COSTA LIMA_1962 2/6/07 7:16 AM Page 2

URBANISMO

Los Veranos Maravillosos

La nostalgia de la Costa Verde se contrapone al caos de hoy, que urge cambio de estética para afrontar el futuro.

Años 30’s, los Baños de Chorrillos antes

del desencanto de la modernidad. Imagen
del Archivo Courret que aparece en
“Lima-Perú Secreto”, bajo la edición
fotográfica de Billy Hare. Guía
imprescindible para contemplar la capital
a través del tiempo.
COSTA LIMA_1962 2/6/07 7:17 AM Page 4
T
ODA ciudad tiene su lado
oculto. Lima, sin embargo, go-
za de varios lados ocultos, fiel
a su rasgo de ciudad de muchas ciu-
dades. Son tantas que es como para
perderse, pero gracias al libro “Li-
ma-Perú Secreto” (Bienvenida Edi-
ciones, 2006), urdido bajo la direc-
ción de Cecilia Raffo y otros compa-
ñeros de ruta, es posible no conver-
tirse en un perdido urbano en una
ciudad cada vez más mutante.
Además de encontrar centíme-
tros de respiración en medio del
caos. Como señala el libro en sus
primeras páginas, “(Lima) alguna
vez fue el oasis más grande del de-
sierto costero del Perú”. Hoy prácti-
camente se ha convertido en una
ciudad de cemento. Entre la arena
Malecón de Chorrillos, comienzos del S. XIX, previo a la salvaje invasión chilena.
y el concreto, “Lima-Perú Secreto”
arranca desde antes de la llegada
de Pizarro hasta arribar a la emer-
gencia de los nuevos limeños, para
terminar en una guía quitaesen-
ciada que demuestra que aún no
pertenece a la ciencia ficción las po-
sibilidades de caminar, comer, reír
y enamorarse en la capital.
BALNEARIOS DEL AYER
En pleno verano, nada más ati-
nado que aquel capítulo del libro
que abre una ventana hacia la ma-
gia perdida de la Costa Verde. A
cargo del arquitecto Tomás Unger,
las páginas son realzadas con foto-
grafías del Archivo Courret.
La Costa Verde era verdadera-
50 CARETAS / FEBRERO 8, 2007
FOTO: LUIS JULÍAN
Arq. Doblado: “A preservar el carácter
natural de la Costa Verde”.
mente un balneario. Tradicional en
su sentido más resplandeciente,
con casas de verano, ranchos, un
funicular y gallinazos volando a la
intemperie. Sin atrocidades arqui-
tectónicas bajo la máscara del buen
gourmet, los bañistas, al pie del
acantilado y estando en la Costa
Verde, veían verde a su alrededor.
Dice Unger: “Chorrillos debe su
nombre a las filtraciones de la na-
pa freática que dieron lugar a pe-
queños chorros de agua (chorrillos)
que permitían a los bañistas re-
frescarse con agua dulce (…) El
agua dulce se agotó, los chorrillos
desaparecieron y con el terremoto
del año 1940 parte del barranco,
con malecón y escalera, se derrum-
bó hasta el mar”.
La Costa Verde llevaba por
nombre “Los Balnearios del Sur”
porque, en el siglo XIX, para llegar
a San Isidro, Miraflores, Barranco
y Chorrillos, no era tan sencillo y
profano como tomar una ‘combi’.
“Los Balnearios del Sur” funcio-
naban como lugares alejados de la
capital, y para llegar a estos distri-
tos que se extienden a lo largo de la
costa sur de la Bahía de Lima, ha-
bía que ir a caballo, tren o tranvía.
El arribo a Chorrillos implicaba
atravesar chacras y algodonales.
COSTA AL RESCATE
Una vez más, mientras los al-
caldes hacen destrozos de modo in-
misericorde, son gente ajena al
aparato burocrático los que propo-
nen alternativas al atropello urba-
nístico. Una de las propuestas más
interesante para la renovación de
la Costa Verde pertenece al arqui-
tecto Juan Carlos Doblado. Se tra-
ta del Sistema de Paseos Maríti-
mos, serie de edificaciones con una
estructura de 12 x 120 metros, ubi-
cada perpendicularmente a la lí-
nea costera. La premisa parte de
equilibrar el área construida con la La Herradura, Años 20’s
mayor transparencia posible, per-
mitiendo que el paisaje –las playas
y el mar– se incorporen al edificio, “Hotel y Casino La Herradura”, cuando no existían Gutiérrez y Miyashiro. Abajo: “Paseos Marítimos” para armonizar la playa.
cuyos distintos niveles se acceden
La Costa Verde era Costa Verde Según
un balneario, con el Arq. Doblado
casas de verano y
gallinazos volando
a la intemperie.
por rampas, y concentran activida-
des comerciales, turísticas y de en-
tretenimiento. Todo lo contrario a
los rimbombantes restaurantes en-
quistados de hoy.
Según el arquitecto, “la Costa
Verde es un espacio singular en el
mundo, porque son pocas las capita-
les que miran hacia el mar, y Lima
es una de ellas”. Sin embargo, afir-
ma que hace falta establecer rela-
ciones de integración entre los ma-
lecones superiores e inferiores, y lo
mismo para la Costa Verde y el mar.
Los Paseos Marítimos exploran jus-
tamente esta última relación.
A la espera que las autoridades
escuchen, y Lima deje de ser una
ciudad oculta (José Tsang). ■