LA VIDA SIN MÚSICA, SERÍA UN ERROR –

Friedrich Nietzsche.

En base del vídeo “Música, emociones y neurociencia” logré darme cuenta que el
sonido o la música está ligado al ser humano en todo y desde que nacemos, hasta
antes cuando estamos en proceso de gestación. Recuerdo que mi mamá me
decía que cuando yo estaba en su vientre, me ponía música clásica y yo me
movía dentro de ella siendo una respuesta a esa música. Por otro lado, vemos que
la música y los sonidos es muy bien usado en la terapia, para poder ayudar a
entender sentimientos y es una herramienta para expresar eso que sientes.
También es un elemento social donde con gracias a ellas nos permite entender y
comprender sentimientos de los demás, además que comunicarnos. Lo vemos
desde los antepasados donde se usaban los sonidos en los rituales como una
herramienta de supervivencia y comunicación.
Coloqué a prueba el experimento de escoger diferentes tipos de música, e hice
una playlist aleatoria para ver que hacía. Y dependiendo de que música, me traía
recuerdos diferentes y sensaciones diferentes. Música bailable como el reggaetón,
merengue, champeta y salsa, inmediatamente me hacía mover el cuerpo; además,
recordaba fiestas, paseos, salidas con mis amigos y como me divertía con ellos.
Con música como clásica, baladas y románticas, es una mezcla de sentimientos
realmente lindos, me identifico con las canciones, aunque no me haya pasado, es
como si sintiera el dolor ajeno y lo que quieren intentar transmitir.
Hay una frase anónima que me parece lo mejor para referirme hacia a la música:

“Con música:
He bailado,
He llorado,
H reído,
He recordado,
He besado,
He amado.
Con música,
He vivido.”

Yo no puedo vivir sin música, lo uso para todo, para estudiar, para dormir, para
relajarme, para desesterarme; ya sea cantando o bailando.

Natasha Morelia Molina Narváez, 704.