Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

Escuela de Negocios

Mercadeo

Tarea 3

Tomas Vargas Rubiera

15-7740
 Consultar en el texto básico de la asignatura,

 Elaborar un resumen sobre la objetividad de la Sociología.


El compromiso de la sociología como ciencia social es ser objetiva, lógica, racional,
apegada a los hechos más allá de emociones, sentimentalismos o juicios morales.
Estamos de acuerdo con ello, sin embargo, se debe considerar que como la sociología
estudia a la sociedad desde dentro, es decir, el sociólogo investigador es parte de la
sociedad que él estudia, es prácticamente imposible eludir los factores sentimentales,
emocionales, afectivos e ideológicos. Y consecuentemente, es muy difícil ser imparcial
frente a los hechos o fenómenos que se estudian, que son esencialmente humanos,
sobre todo cuando ellos se relacionan con las grandes desigualdades sociales, la
pobreza, la marginación, la enfermedad, la delincuencia o la corrupción, por poner sólo
unos ejemplos. Así, la objetividad, la imparcialidad e incluso la fría neutralidad, deben
ser más una aspiración que se busca cumplir mediante los métodos, las técnicas y los
instrumentos de investigación, a sabiendas de su imperfección, y de que
eventualmente se puede hacer un uso poco honorable y recto de los mismos. El uso de
los métodos y las técnicas, así como de las herramientas, por precisas y sofisticadas
que sean, no pueden eventualmente evitar que se cuelen en la investigación nuestros
afectos o rencores; simpatías o antipatías. En verdad que sólo toca al sociólogo
mantener el control de sus aspecto emocionales y sentimentales mediante una
honorabilidad y moralidad conscientemente asumidas y ejercidas en su trabajo
cotidiano. El sociólogo debe aprender que muchas veces los resultados de su
investigación pueden llegar a ser contrarios a sus intereses y preferencias y que, a
pesar de ello, debe respetar tales resultados si realmente aspira a hacer un aporte
valioso y significativo en su ámbito profesional y a la sociedad. No se le pide al
sociólogo que sea totalmente neutral y objetivo, pues es pedir no sólo un imposible,
sino que también es poco saludable. El sociólogo no es una máquina, es un ser
viviente, no es un estudioso de la materia inanimada, sino de seres de carne y hueso,
que piensan y sienten, tal como él. Por ello no es posible la neutralidad y la objetividad
absolutas. El sociólogo ve la realidad, la observa, la mide, desde un lugar determinado
en el edificio social, en un momento histórico determinado y en una situación
específica. Y es a partir de su cúmulo de conocimientos, de su experiencia de vida
personal y profesional, que saca conclusiones y consecuencias de lo que observa y
analiza. Por lo tanto, el reto es más bien poner la objetividad  y la subjetividad en el
lugar que les corresponde. Mucho de lo que hoy sabemos sobre el hombre en
sociedad, sobre las relacione sociales, sobre la acción, no se hubiera estudiado si tales
hechos o fenómenos no hubiesen despertado la curiosidad del sociólogo, si no le
hubiesen conmovido, si no hubiesen despertado algún tipo de reacción emocional en
él. Tampoco el sociólogo podría hacer algún tipo de propuesta política o social, si no
mediara un interés legítimo por el bienestar de una comunidad, grupo o la sociedad.

El estudio de lo social nunca ha sido, es o será neutral so pena de caer en la


indiferencia y la insensibilidad, en cuyo caso los aportes del sociólogo serían poco o
nada útiles y valiosos. Si los aportes de los padres de la sociología fueron valiosos, se
debió a su compromiso por mejorar la sociedad en que les tocó vivir, o cambiarla para
construir algo mejor, son los casos de, por ejemplo, Carlos Marx, o Augusto Comte,
Emile Durkheim, Spencer, Max Weber y muchos más. No fueron ajenos a los
problemas y dificultades de su tiempo y sociedad. Hoy debiéramos seguir su ejemplo
aportando saberes y experiencias para crear un mundo mejor para todos.

 Plantear relación de la Sociología con las demás Ciencias


Sociales. Elaborar un mapa mental con los resultados obtenidos.

Todas las ciencias explican un aspecto diferente de la misma realidad social, ya que
parten de presupuestos diferentes. Lo que hay detrás de cada postura es una
concepción del mundo en la que cabe una coherente aproximación a la realidad, de
esta manera, cada concepción del mundo desarrolla una forma compleja de la
dinámica de la realidad.

Por consiguiente, en el estudio de un fenómeno social participan varias disciplinas, las


cuales van interrelacionándose; por ejemplo, el problema de la delincuencia juvenil, un
fenómeno de naturaleza social, tiene implicaciones económicas, políticas,
antropológicas, legales, entre otras, por lo que su estudio es multidisciplinario, por lo
que varias disciplinas (sociología, derecho, psicología y antropología, por mencionar
algunas) lo tienen como objeto de estudio.

El fenómeno de la explosión demográfica suele tener una causa económica: se


presenta en los países pobres debido a que a menores ingresos hay una menor
educación, menor responsabilidad de la paternidad; ello a diferencia de los países
industrializados, donde el mayor porcentaje de población es de personas de edad
avanzada, ya que debido a la forma en que hombres y mujeres participan en el trabajo
existe una tendencia a formar familias de uno o dos hijos, y a veces de ninguno. La
idiosincrasia de algunos grupos sociales incide también en un índice alto de natalidad,
debido a que es costumbre en algunos sectores (entre ellos el campesino) procrear
familias numerosas, quizá porque ahí predomina la idea de que cuantos más hijos se
tengan más brazos para las faenas del campo habrá, o porque la religión impregna su
vida y entonces hay que aceptar todos los hijos que Dios envíe. Así se podría seguir
mencionando que este fenómeno tiene implicaciones políticas, jurídicas, religiosas,
históricas, entre otros.

De lo expuesto antes se deduce claramente que la semejanza de la sociología con


otras disciplinas radica en que el objeto de estudio es el mismo, les interesa la misma
realidad social, los mismos fenómenos; es en el análisis donde se establece la
diferencia, ya que todas miran el fenómeno desde ángulos distintos y le dan
explicaciones diversas. A la vez, es durante el estudio que las diferentes disciplinas
interactúan estableciendo así una relación casi siempre fructífera.

Por otro lado, la vida del hombre no es unidimensional, tiene varias facetas como la
religiosa, la moral, la jurídica, la política, la económica y la artística, entre otras. Todas
estas esferas del quehacer humano se desarrollan en la existencia social del hombre;
esto es, del hombre en tanto que tiene relaciones con sus semejantes y con su entorno.
La sociología, por tanto, tiene como tema central la investigación de esas relaciones y
actividades interhumanas.

La sociología se relaciona con la biología porque ésta es la ciencia que tiene por objeto
de estudio a los seres vivos y los seres humanos son, desde luego, entes biológicos, a
la vez que eminentemente sociales.

La biología estudia el comportamiento de los seres vivos como especies, su manera de


agruparse, de convivir entre sí, con otros seres y con su entorno. Por ello es importante
estudiar los fenómenos biológicos para comprender mejor lo que es eminentemente
social.

La sociología se relaciona, así, con la psicología, ciencia que tiene por objeto de
estudio los fenómenos de la conciencia. La psicología se encarga de analizar la
conducta de los seres humanos y sus motivaciones para actuar. Esta ciencia está
indisolublemente ligada a la sociología, ya que los fenómenos sociales son producto de
las relaciones establecidas entre las conciencias de los seres humanos. Por
consiguiente, si no hubiera conciencia no se produciría el fenómeno social, porque éste
nace, en primera instancia, en la psique de los individuos.

La psicología estudia los fenómenos intrapsíquicos; la sociología, en cambio, los


interpsíquicos, según la terminología del sociólogo francés Gabriel Tarde.

También hay una relación de la sociología con la economía. El ser humano necesita de
satisfactores para su supervivencia, y éstos los obtiene en cuanto se asocia con otros
seres humanos para producirlos. Por elemental que sea el satisfactor considerado,
siempre han participado en su elaboración varios individuos. Y si en la satisfacción de
las necesidades intervienen la actividad de varios hombres, entonces el fenómeno
económico es un fenómeno social; de ahí que en ocasiones la sociología reciba el
nombre de ciencia social de la economía.

Un elemento muy importante en la relación de la economía con la sociología radica en


que la organización económica de una población (el tipo de recursos materiales y de
organización económica), determinará el establecimiento de sus costumbres, las
formas en que se relacionan sus miembros, las interacciones que les son comunes, su
educación, sus prácticas sociales. De ahí que la economía se convierta en una
plataforma importante para comprender a una sociedad.

En cuanto a la política, se ocupa del estudio de las relaciones de poder que se


producen entre gobernantes y gobernados. Es claro que toda relación interhumana
constituye un fenómeno social; en consecuencia, al ocuparse de las relaciones de
poder en el seno del Estado, los hechos políticos constituyen un fenómeno social. Así,
se tiene un vínculo estrecho entre la política y la sociología.

El derecho está constituido por un conjunto de reglas obligatorias que rigen la conducta


externa de los hombres que viven en sociedad. Nace como una necesidad vital para
regular y armonizar las relaciones establecidas entre los diversos miembros de una
colectividad. Su finalidad es eminentemente social; la existencia del derecho no se
concibe fuera de la colectividad, ya que para un individuo aislado sería absurda la
existencia de normas jurídicas.

Al estar constituido por normas o reglas jurídicas que regulan la conducta externa y
social de los individuos, el derecho tiene un objeto de estudio común con la sociología.

Por su parte, la antropología estudia la cultura. En pocas palabras, estudia toda forma


de producción humana, el hacer del hombre en su conjunto y las características
culturales que lo definen en un momento histórico determinado. De ahí que la
sociología también se apoye en la visión antropológica, ya que le permite entender las
características históricas que le sirven de base para comprender mejor las relaciones
de los fenómenos sociales.
Opinión
Las sociologías actuales suelen ser bastante modestas. Se dedican a hacer su tarea,
cuentan sujetos, inventan nuevos campos de indagación, refinan sus procedimientos y
sus teorías, muerden sin temor los límites de los territorios ocupados por otras
disciplinas sociales, pero muy a tono con la época no pueden evitar beber del
manantial de los escepticismos respecto de cuestiones tan venerables como totalidad,
causalidad, determinación, verdad.

También podría gustarte