Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Sistema Circulatorio Como Sistema de Tubos
El Sistema Circulatorio Como Sistema de Tubos
TUBOS
Este artículo se publica con la intención de compartir una recopilación estudiantil que
necesariamente está sujeta a correcciones ortográficas, gramaticales, de forma y de
contenido. Por este motivo debe considerarse como material en proceso de elaboración,
aún no terminado.
El aparato circulatorio puede constituir uno de los ejemplos más claros y más asombrosos
de sistemas de flujo por tuberías que se puede encontrar ya sea hecho por la naturaleza o
por el hombre.
Cada una de sus partes representa un objeto que ya ha sido estudiado por la mecánica de
fluidos y por la hidráulica, a lo largo de la historia; tales objetos son bombas, válvulas,
tuberías de diámetros constantes, cambios de diámetros en tuberías, la viscosidad en el
fluido, la presión en una tubería, la velocidad del flujo, el caudal y el volumen total.
Se pretende dar una breve descripción de dicho aparato, enfocándolo desde la mecánica
de fluidos y la hidráulica para ayudar a afianzar ciertos conceptos que tal vez se pueden
comprender con mayor claridad cuando se tiene un ejemplo tan presente y tan real como
es, en este caso, el aparato circulatorio.
EL SISTEMA
El ciclo cardiaco tiene dos fases que son diástole y sístole. Durante la diástole, el músculo
se relaja permitiendo la entrada de la sangre a las aurículas que al llenarse presentan altas
presiones; tales presiones obligan a las válvulas tricúspide y mitral a abrirse, permitiendo
así el paso de la sangre a los ventrículos que los llena totalmente debido a una contracción
total que se da en las aurículas. Durante la sístole, las válvulas tricúspide y mitral se
cierran, los ventrículos llenos se contraen y obligan la apertura de las válvulas aórtica y
pulmonar para permitir la salida de la sangre al resto del cuerpo. Finalmente el corazón se
relaja, cierra las válvulas aórtica y pulmonar, y comienza una nueva diástole.
EL FLUIDO
La sangre es el fluido fundamental del aparato circulatorio. Circula por las venas y las
arterias del cuerpo humano y ese movimiento de circulación se debe a la actividad
coordinada del corazón, los pulmones y las paredes de los vasos sanguíneos.
Tiene un olor característco y una densidad relativa que oscila entre 1,056 y 1,066. En un
adulto sano la cantidad de sangre en el cuerpo es una onceava parte del peso corporal, de
4,5 a 6 litros. Es un líquido viscoso que se compone de células (glóbulos) y plasma. Más
del 99% de las células son glóbulos rojos lo que significa que los glóbulos blancos casi no
tienen ningún papel en las características físicas de la sangre.
HEMATOCRITO:
La sangre es varias veces más viscosa que el agua y eso dificulta más su paso por los
vasos pequeños; a mayor proporción de células en la sangre (hematocrito), mayor la
fricción entre capas sucesivas de sangre y es esta fricción la que rige la viscosidad. Por lo
tanto, cuando aumenta el hematocrito, aumenta la viscosidad de la sangre. La viscosidad
de la sangre completa para un hematocrito normal es aproximadamente 3 veces la
viscosidad del agua, pero cuando el hematocrito aumenta hasta 60 ó 70, la viscosidad de
la sangre puede llegar a ser 10 veces la del agua y su circulación por los vasos se podrá
retrasar considerablemente.
Otro factor que afecta la viscosidad de la sangre es la concentración y los tipos de proteína
que hay en el plasma, pero estos efectos tienen mucha menor importancia que la que tiene
el hematocrito. La viscosidad del plasma sanguíneo es 1,5 veces la del agua.
1. La diferencia de presión entre los dos extremos del vaso que es la fuerza que empuja
la sangre por el mismo.
El flujo a través del vaso se puede calcular por medio de la ley de Ohm, que indica que el
flujo sanguíneo es directamente proporcional a la diferencia de presión e inversamente
proporcional a la resistencia (Q=DP/R). Por lo tanto, para determinar el flujo sanguíneo no
es importante conocer el valor total de las presiones, pero es fundamental conocer la
diferencia entre éstas que será la encargada de inducir el flujo de aquel lugar en donde
hay más presión a donde hay menos presión.
El flujo de sangre se refiere al volumen de sangre que pasa por un punto determinado de
la circulación durante un tiempo fijo. Se expresa en unidades de volumen sobre unidades
de tiempo (caudal). El flujo sanguíneo global en la circulación de un adulto en reposo es de
unos 5000 ml/minuto y éste es el denominado gasto cardiaco porque constituye el volumen
de sangre impulsado por cada ventrículo en la unidad de tiempo.
En ciertos casos la sangre fluye a un ritmo constante a través de un vaso liso, largo en
corrientes continuas, manteniéndose cada capa de sangre a una distancia constante de la
pared del vaso presentándose entonces lo que se conoce en la mecánica de fluidos como
flujo laminar. Al tener flujo laminar, se presenta también el efecto de que las capas más
cercanas a las paredes de los vasos, tendrán velocidades de flujo casi nulas debido al
efecto de la viscosidad, mientras que las capas de sangre más alejadas de las paredes
alcanzarán una velocidad mayor que el resto de las capas. Lo anterior origina un perfil
parabólico de velocidades cuando se presenta un flujo laminar.
Cuando la rapidez del flujo sanguíneo es muy intensa, cuando pasa una obstrucción de un
vaso, cuando hace un giro brusco, o cuando pasa por encima de una superficie más
rugosa, el flujo puede volverse turbulento, formando generalmente remolinos
denominados corrientes parásitas o de remolino. Cuando se producen corrientes de
remolino, la sangre circula contra una resistencia mucho mayor que la que existe cuando
la corriente es lineal porque los remolinos aumentan enormemente la fricción dentro del
vaso.
Sin embargo, en los vasos pequeños el número de Reynolds casi nunca llega a ser
suficientemente elevado para provocar turbulencia.
LA PRESIÓN
La presión sanguínea representa la fuerza ejercida por la sangre contra cualquier área de
la pared vascular, se mide generalmente en torr (milímetros de mercurio) porque se ha
utilizado el manómetro diferencial. Sin embargo, el mercurio tiene tanta inercia que no
puede elevarse y bajar rápidamente. Por este motivo, el manómetro de mercurio, aunque
excelente para registrar presiones constantes, no puede responder a cambios de presión
que ocurran con rapidez mayor de aproximadamente un ciclo cada dos o tres segundos.
Se utilizan entonces artefactos más especializados cuando se va a medir la presión
sanguínea, como son los transductores electrónicos de presión utilizados generalmente
para convertir la presión en signos electrónicos y registrarla con un dispositivo de alta
velocidad.
La aorta al salir del corazón se empieza a dividir en una serie de ramas principales que a
su vez se ramifican en otras más pequeñas para lograr llegar a todas las partes del
organismo mediante una complicada red de múltiples derivaciones. Las arterias menores
se dividen en una fina red de capilares que son vasos aún más pequeños y tienen paredes
muy delgadas. Así la sangre entra en contacto con con los líquidos y tejdos del organismo.
Después de permitir a la sangre interactuar con las diversas células, los capilares se
empiezan a unir para formar venas pequeñas que a su vez se unen para formar venas
mayores cada vez, hasta que finalmente se reúnen en la vena cava superior e inferior que
llega al corazón.
DIÁMETROS VARIABLES
El diámetro de los vasos sanguíneos, a diferencia de lo que ocurre en tubos metálicos o de
vidrio, aumenta al elevarse la presión interna porque tales vasos son distensibles.
Tal vez las únicas tuberías capaces de modificar su diámetro de acuerdo a la presión, son
las que conforman el aparato circulatorio y son tal vez el único elemento de dicho sistema
que el hombre no ha implementado en los sistemas que construye.
BIBLIOGRAFÍA:
___