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RESEÑA

YO SOY YO Y MIS PARÁSITOS


KATHLEEN McAULIFFE
A pesar de que cada ser vivo existente en el planeta tiene un sistema natural de
defensa no están exentos de ser la presa de algún parásito. Estos organismos
están expuestos cada día de su vida a ser infectados por parásitos y aunque
muchos ya conocemos ciertas generalidades de éstos probablemente no nos
hemos detenido a pensar que estos seres diminutos podrían estar
manipulándonos a su antojo y beneficio propio. Por su puesto, como humanos nos
podría parecer ridículo siquiera pensar en aquella posibilidad.
En este libro la autora nos conduce a través de cada una de sus páginas a tener
en cuenta esta posibilidad, pues éstos seres pueden ser tan complejos como
nosotros. Puede ser que todo este tiempo hemos sido sus marionetas sin siquiera
darnos cuenta de ello.
La autora nos menciona muchos ejemplos para fundamentar este planteamiento.
Está el ejemplo de la hormiga, donde un parásito la motiva a subir al tallo de algún
monte durante las noches (cuando en realidad, ella tendría que estar con el resto
de sus compañeras en la colonia) con la esperanza de que una oveja que esté
pastando por ahí cerca la devore y así el parásito pueda completar su ciclo
biológico en la vesícula biliar de ésta. En el caso de que ninguna oveja caiga en la
trampa, la hormiga vuelve a la colonia al amanecer, ya que el sol del mediodía
podría matarla, lo cual no es conveniente para el parásito pues moriría junto con
ella.
También nos plantea el caso de unos grillos que durante la noche buscan cuerpos
de agua para lanzarse a ellos y morir. Sin duda sería algo muy extraño e
interesante de presenciar. ¿qué es lo que los motiva a comportarse de esta
manera tan extraña? Así es, un parásito. Al morir el grillo, un gusano emerge de él
y se queda en el agua para poder seguir con su ciclo vital. El grillo no era el interés
del parásito, solo su medio de transporte.
Así como esos ejemplos hay más. La autora da ejemplos de este tipo de
relaciones en las que el parasito elige un hospedador que lo ayude a llegar otro y
completar su ciclo vital, y así reproducirse y propagarse.
Podemos llegar a pensar que los parásitos son seres malignos que quieren acabar
con nosotros y con los animales que nos rodean, y podría ser así, pero no
podemos olvidar que al ser así nos ayudan a mantener todo nuestro ecosistema
en equilibrio. Si los parásitos desaparecieran probablemente nosotros
desapareceríamos con ellos lentamente pues la cadena alimenticia se vería
grandemente afectada por su ausencia.
Otro caso impactante es el de una avispa parasitaria que inyecta su veneno en
cucarachas y arañas. Este veneno tiene la capacidad de imponer su voluntad
sobre estos animales. En el caso de las cucarachas, la avispa inmoviliza su
cuerpo inyectando su veneno directamente al cerebro de la cucaracha,
despojándola de su capacidad de “tomar decisiones”, manejándola a su antojo
hasta el momento de poner sus huevecillos y dejar que estos se alimenten de la
cucaracha.
Algo parecido sucede con las arañas. Cada especie de araña teje una red
característica, pueden ser muy parecidas entre ellas, pero siempre habrá algo que
resaltar. Cuando la avispa parasitaria inyecta su veneno en el cuerpo de la araña,
ésta adapta sus telarañas a las necesidades de la avispa para que ella pueda
poner sus huevos en un lugar seguro y puedan alimentarse de los nutrientes
contenidos en el cuerpo de la araña.
Son muchos los ejemplos dados por la autora, pero casi todos tienen el mismo
final: hospedero dispuesto a dar la vida por el parásito que lo controla, y el parásito
llegando a un sistema provisto con los nutrientes que necesita para sobrevivir,
reproducirse y propagarse.
Los parásitos son criaturas dignas de admirar. Tienen gran relevancia tanto en la
cadena alimenticia como en la salud pública. Hay muchísimas variedades de
especies y cada una de ellas tiene algo que la vuelve fascinante.
En realidad, este libro te provoca a que los veas de manera diferente. En ellos hay
todo un mundo por descubir.

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