Los bólidos y estrellas fugaces son pequeños trozos de
materia cósmica que gravitan dentro de nuestro sistema planetario y sólo se hacen visibles al penetrar en la atmósfera terrestre, pues su rozamiento los pone incandescentes. Cuando son de gran tamaño producen una luminosidad intensa, dejando tras sí brillante rastro y terminando muchas veces el vistoso fenómeno con una explosión; entonces reciben el nombre de bólidos, de los cuales suelen encontrarse fragmentos llamados aerolitos, meteoritos o uranolitos. Los más pequeños se llaman estrellas fugaces, aunque no tengan, nada que ver con las estrellas.