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Capítulo IV: EL PROCESO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS.

La “orientación hacia las políticas” fue un proyecto elaborado por Lasswell que pretendía
articular el conocimiento científico con el proceso de toma de desiciones. Este proyecto se
componía de dos dimensiones: I) el conocimiento del proceso de políticas que pretendía
conocer la formación, formulación y ejecución de las políticas y II) el conocimiento en el
proceso de políticas cuyo objetivo era incorporar el conocimiento científico para mejorar la
calidad y cantidad de información en la toma de desiciones. Ambas dimensiones debían
estar articuladas. Puesto en práctica el proyecto generó dos subcampos. De la primera
dimensión se centró en la investigación académica orientado en la búsqueda de datos y
teorías que permitan explicar el proceso de políticas (policy-process). En tanto la segunda
originó una dimensión conocida como policy-analysis orientada al proceso de toma de
decisiones. En la primera dimensión lo importante es averiguar cómo y porqué se opto
una alternativa sobre otras o porqué se considera como problema esa cuestión a resolver,
mientras que en la segunda dimensión lo fundamental es saber de qué manera se puede
incorporar el conocimiento. Es es este contexto que se desarrolla el enfoque conocido
como procesal, secuencial, de fases o etapas de las políticas.
Este enfoque o modelo pretende abordar las políticas públicas como un proceso
estructurado en distintas etapas o fases interrelacionadas, e identificar las cuestiones,
preguntas y problemas que en cada una de esas se buscan resolver.
Entre algunos autores (Jones y Anderson) las etapas serían: I) identificación del
problema/agenda: problemas que reclaman y reciben la atención del gobierno; II)
formulación de alternativas/política: desarrollo de propuestas de cursos de acción que
sean aceptables, pertinentes y factibles; III) adopción y legitimación del curso de acción:
elección de de un curso y explicar porqué se ha elegido; IV) aplicación/implementación:
poner en práctica la alternativa adoptada y V) evaluación: que es medir los resultado y
consecuencias producidas para determinar la eficacia, eficiencia y efectividad de las
políticas adoptadas.
Aguilar Villanueva sugiere otro modelo diferente.

En este modelo el orden sería: I) definición del problema: cuáles son sus dimensiones,
componentes y causas; II) formación de la agenda: porqué se considera un problema y
objeto de una acción gubernamental y los actores que intervienen en el proceso; III)
construcción de alternativas: disponibles y viables, riesgos, beneficios y costos de cada
una de ellas; IV) toma de decisión: cuál es mejor; V) implementación: acciones
conducentes que llevan a su aplicación, al alcance de sus objetivos y metas que se
propone; VÍ) evaluación de la política: qué y cómo evaluar y para qué fines y finalmente
VII) terminación o continuación de la políticas consiste en decidir, en función de los
resultados de la evaluación, si debe continuar, finalizar o revisarse.
La/s política/s tienen su origen en la problematización de la realidad, esto se da cuando
ciertos actores sociales identifican y definen un problema y lo convierten en socialmente
relevante, no significa que pase a formar parte de la agenda, puede no ser postergado
debido a la poca prioridad del gobierno o la atención pública ante otros problemas. Para
ello es necesario contar con información para poder reconocer los componentes del
problema, si son tratables y sus costos, al igual para comprender los efectos en tiempo y
espacio que el problema genera. Definir un problema es complicado por dos razones: I)
los problemas públicos son de gran complejidad y II) estos problemas no existen por sí
mismos, son hechos que pueden o no ser definidos como problemas.
Los problemas públicos también tienen una dimensión temporal, piense en un proceso por
el qué pasa un problema público para ser una cuestión relevante para el gobierno.

Durante la primera etapa (pre-problema) se reconoce una situación indeseable pero qué
no ha llamado la atención pública; (descubrimiento alarmante o entusiasmo eufórico) se
reconoce como problema público a través de un evento inesperado que concita la
atención pública y demanda una intervención del gobierno; (percepción de costos del
progreso) se calcula los costos y beneficios que implica la atención (o no) del problema;
(disminución del interés público) el tema pierde intensidad, un nuevo tema lo sustituye;
(post-problema) como última etapa el tema pierde la importancia.
La definición de un problema es de suma importancia debido a que la forma en que se
define condiciona los objetivos que se persiguen y los instrumentos que se utilizarán.
Quien define es quien decide, los grupos que logren plantear una definición aceptable
influirán en gran medida en la decisión.

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