Está en la página 1de 2

Curso -Taller de Metodología

“Saber Hacer en la Catequesis 1 – El Encuentro de Catequesis”

Unidad 5 – Diseño de Guías para Encuentros de Catequesis (II)

En definitiva, ¿qué métodos conviene usar en la catequesis?

No es posible dar una respuesta general a esta pregunta. Sabemos, en efecto, que
existe una gran multiplicidad de métodos posibles, como ha sido oficialmente
proclamado:

«En la transmisión de la fe, la Iglesia no tiene de por sí un método propio ni


único, sino que, a la luz de la pedagogía de Dios, discierne los métodos de cada época
[...]. De este modo, "la variedad en los métodos es un signo de vida y una riqueza", y a
la vez una muestra de respeto a los destinatarios» (DGC 148).

La experiencia distingue algunos métodos tradicionales: método «deductivo» e


«inductivo» (DGC 150); método «descendiente» (o «kerigmático») y «ascendiente»
(o «existencial»), según el área experiencial de que se parte; métodos prevalentemente
cognoscitivos o afectivos u operativos, según la dimensión privilegiada en la actitud
de fe. Otras clasificaciones se inspiran en los principales modelos pedagógicos o de
transmisión cultural. Así, por ejemplo, se pueden distinguir métodos de enseñanza, de
animación y de aprendizaje; o según las tres modalidades de socialización: la
enseñanza, la iniciación y el aprendizaje.
En todo caso, en la actual situación, podemos señalar algunas opciones
metodológicas más comunes, presentes en muchas y variadas experiencias pastorales
de hoy:

 Opción por la experiencia (DGC 152-153): la experiencia de fe, además


de constituir el verdadero contenido de la catequesis, es también el lugar
por excelencia del anuncio y escucha de la palabra. En el corazón de la
catequesis está, como hemos visto, el arte de suscitar experiencias,
comunicar experiencias, fomentar la expresión de auténticas
experiencias de fe.

 Opción por la comunidad (DGC 158): la comunidad, como hemos visto,


es condición, lugar, sujeto, objeto y meta de la catequesis. Es ella el
verdadero sujeto catequético, el «catequista» por antonomasia, la
condición básica de una catequesis eficaz: «sólo puede ser objeto de
catequesis lo que se realiza en la comunidad». Es ésta una de las pautas
metodológicas más importantes, verdadero banco de prueba para el logro
de la catequesis.

1
 Opción por el grupo (DGC 159): el grupo es considerado hoy,
universalmente, como modalidad indispensable en el proceso de
interiorización de la fe, lugar privilegiado de catequesis.

 Opción por la pluralidad de lenguajes: en cuanto proceso comunicativo,


la catequesis se abre hoy al amplio abanico de los distintos lenguajes
verbales, icónicos, gestuales, audiovisuales, mediáticos, etc. Existe una
general preferencia, en catequesis, por el lenguaje simbólico, evocativo,
propio de la comunicación religiosa. Y se desea dar cabida, lo más
posible, a la comunicación no verbal y a las ricas posibilidades que
ofrecen los medios.

 Opción por la participación (DGC 157): es una exigencia de la


eclesiología de comunión y un requisito exigido por nuestros
contemporáneos, que no quieren sentirse tratados como sujetos pasivos.
La catequesis debe considerar a todos como sujetos corresponsables y
activos, no reducidos al papel de «destinatarios».

 Opción por la creatividad (DGC 157): se trata de una tendencia ya hace


tiempo presente en el movimiento catequético contemporáneo, que
aboga por el paso de una pedagogía de la asimilación a una pedagogía de
la creatividad.

 Opción por la primacía del sujeto (DGC 157): hay que destacar el lugar
central del sujeto y de sus exigencias, puesto que la palabra de Dios debe
aparecer a cada uno «como una apertura a sus problemas, una respuesta
a sus preguntas, una dilatación de los propios valores y al mismo tiempo
la satisfacción de sus aspiraciones más profundas: en una palabra, como
el sentido de su existencia y el significado de su vida».

 Opción por la globalidad: para su crecimiento, la fe necesita quedar


arropada en el contexto de una experiencia de vida cristiana que es a la
vez escucha, aprendizaje, celebración, testimonio. En este sentido se
puede decir que hoy la catequesis no puede quedarse en sólo catequesis,
sino que debe insertarse en una experiencia totalizante de fe y vida
cristiana.

Catequesis Evangelizadora, Manual de Catequética Fundamental. Emilio


Alberich, pág. 272-273. Editorial CCS (Madrid), 2003.

También podría gustarte