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EL LIBRO DE LOS GENEROS RECARGADO Ciencia ficcién Policial Terror Literatura fantastica Elvio E. Gandolfo Gandolfo, Evio E. TE libro de los géneros recargado .~ 1a ed ~ Buenos Aires : Blatt 6 Rios, 2017. 416 p-5 20x 14 em. (Violeta) ISBN 978-987-3616-72-3 1. Géneros Literatios. 2. Critica Literaria. I. Titulo. CDD 801.95 © 2017, Elvio E. Gandolfo © 2017, por esta edici6n: Blatt & Rios Laditoral desea agradecer a Eduardo Hojman, Luis Pestariniy Jorge Lafforgue por baber autorizado la publicacin de lo reportajesrealizados al autor Primera edicién en Blatt & Rios: abril de 2017 Maqueta y disefio de tapa:"Trineo Comunicacin | www.trineo.com.ar Fotografia de tapa: Panta Astiazarin Blatt & Rios es un sello de Recursos Editoriales blatt-tios.com.ar facebook.com/BlattRios www.recursoseditoriales.com 18BN: 978-987-3616-72-3 Queda prohibida la reproduccin total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sin permiso previo del editor y/o autor. Prologo ala segunda edicién “eecargada” de Ellibro de los géneros’ En un momento pensé que los géneros “menores” (ciencia fic- Gon, policial, Fantasia, terror) camplen un papel de refresco, de ~yefuerzo sratura “mayor”. Como en el género del western, ——TTegan con estruendo ¥y brillo Tos clarines de la caballeria en el preciso momento en que el lector en general esti por morirse He aburrimiento, y aplican una inyeccién de vitalidad a factores man oct mere Rij naiTatIvO, MU como la construccién de Ia trama o ef mero Huo narrativo, mu- gs veces abFumnado por toncladas de pscologin. ¢ sociologs “A su vez cada autor disruptor, que mueve Jo dado en la litera~ Tas ha tenido un firme vinculo con géneros "menores”(Cervan_ tes, Arlt, Dostoievski, Balzac, ‘Shakespeare). Han tendido tam- bién a romper las leyes de una supuesta legalidad Tit “que habrfa que respetar: fobaron temas, imitaron formas, se ‘burlaron. "También incidieron, en un plano més lirico 0 hhasta metafisi- co, en una utilizacion consciente y distinguida de sus elementos, casi siempre con cierta inclinacién al solipsismo: Borges, el nou- veau roman, Lefiero, Lem, Chiang. "Tal vez el tinico lugar donde realmente haya una articulacion aun mismo nivel de los géneros con Ia literatura sea el pais que pricticamente los ha creado, Estados Unidos,y que los incorpo" 16 en distintos momentos a su literatura nacional. Ocurrié con + Una primera edicidn de este libro fe publicada en 2007 por la editorial Norma. [N. del E.} Ww Prdlogo Ja novela negra en los afios cuarenta (Cain, Chandler, McCoy, Nathanael West) y con la ciencia ficcién ms tarde (Vonnegut, Pynchon, Dick). —" Lo fascinante de ser lector es ver cambios que uno no es- peraba en uno mismo. Declaré mds de una vez que leja menos de un 10% de género, y tendia a dar la impresién de que a la larga hasta eso iba a achicarse. Como es l6gico, eso cambié en direccién contraria a mi jactancia inconsciente: en la ultima dé- cada el cambiante porcentaje crecié. Aumenté el hambre por leer cuentos, por ejemplo, que crefa, antes de leerlos, estar rele- yendo,y que descubria en vez de redescubrir. En parte se debia a las viejas épocas en que lefa tal cantidad que tanto la policial como la ciencia ficcién terminaban por ser una masa enorme e indiscriminada, o incluso, puestas a prueba hoy, directamente fantaseadas por el inventivo cerebro personal. Al releer estas notas, panoramas o criticas para corregirlas, descubri que hoy podria aceptar sin oponerme definir su inten- cién como didactica y entretenida, con énfasis en el segundo adjetivo, dado el progresivo crecimiento del aburrimiento en las estructuras educativas, sobre todo las dos primeras: primaria y secundaria, Agregué también un par de largos reportajes que me hicieron en su momento, como corte transversal de los intereses, oposiciones y equivocaciones de ese periodo. Este libro est “recargado” porque agrega notas nuevas sobre: * William Gibson; * ellibro y las versiones cinematogréficas de la novela Solaris; * Jonathan Lethem y escritores como él que hacen indistin- guibles las aguas de los géneros y la literatura; * el mundo creativo de Georges Simenon; * Sherlock Holmes y las versiones del cine y la TV; * las novelas de Henning Mankell; * Jas tres tiltimas novelas de Philip K. Dick; 12 Ciencia ficcién: precursores y fundadores* La ciencia ficcién, al igual que la narracién policial, la novela rosa o el western, es una forma literaria popular, y entra dentro del fenémeno de los “géneros”, que se desarrolla desde me- diados del siglo XIX hasta la actualidad. El término “género” tiene en este caso un matiz distinto, mas limitado y particular, que cuando se lo emplea para referirse a las diferencias entre la novela, el drama o la poesia. En ese sentido esta relacio- nado sobre todo con la difusi6n, y su consideracién incluye elementos que no suelen tenerse en cuenta para valorar una obra literaria a secas. Asi, por ejemplo, dentro de la evolucién de un género suelen ser més importantes las obras “basicas”, las que destacan la originalidad, el primer empleo de un tema, por ejemplo, que las obras “mejores”, desde un punto de vista estilistico. Importa mas el tiraje de un libro, la cantidad de pu- blico que lo lee, que su calidad intrinseca, siempre si hablamos dentro de ese género. No puede dejar de tenerse en cuenta, sin embargo, que hay miiltiples vasos de comunicacién entre ese mundo restringido y el de la literatura general. Sobre todo en el siglo XX, los géne- ros de difusién popular han cumplido un papel vivificador en momentos de estancamiento, no por oculto menos importante. * Estudio preliminar en Ciencia ficcion. Precursores y fundadores, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1981. 17 Ciencia ficcién: precursores y fundadores |_|. is peso dentro de la cultura | ha adguitido una amplitud fuera de lo comin. Muchas de sus | Supuestas profecias se han cumplido y su presencia es maltiple en la vida cotidiana. Un aparato demasiado aerodindmico, un ambiente o decorado futurista son de “ciencia ficcién” en el ha- bla comtn. La omnipresencia del fenémeno hace olvidar en ocasiones que el género pertenece, ante todo, 2 lo escrito, a la literatura, y ue cuenta con una historia compleja y precisy/‘Aqui nos con- centraremos sobre todo en los precursores y eh los fundadores del mismo. La linea divisoria entre ambos seria justamente el momento de conformacién de una prensa periédica 0 masiva que le dio su base de difusién y sus virtudes y defectos. En el caso de los precursores no hay conciencia de estar escribiendo dentro de un género preciso; en cl de los fandadores esa con- ciencia ya se va precisando. Cup sane efectos imprevisibles también en ta ven El modo en que se “hace fa historia”, y las supuestas seguri- | dades de fos especialistas sobre la sociedad, Ja politica o fa edu- cacin estan hoy en crisis ante la explosida de diferencias entre | Jo central y to marginal, entre Ja tendencia ideal a fa unidad y cémo casi siempre conduce a una realidad fragmentada y casti- ca, entre las ganas de moverse y la inercia. Ese marco no cambia el vigor y la calidad de invencién y pensamiento def libro, pero fo vuelve a poner en primer plano. En distintos sigios y luga- res, cada uno a su manera, autores como Rabelais, Cervantes, Laurence Sterne, Lewis Carroll, Witold Gombrowicz 0 incluso Kurt Vonnegut fueron poderosamente “inmaduros” para el con- cepto de madurez autoral de la época. Cada uno de ellos “Leys” y eseribid de manera revolucionaria géneros supuestamente ma- duros o exitosos el momento, como la historia de fa realeza, la novela de caballeria, la novela biografica, la fiteratura infantil, la novela existencial o las imagenes “pop” que un pais tiene de sf { 5 \ { 155 Olaf Stapledon y el paso det tiempo race nconttarse con la lectura “bajo cuerda’, no recone ida oficialmente como literatura, incluso medio Prohibida, y con su potencia. Cuando los ees se cruzan, en cambio, se desvelne que todas esas obras son molinos de conocimiento, que muelen en Brandes cantidades los modlos aceptados de conocer, sobre todo Por la Educacién. Liberan no sélo en ese plano sino también en cl estilo, y la estructura, os cambios de velocidad del paso del tiempo de la escritura. Sin que por ello Ueguen nunca, como debe sex, integrar ningin Canon, esa maquina aceitada de pro- ducir falsa madurez, puesta en jaque 0 directamente superada (en Rabelais o Cervantes) por estas obras La tltima y la primera bumanidad, de Olaf Stapledon, Barcelona, Minotauro, 2003 156

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