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2.2.

EL TRIBUNAL ARBITRAL ES COMPETENTE PARA CONOCER Y


RESOLVER SOBRE LA PRESENTE CONTROVERSIA. 
2.2.1. CRITERIOS DE COMPETENCIA
El Código Orgánico General de Procesos, considera la competencia del juzgador como una
solemnidad sustancial común a todos los procesos, así en el artículo 153 Nº1 de la norma
mencionada establece como excepción previa la incompetencia del juzgador, de ahí que la
competencia es fundamental en un proceso judicial.
De ahí que, en la presente controversia el tribunal arbitral que se conforme por los árbitros
designados por las partes, según consta en la cláusula arbitral del Estatuto de ADM ‘S.A;
deberá pronunciarse conforme al Reglamento de Arbitraje de la UNICTRAL Art 23, sobre
el alcance de su mandato y de sus atribuciones, amparado bajo el principio Kompetenz-
Kompetenz, que es adoptado en la LEY MODELO DE LA CNUDMI SOBRE
ARBITRAJE COMERCIAL INTERNACIONAL en el Art 16 que expresamente manda
que: “El tribunal arbitral estará facultado para decidir acerca de su propia competencia,
incluso sobre las excepciones relativas a la existencia o a la validez del acuerdo de
arbitraje.”

Es decir, que éste principio cuyo origen data de una sentencia emitida por el Tribunal
Superior de la República Federal de Alemania en el año 1995, permite a que el propio
tribunal arbitral tenga la facultad de disponer de su competencia y del trato que le dará a la
validez de los acuerdos arbitrales que se generen; sin perjuicio de que las facultades del
tribunal arbitral no excedan lo que se ha definido como su ámbito de decisión; pues el pacto
arbitral es el que delimita inicialmente la competencia del Tribunal Arbitral; ello conforme
al criterio de Alegría Jijón Andrade en su análisis bajo la Ley Modelo CNUDMI en la
Revista Ecuatoriana de Arbitraje Nº6 2014.

2.2.2. ARBITRABILIDAD

No es suficiente que exista la cláusula arbitral, el principio Kompetenz-Kompetenz y el


principio pro arbitri, para que el tribunal en la presente controversia pueda declarase
competente, sino que requiere de la arbitrabilidad es decir verificar si tiene la aptitud para
conocer y pronunciarse respecto a un determinado conflicto, es decir verificar la
arbitrabilidad subjetiva y objetiva según la opinión jurídica de Robayo León, en “
Perspectiva y arbitrabilidad de la Convención Interamericana d Arbitraje Comercial
Internacional”, Vol.11, Nº22,2012.

2.2.2.1. Arbitrabilidad subjetiva o ratione personae: se desprende del Art V, numeral 1


literal a) del Convenio de Nueva York, así como del artículo 3, numeral 1 literal a) i) de la
Ley Modelo del CNUDMI, que alude a la posibilidad de que ciertas personas se
comprometan a ventilar sus controversia mediante arbitraje.

2.2.2.2. Arbitrabilidad objetiva o ratione materiae: versa sobre la materia susceptible de ir a


arbitraje en concordancia con el artículo 5 Nº9 de la Ley Modelo de la CNUDMI.

Así, se desprende que la arbitrabilidad subjetiva o ratione personae en la presente


controversia viene dada porque tanto las partes signatarias que son Manolo Goreiro y
Mafalda Lavado, así como las no signatarias Susana Chirusi y Guille Lavado pueden llevar
sus controversias a arbitraje, pues no hay reglas obligatorias aplicables que les impidan
celebrar un acuerdo de arbitraje válido. De igual forma, en cuanto a la arbitrariedad objetiva
se trataría de una controversia en materia societaria que puede ser objeto de arbitraje, pues
no existe por mandato del legislador una reserva para los jueces nacionales de conocer
materia societaria.

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