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Nociones de “poder”
El poder según Weber:
- Poder: "Significa la posibilidad de imponer la propia voluntad dentro
de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que
sea el fundamento de esa probabilidad"
- Autoridad o dominación: "Posibilidad de encontrar obediencia a un
mandato determinado entre personas dadas". Un determinado
mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o
interno) en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de
autoridad". Esta autoridad puede descansar en los más variados
motivos de sumisión.
- [se desprende de estas definiciones clásicas de la sociología
weberiana la reducción de toda relación de poder a situaciones
sociales en las que uno o unos dominan a otros, en relación de
desigualdad, de interdependencia desigual.]
- Es comprensible que Weber evitase en el desarrollo de su obra el
término “política” y utilizase el de “dominación”.
- Lecturas vulgarizadoras de Weber han llevado después a que se
asimile toda relación política a una relación de dominación o, más
aun, a que toda relación humana sea, en el fondo, en el límite, una
relación de dominación.
El poder según Arendt:
(“Sobre la revolución”; “Sobre la violencia”)
- Poder: “A diferencia de la fuerza, que es atributo y propiedad de
cada sujeto en su aislamiento frente a todos los demás, el poder
solo aparece allí y donde los hombres se reúnen con el propósito de
realizar algo en común, y desaparecerá cuando, por la razón que
sea, se dispersen o se separen. Por tanto, los vínculos y las
promesas, la reunión y el pacto son los medios por los que el poder
se conserva; siempre y cuando los sujetos logren mantener intacto
el poder que brotó de su seno durante el curso de una acción o
empresa determinada, puede decirse que se encuentran en pleno
proceso de fundación, de constitución de una estructura secular
estable que dará albergue, por así decirlo, a su poder colectivo de
acción. En la facultad humana de prestar y conservar las promesas,
tenemos un elemento de la capacidad humana para construir su
mundo… La gramática de la acción: la acción es la sola facultad
humana que exige una pluralidad de sujetos; la sintaxis del poder: el
poder es el único atributo humano que se da en el espacio secular
interhumano gracias al cual los sujetos se ponen en relación mutua,
se combinan en el acto de fundación en virtud de la prestación y
cumplimiento de las promesas, las cuales, en la esfera de la política,
quizá constituyan la facultad humana superior” (Sobre la revolución,
286-287).
- Potencia: propiedad inherente a un objeto o una persona, que
puede demostrarse a sí mismo en relación con otras cosas o con
otras personas, pero es esencialmente independiente de ellos. La
potencia de, incluso, el más fuerte individuo puede ser siempre
superada por las de muchos que a menudo se combinarán, sin más
propósito que el de arruinar la potencia precisamente por obra de
su independencia peculiar
o La casi instintiva hostilidad de los muchos frente al uno (que
en otros casos se resuelve en obediencia y seguidismo) ha
sido siempre, desde Platón a Nietzsche, atribuida al
resentimiento, a la envidia de los débiles respecto del fuerte,
pero puede ser también, tanto o más que eso, la naturaleza
del grupo que constituye su poder y hace frente a la
independencia, propiedad de la potencia individual
- Violencia: tiene un carácter instrumental. Fenomenológicamente
está próxima a la potencia, dado que los instrumentos de la
violencia, como todas las demás herramientas, son concebidas y
empleadas para multiplicar la potencia natural hasta que, en la
última fase de su desarrollo, puedan sustituirla
- Una de las distinciones más obvias entre poder y violencia es que el
poder siempre necesita del número, mientras que la violencia, hasta
cierto punto, puede prescindir del número porque descansa en sus
instrumentos.
o La extrema forma de poder es la de Todos contra uno, la
extrema forma de violencia la de Uno contra Todos, y esta
última no es posible sin instrumentos
o Cuando decimos de alguien que está en el poder nos
referimos realmente a que tiene un poder de cierto número
de personas para actuar en su nombre
- La violencia es un fenómeno marginal en la esfera de la política
o … puesto que el ser humano, en la medida que es un ser
político, está dotado con el poder de la palabra. Las dos
definiciones que del ser humano dio Aristóteles se
complementan (ser político y ser dotado con la palabra) y
ambas aluden a una experiencia idéntica dentro del cuadro
de la polis. La teoría política tiene muy poco que decir del
fenómeno de la violencia y su análisis debe dejarse a los
técnicos… Una teoría de la guerra o de la revolución solo
puede ocuparse de la justificación de la violencia, en cuanto
esta justificación constituye su limitación política
- Todas las instituciones son manifestaciones y materilizaciones de
poder (como acuerdo o consenso); se petrifican y decaen tan
pronto como el poder vivo del pueblo o del grupo constituido deja
de apoyarlas.
o Esto no es menos cierto para las monarquías que para las
democracias: suponer que el dominio de la mayoría funciona
solo en la democracia es una ilusión:
el rey, un individuo solitario, se halla más necesitado
del apoyo general de la Sociedad que cualquier otra
forma de gobierno
Incluso el tirano, que manda contra todos, necesita
colaboradores en el asunto de la violencia, aunque su
número pueda ser más reducido
Por eso, como vio Montesquieu, la tiranía es la más
violenta y menos poderosa (política) de todas las
formas de gobierno
o [en el concepto de poder de Arendt, sin excluirse la situación
de desigualdad o interdependencia desigual, se subraya que
el poder es un producto del acuerdo, el convenio, el pacto, la
promesa mutua, de la que, a diferencia de lo que plantea
Weber, incluye la posibilidad de una interdependencia en
igualdad]
o Se deduce de ello la noción de “política” de la autora, que
pretende derivar del universo institucional de la democracia
ateniense: esfera común, pública, inter-nos (res públicae) que
emerge fenoménicamente de la acción común de sujetos si se
dan las condiciones de reconocimiento mutuo y acuerdo en
igual libertad o mutua libertad entre ellos.
La autora, recogiendo los argumentos de la Política de
Aristóteles, nos recordaba (La condición humana) que
los persas (en tiempos del imperio persa) tenían
gobierno (poder que emana de la interdependencia
desigual), pero no política (poder que emana de la
interdependencia igual) y que es esta la que produce la
libertad, que no es, por tanto (como sostiene la
filosofía hobbesiana y liberal) un atributo previo del
individuo sino un producto del vínculo inter-nos
- Según la autora, la confusión entre términos como poder, fuerza,
potencia o violencia, revela no solo cierta sordera a los significados
lingüísticos, sino ceguera ante las realidades diferentes a las que
corresponden.
- La confusión es consecuencia de una convicción: que la más crucial
cuestión política es, y ha sido siempre, ¿quién manda a quién?:
o Poder, potencia, fuerza, autoridad y violencia no serían más
que palabras para indicar los medios por los que el hombre
domina al hombre; se emplean como sinónimos porque,
según general aceptación, poseen la misma función.
- El silencio y el poder. Fragmento de “Silencio”, discurso de entrada
en la RAE del dramaturgo Juan Mallorga, que realizara la tesis con
Manuel Reyes Mate. Leer las pp. 24 hasta primer párrafo de 28:
https://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_ingreso_Mayorga.p
df
Marx manifestó cuál era el fin del socialismo muy claramente al final del tercer
volumen de El capital:
''En efecto, el reino de la libertad sólo empieza aIlí donde termina el trabajo
impuesto por la necesidad y por la coacción de los fines externos; queda, pues,
conforme a la naturaleza de la cosa, más allá de la órbita de la verdadera
producción material. Así como el salvaje tiene que luchar con la naturaleza para
satisfacer sus necesidades, para encontrar el sustento de su vida y reproducirla,
el hombre civilizado tiene que hacer lo mismo, bajo todas las formas sociales y
bajo todos los posibles sistemas de producción. A medida que se desarrolla,
desarrollándose con él sus necesidades se extiende este reino de la necesidad
natural, pero al mismo tiempo se extienden también las fuerzas productivas
que satisfacen aquellas necesidades. La libertad, en este terreno, sólo puede
consistir en que el hombre socializado, los productores asociados, regaten
racionalmente este su intercambio de materias con la naturaleza, lo pongan
bajo su control común en vez de dejarse dominar por él como por un poder
ciego, y lo llevan a cabo con el menor gasto posible de fuerzas y en las
condicionesmás adecuadas y más dignas de su naturaleza humana. Pero, con
todo ello, siempre seguirá siendo éste un reino de la necesidad. Al otro lado de
sus fronteras comienza el despliegue de las fuerzas humanas que se considera
como fin en sí, el verdadero reino de la libertad, que sin embargo sólo puede
florecer tomando como base aquel reino dela necesidad." (El Capital, México,
Fondo de Cultura Económica, 2ª cd., 1959, t. 3, p. 759), 39
Autores relevantes
Montesquieu
Propuesta de Montesquieu para la moralización del Estado: Estado
de Derecho y división de poderes
M. afirma que es una experiencia constante "que todo hombre que
posee poder tiende a abusar de él y esto último es, precisamente, lo
que hay que impedir. Se trata, pues, en su concepción, de la
afirmación y defensa de la libertad del individuo.
Y seguía pensando que el correlato a la tendencia al abuso del
Poder, por parte del gobernante, era la renuncia de la lucha por la
libertad, por parte de los gobernados.
M. cuenta con la debilidad humana. Por eso no se contenta con
predicar, éticamente, el ejercicio de la libertad, sino que se propone
la inscripción de la libertad en la realidad jurídico-pol., es decir, su
objetivación o institucionalización."... busca las garantías, las
protecciones legales...
El E. de Der., tal como lo concibe M., "consiste en la cesación del
viejo Est. paternalista -que fácilmente se convertía en el Estado
padrastro del despotismo- dentro del cual todas las acciones eran
de buena fe, es decir, pendientes de la disposición y el criterio del
Magistrado que, en definitiva, resolvía siempre discrecionalmente,
sin más límites a su poder que el poder supremo y, tratándose de
este último, la ley religiosa y la conciencia moral.
Por eso, se comprende que todos los tratados medievales de
regimini principum, desde los escolásticos hasta Quevedo, Gracian o
Saavedra Fajardo entre nosotros, hayan consistido siempre en puras
admoniciones religiosas o exhortaciones morales -o inmorales y
maquiavélicas, tanto da- para que el Príncipe ejerza <bien> el
poder. El Estado de Derecho consiste, precisamente, en el cese de
esta entrega a la buena fe del gobernante y en la sustitución de la
confianza en su <virtud> por el encauzamiento y regulación de sus
acciones. Estado de Derecho es el régimen pol consistente en el
imperio de la Ley.
Ahora bien, el gobierno de la Ley es, en rigor, imp. Las leyes tienen
que ser dictadas, ejecutadas y judicialmente aplicadas. La legislación
puede ser cosa de muchos, pero el gobierno y la resolución de los
conflictos judiciales, no, por razones simplemente técnicas y, por
otra parte, su confusión en un mismo sujeto de poder conduce al
despotismo monárquico, si quien es titular del poder ej. ejerce
también el legislativo, o al despotismo popular, si el titular del
poder legislativo posee tb el ejecutivo. La solución, pues, es decir, la
realización del Estado de Derecho, consiste en la división de
poderes.. 130-133.
Montesquieu pretende moralizar el Estado mediante un artificio -la
división de poderes- que evite si inmoralidad, es decir, el
Despotismo, y constituya una defensa de la libertad del individuo.
124
Constant
“Acerca de la libertad de los antiguos comparada a la de los modernos”, 1819
- Frente al imperio del orden social, Constant defenderá la libertad
que supone el triunfo de la individualidad, tanto sobre el
despotismo de la autoridad política como sobre los dislates de las
masas frente a las minorías.
- Con ello, Constant, y con él la tradición liberal, está produciendo
una sacralización del individuo, receptáculo de la moral
- No se trata, según Constant solo de dividir el poder, sino de ponerle
límites a todos los poderes emanados del Estado. Pues, según su
lógica, tampoco en el control de la soberanía reside la salvaguarda
de la libertad.
o Pues un Estado fundado en la soberanía popular puede ser en
extremo despótico, si sacrifica la opinión individual y el
derecho a disentir
o La historia ha demostrado que el ideal de la salvación
colectiva puede desembocar en el terror como orden político.
- La posibilidad de que el gobierno se haga tiránico está siempre
presente. Por ello debe ser restringido a través de la imposición de
formas jurídicas que garanticen la libertad de los individuos frente al
poder arbitrario o a una colectividad investida de absolutos
- Considera que los dos tipos de libertad corresponden a dos
momentos o circunstancias históricas radicalmente diferentes, y
que intentar aplicar un modelo en las circunstancias del otro
conduce al despotismo de la revolución y el régimen del Terror y al
imperio napoleónico.
- La libertad de los antiguos es propia de los estados pequeños que
permiten una intervención real del individuo en los asuntos
públicos, y la política se hace de una manera directa e inmediata;
una libertad colectiva protagonizada por el ciudadano, que vive
apasionadamente su participación en la res pública y cuya libertad
se traduce en el ideal de vida activa (Arendt); los ciudadanos
deliberaban en la plaza pública sobre todo lo concerniente a la
comunidad política, la polis.
- Esta participación fervorosa llevaba consigo la sujeción del individuo
a la voluntad de la comunidad
- De la lectura de Rousseau y de la vivencia de la historia, Constant
concluye que la obediencia a los dictados de un ente colectivo
acaba por convertirse en sumisión.
- La libertad moderna se halla en las antípodas de este sometimiento
a la comunidad. Es el tipo de libertad propia de los estados grandes,
en los que el individuo no puede tener más que una influencia
indirecta sobre la res pública a través de la representación política.
La libertad es ahora un ideal individual, no grupal.
- El hombre moderno goza de una soberanía aparente, pues, perdido
en la multitud, casi nunca percibe la influencia que ejerce
- En las condiciones de la libertad de los antiguos, el individuo se
zambullía gozosamente en una continua actividad social; los
hombres hacían del entusiasmo con los asuntos públicos una forma
de vida.
- Pero la libertad de los modernos aleja a los individuos de los
órganos públicos. De ahí que se desarrolle el sistema
representativo, basado en la delegación de la soberanía en los
expertos… Ello lleva a que el individuo viva toda participación en la
esfera pública como una molestia.
o Así, con el tiempo, los modernos pierden el interés por lo
público a la vez que desarrollan una cálida afección por los
asuntos privados, y la vida privada se convierte poco a poco
en el centro de la existencia de los hombres, que identifican
la libertad con las garantías que el poder les concede para
que gocen, en paz y seguridad, de su vida privada.
-
- Al abrigo de esta noción de libertad se está gestando un ideal de
felicidad que consiste en que los hombres gocen de una "perfecta
independencia en todo lo referente a sus ocupaciones, negocios,
esferas de actividad y fantasías”.
- Según Constant, la pasión por lo público es irrecuperable en la
modernidad.
- Salvador Giner (La sociedad masa) y Helena Béjar (El ámbito íntimo)
argumentan:
o Las condiciones de las democracias igualitarias fuertemente
impregnadas de un sentimiento colectivo favorecen la
extensión de un desarraigo encubierto tras una cierta
arrogancia popular que va en contra de todo aquel que
sobresale, especialmente contra aquellos cuya actividad
escapa a la comprensión del pueblo.
o Cuando la igualdad se convierte en un absoluto la libertad se
ve en aprietos: la excelencia humana, la voluntad de
sobresalir y diferenciarse de los demás, se considera entonces
un peligro.
o El dogma de la igualdad pasa a ser, así, un vehiculo ideológico
para encubrir bajas pasiones, como la envidia, la pasión
democrática por excelencia: la mayoría se erige en juez
inapelable de aquellos que se apartan de la norma, de la
mediocridad consentida, y designará a los no iguales como
disidentes. La diferencia lleva consigo la estigmatización
o El triunfo de la igualdad sobre la libertad conlleva la
persecución de la excelencia y la disolución de la ambición en
intereses menudos
- El cultivo de la vida privada, señuelo de dulces encantos, lleva
aparejada la progresiva retirada de los individuos de la arena
política, que queda como un espacio frágil, presto a caer en manos
despóticas. Abandonados a sus goces privados, los pueblos
modernos solo quieren paz y bienestar.
- Conviene pues combinar ambas libertades en un relativo equilibrio.
La afición a lo privado no debe desterrar la inclinación por lo
colectivo. El respeto por los derechos individuales ha de coexistir
con el interés por la cosa pública
Tocqueville
“De la democracia en América”, dos vols., 1835-1840
- quienes no conocen y no valoran esta libertad positiva y se orientan
hacia los goces materiales, consideran que las agitaciones de la
libertad perturban el bienestar, quitándoles el sosiego cualquier
rumor de agitación pública que penetre entre los pequeños goces
de su vida privada
- Los hombres modernos desarrollan una acentuada inclinación por lo
material, un afán de satisfacer hasta las menores necesidades del
cuerpo y de proveerse de las pequeñas comodidades de la vida. La
pasión por lo material se enreda en el alma y se hace más y más
absorbente.
- Pasado el fervor revolucionario, una vez que la democracia se ha
asentado, los americanos concentran sus energías en la
conservación de aquello que tanto les ha costado conseguir
- Abdican paulatinamente de su condición ciudadana para pertrechar
su vida de pequeños deseos, nimias necesidades y comodidades
baratas
- Se persigue el bienestar material con tal ansiedad que corroe la
dicha, y la vida degenera en una vana persecución de una felicidad
fantasmagórica que adopta tantas formas como objetos materiales
existen
- Cuando lo material se ha convertido en principal objeto de deseo, la
estabilidad se vive como anticipación de la muerte
- Carentes de ilusiones que vayan más allá de lo individual, los sujetos
de las democracias adocenadas solo se sienten vivos cuando activan
su deseo desenfocado, en una especie de agitación incesante que
les lleva a cambiar continuamente de proyectos y lugar
- La vida es, así, una carrera de fondo desprovista de toda
trascendencia
- Los hombres democráticos han abandonado el ejercicio de la
libertad y se han dedicado con exclusividad a sus pasiones
igualitarias
- Quedan así los ciudadanos inermes para enfrentarse al despotismo
- Tocqueville distingue individualismo de egoísmo: este es tan viejo
como el mundo, aquel nace con el igualitarismo democrático; el
egoismo es un "instinto ciego", el individualismo un "juicio
erróneo": "un sentimiento reflexivo y apacible que induce a cada
ciudadano a aislarse de la masa de sus semejantes y mantenerse
aparte con su familia y amigos; de suerte que después de formar
una pequeña sociedad para su uso particular, abandona a sí misma
a la grande"
- la moral de la sociedad democrática es el individualismo: separa a
los hombres y les convence de que la soledad es una muestra de
fortaleza. Una sociedad atomizada en la que la independencia es
socialmente valorada.
- Comenta Helena Bejar que en nuestros días la independencia
atomística toma el nombre de autosuficiencia, amenazando con
encerrar al sujeto en la soledad de su propio corazón.
- Tocqueville propone resistir al individualismo, que conduce a la
servidumbre y al despotismo; abandonar la noción de libertad
entendida como un derecho, un don gratuito que no es preciso
defender, para volver a considerarla un deber que debe defenderse
cada día; hay que enseñar a los individuos a salir de sus asuntos
privados y resistir la tendencia al aislamiento y la molicie.
- La degradación de la democracia crea seres arrogantes que
esconden una profunda debilidad, secuela inevitable del declive del
espacio público.
- Cuando los sujetos suspenden su condición de ciudadanos y se
hacen personas, necesitan a los demás para afirmar su condición
existencial, ahora plenamente psicológica.
- Que los individuos se reconozcan solo en sus rasgos personales
(psíquicos) abona las condiciones del despotismo, pues sienten más
que nunca la necesidad de apoyo externo, envuelta en una soberbia
dedicación a lo privado, y propenden a mirar al Estado como el ente
paternal y proveedor de orden y seguridad en medio de un espacio
público desierto.
- En estas condiciones se produce una "tiranía de la mayoría" a la que
el individuo no puede oponerse. La formación de una opinión
pública homogénea en sus juicios y tiránica con los disidentes es la
nota dominante.
- Es una tiranía que se ejerce sobre sí misma, al detentar el poder el
pueblo soberano
- Más el desarrollo de la sociedad democrática hará que la tiranía se
la mayoría degenere en "torpeza de la masa". La comunidad ya no
es un conjunto de ciudadanos sino una multitud de individuos
movidos por intereses mezquinos y por una indiferencia
generalizada que anega toda traza de espíritu público.
- Se da como consecuencia una profunda incapacidad para actuar y
un abandono de la crítica.
- El "fatalismo de la multitud" es el nuevo rostro de una tiranía que se
ejerce por omisión cuando se delega la participación en manos de
los expertos.
- Cuando el gusto por los asuntos públicos pertenece ya al recuerdo,
o se ha olvidado, la sociedad democrática se convierte en una red
de intereses particularistas
- En ausencia del gusto por la vida pública, los sujetos vuelcan su
ímpetu en sus vidas privadas para llenar de sentido su existencia.
- YA que como ciudadanos todos somos iguales, como personas
podemos desplegar nuestras particularidades en el dominio íntimo
Isaiah Berlin
“Dos conceptos de libertad”, 1958
- Berlin parte de interrogarse: ¿Cuál es el ámbito en que al sujeto
-persona o grupo de personas- se le deja o debe dejar hacer lo que
es capaz de hacer o ser, sin que por ello interfieran otras personas?.
Y responde que la libertad así concebida debe ser llamada negativa
y se opone a la positiva, fuente o capacidad inherente al ser
humano.
- La libertad negativa significa estar libre de; que no interfieran en mi
actividad más allá de un límite, que es cambiable, pero siempre
reconocible;
o libertad respecto a, en relación a, incluso frente a el otro, los
demás, el exterior.
- Y se cumple en una zona en la cual el individuo es respetado;
- se da en el interior de un espacio que se cierra a toda intromisión
externa. Y la coerción será la intromisión deliberada dentro de esa
área.
- Berlin se pregunta también si la libertad negativa puede ser
compatible con las diversas formas de dominación, y responde que
el ejercicio de la libertad negativa en un marco público opresor es, a
la postre, un contrasentido porque la privacidad que se derivaría de
ella sería el cobijo de un individuo temeroso y rencoroso con una
coacción que no le deja ser plenamente
- La definición liberal (negativa) de libertad entraña un sujeto
defensivo que recela de la acción del gobierno y teme los desmanes
de la colectividad.
- La privacidad es entonces un espacio simbólico que se erige frente a
un exterior amenazante, pero lleva también consigo una actitud de
tensión y de resistencia a la autoridad y a la presión popular.
- Para los liberales la privacidad no se ha entendido (en estos autores
fundamentales) como el marco del abandono, de la renuncia a la
acción en la esfera pública -como lo será en los contemporáneos
con el encastillamiento en lo íntimo (Helena Bejar)- sino un lugar de
resistencia, el reducto donde se forma un individuo crítico en
relación a sí mismo y al mundo exterior.
- Pero en la noción de privacidad que se ha impuesto en la
contemporaneidad, el componente defensivo prima sobre el
intencional y de resistencia. El sentimiento, más que la razón, es la
materia de esta privacidad, por lo que degenera en refugio de unos
seres definidos sobre todo por su afectividad.
- En Berlin está claramente planteada la desconexión entre libertad
individual y soberanía popular:
"La libertad en este sentido no está, en ningún caso lógicamente,
conectada con la democracia o el autogobierno […], no hay una
conexión necesaria entre la libertad individual y el autogobierno
democrático. La respuesta a la pregunta "¿Quién me gobierna?"
es lógicamente distinta a la de la pregunta "¿en qué medida
interfiere el gobierno en mis asuntos?".
o Esta concepción alberga la posibilidad de admitir a un
déspota adscrito a la filosofía del laissez faire, o un régimen
tecnocrático que minimice la interferencia en los asuntos
privados; o una dictadura que respete la propiedad privada y
la libertad de mercado.
Robert Bellah
Las cuatro tradiciones de la sociedad americana: puritana y republicana,
olvidadas, o secundarias hoy:
- Cuatro son las tradiciones que alimentan los lenguajes morales de
los americanos actuales. Las dos primeras, la bíblica y la
republicana, constituyen un lenguaje secundario, esto es,
oscurecido, olvidado; las dos restantes, la del individualismo
utilitario y la del expresivo, conforman el lenguaje primario de
nuestros días
- Hábitos del corazón defiende la recuperación de las tradiciones
bíblica y republicana, mientras que advierte sobre los peligros del
predominio de la tradición utilitaria, identificada con el liberalismo
económico.
- Una de las dos tradiciones olvidadas hoy es la puritana, asociada a
la fundación misma del pueblo americano. La figura principal de tal
tradición es John Winthrop, primer líder de la colonia de
Massachusetts en la Nueva Inglaterra del siglo XVII. En ella se daba
una unidad total entre iglesia, sociedad y Estado.
- Baste decir que el puritanismo originario está tensado entre idea de
pacto y la de conversión. Mientras que el primero vincula a los
hombres con Dios y —a través de la idea de obligación social—
entre ellos mismos, la idea de conversión se asocia a la de
emancipación, a un profundo sentimiento de liberación que juega
un papel clave en la lucha de las colonias americanas por la
independencia.
- A Bellah le interesa la conversión que tiene que ver con la liberación
del pecado original, con una transformación interior que, unida a la
idea de vocación, quiere trascender la muerte misma. Así, la
antropología pesimista del puritanismo, presente tanto en la obra
de Lutero como en la de Calvino, queda redimida en una forma de
vida que une la importancia atribuida al individuo con la dedicación
a la comunidad cristiana. El hombre es un ser que, centrado en la
búsqueda de su salvación particular, contribuye a la virtud de la
colectividad. Todo ello tiene como telón de fondo la convicción, que
se mantiene hasta hoy, de que América es, tal como lo fue el judío,
un pueblo elegido, un «nuevo Israel».
- El contenido agónico del puritanismo, dominado por la idea del
pecado y la liberación del mismo, queda domesticado por el énfasis
en la voluntad, en la capacidad del individuo por reformarse.
- Benjamin Franklin, figura señera de la república fundacional, marca
la transición desde la virtud de la piedad a la valoración de la
prudencia, así como de la persecución del logro personal.
- Una antropología optimista, afín a un «racionalismo práctico,
centrado en la persecución del éxito en el mundo público, empieza
a abrirse camino. Es el alba del individualismo utilitario.
- Pero antes de entrar en las tradiciones puramente individualistas,
Bellah se refiere a la segunda, y más importante, tradición civil de
América, cuyo discurso moral también se ha olvidado. La tradición
republicana tiene como principal representante a Thomas Jefferson,
aunque también alude, si bien con reparos, a John Adams y a
Thomas Paine.
o El «personaje», la figura que encarna el ideal moral y la forma
de vida de una época, es el town father, el habitante de las
townships o comunes que tan vívidamente describió
Tocqueville en el primer volumen de La democracia en
América.
- «Una república es una comunidad política activa de ciudadanos
participantes que deben tener un propósito y un conjunto de
valores».
- De manera más específica, los fundadores de una república «creen
que un régimen político es la expresión de una forma total de la
vida de un pueblo, de su economía, de sus costumbres y de su
religión. La forma de vida se corresponde con el tipo de persona
que la sociedad produce y con las capacidades políticas inherentes a
la persona».
- La república así entendida subsume el conjunto de la vida social y
de la existencia de los individuos dentro del dominio de la política.
La esfera pública domina la existencia.
- Supone la república una concepción «fuerte» y sustantiva de la
política, tal como la concibieron Aristóteles, Maquiavelo o
Rousseau. Para todos ellos, la participación en la cosa pública es una
forma de educación moral.
- Del mismo modo, el Estado aparece como educador, como centro
de la «escuela de virtud». El bien público o bien común se relaciona
íntimamente con la “felicidad pública” (estado de igualdad libre de
los ciudadanos en la esfera pública), algo más trascendente —y
también más inasible— que la suma de los beneficios privados.
- Si el fin de la república es la justicia, su principio, el motor que hace
actuar a los hombres es la virtud, el deber cívico. La ausencia de
virtud trae consigo la corrupción de los pueblos, asociada al lujo que
distrae, y a la molicie propia de los placeres privados.
- Junto con la virtud, la tradición republicana descansa en una
concepción positiva de la libertad, entendida como aquella
disposición que crea las condiciones de la participación cívica y la
realización del bien común.
- La tradición republicana en América se gesta durante el período
revolucionario y cristaliza en la Declaración de Independencia.
Además de fundarse en la virtud y en la independencia (self-
government), el republicanismo americano alude a la soberanía de
Dios sobre el cuerpo colectivo.
- Este contenido trascendente de lo político es característico tanto de
los orígenes como de la actualidad de Estados Unidos y forma parte
esencial de su religión civil. Así, la tradición republicana es en
América una suerte de continuación de la bíblica, una denominación
con la que Bellah y los suyos se refieren también a la tradición
puritana.
- El republicanismo cobra, pues, una doble dimensión, política y
religiosa.
- Bellah afirma que la tradición bíblico-republicana es una constante
en todos los movimientos sociales americanos de contenido moral,
desde los abolicionistas al movimiento de los derechos civiles, cuyo
héroe es Martin Luther King.
- Ahora bien, la idealización del republicanismo no implica la voluntad
de resucitar un modelo económica y socialmente anacrónico: «Una
vida de austeridad material, de orgullo y placer en la igualdad del
trabajo, más que en el consumo, una vida vivida en una comunidad
cálida de apoyo, sería saludable para nuestra sociedad (...). Pero
nuestra economía no podría sobrevivir a un giro masivo hacia la
pobreza voluntaria, por mucho que recuperáramos nuestra moral
republicana en tal giro».
- Las otras dos tradiciones, aquellas que dan voz al primer lenguaje o
discurso moral dominante en América, son el individualismo
utilitario y el individualismo expresivo. Al estudio crítico de aquél
están dedicadas las mejores páginas de Hábitos del corazón.
Las cuatro tradiciones de la sociedad americana 2: individualismo
utilitario y expresivo (emotivismo psicoterapeútico)
- El individualismo utilitario se define como «una forma de
individualismo que da por supuestos ciertos apetitos y miedos
humanos —para Hobbes, el deseo de poder y el miedo a una
muerte violenta a manos de otros— y contempla la vida humana
como un esfuerzo de los individuos para maximizar su autointerés
en la persecución de ciertos fines.
- Entiende la sociedad como resultado de un contrato que los
individuos aceptan para lograr su interés propio. Según Locke, la
sociedad se funda para defender la propiedad privada, continuación
objetiva del cuerpo. Tiene afinidad con una concepción básicamente
económica de la existencia.
- Hobbes y Locke son, pues, los padres de la cultura utilitaria que aún
nos inunda. Dicha tradición de pensamiento continúa con Benjamin
Franklin —y su defensa de la virtud y del self-improvement— y se
expresa en la primera
Constitución americana, que anima al cultivo de la adquisición
individual de bienes materiales.
- Deseo de poder y autointerés son los motores de la acción,
mientras que los vínculos sociales se derivan de la negociación entre
individuos.
- Tal como la virtud se identifica con la tradición republicana, la
persecución del interés se asocia con la utilitaria.
- Bellah se pregunta ¿Qué clase de mundo habita ese yo, en un
movimiento continuo, aunque sin un fin moral fijo? En él cada
individuo se cree con derecho a su “pequeño espacio” y se siente
absolutamente libre dentro de sus límites».
- La referencia al pequeño espacio que cada cual reclama para sí nos
lleva a la noción de libertad que defiende el individualismo utilitario.
Es ésta una libertad entendida como un derecho a «que a uno le
dejen en paz», a «liberarse de cualquier autoridad arbitraria, se
halle ésta en el trabajo, en la familia o en la vida política».
- Pero esta libertad implica, en último extremo, soledad. En efecto, la
libertad como «liberación de» (que no es sino como Berlin define la
libertad negativa) dificulta los lazos sociales y la cooperación,
puesto que tal vínculo lleva consigo unas obligaciones y unos
compromisos que necesariamente recortan la autonomía.
o Si el ideal de libertad negativa jugó un papel liberador en la
primera modernidad y es irrenunciable dentro del paradigma
liberal que defiende la tolerancia y la privacidad, contiene hoy
la semilla de unos lazos sociales insolidarios.
o Tal mudanza se explica, en parte, por la sustitución de la
autonomía ilustrada —asociada a la ruptura de dependencias
personales— por la autosuficiencia postmoderna.
- En este punto el análisis del individualismo utilitario se abre a otro
concepto que se solapa con éste, el individualismo terapéutico, a la
vez que se vincula con el emotivismo, que forma parte ya de la
tradición moral que nos ocupa.
- Así como el ciudadano independiente era la figura que mejor
incorporaba el republicanismo, tres son los personajes que
expresan los valores del individualismo utilitario.
o En primer lugar el empresario, en su búsqueda permanente
del éxito;
o en segundo lugar el gerente o manager, empeñado en
organizar el capital humano;
o en tercer lugar el psicoterapeuta. Para éste, el individuo es
sobre todo un yo que elige los roles y los compromisos que
adquiere siguiendo criterios de interés y eficiencia. El
psicoterapeuta es el personaje representativo del emotivismo
contemporáneo. Según esta particular manifestación del
individualismo, lo bueno es lo que compensa al yo.
o Valores y virtudes se definen en relación a las preferencias
personales del individuo o, mejor, de cada rol, el conjunto de
los cuales forma un yo que existe, sobre todo, externamente.
Para la cultura psicoterapéutica, los problemas morales se
reducen a cuestiones de técnica o de estrategia.
- El cultivo de la independencia privada, aliada con la aceptación de la
soledad como un dato social más, supone el debilitamiento de los
vínculos sociales: «Esta visión lúcida de la autosuficiencia de cada
individuo acaba por dejar muy poco espacio para la
interdependencia y se corresponde con una visión bastante
deprimente del lugar del individuo en el mundo social.
- La autosuficiencia es una virtud que implica estar solo». Por otra
parte, la equiparación de la persona con un menú de roles
opcionales y cambiantes en cada situación particular, hace difícil
considerar a los individuos como seres con un comportamiento
relacional predecible y de larga duración. Si cada cual reivindica la
posibilidad de redefinirse según una concepción proteica de la
personalidad, el reconocimiento y la comprensión del otro se
tornan más y más difíciles, a la vez que la responsabilidad frente a
los demás se desvanece
- En suma, en el individualismo utilitario, que constituye el primer
lenguaje moral, esto es, el dominante, de los americanos, se unen la
moral emotivista del psicologismo contemporáneo y el
contractualismo racional que gobierna las transacciones
económicas. La persecución del interés propio, paradigma del
comportamiento económico, ha traspasado el ámbito de nuestra
sociedad gerencial y corporativa y ha colonizado la esfera privada a
través de la influencia de la psicología popular.
- Es precisamente en el ámbito íntimo donde se desarrolla la última
de las tradiciones que pugnan por conformar los hábitos del
corazón de los hombres modernos, el individualismo expresivo
o Tiene como figura referencial al poeta Walt Whitman
o La libertad se asocia a la autoexpresión y el yo se entiende
como un centro intuitivo de deseos e impulsos.
o El tratamiento del individualismo expresivo se encuentra, de
manera indirecta, en el concepto de enclaves de estilos de
vida, en el análisis del amor y el matrimonio, y en las breves
alusiones al trabajo como vocación.
El individualismo expresivo y la idea contemporánea de trabajo,
vocación y profesión y éxito
- Algunas profesiones tradicionalmente asociadas a una dedicación
con un valor expresivo (la medicina, la abogacía, la enseñanza o la
investigación) han caído bajo la tela de araña del «carrerismo»
moderno.
- La noción clásica de vocación —esa misma a la que se refiere Weber
al tratar el impulso económico de los primeros protestantes— unía
una persecución personal de la excelencia, una valoración intrínseca
de la tarea y una conciencia de contribuir al bien común.
- Hoy, el ideal de vocación sufre un serio declive. Todavía a finales del
siglo XIX, hacer carrera era «perseguir un curso profesional de vida
que ofrecía avance y honor». Ello suponía una continuidad entre la
dedicación disciplinada a la tarea, el logro individual y el
reconocimiento por parte de la comunidad de «los mejores».
- Hoy, el «profesionalismo sin contenido» contribuye a la erosión del
sentido y a la falta de integración que caracteriza a la cultura
moderna.
- Las profesiones son una presa más del individualismo expresivo. El
ideal del ejecutivo, personaje paradigmático de esta mudanza, es el
éxito. Este contiene una noción de desafío autorreferenciada.
- Entre los americanos WASPS que pueblan, entre otros sectores, las
finanzas, la publicidad y el management se explica, en parte, porque
la ocupación deviene la arena de la identificación del yo.
- En la vocación de antaño, la individualidad se transformaba con la
actividad, que a su vez tenía un contenido social.
- En la ocupación actual, la actividad es el medio de exploración de un
yo narcisista.
- Esta concepción del trabajo, asociado a un éxito narcisista, hace
pensar en la glorificación mediática del broker o del financiero —
versiones actualizadas de los capitanes de empresa capitalistas.
Republicanismo democrático
- Aspira a una comunidad en la que todos los ciudadanos tengan un
grado real -no solo formal- de libertad en condiciones de igualdad 1.
A diferencia del liberalismo, el republicanismo democrático
considera que ello exige recursos materiales civico-constituyentes,
derechos primarios que hagan efectiva una existencia autónoma no
solo en el ámbito político-jurídico (libertad formal, a la que se
restringe la propuesta filosófico-política liberal) sino en el social
(autonomía material y económica).
- Entiende que las relaciones económicas -y por extensión la sociedad
civil en su conjunto- no es un ámbito despolitizado sino un espacio
atravesado por multitud de relaciones asimétricas de poder que
permiten a unos grupos e individuos dominar a otros. Y que ese
poder desigualmente distribuido se reproduce y amplía, haciéndose
con el control del Estado.
- Por eso, el rep democrático no pretende la minimización del Estado
ni considera a priori la condición neutral del Estado.
o El Estado republicano-democrático sería socialmente
orientado a favor de los más pobres, débiles, vulnerables, y
con máximos controles por una ciudadanía libre, igual y
activa.
1
No igualdad material o de capacidad adquisitiva o de “nivel de vida” (plano secundario o accesorio
desde la concepción republicana) sino aequa libertas, o sea igualdad en la no dominación.
- A la vez, el republicanismo rehúye el paternalismo estatal, que trata
a los ciudadanos como niños y les impone cualquier concepción de
la buena vida
- Pero impide a la vez que los grupos más fuertes impongan su
particular concepción del bien al resto de la sociedad: procurará
garantizar los mayores niveles de pluralismo moral.
- Es cierto que hay una ética republicana, pero, según de Francisco,
está lejos del perfeccionismo moral. Lo más que hace es aportar
criterios razonables -autodeterminación, prudencia y virtud- y
establecer determinadas condiciones de suficiencia -material,
política.
o Esto excluye muchas formas de vida (serviles, entregadas a
zafios placeres, las carentes de amistad y amor, sin
suficiencia) pero no define un único punto en el espacio ético.
- Se ha tachado al republicanismo de perfeccionismo por defender el
ideal de vita activa civilis, como si fuese la esencia del ser humano
(zoon politikon).
o Es cierto que el republicanismo prestigia esto, pero ello no
significa rechazar las alternativas.
o La prestigia por relación a la vida contemplativa y a la
meramente privada.
o En realidad, el mundo antiguo tiene a la vida contemplativa,
es decir, la dedicada a la ciencia y estudio como un ideal
superior de vida solo al alcance de unos pocos elegidos y no
universalizable.
o Por tanto, el republicanismo prestigia la praxis, la vita activa,
entendida como vocación política y la opone a la vida
meramente privada, de puertas adentro, en el particularismo
apolítico (la libertad negativa que defiende I. Berlin).
o El individuo que vivía su propia vida al margen de la
comunidad recibía el nombre de idiotés.
o La modernidad ha invertido el orden de preferencias, y
alienta que cada uno se dedique a lo suyo, y a los suyos
(lo único en común que tienen los individuos en las
condiciones de las sociedades de masas
contemporáneas son sus intereses privados, sostiene
Arendt)
y solo legitima que alguien se dedique a la política si es
en servicio a los demás, para facilitar las condiciones en
las que cada quien mejor pueda prosperar
privadamente.
Las personas de perfil político son concebidas hoy, y
adquieren legitimidad, en tanto que satisfactores de
necesidades y bienestar para los demás (“vocación de
servicio público”).
o A su vez, la ética republicana -sobre todo en su versión
elitista, históricamente dominante- desprestigia la vida
productiva, especialmente la labor que define Arendt, pero
en cierta medida también los trabajos artesanos, como
ocupaciones indignas de hombres libres.
Por ello, desde Aristóteles, este tronco principal del
republicanismo, ha intentado encerrar en la idioteia a
quienes tienen que vivir de su trabajo
El republicanismo democrático no desprestigia lo que la
contemporaneidad conoce como “mundo del trabajo”
e incluso aspira a amparar el tipo de prosperidad que
de ahí pueda derivarse (felicidad privada, intimidad), si
bien, relativiza su peso a favor de la vita activa política
y la responsabilidad cívica consociativa
- Por tanto, el ideal de una ciudadanía plena, entendida en el sentido
del republicanismo democrático de aequa libertas, requiere de una
protección pública robusta, con asistencia y trasnsferencias de renta
suficiente:
o preferiblemente universales e incondicionales: educación,
sanidad, vivienda, información, participación política, un
medio ambiente saludable y renta como derechos
universales, individuales e incondicionales
o que revierta en una participación activa, que no se autolimite
a la elección periódica de representantes a los que permite
independizarse del demos
Clientelismo y libertad republicana:
(de Francisco, ciudadanía y democracia)
- Raventós, D., 6643, ¿Una renta básica incondicional o los subsidios
de siempre condicionados para pobres? Algo de filosofía política
republicana, Los dos contratos de "trabajo" del derecho romano y la
libertad republicana
- de Francisco, A., 5644, Ciudadanía y democracia. Un enfoque
republicano, Noción republicana de libertad. Posición del siervo y
del cliente
- En el derecho romano había una situación intermedia entre liber y
servus, la del cliente. Los clientes -antigua plebe o luego los libertos-
no fueron libres sino precariamente.
o La relación del cliente con el patrón no estaba basada en la
reciprocidad y la igualdad, no era una relación de tú a tú
como en la amistad, sino una relación desigual en la que el
patrón domina y el cliente presta servicios.
o El cliente romano no era siervo, pero dependía efectivamente
de su patrono: para prosperar, para defenderse en los
tribunales, para el consejo, para el matrimonio.
o Llevaba, como los esclavos, el nombre de la familia que lo
patrocinaba. Seguía siendo alieni iuris.
- Las relaciones de dependencia con base clientelar no desaparecen
con la modernidad, aunque el derecho moderno ha eliminado la
figura del cliente y el patrono.
o Lo que hace la modernidad, a la que el liberalismo presta la
articulación doctrinaria, es ocultar esas relaciones clientelares
bajo el manto de la universalización del derecho de libertad,
derecho que de forma nada republicana pierde toda conexión
con la propiedad, base material de la independencia real.
o El liberalismo pretende haber instaurado la libertad
declarando jurídicamente libre al desposeído que tiene que
vender su trabajo y su talento, a la esposa en el contrato
matrimonial, al deudor en el contrato de arrendamiento, etc.
- El republicanismo pudo ser antidemocrático, y lo fue
principalmente, pudo querer mantener a los pobres en la idioteia
apolítica, pero nunca procedió a una operación de camuflaje de la
dominación social, y mucho menos en nombre de la libertad 125-
126
John Rawls:
Sen, Amartya, 6265, Entrevista "El desarrollo es más que un número", Del desarrollo
como crecimiento al desarrollo como libertad; 6271; 6273; ver lo que dice Reyes mate
en la polémica entre los dos en Tratado de la injusticia
o Aunque John Rawls se ha definido a sí mismo como un liberal, su
filosofía política tiene contenidos inequívocamente republicanistas y
contrarios a la concentración del poder en cualquiera de sus formas.
o En el comienzo de su Teoría de la Justicia afirma que la justicia es la
primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de
los sistemas de pensamiento; que cada persona posee una
inviolabilidad fundada en la justicia que ni siquiera el bienestar de la
sociedad en su conjunto puede atropellar, y que una sociedad justa
sería aquella en las que las libertades de la igualdad de ciudadanía
se dan por establecidas definitivamente
o La igual libertad es el contenido de lo que Rawls denomina
identidad cívica: soy ciudadano si el otro me reconoce la misma
condición de libre que yo le reconozco a él, lo cual nos permite a
ambos identificarnos como conciudananos. Ser ciudadano es
participar de una identidad cívica compartida.
o La república rawlsiana tiene que garantizar los que considera
"bienes primarios": la misma libertad de decir, pensar y creer, de
reunirse con quien quieran y de moverse por donde quieran; de que
todos sean libres de la pobreza y no dependan de otros y no se
tengan que humillar y se pierdan el respeto a sí mismos.
o La libertad personal y la dignidad están por tsnto en el núcleo
de la república rawlsiana, pero no bastan, sino que, además,
la libertad política tiene que tener un valor equitativo.
o Esto significa que nadie tenga una cuota de poder o influencia
lo suficientemente grande como para poder imponer a otros
una ética privada, cualquier noción de vida buena.
o Para ello Rawls propone intervenir (regular políticamente) en
la estructura básica de la sociedad para contener la
desigualdad social dentro de unos límites razonables, porque
en la república de Rawls, el poder político es "el poder que se
imponen los ciudadanos a sí mismos y entre sí como libres e
iguales" y la justicia debe ser un fin último.
- Rawls construye su utopía sobre la aceptación del pluralismo como
hecho originario fundamental:
o Los individuos pensamos y sentimos de formas muy distintas,
nuestras ideas y creencias, nuestra religión y nuestra
concepción del bien son a menudo muy diferentes o incluso
irreconciliables. Este hecho es una constricción de partida en
su proyecto filosófico.
o Dado este punto de partida, lo que persigue es construir un
espacio de consenso en el que individuos tan diferentes, tan
diversamente motivados y orientados podamos compartir y
honrar una misma identidad cívica que, a su vez, nos permita
cooperar y beneficiarnos mutuamente de la cooperación sin
dejarnos la igual libertad en el intento.
o El capitalismo contemporáneo está muy alejado del ideal
republicano de Rawls y lo traiciona.
o El capitalismo contemporáneo se aproxima a lo que llama
“sistema de libertad natural”: un escenario de libertades
individuales negativas y de eficiencia en la economía pura de
mercado, sin igualdad de oportunidades ni recursos, ni un
Estado regulador.
o Este es el escenario propio del liberalismo económico.
- Tampoco el liberalismo del Estado de Bienestar -con sus masas de
desposeídos obligados a vender su trabajo y talento a otros-
satisface los mínimos de la utopía rawlsiana, pues la sociedad sobre
la que podría realizarse su ideal de igual justicia y libertad es una
democracia de propietarios, en la tradición jeffersoniana 178-179
- Rawls no acepta la desconexión que planteara Berlin entre libertad
individual y soberanía popular: si el Rauls más liberal dice que el
poder político al que estamos sujetos… es el límite externo de
nuestra libertad, el rawls más republicano-democrático exige que
ese poder supera un principio de legitimidad que consiste en su
libre aceptación por parte de los ciudadanos, tras una deliberación
que solo acepta razones públicas
- La noción de libertad material lleva a los rawlsianos a interrogarse
por la libertad del proletariado en el capitalismo:
o de Francisco afirma que el obrero no es libre ni individual ni
colectivamente, pues la estructura de relaciones de
producción hace que las alternativas -de autoempleo o
empresariales- a la dominación en la esfera de la producción
sean imposibles, improbables o muy costosas, no solo no
generalizables.
Guía de lectura:
- Objetivo del libro: intento de respuesta a la teoría utilitarista en
filosofía moral: 9, 34
- Presupuesto axiológico de partida en su argumentación: la justicia
es la primera virtud de las instituciones:
"La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la
verdad lo es de los sistemas de pensamento. Una teoría, por muy
atractiva, elocuente y concisa que sea, tiene que ser rechazada o
revisada si no es verdadera; de igual modo, no importa que las leyes
e instituciones sociales estén ordenadas y sean eficientes: si son
injustas han de ser reformadas o abolidas. Cada persona posee una
inviolabilidad fundada en la justicia que ni siquiera el bienestar de la
sociedad en conjunto puede atropellar. Es por esta razón que la
justicia niega que la pérdida de libertad para algunos se vuelva justa
por el hecho de que un mayor bien es compartido por otros. No
permite que los sacrificios impuestos a unos sean compensados por
la mayor cantidad de ventajas disfrutadas por muchos. Por tanto,
en una sociedad justa, las libertades de igualdad de ciudadanía se
dan por establecidas definitivamente; los derechos asegurados por
la justicia no están sujetos a regateos políticos ni al cálculo de
intereses sociales" 17