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Capituto TT Las dimensiones de la urbanizacion La urbanizacién, como sintesis convergente de un conjunto de procesos sociales paralelos, ha modificado en el pasado y lo sigue haciendo aun, el caréc- ter de las ciudades hist6ricas y la forma de vida urbana. Este cambio trascenden- te abarca a todas y a cada una de las dimensiones ciudadanas afectando consi- guicntemente con su importancia, a la misma esencia de lo urbano. Los datos relacionados con el crecimiento y el desarrollo de los principales nticleos son conocides y las cifras que hemos recordado en el capitulo anterior dan una idea global de su alcance ¢ intensidad. Es obvio que los problemas indu- cidos por la urbanizaci6n no provienen solamente del hecho de que una pro- porcion creciente de la poblacién total viva en ciudades cada vez més grandes. Las cuestiones involucradas son mucho més complejas que una mera apreci ion cuantitativa. Se relacionan basicamente con cambios tecnolégicos que re- percutiendo directamente sobre las actividades, los espacios, la cultura, la vida mental y social del ciudadano o sea, propiamente hablando, sobre los hechos humanos, comprometen la responsabilidad politica. Por consiguiente, cuando se trata de elaborar una descripcién y més atin un diagnéstico de los cambios producidos por el proceso de urhanizacion es necesario contar con una com- prensiOn mas general y profunda de las fuerzas que plasman las nuevas y adn cambiantes realidades de la vida en un contexto de sostenida expansion urbana. Los mas serios investigadores del tema han puntualizado desde muy anti- guo y a partir de diferentes puntos de vista esta situaciOn. Hace casi 200 aftos, el pensador alemén W. H. Riehl formulé un juicio que, para su época y en su pais, pudo parecer exagerado y prematuro. Constituy6, sin embargo, una suerte de anticipacion corroborada por los hechos. Decia Riehl: “el caracter particular de la ciudad, como entidad colectiva original se extingue por si misma en la exten- sa metr6poli informe. Toda gran ciudad quiere ser metr6poli, por tanto, unifor- marse como todas las otras, abandonando incluso la fisonomia distintiva de lo nacional”. Esta apreciaci6n conserva toda su actualidad y hace referencia a una cuestién esencial que ha sido frecuentemente soslayada en muchos estudios pos- teriores que, no obstante tienen una vigencia inusitada hoy dia. La urbanizacion ha producido no solo un deterioro de la identidad origi- 59 nal de Jo urbano sino que, una de las consecuencias, tal vez no deseada, del

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