UN POEMA UN VIEJO TREN Y UN PROSTO OLVIDADO.

Se puede elogiar la diversidad.

De banderas al regresar a la cuidad.

Construyendo lupas y sueños.

Que se ahogan en las aguas sin rumbo.

Mejor escribir sobre un viejo tren olvidado.

Tener un poema que valga la pena.

Escribir otro atacando la región.

Prefiero la diversidad de banderas.

Diferencia cuando valga la pena.

Seguir varado sin esperanza.

Madrugando a la espera

De una buena mano.

Podría jugar a las cartas y cantar.

Recordando un rostro olvidado.

Una sonrisa. Un viejo vino para

Maldecir viviendo de prisa.

En la espera de una ciudad.

Y de un tequila en una cantina

Con el nombre los tres reyes magos.

No sabría decir si dura un segundo.

La sinrazón de los moribundos.

En lo oloroso mercado de la calle central.

La muchedumbre que nunca se apersona.

Para ondear bandera que valga la pena.