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UNA DOSIS DE ACADEMIA: TRABAJO SEXUAL (Dra.

Marta Lamas ITAM - ILSB)

Yo creo que desde el Feminismo ya se está hablando de trabajo sexual y la disputa,


es una disputa bastante antigua, que tiene que ver con la sexualidad y sobre las
distintas expresiones sexuales, Y desde los años ’70…se han dado las guerras en
torno a la sexualidad, con una mirada que considera que hay formas denigrantes y que
victimizan a las mujeres y ahí entraría el comercio sexual, y otra perspectiva, que dice
que hay posibilidades de tener estas formas sexuales, sin ningún daño y hasta con
placer para algunas mujeres.

Entonces es una disputa muy rancia que implica dos perspectivas, o sólo sobre
Comercio Sexual, sino también, sobre la pornografía, sobre las relaciones de pareja, la
apertura, el “poliamor”, otras formas de sexualidad y es una mirada sobre todo lo que
se ha dado por llamar el “sexo recreativo” y está vinculado al tema del cuerpo. El tema
de si los servicios corporales que haces vale mercantilizarlos, comercializarlos o no.
Esa es la gran discusión.

Viejas discusiones: la sexualidad puede ser una sexualidad expresiva, o sea, tú te


prendes sexualmente con alguien y eliges tener una sexualidad con esa persona, o
puede ser una sexualidad instrumental, es decir tú dices: yo voy a dar sexo a cambio
de seguridad, matrimonio, una cena, una promoción laboral o dinero. Entonces, en la
discusión sobre el trabajo sexual, desde hace muchos años, sobre todo a partir de los
años ’80, hubo una extraña alianza entre feministas radicales y cristianos, que
plantearon que estas formas más libres y más mercantiles del ejercicio de la
sexualidad eran incorrectas y que había que prohibirlas, que abolir el comercio sexual.
Por eso a estos grupos se les llama Neoabolicionistas y frente a esas posturas, está la
postura de las propias trabajadoras sexuales y de algunos grupos feministas y grupos
progresistas, que las apoyan diciendo “todos vendemos servicios con el cuerpo”. Y
muchos de nosotros hacemos sexualidad instrumental, …no solo tenemos relaciones
sexuales cuando nos prendemos, sino a veces por compromiso, con el galán, con el
marido o con la galana, con el jefe por una promoción laboral, es decir, reconocer las
múltiples formas de intercambio. Y no nos parece aberrante ni que siempre lleve a la
victimización, el que las trabajadoras sexuales puedan hacer un intercambio por
dinero, poniéndose en un esquema de derechos laborales, de seguridad, etc..etc… Y
me parece que el punto importante es, que no es excluyente estará favor de una
regulación del trabajo sexual, con estar en contra de la trata. Yo estoy totalmente en
contra de la trata, creo que la trata existe, creo que hay que luchar de maneras más
inteligentes contra la trata, pero también he escuchado a los trabajadores, aunque mi
investigación no es sobre hombres decir, “nosotras queremos tener nuestro
reconocimiento como trabajadoras sexuales, queremos derechos laborales ..y
queremos tener pensión, podermos retirar”. Hay una disputa muy compleja, porque
esto no es solamente blanco contra negro, en medio hay muchos tonos de grises de
distintas posiciones feministas.

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