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“EL NIETO 130 RECUPERADO POR LA ABUELAS DE MAYO

BUSCA A UN POSIBLE HERMANO”


Javier Matias Mijalchuk es el último de los robados durante la dictadura que
recupera su identidad. Tenía cuatro meses cuando desapareció y su madre estaba
embarazada.

“¿Sos vos Javier?”, fue lo primero que Roberto Mijalchuk logro decirle a su sobrino, Javier
Matías Darroux Mijalchuk, cuando finalmente volvió a abrazarse tras 40 años de búsqueda.
Cuando desapareció, Javier Matías era un bebe de cuatro meses. Su madre, Elena Mijalchuk, lo
llevo con ella a una cita en la madrugada del 26 de diciembre de 1976 en la que esperaba
conseguir información sobre su marido, Manuel Darroux, secuestrado días antes a partir de los
datos que recibió en una carta, pero cuando llegó a Núñez (Pampa entre Lugones y Figueroa
Alcorta) con Matías en brazos, nada más se supo de ella. El bebe fue encontrado por una mujer
en la calle, a pocas cuadras de CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN QUE FUNCIONÓ
DURANTE LA DICTADURA EN LA ESCUELA SUPERIOS DE MECÁNICA DE LA ARMADA
(ESMA), y adoptado de forma legal.

Aunque hacía años que sospechaba que podía ser hijo de desaparecidos, se entero de su
verdadera identidad en 2016 cuando un análisis genéticos confirmo su parentesco. Ahora
busca reconstruir la historia de sus padres y encontrar a un posible hermano o hermana: su
madre estaba embarazada cuando desapareció.

“Hoy es un día hermoso. A pesar de la lluvia, estamos felices”, dijo la presidenta de ABUELAS
DE MAYO, Estela de Carlotto, al anunciar la restitución del nieto 130 robado durante la última
dictadura Argentina.

Los padres de Javier Matías se conocieron en la universidad de Morón, donde ella estudiaba
para contadora y el realizaba tareas administrativas. Después se fueron a vivir juntos a
Caseros, conto De Carlotto. A su lado estaban Javier Matías y Roberto, arropados por otros
familiares y militares de Derechos Humano en una sala desbordada.

“Me resistía a acercarme a Abuelas porque estaba bien con quien era, o eso creía, pero a fines
de 2006 entendí que si busca mi identidad no era tan importante para mí no podía ser tan
egoísta porque del otro lado podía haber personas buscándome ”, dijo Javier Matías. Al otro
lado lo esperaba su tío, quien había mantenido siempre el teléfono de línea que dejo como
contacto en el momento de denunciar las desapariciones.

“Recibió el llamado tan esperado a ese teléfono fijo que nunca había dado de baja. La Conadi
(Comisión Nacional por Derecho a la Identidad) se comunico que había encontrado a su
sobrino y que podían reunirse”, informo De Carlotto. “Javier Matías, Darroux Mijalchuk
conoció su origen y hoy las Abuelas le damos la bienvenida a esta enorme familia para
restituirle su Derecho a la Identidad y Contribuir a las reconstrucción de su historia”.
“No hay nada más significativo que el abrazo con mi tío de 40 años de búsqueda ”, se
emociono el nieto 130. “La restitución de mi Identidad es un homenaje a mis padres”. Se trata
de un caso extraordinario de 500 niños fueron apropiados por la última Dictadura Argentina
entre 1976 y 1983 y crecieron sin conocer su verdadera identidad. La mayoría fueron hijos de
madres militares, de las que los separaron al poco de nacer para entregarlos a familias ajenas.
Descubrir esa dura historia familiar y asimilaría lleva tiempo y los nietos recuperados suelen
ausentarse del anuncio formal de restitución.

Javier Matías, en cambio, hace casi tres años que conoce su pasado pero no se había hecho
público porque la Justicia no ha podido reconstruir todavía las causas de desaparición de la
pareja.

Desde la sede de Abuelas el nieto 130 hizo un llamado a todos aquellos que puedan aportar
datos sobre sus padres desaparecidos y animo también a quienes tienen dudad sobre su
identidad a tener coraje para conocer la verdad.

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