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La Odontología Es Una Profesión Con Vocación Humanista PDF
La Odontología Es Una Profesión Con Vocación Humanista PDF
La atención odontológica no está ajena a esta realidad que hemos descrito. Acudir a una
atención odontológica no hay duda que para el paciente implica vivir una experiencia
tensa y opresiva: el equipamiento es poco amistoso, el instrumental es agresivo, y junto
con las luces y los extraños aromas de fármacos, se dibuja un espacio particularmente
intimidante y hostil.
Los odontólogos tienen el deber profesional de estar atentos y receptivos ante este
complejo de vivencias que experimenta el paciente en la atención clínica, reconociendo la
integridad de su condición humana y de la que goza todo persona cualquiera sea su
condición física, socioeconómica, género, edad, etc. En efecto, el temor no hace
excepciones ni distingos. Cuando se padece una enfermedad, por más autónomos y
participativos que seamos en la toma de las decisiones clínicas, nuestra ineludible
fragilidad condiciona nuestra libertad. En efecto, si bien las decisiones clínicas las ejecuta
el odontólogo, una vez que han sido informadas y consentidas, en el momento de la
intervención el paciente por su estado de dependencia está limitado en su participación.
Esto produce una ansiedad e incertidumbre que el profesional debe gestionar con un
juicio técnico prudente, habilidades comunicativas y un actuar correcto.
Si el humanismo se entiende, en palabras del Dr. Roa, como “la preocupación activa por
salvar lo humano del hombre”, la Bioética es un saber y una práctica por esencia
humanista. La práctica clínica tiene por fin último el curar y el cuidar el enfermo, no como
carne dañada, sino como una persona con vivencias, espiritualidad y sentimientos únicos.
La Bioética invita a una reflexión moral sobre el ejercicio clínico, cuyo objetivo final es la
búsqueda del bien del paciente, respetando su autonomía, en otros términos el
restablecimiento de la salud evitando la instrumentalización de la persona. Es por ello
que, los conocimientos, experiencias, habilidades y destrezas clínicas por importantes que
éstas sean, constituyen solo medios y no fines.