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1.

- Enfoque sociológico latinoamericano

Los problemas del desarrollo económico, social y político fueron la sustancia


elemental de la institucionalización de la sociología en América Latina y
representaron materia de reflexión teórica para una buena parte de sociólogos. De
esta forma, se examinan grandes líneas de análisis, explicación y comprensión
sobre las ideas y las respuestas por parte de diversos autores y escuelas de
pensamiento social a este dilema y a otras problemáticas y desafíos que enfrentó
la región a lo largo del siglo XX y que todavía debe hacer frente a comienzos de
este siglo XXI. En todo caso se evidencia a lo largo de las páginas que siguen que
la característica clave de la sociología del desarrollo en América Latina ha
consistido en ser una disciplina estrechamente condicionada por la coyuntura
política, los contextos históricos y por las cambiantes condiciones sociales. En
esta dinámica, las propuestas de interpretación social de la realidad
latinoamericana resultan fundamentales para comprender, explicar y generar
proyectos de cambio social en las estructuras sociales y de poder. Sus ciencias
sociales ocupan un espacio vital en la lucha teórica por apropiarse de la realidad y
direccionar el espacio de lo político.

Su lenguaje, sus conceptos y categorías son armas de grueso calibre, una manera
de construir el futuro y diseñar el cambio social. Pensar en un patrón de análisis es
vestir con uno u otro traje al continente. Es darle un relato histórico para legitimar o
pensar cuál ha sido y cuál debe ser la dirección que deben tomar los debates
políticos y la agenda de las ciencias sociales. Para recrear las categorías de
análisis social y romper patrones del colonialismo cultural, del saber y del poder no
hace falta tirar el agua sucia con el niño dentro. Negar nuestros orígenes es propio
de una maldición que recorre nuestra América Latina.

2.- ¿Cuáles son los Modelos sociológicos desde la perspectiva comparada?

Dentro de los conceptos cercanos al de movimiento social se encuentra el de


desobediencia civil. La cual tiene una connotación más jurídica y política que
social, pues si hay desobediencia debemos pensar en que es lo que se
desobedece, esto nos coloca en un plano normativo de lo que se debe obedecer y
lo que no se debe desobedecer. Uno de esos conceptos es el de desobediencia
civil. Por lo cual analizaremos los diferentes tipos de desobediencia civil, que es el
primer concepto que trataremos por su similitud con el de movimientos sociales y
por ser una fuente de ellos.

De esta definición podemos extraer algunos puntos de coincidencia entre los


movimientos sociales y la desobediencia civil. Mientras que en el caso de la
desobediencia civil significa infligir la ley, podemos diferenciar este resultado del
que se espera de una movimiento social, pues en este ultimo el objetivo no es la
violación de la ley, sino mostrar un estado de disconformidad generalizada con
algún elemento o decisión del sistema político, jurídico o social. Analizado los
conceptos de este modo podemos pensar que la desobediencia civil es una forma
o grado más elevado, notorio, activo, disyuntivo y concreto de manifestar un
estado de disconformidad que se pretende mostrar con los movimientos sociales,
los cuales en su fase primaria no prevén acción directa alguna, sino solo la mera
manifestación pública. Por lo general los movimientos sociales tienden a entrar en
escena peticionando por la ampliación de derechos para lograr el progreso moral o
político de la sociedad, mientras que la desobediencia civil tiende a rechazar una
cuestión legal nueva a la cual enfrenta precisamente argumentando que atenta
contra el progreso moral o político de la sociedad.

Habiendo definido conceptualmente la desobediencia civil y comparado dicho


concepto con el de movimientos sociales, se abordara una somera clasificación de
los que consideramos los tipos más significativos y comunes de encontrar en
cuanto a desobediencia civil se refiere. El primer tipo de desobediencia civil es la
desobediencia revolucionaria

3.- ¿Qué es la geopolítica y cual es su importancia para el uso de la sociología?

La geopolítica ha sido una de las disciplinas integradoras de las diferentes


dimensiones de las ciencias geográficas que más ha servido a la política para la
toma de decisiones estatales en materia de política exterior e interna. En dicho
contexto, su desarrollo, tanto en sus vertientes europea –alemana y británica– así
como norteamericana y asiática, tuvo un desarrollo constante y sistematizado
hasta 1945 en que los Estados Unidos y Gran Bretaña, sin fundamentos científicos
ni evidencia empírica alguna, la estigmatizaron oficialmente como “ciencia nazi”
durante la II Guerra Mundial.

Este despropósito ideológico –fundamentalmente instrumental– hizo que, a partir


de entonces, la geopolítica fuera marginada del estudio científico. En Estados
Unidos se la subsidió forzadamente en una rama de la geografía, la geografía
política, vaciándosela así de sus contenidos y bases originales, camino que fue
imitado en muchas otras partes del mundo.

No obstante, a poco andar de la Guerra Fría y del desarrollo de los procesos de


integración y de globalización, elites científicas provenientes de diversas
disciplinas sociales, políticas y económicas, se dieron cuenta de que los
fenómenos emergentes no podían ser explicados al margen de la geopolítica. Sin
embargo, sin atreverse a contradecir el dictamen oficial de los vencedores de la II
Guerra Mundial, optaron por dar origen a una emergente geopolítica llamada
“Crítica”, la cual surge como contestataria de los principios fundamentales de la
geopolítica tradicional explicando que sus postulados son diametralmente
opuestos a los de aquella.

Dejar constancia de cuán sustantivas o aparentes son las diferencias y las


coincidencias que hay entre los postulados de ambas geopolíticas

Sin embargo, en lo que respecta a la lógica política de sus contenidos, la historia


es pródiga en ejemplos que demuestran, empíricamente, que ella se re- monta a
la antigüedad clásica, cuando los Estados e imperios adquieren conciencia
geográfica y comprenden los efectos políticos de la relación que existe entre los
vínculos espaciales, y el desarrollo y proyección del poder por parte de unidades
políticas independientes o soberanas.
4.- ¿Qué elementos definen la Hipermodernidad?

clasificar proposiciones sólidas; la de hacer inferencias correctas, identificar las


consecuencias, o la que suele ser más compartida, deducir conclusiones
(Furedy,1985).

En 1990, como señalan Spicer y Hanks, el Congreso de los Estados Unidos fijó los
objetivos para el año 2000 entre los que se encontraba uno muy singular para los
graduados universitarios, el de demostrar una avanzada habilidad de pensamiento
crítico, de comunicación eficaz y de resolución de problemas (Spice-Hanks,1985).
Una comisión de 46 expertos en educación y filosofía se reunieron para definir qué
se entendía por pensamiento crítico y llegaron a concluir que este era un juicio
auto-regulatorio útil, que se compone de una interpretación , análisis, evaluación e
inferencia, así como de una explicación de lo evidente, conceptual, metodológico,
y con textual, de aquellas consideraciones sobre las que el juicio está basado.

Esto es sólo una pequeña muestra de lo que podemos encontrar entre los
investigadores que tienen relación directa con el asunto. Existe una playa de de
interpretaciones variadas que presentan divergencias sobre las características que
el pensamiento crítico pueda tener, llegando incluso al extremo de que entre
alumnos y profesores se pueda llegar a concluir que el pensamiento crítico puede
ser algo negativo a la hora de formular o analizar un juicio, o se asocia con la
capacidad de manifestar u opinar un punto de vista personal, o una actitud
contestataria, ... En otro sentido más positivo del concepto nos encontramos
posturas que defienden al mismo como un “pensamiento lógico” o un pensamiento
que aporta cierta posibilidad como actitud vital. No es de extrañar que, siguiendo
con el análisis de Aymes, algunos profesores lo consideren una especie de listado
de destrezas concretas que no dejan de ser complicadas a la hora de poder
integrarlas en la cotidianeidad del discurso

(Richard-Elder 2005).
5.- ¿Cuál es el impacto de los medios de comunicación en la sociedad
contemporánea?

Los medios de comunicación son necesarios para el desarrollo de la democracia y


tienen un papel fundamental en el funcionamiento del Estado de derecho porque
les corresponde ejercer de observadores permanentes de las instituciones y
denunciar posibles abusos de poder. Tener acceso a la información es un derecho
básico, por eso una sociedad libre necesita una prensa independiente que permita
a los ciudadanos conocer en todo momento lo que sucede en su entorno para
actuar en consecuencia. Los medios de comunicación siempre han tenido gran
influencia en la sociedad, pero también hay que relativizar su poder porque están
condicionados por una serie de factores, políticos y económicos, que limitan su
independencia, restringen sus funciones y los hacen vulnerables.

Los vínculos entre el periodismo, la política y la economía son históricos, pero las
relaciones entre los tres sectores han sido siempre interesadas y, con frecuencia,
la prensa se ha convertido en aliada de partidos políticos y de grupos económicos,
algo incompatible con un discurso crítico y con una información independiente.

Los medios son poderosos porque tienen capacidad para llegar a todos los
ciudadanos e influir en la sociedad. A través de su línea editorial pueden orientar
la opinión pública y modificar conductas y comportamientos. Estos efectos son
especialmente relevantes en periodos electorales porque se traducen en votos,
por eso los políticos están interesados en controlar los medios de comunicación
porque saben que son un instrumento fundamental para hacer llegar sus mensajes
a la audiencia y convencerla. Y cuando los medios no ejercen como contrapeso
del poder se transforman en aparatos de propaganda.

Durante la década de los 90, coincidiendo con un momento de prosperidad


económica, y aprovechando una coyuntura favorable, la mayoría de las empresas
de comunicación, impulsadas por una ambición desmesurada, ampliaron su
negocio con proyectos poco sólidos que luego generaron grandes pérdidas y
regulaciones de empleo drásticas. Su objetivo principal era la rentabilidad
inmediata, por encima del interés informativo, y los grandes sacrificados fueron los
contenidos.

6.- ¿Cuál es la importancia de las representaciones simbólicas en el estudio de la


sociología?

El término representaciones sociales fue, como se sabe, desarrollado por


Moscovici a mediados del siglo XX en su estudio sobre la representación social del
psicoanálisis en la sociedad francesa (Moscovici, 1979 [1961]). Su propósito:
volver a definir los problemas y el marco conceptual de la Psicología social a partir
del fenómeno de la representación social.

Para Moscovici, una novedad histórica atraviesa las sociedades contemporáneas,


invención que transforma el proceso de construcción de conocimientos comunes.
En las sociedades tradicionales, el vocabulario y las nociones indispensables para
describir y explicar la experiencia ordinaria, de todos los días, provenían del
lenguaje y la sabiduría acumulada en la memoria comunitaria o profesional. De
esa memoria cultural compartida tomaban la ciencia y la filosofía sus materiales
constituyentes, los procesaban y reestructuraban y los devolvían a la sociedad
convertidos en filosofías o teorías científicas. En cambio, en el mundo
contemporáneo son el trabajo y el desarrollo científicos los que inventan y
proponen «la mayoría de los objetos, conceptos, analogías y formas lógicas»
(Moscovici, 1979 [1961]:13) que utilizamos para comprender y actuar en las
distintas esferas de la vida diaria.

El problema a resolver, dice Moscovici (2000:228) cuarenta años después, era


«¿cómo el conocimiento científico es convertido en conocimiento común o
espontáneo?» y tratar de entender y valorar el pensamiento ordinario que, desde
esta perspectiva, es visto como un resultado de amplios procesos de
modernización. En otras palabras, la originalidad de las representaciones sociales
reside en proponer que el sentido común —aquel que nos sirve para nuestros
intercambios y acciones cotidianas— se configura, en buena medida, a partir de
los modelos y sistemas intelectuales desarrollados por la ciencia y diseminados en
una sociedad o cultura dadas; esos sistemas científicos son, a su vez,
remodelados o reconstruidos por medio de los intercambios entre sujetos y grupos
sociales.

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