La economia naranja y el emprendimiento de la zona rural.
Los seres humanos contamos con dos herramientas de intercambio: el
comercio y la cultura. La economía naranja es la cara de la cultura, y ella comprende todas las actividades que nos permiten transformar ideas y sueños en bienes y servicios de valor simbólico o mente facturas. Es decir, la economía naranja es todo lo que hacemos para que la historia que imagina un escritor se convierta en un libro. Esto significa que necesitamos activar desde ya los mecanismos para desarrollar nuevas habilidades en nuestros jóvenes, para que en una década no se encuentren sin las capacidades para estudiar, trabajar y realizar sus sueños, basándose en el talento de todos, pero especialmente de nuestros niños, y por eso es tan importante acompañar su crecimiento con nutrientes para sus cuerpos y para sus mentes.
La economía naranja tiene efectos transversales en el programa de gobierno,
pues no se trata solo de hacer más y mejores políticas en cuanto a la cultura, sino en turismo, comercio, industria, agricultura, desarrollo urbano, cambio climático, tecnología e innovación. Para evitar que esta economía se quede solo en las grandes ciudades se creó una red nacional para el descubrimiento, desarrollo y proyección de talentos que se llama Sacúdete. El presidente Duque cree firmemente que todos nuestros jóvenes tienen talentos valiosos y que necesitan una oportunidad para crecer y contribuir al país, es así que se está creando esta red que tiene centros para la salud, el ambiente, la cultura, el deporte, la tecnología y el emprendimiento, para que, empezando con los más humildes, la economía naranja se convierta en un camino cierto de oportunidades para todos, especialmente para las personas que se encuentran en las zonas rurales.