Como el llanto refleja el pensamiento Y las manos trémulas se calientan Por sentir al cuerpo invisiblemente mutilado Con la inefable daga de la tristeza.
Tener sueños vacíos es gastar la existencia.
Pero no lo confundas con el olvido Que es amigo de la belleza.
A quien te sueña tú lo sueñas.
Cada palabra es un eco inmenso Que se desangra en lo eterno.