El cáncer de endometrio es el tumor ginecológico más común en los países desarrollados, y su
incidencia es cada vez mayor. En 2012, se diagnosticaron alrededor de 320 000 nuevos casos de cáncer de endometrio en todo el mundo. El cáncer de endometrio es el quinto cáncer más común en mujeres (4,8% de los cánceres en mujeres), que tienen un riesgo acumulado del 1% de desarrollar la enfermedad a la edad de 75 años. Aunque el cáncer de endometrio se cree convencionalmente que es un cáncer del período posmenopáusico posterior (es decir, la sexta y séptima décadas de la vida), el 14% de los casos se diagnostica en mujeres premenopáusicas, el 5% de los cuales son menores de 40 años de edad), el 14% de los casos los casos se diagnostican en mujeres premenopáusicas, de las cuales el 5% son menores de 40 años. En los últimos 30 años, el cáncer de endometrio se ha clasificado ampliamente en dos subtipos en función de las características histológicas, la expresión del receptor hormonal y el grado, El subtipo más común es el cáncer de endometrio de bajo grado, el endometrioide, diploide, receptor hormonal positivo de bajo grado, que tiene un buen pronóstico. Los cánceres de endometrio tipo II se describen como tumores no endometrioides, de alto grado, aneuploides, mutados por TP53, receptores de hormonas negativos que se asocian con un mayor riesgo de metástasis y un mal pronóstico, y de los subtipos histológicos, el más frecuente es el adenocarcinoma endometrioide. En cuanto al diagnóstico, se suele realizar con frecuencia cuando la enfermedad todavía está confinada al útero, lo que otorga un mejor pronóstico de la enfermedad. El tratamiento estándar consiste en histerectomía primaria y salpingooforectomía bilateral, a menudo utilizando enfoques mínimamente invasivos (laparoscópicos o robóticos). La histerectomía total y la extirpación de ambas trompas y ovarios es el tratamiento estándar para el cáncer de endometrio en estadio aparente y es efectivo en la mayoría de los casos. La estrategia quirúrgica de los ganglios linfáticos depende de factores histológicos (subtipo, grado tumoral, afectación del espacio linfovascular), estadio de la enfermedad (incluida la invasión miometrial), características de los pacientes (edad y comorbilidades) y pautas nacionales e internacionales. En cuanto al tratamiento adyuvante, se debe adaptar según la histología y la etapa, principalmente debido a que alrededor del 55% de los pacientes con cáncer de endometrio tienen una enfermedad limitada al útero con características de bajo riesgo y son tratados solo con cirugía, lo que se asocia con una probabilidad del 95% de supervivencia sin recaídas a los 5 años.. Se deben utilizar entonces varias clasificaciones para evaluar los riesgos de recurrencia y para determinar el manejo postoperatorio óptimo. Finalmente la supervivencia global a 5 años varía del 74% al 91% en pacientes sin enfermedad metastásica.