Working class

los rosariazos no". protesr, popular revolt and urban ínsurrec-
1 Dentro de los trabajos que consideran tion in Argentina: the 1969 Cordobazo",
1
.
. que en la explicación del Cordobazo debe a parecida en el journal of Social History,
i
l
tambié n tenerse en cuenta la especial tradi- vol. 27, número 3, spring. 1994, págs. 477-
ción sindical constituida en Córdoba, entre 498, cuya traducción s~ presenta en esta re-
Los que eran sus sindicatos líderes y verlo vista. •
como resultado de esas prácticas que deben Por otra parte, en algunas bibliografías
ser explicadas y reconstruidas históricamen- generales sobre el movimiento obrero~· co-
l te dentro de un particular contexto históri- mo la de Julio Godio, El movimiento obrero
1 argentino (1955-1990). De la resistencia a
' co, se encuentran el de judith Evans, Paul
Heath Hoeffel y Da niel James, "Reflections la encrucijada menemista, T. v, Buenos Ai-
on argentine auto-workers and their unions" res, Legasa, 1991, se incluye algún capín1lo
1 en R. Kronish y K. Meride, Tbe political eco- sobre el Cordobazo, considerándolo como
¡ nomy oj the latin americcm mator vebicle el momento de repliegue vandorista y de
11
industry, Cambridge, Massachussetts, Mit emergencia de corrientes sindicales de resis-
Pres, 1984 y el mío propio, Mónica B. Gor- rencia activa a la dictadura militar de Onga-
\
•1
.•
\
dillo, "Los prolegómenos del Cordobazo: nía. Este es el caso también, aunque con
los sindicatos líderes de Córdoba dentro de otro enfoque, del libro de Daniel James , Re-
la estructura de poder sindicar, Desarrollo sistencia e integración. El peronismo y la
Económico, vol. 31 , núme ro 122, Buenos clase trabajadora argentina, 1946-1976,

1 Aires, julio-septiembre de 1991. Allí se con- Buenos Aires, Sudamericana, 1990. Asimis-
i sidera centralmente la organización interna
y el funcionamiento real, más allá de la es-
mo existen varios trabajos dedicados a la
memoria del dirigente lucifuercista Agustin
tructura formal, de los sindicatos líderes Tosco que dedican gran espacio al Cerdo-
prestando atención a las características de bazo y a relatar la participación de aquél en
las bases representadas, al tipo de relación ese hecho y en la ludia que prosiguió. Esto
establecido con sus dirigentes y a su inser- ocurre con el libro de Jorge O. Lannot,
ción en el aparato sindical local y nacional. Adriana Amantea y Eduardo Sguiglia , Agus-
Se intenta precisar la incidencia de la lucha tín Tosco, conducta de un dirigente obrero,
económico-gremial en la constitución de Buenos Aires, Centro Editor de América La-
una fuerte conciencia sindical antiburocráti- tina, Biblioteca Política número 80, 1984 y
ca y combativa dentro del contexto de lo el de Doralice Lusardi, Agustín Tosco, vida y
que se denomina un~ cultura de resistencia" <;ircunstancia, Córdoba, Junta Provincial de
y la repercusión del golpe de 1966 en el Historia de Córdoba, Cuadernos de Historia,
contenido de la protesta. En otro artículo, número 39, julio 1994, que aunque se dedi-
"A 21 años del Cordobazo", publicado en ca más a destacar diferentes momentos de
diario Córdoba, Suplemento Política, 27-05- la vida de Tosco, consagra también un capí-
1990, intento presentar algunas de las prin- tulo al Cordobazo.
cipales hipótesis explicativas del mismo. Si- Por último quisiera señalar como ejem-
guiendo esas líneas e intentando presentar plos de la vertiente literaria que se refieren
una visión abarcativa e integral del fenóme- en sus obras al Cordobazo, el libro de Dá-
no de mayo de 1969, se encuentra la última maso Martínez, Hay cenizas en el viento, y
publicación sobre el tema de James P. Bren- el de Antonio Marimón, El antiguo alímen-

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l.
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.J.
Bibliográficas

to de tos héroes, Buenos Aires, Puntosur, lucionario (rcR) presenta un hermoso capí-
1988. Este libro , escrito como las vivencias tulo rirulado "La Fiesta" en el que intenta re-
de un militante del Partido Comunista Revo- crear la experiencia del Cordobazo. •

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