Rodríguez Steven

El funambulista.

La puesta en escena no es un hecho que se genera de un día a otro. Tampoco

repercute en la escenografía, en el juego de luces o los efectos de sonido. Si bien son

de suma importancia y ayudan a nutrir la escena, lo más importante proviene desde los

actuantes; emerge de ellos.

En este documental podemos ver eso. En particular me gustaría abordar dos

momentos que captaron mi atención con cierta particularidad. El primero se refiere al

ejercicio de contar del uno al veinte; donde Peter Brook muestra que todo lleva un ritmo,

todas las cosas y que si estás están conectadas correctamente, el ritmo puede ser tan

rápido como así lo quieran. El ritmo se lleva con la escucha y algo que se menciona es

darle la importancia al silencio; pues no es solo la ausencia de sonido sino que también

es la pauta que marca el inicio de cualquier acción sin necesidad que alguien lo indique.

Por otro lado, rescato la necesidad de generar los acontecimientos dentro de

nosotros. Las acciones surgen del actor, no de lo externo; tenemos que poder ver al actor

logrando todo ese cambio que lo lleva de una acción a otra. Peter Brook menciona: “eres

la tormenta, dentro de ti llevas la tormenta”, y eso es lo que va a generar una comunidad

con el espectador que observe, el sentido de realidad que genera que el actor realmente

atraviesa por eso.

Considero que ver a Peter Brook luego de cuatro años en mi educación actoral,

entiendo ahora muchas cosas que otras veces no entendía la importancia de eso y que

al final son los pilares fundamentales del hecho escénico. Entiendo el trabajo en conjunto

y como la comunicación repercute en el resultado.