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Lección 4

Técnicas cualitativas para las Ecuaciones


diferenciales de primer orden:
Existencia y Unicidad de soluciones

4.1. Introducción

Cuando aplicamos técnicas cualitativas para estudiar los problemas de la Lección 1


(Sección 1.3) acerca del enfriamiento de una barra metálica nos hicimos una pregunta im-
portante que entonces no podı́amos contestar: dadas dos soluciones de una misma ecuación
diferencial, ¿pueden una de ellas cortar a la otra?. Recordemos que esta cuestión aparecı́a de
manera recurrente en el análisis del comportamiento de las soluciones en relación a las solu-
ciones de equilibrio. Ahora ya sabemos que para una ecuación diferencial de primer orden hay,
en general, infinitas soluciones determinadas por una constante arbitraria. Esta constante
queda determinada en cuanto imponemos una condición inicial, y parece que a condiciones
iniciales diferentes les corresponden constantes, y por lo tanto soluciones, diferentes. Pero
¿es éste en realidad el caso?.

Hay todavı́a una cuestión fundamental que ni tan siquiera hemos considerado. En el
capı́tulo anterior hemos estudiado métodos para resolver algunas ecuaciones. También hemos

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60 Técnicas cualitativas: Existencia y Unicidad de soluciones

comentado ya que el número de ecuaciones que se pueden resolver mediante los métodos
estudiados es más bien pequeño, ¿cómo podemos saber entonces si una ecuación diferencial
dada de primer orden tiene o no solución?. En este capı́tulo daremos respuesta a estas
preguntas y, a partir de ellas, estudiaremos métodos cualitativos que nos permitirán, con poco
esfuerzo, predecir el comportamiento de las soluciones de ciertas ecuaciones diferenciales.

4.2. Existencia y Unicidad de las Soluciones

4.2.1. Existencia

Hemos visto procedimientos generales para encontrar soluciones a cierto tipo de ecuacio-
nes. La base de dichos procedimientos es la integración. Pero no toda función puede integrarse
de forma elemental. Con esto se quiere decir que hay funciones que no son la derivada de
una función expresable analı́ticamente. Por ejemplo, no podemos expresar analı́ticamente la
siguiente integral: Z
2
e−t dt,
2
lo cual no significa que la función e−t no sea integrable, y de hecho lo es por ser continua.
Por el mismo motivo, no podemos encontrar una expresión analı́tica de una función que sea
solución de la ecuación
2
x0 = e−t .
Lo cuál no significa
R que no exista solución para esta ecuación, y de hecho existe porque
2
existe la integral e−t dt aunque no lo podamos expresar analı́ticamente como una función
conocida. Estamos entonces ante la pregunta ¿cómo sabemos que hay soluciones?. Puede
parecer, todavı́a, una pregunta sutil y abstracta, pero es una pregunta muy importante: si
no hay soluciones para una ecuación no tiene objeto buscarlas. Claro que, por otra parte,
una cosa es que sepamos que una ecuación tiene solución y otra cosa muy distinta es que
sepamos cómo calcularla. Para ilustrar esta situación consideremos, por ejemplo, la siguiente
ecuación algebraica:
2x5 − 10x + 5 = 0.
Una solución de esta ecuación es un valor de x para el que el lado izquierdo es igual a cero.
¿Existe tal valor de x?. Si evaluamos la expresión 2x5 − 10x + 5 en x = 1 tenemos que
2 15 − 10 1 + 5 = −3 y si lo hacemos en x = −1 el valor de la expresión es 13. Como los
polinomios son funciones continuas, si en x = −1 el polinomio toma un valor positivo y en
x = 1 un valor negativo, debe haber un punto entre −1 y 1 en el que el polinomio vale cero.

Hemos establecido la existencia de por lo menos un valor de x para el que 2x5 − 10x + 5
es cero. Es decir, hemos probado que la ecuación 2x5 − 10x + 5 = 0 tiene una solución en
4.2 Existencia y Unicidad de las Soluciones 61

el intervalo (−1, 1). ¿Cuál es este valor?. Hay técnicas numéricas para calcularlo con tanta
precisión como se quiera, pero hay toda una elaborada teorı́a matemática que nos asegura
que no hay una “fórmula” (como por ejemplo para las ecuaciones segundo grado) que pueda
expresar dicha solución. Es decir, podemos asegurar que la ecuación 2x5 − 10x + 5 = 0 tiene
al menos una solución pero no podemos expresar dicha solución de forma “analı́tica”.

Con las ecuaciones diferenciales sucede algo parecido. Si nos dan el problema de condición
inicial
x0 = f (t, x), x(t0 ) = x0
podemos preguntarnos si existe una solución para este problema. Puede suceder que poda-
mos responder a esta cuestión sin saber cómo calcular dicha solución. De hecho, el problema
de existencia de soluciones de problemas de condiciones iniciales se ha estudiado amplia-
mente y se han obtenido muy buenos resultados dando lugar a teoremas que garantizan la
existencia de soluciones bajo determinadas hipótesis. Entre ellos, nosotros utilizaremos el
teorema estándar de existencia de soluciones.

Teorema 4.1 (Teorema de Existencia).- Supongamos que f (t, x) es una función conti-
nua en un rectángulo de la forma {(t, x) | a < t < b, c < x < d} en el plano t − x. Si (t0 , x0 )
es un punto en este rectángulo, entonces existe un ε > 0 y una función x(t) definida en
t0 − ε < t < t0 + ε que es solución del problema de condiciones iniciales:

x0 = f (t, x), x(t0 ) = x0 .

Este teorema garantiza la existencia de soluciones para problemas de condiciones iniciales


siempre que la función f sea razonable. Esto no significa que no puedan existir soluciones
incluso cuando f no es razonable, pero nadie lo garantiza. Incluso cuando existen soluciones,
si se lee el teorema con atención, se observa que el intervalo en el que dichas soluciones
pueden estar definidas puede ser extremadamente pequeño. El teorema asegura que la posible
solución tiene un dominio de definición igual a (t0 −ε, t0 +ε) para un cierto ε > 0. Éste puede
ser grande o pequeño, lo cuál puede parecer decepcionante, pero nadie puede asegurar, en
general, nada mejor. Consideremos, por ejemplo, el siguiente problema de condición inicial:

x0 = 15(1 + x2 ), x(0) = 0

La ecuación x0 = 15(1 + x2 ) es una ecuación en variables separables. En efecto


1
dx = 15 dt.
1 + x2
Integrando obtenemos
arctan x(t) = 15t + C
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donde C es una constante arbitraria. Por lo tanto

x(t) = tan(15t + C)

que es la solución general de la ecuación diferencial. (Nótese que no hay soluciones de equi-
librio porque x2 + 1 > 0 para todo valor de x). Usando el valor inicial:

0 = x(0) = tan(0 + C),

encontramos que C = 0 ( o C = nπ para cualquier entero n). Ası́ que la solución particular
es x(t) = tan(15t). Ahora debemos observar cuál es el campo de existencia de esta función.
Sabemos que tan t tiende a +∞ si t tiende π/2 y a −∞ si t tiende a −π/2. Por lo tanto,
el campo de existencia de esta función es (−π/30, π/30). Un intervalo muy pequeño porque
π/30 ≈ 00 1. (Véase la Figura 4.1).

4.2.2. Unicidad

Al hablar de las soluciones de problemas de condiciones iniciales hemos venido diciendo


con mucha frecuencia que tal o cual función es la solución del problema y no una solución.
¿Cómo sabemos que dicha solución es única?.

Saber que la solución de un problema de condiciones iniciales es única es muy valioso,


tanto desde el punto de vista teórico como práctico. Si no supiéramos que la solución es única,
deberı́amos preocuparnos por encontrar todas las soluciones posibles. Desde el punto de vista
de la aplicación de las ecuaciones diferenciales al mundo real (recordemos que las ecuaciones
diferenciales aparecen con mucha frecuencia como modelos teóricos de lo que sucede en
procesos fı́sicos y quı́micos reales), si la solución de un problema de condiciones iniciales no
fuera única, las predicciones del modelo no serı́a tampoco únicas. En otras palabras, nunca
podrı́amos estar seguros del comportamiento del fenómeno que estuviéramos estudiando.

Figura 4.1:
La gráfica de la solución x(t) = tan(15t)
de la ecuación

x0 = 15(1 + x2 )
t
−0.1 −0.05 0.05 0.1

con la condición inicial x(0) = 0. Cuando


t → π/30 por la izquierda, x(t) → +∞ y
cuando t → −π/30 por la derecha, x(t) →
−∞.
4.2 Existencia y Unicidad de las Soluciones 63

Afortunadamente, existe un teorema muy importante que asegura que, bajo hipótesis muy
amplias, las soluciones de los problemas de condiciones iniciales son únicas.

Teorema 4.2 (Teorema de Unicidad).- Si f (t, x) y ∂f ∂x


son funciones continuas en un
rectángulo de la forma: R = {(t, x) | a < t < b, c < x < d}. Si (t0 , x0 ) es un punto en este
rectángulo y si x1 (t) y x2 (t) son dos soluciones del problema de condiciones iniciales:

x0 = f (t, x), x(t0 ) = x0 ,

entonces x1 (t) = x2 (t) para todos los valores de t para los que (t, x1 (t)), (t, x2 (t)) ∈ R. Es
decir, la solución del problema es única.

Hablando llanamente, el Teorema de Unicidad dice que, siempre que se den las hipótesis
del teorema (f y ∂f∂x
sean continuas en R), si dos soluciones de la ecuación coinciden en algún
punto dentro del rectángulo, son en realidad la misma función. En otras palabras, si tenemos
dos soluciones distintas de la ecuación éstas no deben coincidir en ningún punto; es decir,
sus gráficas no pueden cruzarse, ni tan siquiera tocarse.

Antes de ver algunas implicaciones importantes de este Teorema, veamos que las hipótesis
del Teorema son importantes: si no se dan puede fallar la unicidad de la solución. Conside-
remos el siguiente problema de condiciones iniciales:

x0 = 3x2/3 , x(1) = 0

La ecuación x0 = 3x2/3 es una ecuación en variables separables que admite una solución
de equilibrio: x(t) = 0. Esta solución cumple la condición inicial: x(1) = 0. ¿Es la única?. El
teorema no nos lo asegura porque aunque f (t, x) = 3x2/3 es continua en x = 0 resulta que
∂f 2
= 1/3 y, por consiguiente, ∂f ∂x
no existe en x = 0.
∂x x
Veamos que, en efecto, hay más soluciones de la ecuación x0 = 3x2/3 que cumplen la
condición inicial x(1) = 0. La solución general de la ecuación se obtiene por integración:
Z Z
1 1/3
dx = 3x , 3 dt = 3t
x2/3

de forma que
x(t) = (t + C)3 .
es dicha solución general. Imponiendo la condición inicial: 0 = x(1) = (1 + C)3 , tenemos que
C = −1 y x(t) = (t − 1)3 es otra solución del problema de condiciones iniciales. Es decir,
existen dos soluciones del problema de condiciones iniciales. (Ver Figura 4.2).
64 Técnicas cualitativas: Existencia y Unicidad de soluciones

x
Figura 4.2:
3
Gráficas de dos soluciones del problema de
x(t)=t condiciones iniciales:

x0 = 3x2/3 , x(1) = 0
t
x(t)=0 La ecuación no satiface las hipótesis del
Teorema de Unicidad si x = 0. Tenemos
dos soluciones x(t) = 0 y x(t) = t3 , dife-
rentes, cuyas gráficas se cortan en el punto
(0, 0).

Aplicaciones del Teorema de Unicidad

El Teorema de Unicidad no sólo es importante desde un punto de vista matemático sino que
es una herramienta muy útil para interpretar el comportamiento de las soluciones. Veamos
algunos ejemplos:

Papel de las Soluciones de Equilibrio

Consideremos el siguiente problema de condiciones iniciales:


(x2 − 4)(sen2 x3 + cos x − 2) 1
x0 = , x(0) = (4.1)
2 2
La ecuación es de variables separables, pero encontrar soluciones implı́citas no parece tarea
fácil porque las integrales implicadas son muy difı́ciles. Pero lo que sı́ podemos decir es que
la función
(x2 − 4)(sen2 x3 + cos x − 2)
f (t, x) =
2
∂f
y su ∂x son continuas en todo el plano. Estamos, entonces, bajo las hipótesis de los teoremas
de existencia y unicidad: hay una única solución, x(t), de la ecuación que en 0 vale 1/2.

Por otra parte, la ecuación diferencial tiene dos soluciones de equilibrio x1 (t) = 2 y
x2 (t) = −2. Desde luego ninguna de estas dos soluciones de la ecuación diferencial es solución
del problema de condiciones iniciales porque ninguna de las dos vale 1/2 en t = 0. Pero sı́ nos
proporcionan, con ayuda del teorema de unicidad, alguna información de la solución del
problema. En efecto, si x = x(t) es la solución del problema de condiciones iniciales entonces
x(0) = 1/2. Esto significa que en t = 0 x(t) se encuentra entre x1 (t) y x2 (t). Además, x(t)
nunca puede cortarse ni con x1 (t) ni con x2 (t) porque si tal cosa sucediera, digamos que en
el punto t = t1 x(t1 ) = x1 (t1 ) = 2, el problema de condiciones iniciales:
(x2 − 4)(sen2 x3 + cos x − 2)
x0 = , x(t1 ) = 2
2
4.2 Existencia y Unicidad de las Soluciones 65

Figura 4.3:
x(t)=2 Gráficas de dos soluciones de equilibrio del
problema de condiciones iniciales:
x(t) (x2 − 4)(sen2 x3 + cos x − 2) 1
t x0 = , x(0) =
2 2
El Teorema de Unicidad nos asegura que
la gráfica de la solución de este problema
x(t)=−2
está siempre entre las rectas x = 2 y x =
−2, que son soluciones de equilibrio de la
ecuación.

tendrı́a dos soluciones x(t) y x1 (t). Pero esto no es posible por el teorema de unicidad. En
consecuencia, la solución del problema (4.1) debe mantenerse siempre entre 2 y −2. No
sabemos a ciencia cierta como es dicha solución pero el teorema de unicidad junto a las
soluciones de equilibrio nos da una idea de por donde podemos encontrar dicha solución.
(ver Figura 4.3).

Unicidad y Análisis Cualitativo

En el estudio de los ejemplos de la Lección 1 nos preguntamos sobre la posibilidad de


que dos soluciones de una ecuación diferencial se cortaran. Aunque ya lo adelantamos en su
momento ahora sabemos con certeza que la respuesta es no. Concretamente, en el estudio
de las reacciones quı́micas modeladas por la Ley de Acción de Masas, estudiado en grupos,
aparecı́a una ecuación diferencial del siguiente tipo:

x0 = K(nA − x)(nB − x)

siendo nA y nB números concretos y K > 0. Esta es una ecuación en variables separables


cuyas soluciones podemos encontrar explı́citamente. Hay dos soluciones de equilibrio: x(t) =
nA y x(t) = nB . Supongamos que nA < nB y sea c un número entre nA y nB : nA < c < nB .
¿Podemos tener una idea de cómo es la solución del problema de condicones iniciales:

x0 = K(nA − x)(nB − x), x(0) = c ?.

Por el teorema de unicidad sabemos con exactitud que la solución de este problema debe estar
siempre entre nA y nB ; ası́ que la gráfica de dicha solución debe tener la forma representada
en en la Figura 4.4 tal y como ya habı́amos conjeturado.

Debe observarse que no necesitamos conocer la expresión analı́tica de la solución de la


ecuación para saber que la gráfica de la solución es la presentada en la Figura 4.4. Esta
información la obtenemos directamente de la ecuación diferencial. Más aún, la expresión
66 Técnicas cualitativas: Existencia y Unicidad de soluciones

n B

x(t)

nA
t

Figura 4.4: Posibles gráficas de la solución del problema condiciones iniciales x0 = K(nA − x)(nB −
x), x(0) = c, con nA < c < nB . Según lo próximo o alejado que esté el valor de c de nA y
nB , la gráfica tendrá una u otra apariencia. En cualquier caso siempre se encontrará entre ambas
soluciones de equilibrio.

analı́tica de la solución, ya obtenida en el trabajo en grupo, es suficientemente complicada


como para que la obtención de su gráfica por los métodos tradicionales no sea elemental.

La moraleja es que el estudio directo de la ecuación diferencial a partir de las propiedades


de la derivada junto a los teoremas de existencia y, sobre todo, unicidad, nos permite obtener
una información muy valiosa sobre la gráfica de las soluciones de una ecuación diferencial
que en la mayor parte de los casos no es fácil conseguir a partir de las soluciones analı́ticas
de las mismas (cuando éstas estén disponibles). Esta forma de conseguir información sobre
las soluciones de una ecuación diferencial se concretan en unas técnicas que estudiaremos en
las dos siguientes lecciones, y se llaman técnicas cualitativas.

Debe observarse, además, que en muchos casos, las expresión analı́tica de las soluciones
de una ecuación diferencial no están disponibles. En tales casos, sólo las técnicas cualitativas
y numéricas nos permiten conocer algo sobre dichas soluciones. En la Lección 6 estudiaremos,
a modo de ejemplo, una técnica numérica llamada Método de Euler.

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