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Más del 99% del carbono terrestre está contenido en la litosfera, siendo la mayoría
carbono inorgánico, almacenado en rocas sedimentarias como las rocas calizas. El
carbono orgánico contenido en la litosfera está almacenado en depósitos de
combustibles fósiles.
En una escala geológica, existe un ciclo entre la corteza terrestre (litosfera), los
océanos (hidrosfera) y la atmósfera. El dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera,
combinado con el agua, forma el ácido carbónico, el cual reacciona lentamente con
el calcio y con el magnesio de la corteza terrestre, formando carbonatos. A través de
los procesos de erosión (lluvia, viento), estos carbonatos son arrastrados a los
océanos, donde se acumulan en su lecho en capas, o son asimilados por organismos
marinos que, eventualmente, después de muertos, también se depositan en el
fondo del mar. Estos sedimentos se van acumulando a lo largo de miles de años,
formando rocas calizas.
Debido a la declinación de la
Tierra y a la desigual
distribución de la vegetación en
los hemisferios, existe una
flotación a lo largo del año que
es visible en los diversos gráficos
de variación de concentración
anual del CO2, como por
ejemplo en la curva de Keeling.
En 1958, el científico Charles
David Keeling (oceanógrafo del
Scripps Institute of Oceanography), puso en marcha una serie de experiencias en el
monte Mauna Loa, Hawái, que le permitieron medir, con bastante precisión, la
concentración de CO2 en la atmósfera.
Los océanos representan el mayor depósito de los tres, cincuenta veces mayor que
la reversa atmosférica. Existen traspasos entre estos dos depósitos a través de
procesos químicos que establecen un equilibrio entre las capas superficiales de los
océanos y las concentraciones en el aire superficial. La cantidad de CO2 que el
océano absorbe depende de la temperatura del mismo y de la concentración ya
presente. Temperaturas bajas de la superficie del océano potencian una mayor
absorción del CO2 atmosférico, mientras que temperaturas más cálidas pueden
causar la emisión de CO2.
Otro proceso intermedio del ciclo biológico que provoca remoción de carbono de la
atmósfera, ocurre cuando la fotosíntesis excede la respiración y, lentamente, la
materia orgánica forma depósitos de sedimentos que, en ausencia de oxígeno y a lo
largo de millones de años, se transforman en combustibles fósiles.
Los incendios (naturales) son un otro elemento del ciclo rápido que añaden CO2 a
la atmósfera al consumir la biomasa y materia orgánica, y al provocar la muerte de
plantas que acaban por descomponerse y formar también CO2.
CUENCAS DE CARBONO
En las cuencas carboníferas las capas de carbón están intercaladas con otras capas
de rocas sedimentarias como areniscas, arcillas, conglomerados y, en algunos
casos, rocas metamórficas como esquistos y pizarras. Esto se debe a la forma y el
lugar donde se genera el carbón.6
Si por ejemplo un gran bosque está situado cerca del litoral y el mar invade la costa,
el bosque queda progresivamente sumergido por descenso del continente o por una
transgresión marina y los restos vegetales se acumulan en la plataforma litoral. Si
continúa el descenso del continente o la invasión del mar, el bosque queda
totalmente inundado. Las zonas emergidas cercanas comienzan a erosionarse y los
productos resultantes, arenas y arcillas, cubren los restos de los vegetales que se
van transformando en carbón. Si se retira el mar, puede desarrollarse un nuevo
bosque y comenzar otra vez el ciclo.
En las cuencas hulleras se conservan tanto en el carbón como en las rocas
intercaladas restos y marcas de vegetales terrestres que pertenecen a especies
actualmente desaparecidas. El tamaño de las plantas y la exuberancia de la
vegetación permiten deducir que el clima en el que se originó el carbón era
probablemente clima tropical.
Condiciones geomorfológicos y tectónicas
En función de estas condiciones, aparecen dos tipos de cuencas sedimentarias:
Cuencas parálicas: se encuentran en ambientes sedimentarios de transición,
generalmente extensas marismas costeras. El hundimiento de la cuenca se debe a
movimientos epirogénicos (hundimientos de la corteza continental). Se produce
una trasgresión como consecuencia de este hundimiento. Los restos vegetales son
cubiertos por materiales detríticos que arrastran los ríos. Los movimientos
tectónicos producen una trasgresión y el recubrimiento de los materiales por el
mar.
Cuencas límnicas: de menor tamaño que las parálicas. Son de ambiente
sedimentario continental: cuencas cerradas denominadas endorreicas (pantanos,
lagunas, lagos, etc.) Los movimientos tectónicos no producen el hundimiento de la
cuenca. El recubrimiento de agua de los materiales se debe a cambios climáticos. El
material detrítico que recubre los restos vegetales proviene de la meteorización de
los relieves circundantes.
Estos dos tipos de cuencas sedimentarias originan dos formas distintas de
encontrar al carbón:
En las cuencas parálicas: se forman estratos de carbón de gran extensión lateral,
pero de pequeño espesor (poca potencia). Los estratos se encuentran siempre entre
otros estratos de rocas detríticas en una secuencia regular que se denomina
ciclotema (secuencia de estratos que se reproduce rítmicamente)
En las cuencas límnicas: los estratos de carbón presentan mayor potencia y
menor extensión lateral que las parálicas. No constituyen un ciclotema, sino que
aparecen formando lentejones.
Reservas mundiales
Los 948 billones de toneladas de reservas de carbón son equivalentes a 4,196 BBEP
(billones de barriles equivalentes de petróleo).8
British Petroleum, en su informe de 2007, calculaba que a finales de 2006 habían
por 147 años de reservas, basadas en reservas "probadas". La siguiente tabla
muestra solo las reservas probadas, las cuales son calculadas en los programas de
exploración de las diferentes empresas mineras. Particularmente, algunas zonas
inexploradas están continuamente agrandando el volumen de reservas.
Proyecciones especulativas predicen que el pico del carbón global de producción se
producirá alrededor de 2025, a un 30 % por encima de la producción actual,
dependiendo en la tasa de producción futura.9
De todas las energías fósiles, el carbón es la que está más dispersada por todo el
mundo y es producido por alrededor de 100 países. Las reservas más
importantes se encuentran en Estados
Unidos, Rusia, China, Australia e India.
Producción mundial
La siguiente tabla muestra la producción anual de carbón por país de 2003 a 2011.
DENSIDAD ENERGETICA DEL CARBONO
En física, la densidad de energía representa la cantidad de energía acumulada en
un sistema dado o en una región del espacio, por unidad de volumen en un punto.
El concepto de unidad de energía se utiliza abundantemente en relatividad
general y en cosmología, pues interviene implícitamente en las ecuaciones que
determinan el campo gravitacional (las ecuaciones de Einstein), y está igualmente
presente en la mecánica y en el campo del electromagnetismo.
La energía para uso humano debe capturarse desde las fuentes de energía
genuinas y transferirse minimizando el coste y las pérdidas hasta los lugares en los
que se le va a dar el uso final.
Este proceso de captura y de transporte usa lo que se conoce como “vectores”, que
son materiales y sustancias capaces de almacenar energía de forma recuperable,
con pocas pérdidas y con una densidad energética que las haga usables en la
práctica.
Cada uno de los vectores, como son la electricidad (que entenderemos como
diferencia de potencial entre dos conductores eléctricos), los combustibles
refinados, el gas extraído de pozo, el hidrógeno…etc. introduce además sus propias
limitaciones físicas, que condicionan los usos para los que son adecuados.
Uno de los principales es la densidad energética, que es la cantidad de energía
acumulada en un vector energético por unidad de volumen o de masa (según el
contexto).
En general, son preferibles las fuentes de energía y los vectores de mayor densidad,
ya que muchos usos finales requieren la concentración de dicha energía, y
concentrar la energía de un vector requiere el consumo de una parte de dicha
energía en el proceso.
El gasto energético del transporte y almacenamiento en condiciones adecuadas es
función directa de la masa y el volumen, y de nuevo aparece la densidad energética
como uno de los principales factores limitantes.
Por ejemplo, el gas natural descomprimido a la salida de pozo no es utilizable
directamente en las aplicaciones humanas, sino que debe ser licuado a una
milésima parte de su volumen normal, en un proceso de concentración que
consume una parte significativa de la energía que contiene, para poder ser
transportado y utilizado eficientemente.
El siguiente cuadro da una idea gráfica de las intensidades energéticas de varios
vectores enérgicos:
CUENCAS PETROLIFERAS
Las Cuencas Petroleras son aquellas zonas de hundimiento de la corteza terrestre
que anteriormente eran lechos marinos o mares pocos profundos que fueron
cubiertos por grandes capas de tierra o sedimentos a lo largo de millones de años
bajo las que se formó el petróleo y en México existen varias de estas cuencas con
mejores o peores condiciones para producir petróleo.
Se conocen con el nombre de cuencas petrolíferas las zonas de hundimiento –
lechos de antiguos lagos y mares- que han sido geológicamente favorables a la
formación y acumulación de hidrocarburos; en ellas se han encontrado, y se sigue
hoy día hallando, grandes yacimientos de éste ansiado recurso energético. En
México el subsuelo no presenta un único gran depósito o bolsón lleno de petróleo,
sino que los yacimientos se encuentran agrupados en siete cuencas principales, que
a su vez se hallan divididas en subcuencas.
Faja petrolífera del Orinoco: Tiene una extensión este-oeste de unos 600
kilómetros, desde Tucupita hasta Calabozo (estado Guárico), bordeando el río
Orinoco. Su anchura promedio es de 40 kilómetros y su extensión aproximada es
de 32.000 kilómetros. Esta Faja está dividida en cuatro campos, que son, de este a
oeste: Carabobo, Ayacucho, Junín y Boyacá. Se sitúa al sur de la cuenca Oriental,
entre la ribera norte del río Orinoco y el sur de los estados Monagas, Anzoátegui y
Delta Amacuro. La faja del Orinoco es una de las mayores reservas de crudos
pesados en todo el mundo, pues acumula unos 700.000 millones de barriles de
petróleo. El petróleo de esta faja es extremadamente viscoso. Contiene Azufre,
níquel y cantidades apreciables de vanadio. El tipo de crudo contenido en la faja, al
poseer características bien particulares, ha servido de base para el desarrollo de
una nueva fuente energética conocida con el nombre de Orimulsión.
CUENCAS SEDIMENTARIAS
Las cuencas sedimentarias, actualmente, son áreas de relieve plano que antes
estuvieron cubiertas por mares poco profundos, las cuales tienen su origen como
resultado del levantamiento de las grandes montañas, como resultado
de procesos orogénicos, las cuales durante sus levantamientos son responsables del
desprendimiento de sedimentos que se van depositando en las zonas más bajas o
de hundimientos de la corteza terrestre a manera de capas que en año geológicos
como resultado de la descomposición de organismos en los pequeños lagos, al
morir se van combinando con el carbono y el hidrogeno, el cual queda atrapado por
las capas de rocas sedimentarias que se van depositando continuamente en donde
se produce la formación del petróleo. En México este proceso de acumulación y
sedimentación, que duró mucho tiempo, nos indica que la formación del petróleo
es muy lenta y que sólo es posible localizarlo en formaciones geológicas que van
desde el Cámbrico hasta el Plioceno. Lo cual quiere decir que el petróleo más
reciente tiene por lo menos diez millones de años, lo cual nos permite afirmar que
el petróleo está asociado a rocas de tipo sedimentario y que por, lo tanto, su
localización se da en cuencas sedimentarias.
CUENCAS PETROLERAS DEL MUNDO
El hallazgo de Repsol y Petrobras en la cuenca atlántica de Santos, Brasil, podría
ser el tercer mayor depósito del mundo, según el director de la Agencia Nacional
del Petróleo de Brasil, Haroldo Lima. La producción de crudo, y en menor medida
gas, ha sido estimada en 33.000 millones de barriles, un descubrimiento que
catapultaría al país suramericano entre los mayores productores del mundo.
Hasta ahora, las mayores concentraciones de hidrocarburos se habían encontrado
en Oriente Medio. El mayor yacimiento petrolífero del mundo es el de Ghawar,
Arabia Saudí, cuya producción total está calculada en una horquilla que abarca de
75.000 a 83.000 millones de barriles. Descubierto en 1945, este depósito muestra
sin embargo síntomas de agotamiento, pues su nivel de producción se reduce entre
un 2% y un 8% cada año, según recoge el banco inversor
estadounidense Simmons&Company International, entidad especializada en
el mercado energético.
El segundo yacimiento en la lista es el de Burgan, en Kuwait. Posee entre 66.000 y
72.000 millones de barriles, aunque su explotación también ha provocado que se
encuentre en declive. Su descubrimiento data de 1938.
El siguiente en discordia, con el de Santos al margen, podría ser el de Cantarell,
en México. El problema de este campo de pequeños yacimientos reside en que
cuenta con al menos 18.000 millones de barriles de petróleo recuperables, aunque
hay otros 35.000 millones de barriles que difícilmente pueden ser extraidos por su
disposición geológica. Fue descubierto en 1976.
El tercero es el de la costa de Bolivar, en Venezuela, donde están almacenados
hasta 32.000 millones de barriles. A este le sigue el de Safaniya-Khafji, situado
en Arabia Saudí, con 30.000 millones de barriles.
El quinto es el depósito Rumailia, en Irak, con unos 20.000 millones de barriles.
El de Rumailia sur fue encontrado en 1953, mientras que el depósito del norte fue
hallado en 1958.
En sexta posición se encuentra, según el estudio, el de Tengiz, en Kazajistan. La
producción total de éste depósito descubierto en 1979 aún no es segura, afirma
Simmons&Company International, pues su número de barriles podría aumentar y
situarse entre los 15.000 y 26.000 millones.
El siguiente en la clasificación es el de Ahwaz, Irán. Como otros yacimientos de
Oriente Medio, éste muestra signos de agotamiento. Explorado desde 1958, se
calcula que posee 17.000 millones de barriles.
El octavo es el depósito iraquí de Kirkuk. Hallado en 1927, su número de barriles
está en torno a los 16.000 millones, misma cifra que el noveno, el iraní de Marun
(1963).
Juntos a estos dos, el noveno puesto también pertenece al mayor yacimiento chino
de hidrocarburos, el situado en Daqing. También suma unos 16.000 millones de
barriles, pero los datos de Simmons&Company International apuntan a que el
depósito empieza a vislumbrar su fin.
1. Cuenca Sabinas
Es una importante cuenca gasífera que se extiende bajo el estado de Coahuila. El
espesor estratigráfico cronológicamente abarca desde el Jurásico superior hasta el
Cretácico Superior.
2. Cuencas de Burgos
Junto con la Cuenca de Veracruz ha aportado el 5 por ciento de la producción
acumulada. Las principales cuencas productoras de gas no asociado corresponden
a Burgos y Veracruz, destacando por su volumetría la de Burgos. Comprende gran
parte del noreste, dentro de territorios norteños de Tamaulipas, Nuevo León y
Coahuila.
Actualmente, la producción de gas seco en esta zona cubre una superficie de más de
29 mil kilómetros cuadrados y se obtienen más de mil millones de pies cúbicos
diarios. Esta producción representa el 80 por ciento del total de gas no asociado y
casi una cuarta parte de la producción total de gas en México. La Cuenca de Burgos,
en efecto, constituye la reserva de gas no asociado al petróleo más importante del
país.
Burgos tiene la misma potencialidad productiva que tiene el sur de Texas; sin
embargo, se ha obtenido en los últimos 60 años sólo un diez por ciento de lo
producido en el lado norteamericano.
3. Cuenca de Tampico-Misantla
Es otra principal cuenca después de las cuencas del Sureste por su producción
acumulada y reservas remanentes de petróleo. Es la más antigua en producción en
México. Actualmente, se encuentra en etapa de reactivación con la puesta en
marcha del proyecto Aceite Terciario del Golfo (Chicontepec).
4. Cuenca de Veracruz
La Cuenca Terciaria de Veracruz es de gran importancia económico-petrolera
debido a las dimensiones y potencia de su columna sedimentaria, historia de
producción de más de 50 años y sus perspectivas en cuanto a gas seco.
Cuencas extensivas
Formadas en zonas donde la corteza terrestre ha sido extendida y adelgazada.
Ej.: Graben del Rin.
Cuencas de pull-apart
Formadas en zonas de desgarre tectónico (strike-slip) en las que dos placas
tectónicas se desplazan sin producir extensión ni compresión, es decir,
paralelamente a la zona de falla que las separa. La cuenca se forma entonces en la
región donde dicha falla de rumbo cambia su dirección.
Ej.: Mar Muerto.
Cuencas carbonatadas
Formadas por acumulación de carbonato cálcico biótico.
Ej.: Cuenca del mar Caribe.
Cuencas de intraplaca
Formadas en el interior de los continentes en ausencia de deformación tectónica
por fallas, generalmente a consecuencia de la subsidencia o hundimiento del
terreno por fenómenos como la topografía dinámica (relacionada al flujo en el
manto terrestre). Un ejemplo es la cuenca del lago Chad.