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La siguiente lectura ha sido extraída del libro Historia de la arquitectura moderna (Vol.

1) de Leonardo Benevolo. No tiene ninguna intención comercial, sino académica.

Los nuevos materiales

El hierro y el vidrio se usan en la construcción desde tiempos inmemoriales, pero


solo en este periodo los progresos de la industria permiten extender sus aplicaciones,
introduciendo en la técnica de la construcción conceptos completamente nuevos.

En un principio el hierro se usa solo como accesorio: para cadenas, tirantes y para
unir entre si los sillares de mampostería […].

En el mismo periodo el hierro se usa para algunas cubiertas poco cargadas, como la
del Théâtre Français de Burdeos, debida a Victor Louis (1786). Pero el escaso desarrollo
de la industria siderúrgica pone un límite insuperable a la difusión de estos sistemas. En
Inglaterra se dan los pasos decisivos que permiten a finales del siglo aumentar la
producción de hierro en la medida adecuada de las nuevas exigencias.

Los minerales de hierro se fundían, tradicionalmente, con carbón vegetal; el


producto se volvía a fundir y se colaba en moldes para obtener el hierro fundido, o se
trabajaba en la forja para obtener el hierro dulce. En una época no determinada, en los
primeros decenios del siglo XVIII, Abraham Darby, de Coalbroakdale, sustituye el
carbón vegetal por el coque y guarda en secreto este procedimiento, confiándolo a sus
descendientes. En 1740, Huntsmann, un relojero de Sheffield, consigue fundir el acero en
pequeños crisoles, obteniendo un material mucho mejor que todos los conocidos hasta
entonces.[…].

Mientras tanto, el empleo de hierro fundido se extiende mucho en la construcción.


Columnas y vigas de hierro forman la armazón de muchos edificios industriales, y
permiten cubrir grandes espacios con estructuras relativamente ligeras y a prueba de
fuego. Es conocido el proyecto de la fábrica de hilados Philip & Lee, en Manchester,
construida por Boulton y Watt en 1801. […].

La industria del vidrio realiza grandes progresos técnicos en la segunda mitad del
siglo XVIII, y en 1806 es capaz de producir paneles de vidrio de 2.50 por 1.70 metros
[…].

El consumo inglés de vidrio en paneles pasa, entre 1816 y 1829, de 10 000 a 60 000
quintales aproximadamente, y los precios bajan; el uso del vidrio en puertas y ventanas

Arquitectura en el tiempo II
es universal, y se empiezan aplicaciones de más empeño, asociando el vidrio al hierro
para obtener revestimientos que dejen pasar la luz.

Grandes tragaluces de hierro y vidrio se usan en numerosos edificios públicos, por


ejemplo en la Madeleine de Vignon. En 1829, Percier y Fontaine cubren de vidrio la
Galerie de Orléans del Palais Royal, prototipo de galería pública del siglo XIX. Emplea
el vidrio en la construcción de grandes viveros Rounhault, en el Jardín de plantes de Paris,
en 1833; Paxton, en Chantsworth, en 1837, y Burton en Kew Gardens, en 1844. A veces
los viveros se transforman en lugares de paseo como los Champs Elysées de Paris. Las
primeras estaciones de ferrocarril necesitan grandes cubiertas de vidrio, y las nuevas
tiendas, con sus amplios escaparates de exposición, acostumbran a los arquitectos a
proyectar paredes enteramente de vidrio.

El Palacio de Cristal de Paxton, en 1851, resume todas estas experiencias e inaugura


la serie de grandes galerías de cristal para exposiciones, que continúa en la segunda mitad
del siglo XIX. (Benevolo, 1963/1960, pp. 54-63)

Referencias
Benevolo, L. (1963). Historia de la arquitectura moderna (Vol. 1) (M. Castaldi y J.
Fernández, trads.). Madrid, España: Taurus Ediciones. (Obra original publicada en
1960).

Arquitectura en el tiempo II

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