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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN

EUROPA SIGLO XIX

“CULTURA Y CIENCIA EN LA EUROPA DEL SIGLO XIX”

GONZÁLEZ RAMÍREZ VÍCTOR ESTANISLAO

NIETO MENDEZ CECILIA

RODRÍGUEZ CADENGO CÉSAR ALEJANDRO

RODRÍGUEZ LARA IVÁN


CULTURA EN EL SIGLO XIX

Neoclasicismo.
1.1 Introducción

El final del XVIII y los comienzos del XIX 1 están profundamente marcados por el
fenómeno de la Revolución Francesa (1789). En el arte su impacto es profundo en
los contenidos y en la manera que estos se representan. Al imponerse una nueva
moral, la revolucionaria y un nuevo sistema de usos y costumbres cívicas, sociales
y políticas, se modificó radicalmente el gusto oficial y todo aquello que recordara al
ancientregime fue sustituido por el republicanismo de la Roma clásica, en las
artes, en el teatro, en la literatura y en la moda. El catolicismo institucional cedió el
paso a la Diosa Razón y a un cierto paganismo laico y tolerante. Esuna época
turbulenta, de cambios de rumbo político drástico y radical, lo cual se reflejará en
el arte de una manera lineal, didáctica, ilustrativa y programática. El arte vuelve a
cumplir su misión de panfleto político, para concretar en imágenes las
aspiraciones de las élitesy educar a conveniencia a las masas.

Otro aspecto interesante que influye y conforma el vocabulario estético de


este período, fue el descubrimiento de las ruinas de las ciudades romanas de
Pompeya y Herculano, sepultadas desde el siglo I por la erupción del Vesubio
Esto desató una fuerte pasión arqueológica por la antigüedad grecolatina, lo cual
condujo a numerosos viajes de estudio, exhibiciones y publicación de libros. 2

El arte del Neoclásico ha de ser comprendido en sus dos períodos


principales, el primero de ellos cuando encarna y desarrolla los ideales
revolucionarios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, inspirado en la Roma

1
Ana María Preckler, Historia del arte universal de los siglos XIX y XX, Volume 1, Editorial Complutense,
Madrid, España, 2003, p. 53.
2
Juan Bassegoda Nonell, Historia de la arquitectura, publicaciones de la Universidad Politécnica de
Barcelona, Barcelona, España, 1984, p. 252.

2
republicana y el segundo, también conocido como Estilo Imperio, bajo el dominio
napoleónico.3

El impacto de este período fue más allá de las capas cultas de la población,
que en su momento habrían disfrutado o convivido con la producción renacentista
italiana y las producciones barrocas. Es este un arte burgués, popular, pues se
exhibía públicamente con el objeto de ilustrar el proceso político y de legitimar a
sus actores, en muchos casos retratándose con posturas, símbolos e indumentaria
clásica o directamente pintando o esculpiendo pasajes de la historia o leyendas
grecolatinas, en consonancia con los intereses políticos del momento.

La idea moderna de originalidad en el terreno artístico y estético se presta


en el Neoclásico a un especial cuestionamiento, los pintores y escultores
perfeccionan hasta el límite los aportes clásicos, los arquitectos reproducen los
monumentos de la antigüedad, y sus elementos decorativos 4. Los recursos y aún,
los discursos estéticos se tornan académicos, dogmáticos y formularios.

El neoclásico tiene su origen en Italia, donde el Rococó no impactó del


mismo modo que en Francia, pero con la Revolución se produce una total
identificación como medio de encarnar sus ideales ascéticos, sobrios y
republicanos.

Es un arte lineal, de fácil y rápida lectura, que no se detiene en complejas


imbricaciones iconográficas, sino que traslada los símbolos y recursos decorativos
antiguos a su contexto socio ideológico, mediante un claro procedimiento de
apropiación. De una gran rigurosidad técnica y de notable limpieza en la
imaginería, la producción de este período obtiene su arsenal formal de un
cuidadoso estudio de la naturaleza, tamizado por las enseñanzas clásicas y del
estudio de las esculturas grecolatinas, de ahí que su concepto grafico sea claro,
dibujístico.5

3
Fernando Chueca Goitia, Historia de la arquitectura universal; Neoclasicismo, tomo IX, ed. Dossat, Madrid,
España, 1994, p. 78.
4
Ibídem, p. 19
5
Ana María Preckler, Op. Cit. p. 56.

3
1.2 Escultura

Un personaje fundamental para el desarrollo de este estilo es el escultor italiano


Antonio Canova (1757-1822), a quien se considera uno de los más importantes
representantes de este. Además de su rigor técnico y su clara inspiración clásica,
realizó una muy noble labor posterior a la caída napoleónica para restituir en Italia
el producto del saqueo militar. Trabajó en mármol conjuntos escultóricos, retratos
y piezas colosales. Entre sus obras más célebres se conocen “Amor y Psique”,
“Paulina Borghese”, la estatua ecuestre en bronce de Carlos III de Borbón. 6

Otros escultores italianos destacados fueron Bartolini, Giovanni Dupré, y


VicenzoBela. La escultura francesa, llega a su máximo esplendor en el período
napoleónico, y se ve marcada por la influencia del maestro Canova. Los artistas
trabajaron fundamentalmente el mármol en retratos de personajes importantes, y
recreaciones de temas clásicos. Escultores importantes del periodo lo fueron
Bosio, Chinard, Chandet, y Pradier7. Sus obras se caracterizan por partir de los
estudios de los italianos, y por un exquisito manejo de la técnica de
representación, próxima en el sentido formal a su referente grecolatino, fríamente
solemne e inexpresiva. Otro aspecto importante de esta escultura es su
participación en las nuevas urbanizaciones de las capitales y ciudades importantes
europeas, se erigen numerosas fuentes, estatuas ecuestres, conjuntos
escultóricos, mausoleos y se decoran puentes, fachadas oficiales y parques con
personajes legendarios de la antigüedad o contemporáneos. 8

1.3 Pintura

La pintura neoclásica está marcada por la búsqueda de la perfección formal y la


idealización de la naturaleza y su referencia más evidente son las esculturas
clásicas y los frescos de la antigüedad. De ahí que se tome un especial interés por
la construcción dibujística del cuadro.

6
Robert Rosenblum, El arte del siglo XIX, ed. Akal, Madrid, España, 1992, p. 124.
7
Ana María Preckler, Op. Cit. p. 88.
8
Robert Rosenblum, Op. Cit. p. 107.

4
Al pintor le interesa que la escena sea equilibrada, de este modo se
estilarán composiciones simétricas o serenamente balanceadas, y con el uso del
“color local”, (color genérico y sin matices) se consiguen efectos sobrios, Los
temas serán históricos, alegóricos o retratos. Se realizan numerosas pinturas de
batallas y mitológicas. La pintura de este período es serena, precisa, directa, al
servicio de los ideales y del poder.9

En Francia tiene su expresión más concentrada en la obra de Jacques


Louis David (1748-1825) quien realiza el cuadro que se considera emblemático de
este estilo, “El juramento de los Horacios”, pinta otras obras célebres como “La
muerte de Marat”, “Lacoronación de Napoleón “ y “La entrega de las águilas”.10
Otros artistas destacados fueron Gerard, Gros, y Reginault. Jean Auguste
Dominique Ingres (1780-1867) fue el pintor que llevó al extremo la maestría en el
dibujo y lo anecdótico en la composición, fue Director de la Academia de Francia
en Roma y a partir de su estética académica para representar la figura humana se
desarrollan metodológicamente las escuelas formales de pintura y dibujo del XIX y
parte del XX. Pinturas de Ingres son “El bañoturco”, “La gran odalisca” y “La
odalisca de la esclava”, fue un retratista con gran demanda, por la precisión de su
técnica y retrató a numerosos de sus contemporáneos influyentes. 11

El estilo pictórico no fue unitario en su expresión europea, como en el uso


de la escultura. En Inglaterra, Constable pintó paisajes cargados de colorido y de
elementos dramáticos, Turner se interesa por la luz y el movimiento, plasma
atmósferas líricas y libres con cierta tendencia romántica. En España, artistas
como Mengs, Bayeu y Maella continúan estudiando la antigüedad y realizando
encargos oficiales.

El caso de Francisco José de Goya y Lucientes (1746-1828) es diferente,


es una de las personalidades más desgarradas e interesantes del XVIII, hizo
carrera como retratista y pintor de cámara de la casa real española, de la nobleza
y de la alta burguesía con su pintura colorida y matizada .Con su obra gráfica
9
Fernando Chueca Goitia, Op.Cit., p. 18.
10
Ana María Preckler, Op. Cit. p. 98.
11
Robert Rosenblum, Op. Cit. p. 160.

5
criticó abusos, extremos sociales y cuestionó profundamente la condición
humana.12

Sus series de aguafuertes y aguatintas, “Los caprichos” y “Los desastres de


la guerra” son notables en cuanto a su contenido crítico y a la libertad con que se
manejan los recursos expresivos del medio. Las obras que realiza hacia los
últimos veinte años de su vida en la Quinta del Sordo, conocidas como las
Pinturas Negras son profundamente innovadoras en cuanto a temas y a la manera
en que están pintadas, entre ellas Aquelarre, Saturno devorando a sus hijos y Dos
forasteros. Goya también pintó piezas notables de tema religioso y costumbrista. 13

1.4 La arquitectura.

Los arquitectos suprimen los elementos superfluos del barroco y del rococó,
retornando a los principios elementales del clasicismo grecorromano, la
ornamentación de las fachadas se reduce drásticamente y se impone el uso de los
órdenes arquitectónicos clásicos, en busca de la simetría, el orden, la claridad
constructiva.14

La ornamentación durante el imperio napoleónico vuelve a echar mano de


los elementos decorativos vinculados al glorioso pasado militar romano y de las
formas traídas de las campañas de Egipto. El mobiliario y la decoración siguen las
mismas fuentes de inspiración. Dada la función social de la arquitectura francesa
en este período se busca reafirmar los efectos de masa y la monumentalidad,
arquitectos importantes vinculados a Napoleón fueron Gondoin, Vignon, Percier,
y Chalgrin. Obras notables del período El Colegio de Francia, El Pequeño Trianon
y fuera de Francia el Museo Británico, la Perta de Alcalá y el Ermitage de San
Petersburgo.15

12
A. Calosse, Goya, ed. Parkstone International, Londres, UK, 2006, p. 30.
13
Ibídem, p. 34.
14
Juan Bassegoda Nonell, Ibídem, p. 251.
15
Fernando Chueca Goitia, Op.Cit., p. 84.

6
Romanticismo

Con posterioridad a la Revolución Francesa, se produce un profundo cambio


político, ideológico y social en solo una generación. Una época de desequilibrios,
guerras y revoluciones sacude a Europa.A partir de las cicatrices dejadas por el
convulso período revolucionario y las tremendas decepciones del imperial, el ideal
de la Ilustración que se ocupó de reflejar el Neoclásico se ve sustituido por una
exaltación del signo contrario, y el sentimiento subjetivo se convierte en el nuevo
signo del arte. A la Razón se le contrapuso el Sentimiento y la fuerza de la
imaginación del sentir individual. Se rechazan el control y la disciplina intelectual,
para darle poder a la intuición y a la sensualidad. Es precisamente en este
momento cuando surge una corriente que abarca lo político, lo artístico, lo social y
lo ideológico, y que significó la reformulación de muchos de los conceptos que el
hombre tenía de las cosas en su entorno y de sí mismo.

Las definiciones del romanticismo suelen ser o tan generales que abarcan
un desconcertante número de características, la mayor parte de las cuales son
comunes a otras épocas o culturas, o tan específicas que excluyen la mayoría de
las que usualmente se atribuyen a los románticos. Por lo general, las definiciones
del romanticismo que se formularon a comienzos del siglo XIX son tan
contradictorias que no es posible reducirlas a un sistema único y coherente. 16

El uso de la palabra “romántico” (derivada de romance, composición en el


idioma “romance” vernáculo francés, por contraposición a una composición latina)
se registra por vez primera en la Inglaterra del siglo XVII. De muchas de las ideas
de los pensadores de principios del XIX se pueden encontrar antecedentes en
Vico, en los filósofos herméticos y más atrás aún. La admiración por los
fenómenos más violentos de la naturaleza (montañas, cataratas, tempestades en
el mar), puede detectarse en el siglo XVIII y aun antes; y lo mismo sucede con la
fascinación por las religiones esotéricas y la creencia supersticiosa en fantasmas,

16
Hugh Honour, El Romanticismo, Alianza Editorial, Madrid, 2004, pp. 13-14

7
vampiros, licántropos, pesadillas, etc. El interés por la literatura y la arquitectura
medievales, y su imitación incluso, se remonta a mucho antes del XIX, hasta la
misma Edad Media. En realidad, se sabe actualmente que el exotismo,
especialmente el señuelo del Oriente misterioso, que con tanta fuerza atrajo a
varios pintores y escritos de comienzos del siglo XIX, constituye, al igual que otras
muchas tendencias “románticas” un elemento que reaparece sucesivamente en la
cultura occidental desde la Antigüedad. 17

El Romanticismo en las Artes Visuales no pude ser considerado como un


estilo unitario, lo que sucede en los diversos países europeos es un clima creativo
y una coincidencia de principios estéticos semejantes.

Se inicia alrededor del 1830, siendo representativo de la clase intelectual y


de las clases medias emergentes, idealistas desilusionados del proceso industrial
que iba gestándose y desencantados del entorno. Pretendieron la vuelta a la
naturaleza, inspirándose en un pasado supuestamente glorioso, el medieval, se
apasionaron con lo exótico, en especial con el Oriente, o con lo coetáneo trágico e
impactante a la sensibilidad. La búsqueda de la belleza pasaba por un exacerbado
individualismo. La búsqueda de la libertad también. Los románticos se
entusiasmaron por los viajes a sitios remotos y la convivencia con otras culturas.
También muchos de estos artistas se vincularon a las luchas sociales de sus
países o de otros.

Este estilo al inspirarse en estilos anteriores, los ubica fuera de contexto,


estableciendo, fundamentalmente en la arquitectura, una utilización formalista y
equívoca de la esencia de aquellos. En Francia y en Inglaterra será una especie
de neogótico. Es importante hacer notar, que al tener un carácter historicista esta
concepción arquitectónica, favorece una actitud ecléctica, la cual incorpora
elementos constructivos y decorativos de origen muy diverso en un mismo edificio.

Una de las características más sobresalientes del Romanticismo es la


individualidad. Cada artista componía su obra subjetivamente, pues se creía que
17
Ibidem, p. 12.

8
cada persona tenía un modo distinto de ver las cosas, y por lo tanto la sensación
que la obra causara en el espectador variaría de cada persona. Esto complica un
poco el estudio del Romanticismo, pues no existe un método fijo ni un estilo que
sirviera de canon para los demás.

La influencia del Romanticismo ha sido tan profunda y generalizada que no


es posible abarcarla por completo. Hasta cierto punto, de él proviene todo el arte
occidental posterior, lo mismo que toda la historia de Europa a partir de 1789 es
en cierta medida una consecuencia de la Revolución Francesa. Las ideas
románticas acerca de la creatividad artística, la originalidad, la individualidad, la
autenticidad y la integridad, así como su manera de entender la significación y la
finalidad de las obras de arte y la función del artista, siguen dominando la estética
de nuestros días. Tan profundamente enraizadas se hallan en nuestra manera de
pensar y en nuestras opiniones que rara vez somos conscientes de ello. Surgen
cuando menos se las espera. Hasta la noción de una vanguardia que va por
delante de los gustos populares es de origen romántico. 18

Música romántica.

En el siglo XIX el enfoque de la música cambia, pasa de ser un mero


entretenimiento de la corte a expresar sentimientos, conmover, apasionar. Por otro
lado, en el siglo XIX los autores adquieren personalidad, y las obras son el reflejo
de sus estados de ánimo y de sus experiencias personales. El siglo XIX en la
música será un siglo de experimentación con nuevos instrumentos, innovación en
las estructuras e introducción de las tradiciones de cada país al universo musical. 19

Autores

 Beethoven: Considerado el último clásico y el primer romántico. Beethoven


infunde una pasión nunca antes vista a sus obras que se expresa en sus
dinámicas, en la alternancia brusca del contraste en particular, y en las
elevaciones de la potencia en general. Sus obras más importantes son: la
18
Ibidem, p. 331
19
Pep Alsina Masmitjà, La música y su evolución: Historia de la música, ed Grao, Barcelona, España, sexta
edición 2006, p. 61.

9
Sinfonía número 3 “eroica” (Esta sinfonía en un principio es nombrada
Sinfonía Grande Intitulata Bonaparte y estaba dedicada a Napoleón) la
Sinfonía número 5, y la Sinfonía número 9.20
 Franz Schubert: nació en Viena en 1797. Fue miembro del coro de la corte,
donde tuvo instrucción musical y también fue alumno de Antonio Salieri. Su
vida fue poco estable, siendo rechazado generalmente de los empleos en la
corte. Su vida entera la dedicó a la composición (en 1815 llegó a componer
144 canciones). La pobreza en la que permaneció siempre se vio agravada
por una enfermedad que contrajo en 1825. El hondo sufrimiento en el que
cayó se ve reflejado en sus obras. Las más importantes son la Sinfonía
“inacabada”, la Sinfonía en Si menor, la Sinfonía en Do mayor. Otro
aspecto importante del compositores el lied (composiciones poéticas
musicalizadas que pretenden imitar la música popular). A partir de
Schubert, el lied se vuelve puramente romántico. Ejemplos notables de
estas composiciones son Heidenrösen, Am Brunen vor dem Tore,
Nachtgesang y Auf dem Wasser zu singen.21
 Johan Strauss II: Prolífico compositor nacido en Viena en 1825, fue hijo de
Johan Strauss I, un afamado concertista de la corte. Johan Strauss hijo
tomó la carrera musical a los 17 años. El ambiente efervescente de la
primavera de los pueblos en 1848 dejó huella en el joven Strauss, que
decidió apoyar a los revolucionarios componiendo las famosas
Freiheitslieder op. 52 y Burschenlieder op. 55. Sus obras más importantes
son valses, estilo que él popularizó y entre los más famosos están An der
schönen blauen Donau, G'schichten aus dem Wienerwald y Kaiser-
Walzer.22
 Fredéric Chopin: Pianista y compositor polaco. Manejaba con gran astucia
el piano, y logró colocar ese instrumento como el instrumento romántico por
excelencia. Exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan
refinado como sutil, que aún no ha sido igualado. Desde muy pequeño dio

20
Ibidem p. 63.
21
Alfred Einstein, La música en la época romántica, Alianza Editorial, Madrid, España, 1986, p. 95.
22
Theodor W. Adorno, Escritos musicales I-III, Ediciones AKAL, Madrid, España, 2006, p. 452.

10
muestras de gran talento. En 1829 emprendió su carrera como solista, y
gracias al fracaso de la revolución polaca en 1830, se vio exiliado a Francia.
En 1848 realiza una última gira por Inglaterra y Escocia, pues en 1849
muere a causa de Tuberculosis. En la actualidad se conocen cerca de 230
composiciones suyas. Sus composiciones se enfocan al piano solo.
Sobresalen dos conciertos (ambos de 1830) y varias polonesas. Sus
nocturnos son quizá los trabajos más representativos de su estilo
melancólico, profundo, dotado de ensoñación poética. 23
 Richard Wagner: Fue el mayor exponente de la música neoromantica Nació
en Leipzig en el Reino de Sajonia en 1813. Al adicionar para la novena
sinfonía de Beethoven reveló su vocación. Pero casi no tuvo una instrucción
formal, por lo que ignoró a lo largo de su vida nociones fundamentales de la
composición. Sus primeras óperas Die Feen (1834) y Das Liebesverbot
(1836) apenas trascendieron. Rienzi (1840) y Der Fliegende Holländer
(1843) anunciaron ya su estilo grandilocuente y su interés por las leyendas
germánicas, elementos muy evidentes en Tannhäuser (1845) y Lohengrin
(1850). El verdadero salto cualitativo estuvo en su ópera Tristan und Isolde
(1859), que preparó el terreno para su obra mayor Der Ring des
Nibelungen (1854-1874). Parsifal (1882), su última ópera, parte de la
leyenda sobre el santo grial. 24
 Giuseppe Verdi Nacido en Milán, en una familia modesta, contó desde muy
temprana edad con la protección de Antonio Barezzi, un comerciante que
era muy aficionado a la música. Barezzi ayudó a Verdi a que se desplazara
a Milán para estudiar música; sin embargo, no logró entrar al Conservatorio.
Luego de estudiar con Vincenzo Lavigna, fue nombrado maestro de música
de Busseto en 1836. Se casó con la hija de su protector, Margherita
Barezzi. La ópera fue su fuerte. Más que revolucionario, Verdi se apegó
mucho a la tradición operística italiana, pero de igual manera consiguió dar
a su música un sesgo nuevo, más realista y opuesto a toda convención no

23
Pep Alsina Masmitjà, Op. Cit., p. 68.
24
Alfred Einstein, Op. Cit, p. 231.

11
justificada. Sus obras más importantes son: Nabucco (1842), Rigoletto
(1851), La Traviata (1853) y Aida (1870). 25

25
Henry Lindemann, Enciclopedia de la música, Ediciones Robinbook, Barcelona, 1999, p.33.

12
Decadentismo

El Decadentismo es una corriente artística, filosófica y, principalmente, literaria


que tuvo su origen en Francia en las dos últimas décadas del siglo XIX y se
desarrolló por casi toda Europa y algunos países de América. La denominación de
decadentismo surgió como un término despectivo e irónico empleado por la crítica
académica, sin embargo, la definición fue adoptada por aquellos a quienes iba
destinada.

El decadentismo fue el reflejo artístico de la transición de la economía


basada en la libre concurrencia a la economía de las grandes concentraciones
financieras e industriales, que se manifestó en un estancamiento económico que
daría lugar a la renovación del sistema productivo, a la represión de las masas
populares y la preocupación por las cuestiones de tipo social.

Así como el Romanticismo, el Realismo y el Naturalismo obedecen a una


lógica y a una necesidad histórico-cultural, el Decadentismo responde a una
manera de sentir finisecular, cuando el conocimiento del alma humana también
había agotado todas sus posibilidades de comprender su existencia y sus extrañas
desviaciones. 

En general, esta tendencia, así como los términos que se emplean para
referirse a ella (decadencia, decadentismo, decadismo y el correspondiente
adjetivo decadente), han sido objeto de una valoración peyorativa sustentada no
en el conocimiento global de lo que sus representantes pretendían, sino en
aspectos parciales, más o menos deformados por ignorancia o por posiciones
antagónicas. De esta forma, por ejemplo, siempre que se hace alusión al
decadentismo, inmediatamente se asocia el apelativo a los diferentes niveles de la
vida del hombre de la “belle époque”. 

13
Si se refiere al campo artístico y literario, ser decadente implica estar
vinculado a posiciones reaccionarias, elitistas, artepuristas, muy refinadas,
aristocratizantes y demás adjetivos de esta clase. 
En el plano moral, la palabra decadencia va unida casi siempre a una forma
de vida sensualista, hedonista, de excesos de diversa índole: en el vestir, en el
beber, en el uso de drogas estimuladoras, así como una falta de fe religiosa y un
constante sentimiento de pesadumbre universal, de “spleen” o “énui”, que
contribuyeron a acentuar aún más la disposición de “fin de siècle”. 

En el nivel sexual, el Decadentismo supone la irrupción de toda suerte de


perversiones, prohibidas, malsanas, raras; es decir, de sexualidades que no
buscan la reproducción de la especie, sino simplemente el placer sensorial en sus
múltiples variantes: safismo o tribalismo, incesto, onanismo, sodomía, orgías,
homosexualismo, sadomasoquismo, etc. No importa el ángulo que se elija, se
puede decir que la palabra no ha sido concebida con buenos ojos.

Orígenes del decadentismo

El Decadentismo, en cuanto a su génesis y caracterización, ha sido harto


discutido, dado el hecho de que se vincula fuertemente con las otras tendencias
estéticas post-románticas como el Parnasianismo, el Prerrafaelismo, el
Esteticismo y el Simbolismo, denominándose decadentes a todos aquellos
escritores ligados a la herencia espiritual o formal de Baudelaire, considerado el
padre espiritual del Decadentismo. Baudelaire descubrió la correspondencia entre
perfumes, sonidos y colores y la tenebrosa y profunda unidad de la naturaleza.

También Rimbaud influyó en el Decadentismo, para quien el poeta debe


hacerse vidente a través de un razonado desarreglo de los sentidos. Se trata de
registrar lo inefable, y para ello es preciso una alquimia verbal que, nacida de una
alucinación de los sentidos, se exprese como alucinación de las palabras; al
mismo tiempo, esas invenciones verbales tendrán el poder de cambiar la vida.
Para algunos, la alucinación de los sentidos a la que hacía alusión Rimbaud no

14
excluía el recurso de lo que Baudelaire había definido como paraísos artificiales,
es decir, las alucinaciones producidas por los estupefacientes. Sin embargo, una
de las mejores expresiones de este movimiento la refleja el verso de Verlaine: yo
soy el imperio al fin de la decadencia. Precisamente, Verlaine estuvo durante
algún tiempo a la cabeza del movimiento, especialmente después de la
publicación de "Los poetas malditos".

 Unos consideran que la noción de decadencia se relaciona con un


fenómeno social, con repercusiones o causas políticas en la etapa final de una
civilización, como es el caso de la civilización helenística y romana en la
Antigüedad, la bizantina en el Medioevo y la francesa del siglo XVIII y XIX y la
inglesa del período victoriano. Sin embargo, paradójicamente, los escritores
franceses decadentes no fueron precisamente los que asumieron el papel de
heraldos de la nostalgia nacional como sí lo fueron los poetas latinos posteriores a
la época de Augusto. 

Los decadentes franceses, y en general europeos, jamás unieron el


movimiento literario a una decadencia real de la sociedad, sin que ello quisiera
decir que no hubiese motivos. La decadencia de la que hablaban era única y
exclusivamente del ámbito de las letras, sin relación con un fenómeno social de
naturaleza comparable. La polémica que se estableció no concernía a la realidad
de una decadencia social, sino a una concepción de la literatura y el arte.
Inclusive, dejaron manifiesto su desprecio por la sociedad burguesa de entonces,
pero nunca vista como algo débil y agónico, sino más bien fuerte, poderosa e
insoportable para la realización de la sensibilidad artística. 

Varios autores han visto el origen del Decadentismo en un plano de


sucesión/anteposición respecto al Simbolismo, concibiéndosele, ya como una
primera identidad de tal escuela, ya como una desviación. El propio Jean Moréas
fue el primero en percatarse de las diferencias existentes entre ambas escuelas,
proponiendo un cambio de denominación de una a otra y no un cambio de
naturaleza. Dejando de lado convicciones, ya sea de considerar al Decadentismo
como un antecedente del Simbolismo, como un sincretismo de todas las

15
tendencias y escuelas estéticas anteriores, o aceptarlo como una derivación
finisecular, no hay duda de que el Decadentismo se perfiló como una corriente
literaria y artística independiente que, por frívola, no dejó de tener muchos adeptos
en casi todos los países europeos y americanos.

 En cuanto al momento en que surgió la corriente decadentista como tal y


su nombre, se ha dicho que su paternidad se debe a Théophile Gautier, quien, en
el año de 1868, en el prefacio a las "Flores del mal" de Baudelaire, habló de un
“estilo en decadencia” al que el arte llega cuando las civilizaciones envejecen y
alcanzan un punto de madurez extrema. En 1883, Paul Bourget, al hablar de
Baudelaire, decía que este “poeta decadente” buscaba lo que en la vida y el arte
es mórbido y artificial a las naturalezas más simples, dos epítetos que, desde
entonces, acompañarían a las sucesivas y constantes definiciones del
decadentismo literario. 

Hacia 1885, tuvo lugar, en realidad, la fundación de la escuela decadente


en las letras francesas a raíz de la revista "Le Décadent", en la cual Anatole Bajou
recopiló diversas producciones de varios poetas finiseculares que estaban
pasando o habían pasado por otras escuelas, pero que tenían en común el gusto
por lo súper refinado. Entre esos poetas se encontraban Baudelaire y Mallarmé,
quienes secundaban a Verlaine, quien, además de postular la escuela para la
posteridad con su verso «Je suis l’empire à la fin de la decadence», más tarde, en
1888, renovó por completo el sentido de la palabra diciendo: «Me gusta la palabra
decadencia, reluciente de púrpura y de oro. Rechazo toda imputación injuriosa y
toda idea de caducidad. Al contrario, esta palabra supone pensamientos refinados
de extrema civilización, una alta cultura literaria, un alma capaz de
voluptuosidades intensas. Podemos hacer aplicación nueva e irónica de esta
palabra sobreentendida en ella la necesidad de reaccionar ante lo delicado, lo
precioso, lo raro, contra lo insípido del Tiempo presente». De esta manera,
Verlaine opuso al empleo tradicional y despectivo de la palabra, las connotaciones
de origen histórico que hacen de las épocas de decadencia, momentos
privilegiados de civilización y refinamiento.

16
 Los decadentes, pues, sostuvieron la convicción de que su movimiento no
constituía una decadencia en el sentido peyorativo; al contrario, lo suyo era una
lucha contra la decadencia literaria existente, una voluntad de renacimiento. Tanto
fue así que el decadentismo se extendió hasta 1890 combinado con otras
escuelas y, desde ese momento hasta 1914, se adjudicó el estandarte artístico del
efímero período que se conoce históricamente como la “belle époque”. En
diferentes países europeos, así como en América, hubo representantes del
decadentismo, tanto en la literatura como en las bellas artes. 

En el campo de las letras están en Francia, además de Veralaine,


Baudelaire y Mallarmé, quienes se mostraron decadentes en sus postrimeros
momentos; J.K. Huysmans, René Ghil, Laurent Tailhade, IsidoreDucasse (Conde
de Lautréamont), Alfred Jarry, MargueriteVallete (Rachilde), Péladan, Lorrain,
Schwob, Saint Pol Roux, Péguy y otros. En Inglaterra, con el llamado dandysmo o
esteticismo y los poetas del “TheRhymes Club”, se encuentran Oscar Wilde,
Walter HoratioPater, Lord Alfred Douglas, Matthew Arnold, Arthur Symons,
ErnestDowson, Lionel Johnson y otros. En Estados Unidos, con el llamado grupo
de la Bohemia están AmbroseBierce, LafcadioHearn, Richard Hovey, Edgar Saltus
y JammesGibbonsHunnecker. En Bélgica, en donde hubo un grupo de poetas con
el llamado bohemismo, ThéodoreHannon, Maurice Maeterlinck, Vieté Griffin, Max
Elskamp, Van Leberghe, Mockel, Fontainas. En Alemania deben mencionarse
Stephan George, Gundolf, Wolfskel y Bertram; en Italia con el movimiento de la
scapigliatura (término similar a «bohemia») hay que mencionar a Gabrielle
D'Annunzio y Camillo Boito.

En el campo de las artes plásticas, el decadentismo se revistió con otros


nombres pero, posteriormente, orientado por los mismos intereses y rasgos: en
Francia, se tiene el llamado l’ArtModerne dentro del que descuellan
HectorGuimard, Majorelle, Binet, Jourdain, Emile Gallé y René Lalique. En
Bélgica, tuvo lugar el conocido Art Nouveau, cuyos máximos ejemplos se
encuentran en monumentos arquitectónicos de Victor Horta y en los cuadros de
FélicienRops, Hodler, Khnopff, y Toorop. En Inglaterra, hubo una resistencia dada

17
la fuera que tenían los Arts and Crafts, pero le dio un arquitecto notable, Charles
RennieMackintosh. En España se conoce a Antonio Gaudí, quien dio aportes
significativos dentro del llamado Modernisme o Estil Modernista. Igualmente, en
Italia, se encuentra la tendencia Liberty, con su máximo exponente D’Aronco; en
Alemania, la Jugendstil y en Austria la Secesión Vienesa.

Esteticismo

El Esteticismo inglés se considera una rama del mismo movimiento esteticista


europeo de mediados del siglo XIX, movimiento que enfatiza los valores artísticos
por encima de los valores morales y sociales en la literatura, las bellas artes, las
artes decorativas y el diseño interior. Por lo general, el esteticismo inglés
representa las mismas tendencias que el Simbolismo o la decadencia en Francia y
el Decadentismo en Italia. Representa una reacción antivictoriana, tiene raíces
post-románticas y anticipa el modernismo (vanguardismo). Tuvo su desarrollo
durante el período victoriano alrededor de 1868-1901 y, por lo general, se
considera que termina con el juicio de Oscar Wilde en 1895.

Los escritores decadentistas ingleses estuvieron hondamente influidos por


el profesor de Oxford Walter Pater y sus ensayos publicados en 1867 y 1868, en
donde establecía que la vida se debe vivir intensamente siguiendo el ideal de la
belleza. Sus Studies in the History of the Renaissance (1873) se convirtieron en
textos sagrados para los jóvenes artecentristas de la era victoriana. Los escritores
seguidores del credo esteticista usaron el lema "arte por el arte" (L’art pour l’art),
cuyo origen ha sido sujeto de debates. Algunos expresan que fue
BenjaminConstant quien lo usó por primera vez en 1804, pero, extensamente, se
acepta que quien promovió el lema en Francia fue Théophile Gautier, tomando la
frase para sugerir que no hay conexión entre arte y moralidad.

Los artistas y escritores esteticistas defendían que las artes deben


proporcionar un refinado placer sensual, más que transmitir mensajes de carácter

18
moral o sentimental. Como consecuencia, no aceptaron los conceptos utilitarios de
arte de John Ruskin y Mathew Arnold como algo moralista o útil. En cambio creían
que el arte no tiene un propósito didáctico: tan solo necesita ser bello. Los estetas
desarrollaron el culto por la belleza, la cual consideraban el factor básico en el
arte. “La vida debe copiar el arte”, expresaban. Consideraban que la naturaleza es
cruda y le falta diseño cuando la comparan con el arte. Las características
principales del esteticismo fueron: sugerencias más que hechos, sensualidad, uso
exacerbado de símbolos y efectos sinestésicos, es decir, correspondencias entre
palabras, colores y música.

El Esteticismo tuvo sus precursores en John Keats y Percy Bysshe Shelley,


y entre los pre-rafaelistas. En Inglaterra los esteticistas más representativos están
Oscar Wilde y Algernon Charles Swinburne, ambos influidos por el simbolismo
francés, y James McNeillWhistler y Dante Gabriel Rossetti. El movimiento
esteticista inglés y estos poetas fueron satirizados en la ópera cómica de Gilbert y
Sullivan Patience y en otras obras literarias como El coronel de F. C. Burnand y en
las revistas humorísticas como Punch.

19
Realismo

La manera agonizante en que se llevó a cabo el desenvolvimiento de las artes


enfocadas a la corriente romántica comenzó a presentarse como un obstáculo
para los nuevos intelectuales y pensadores de la Europa decimonónica. El
idealismo y exaltación de los sentimientos posteriores a las distintas revoluciones
europeas ya no complacían a la nueva Europa, que se encontraba frente a
situaciones dispares a las que se proponían desde principios del siglo XIX,
envueltas de optimismo y rebelión.

La felicidad, equidad y justicia se habían ya difuminado y casi extinguido


ante el panorama desolador y brutal que dejó la industrialización y el nuevo
sistema liberal propuesto por los ricos burgueses, pues al voltear la mirada hacia
las calles podridas y pestilentes, llenas de miseria y pobreza; hacia las fábricas
insalubres y carentes de humanidad, las nuevas mentes del siglo XIX se dedicaron
y esforzaron por resaltar lo que-para ellos-en verdad estaba pasando.

Retratar lo que realmente sucedía era el principal objetivo de estas


personas, dejando los paisajes oníricos y fantásticos por un amiente seco y crudo,
tal como la realidad. Cabe aclarar que la suavidad y exageración jamás se
pretendieron imitar.26

 Pintura

Gustave Coubert, pintor francés nacido en 1819, fue el principal promovedor de


ésta corriente pictórica, ya que encontraba en las obras románticas una
superficialidad y exotismo con las que no existía una verdadera conexión entro lo
expresado y la realidad.

Es por eso que los temas que ocupan la mayor cantidad de obras pictóricas se
relacionaban con la cotidianeidad y actividades características de los sectores
medios y bajos de la población, pues éstos buscaban un retrato más o menos fiel

Finocchio, Ross, Nineteenth-Century French Realism [en línea], MetropolitanMuseum of Art,


26

Nueva York, Estados Unidos de América, Gobierno de los Estados Unidos de América. Disponible
en: http://www.metmuseum.org/toah/hd/rlsm/hd_rlsm.htm

20
del acontecer humano, así como imitar la naturaleza y esencia humana. A pesar
de que éstas manifestaciones no son únicas ni exclusivas del siglo que tratamos
(pretender retratar la realidad sin que sentimientos o emociones se vean
involucrados) sí hay una característica que debe ser recalcada, y es que las
formas y definiciones en las pinturas no buscan ser completamente fieles a la
anatomía humana o “académicas”, pues el propósito va más allá de lo físico y de
la calidad de trazo del pintor.27

Además de Coubert, también se encontraban Honoré Daumier, Jean-François


Millet, Jean-Baptiste-Camille Corot, Rosa Bonheur como los principales pintores
y litógrafos franceses que impulsaron este movimiento. 28

En el resto de Europa no se hizo esperar la influencia de los mencionados


franceses, teniendo como resultado una especial manifestación entre los pintores
rusos, aquellos que se enfrentaban a los estatutos zaristas donde lo único que
proponían era el retrato de heroicos y fastuosos temas históricos, cuestión que
ellos no podían vincular con la realidad rusa; sus representantes fueron
IliáYefímovichRepin, AlekseiSavrasov, IsaakIlyich Levitan, entre otros. 29

Los ingleses Hubert von Herkomer, LukeFildes, Frank Bramley, Walter Langley
crearon una serie de obras que se asemejaban al realismo francés, sin embargo
fue hasta finales del siglo XIX cuando la Escuela de Newlyn se formó; intentaron
reproducir las diversas escenas de la Inglaterra Victoriana; en Escocia fue
William Bell Scott, etc.

A pesar de la gran popularidad del realismo en Francia, la situación en España


fue diferente, pues su aceptación se vio opacada ante el arte académico y la
resistencia a contemplar los temas que en el país vecino se apreciaban. En este
27
TheNationalGallery [en línea], Reino Unido, Pueblo del Reino Unido, [fecha de consulta: 30 de
diciembre del 2013] Disponible en: http://www.nationalgallery.org.uk/paintings/glossary/realist-
movement
28
NationalGallery of Art [en línea], Washington D.C., Estados Unidos de América, Pueblo de los
Estados Unido de América, [fecha de consulta: 30 de diciembre del 2013] Disponible en:
http://www.nga.gov/collection/sfp/noflash/realism/1995_11_1.htm
29
Harkness, Kristen M., ThePeredvizhniki (The Wanderers) [en línea] SmartHistory de
KhanAcademy, [Fecha de consulta: 1 de enero del 2014]Disponible en:
http://smarthistory.khanacademy.org/the-peredvizhniki.html

21
caso, la literatura impulsó a la pintura, pues Narcís Oller escribió una crítica
favorable ante un cuadro que denotaba elementos realistas. 30

Los macchiaioli, en Italia, consideraban que se asemejaban al movimiento


impresionista, aunque prácticamente fueran más afines con los realistas. Al igual
que los rusos, se oponían al academismo imperante y a la frialdad del arte
histórico. Diego Martelli, Telemaco Signorini, Adriano Cecioni y Giuseppe De
Nitis fueron de los principales representantes de éste grupo italiano. 31

Las obras más representativas del movimiento son Los picapedreros, El taller del
pintor de Coubert, El sembrador y Las espigadoras de Millet, Joven leyendo de
Corot, El vagón de tercera clase de Daumier, Procesión de Pascua en la región
de Kursk y Los sirgadores del Volga de Repin, El canto de la alondra de Jules
Breton, Tiempos difíciles de von Herkomer, El Doctor de Fildes, La ejecución del
Emperador Maximiliano de Édouard Manet.32

 Literatura

La revista Réalisme, fundada por Louis Edmond Duranty y Jules Francois Félix
Husson en1856 y desaparecida al siguiente año, establecía el verdadero arte
que debiese ser practicado y estudiado. Si se quiere acercar a un ejemplo
podemos tomar a la corriente positivista, que se proponía conseguir (y perseguir)
la verdad mediante la experiencia y la escritura de ésta.

Honoré de Balzac, Gustave Flaubert, Henri Beyle, Emile Zolá, Charles Dickens,
Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, Leo Tollstoi, Benito Pérez Galdós, Giovanni
Verga, y más, fueron el extracto más representativo de esta corriente,
produciendo obras que se caracterizan por su manejo hábil de las situaciones
típicas de la clase media y baja, acentuando las consecuencias que la revolución

30
Yvan Lissorgues, Realismo y naturalismo en España en la segunda mitad del siglo XIX, España,
Editorial Anthropos, 1988, p. 301.
31
Giulio Carlo Argan, El arte moderno Del iluminismo a los movimientos contemporáneos,
traducción Gloria Cué, 2ª edición, España, Ediciones Akal, 1998, pp. 159-160.
32
Gabriele Crepaldi, El siglo XIX, traducción de Rosa Solá, Barcelona, Ediciones Selecta, 2005, p.
344.

22
industrial y el nuevo sistema capitalista habían traído a las sociedades
europeas.33

 Teatro

El lenguaje cotidiano y familiar, personajes que hablan en forma natural y que


poseen una psicología de seres comunes y acciones que se asemejan todo
cuanto se pueda a las acciones de la gente real son características del teatro
realista que se suscitó a mediados del siglo XIX.

El objetivo de las obras anteriores se veía enfocado en complacer a la nobleza,


las representadas sobre el nuevo escenario europeo tienen que convencer al
público de que la acción que desarrollan podría darse en la vida.

Teatralmente, estas obras tienen dos importantes retos; una es alcanzar la


elevación de espíritu y expresión, y otra conseguir el efecto dramático sin perder
la sensación de naturalidad. Los vestuarios y escenografías, rigurosos y fieles a
la realidad, tenderían precisamente a proporcionar esta sensación ilusoria de
estar contemplando algo que sucede realmente. 34

Uno de los focos emblemáticos y representativos se encontraba en Rusia, donde


autores como Aleksey Pisemsky, Nikolai Gogol, Leo Tolstoi, Anton Chekhov, y
demás, fueron influencias definitorias para el posterior siglo XX. La crudeza en la
que se encontraba el pueblo ruso impulsó a que los artistas vieran la otra cara
del progreso, donde los lujos de la nobleza se opacaban ante la sordidez de la
vida cotidiana.

Sin embargo, la presencia latente del dramaturgo noruego Henrik Ibsen


(conocido como el padre del realismo) es, hasta la fecha, una de las más
importantes en el mundo occidental. Los temas que tocaba en sus obras
quebraban con los modelos morales establecidos, como se puede identificar

33
Pam Morris, Realism, Nueva York, Routledge, 2003.
Felicia Hardison Londré, The History of World Teather From the English Restoration to the
34

Present, E.E.U.U., The Continuum Publishing Company, 1999, p.303

23
claramente en su Casa de muñecas (1879), donde la mujer protagonista deja de
lado los valores familiares para encontrar su propia esencia. 35

En Inglaterra se presenta un irónico y burlón autor, Oscar Wilde, que utiliza la


sátira para contraponer dos estratos sociales y exponer el absurdo en que una
de ellas vive comúnmente. En España se encuentran José Echegaray, quien
intentó combinar la fastuosidad del romanticismo con la conciencia del realismo;
Benito Pérez Galdós hizo gala de varios elementos ya mencionados (la ironía,
uso de lenguaje coloquial y posturas tendientes a favorecer las costumbres
populares), lo cual ocasionó que se le tome como uno de los emblemas
característicos del realismo español; Doña Perfecta y Marianela son sus obras
cumbre.36

35
Emma Goldman, “The scandinavian drama: Henrik Ibsen A dolls’s house” en The Social
Significance of the Modern Drama, Boston, The Gorham Press, 1914.
36
Miguel Pérez Rosado, El realismo y Benito Pérez Galdós [en línea], SpanishArts, España, [fecha
de consulta: 3 de enero del 2014] Disponible en:
http://www.spanisharts.com/books/literature/galdos.htm

24
Naturalismo

El naturalismo surge desde Francia como una variante del realismo,


principalmente en el género literario, durante la segunda mitad del S.XIX, dicha
variante es impulsada por Emilio Zola, principal figura dentro de ese género.

Hay que destacar que algunos autores no separan al realismo del


naturalismo, encasillando a ambos bajo un mismo término 37, situación que se
vuelve aún más complejas en otras áreas como la pintura, si bien estos comparten
el tema de la realidad como centro fundamental de su interés, el naturalismo
destaca, o más bien se separa, debido a la importancia que se le dio al medio
ambiente bajo el que se desarrolla el hombre y a la herencia de este, ambos
factores que determinaran, en mayor medida, su forma de ser y actuar. Dichos
principio impulsado por Zola lo llevan a creer en un determinismo absoluto bajo el
cual el individuo se somete a las circunstancias.

De igual forma que el realismo, la tarea del naturalismo es retratar en la


suma de lo posible a la realidad en su más puro estado, después de todo las
circunstancia de La Europa decimonónica provocarían que el mayor interés se
enfocara en la vida misma. Las ideas de pensadores como Darwin, Marx y Comte
convulsionaban el mundo europeo, el primero con su obra sobre El origen de las
especies en términos de selección natural abrió la brecha para el cuestionamiento
del orden hasta entonces establecido, al menos en términos biológicos. En cuanto

37
Cristina Barros, Siglo XIX: romanticismo, realismo y naturalismo, México, Editorial Trillas, 1990, pp. 73-74.

25
a la obra Carlos Marx proponía un nuevo modelo para el devenir histórico que se
basaba en la lucha de clases, llevando al hombre a un estado socialista que
terminara con los males del hombre, que de igual manera que Darwin, dichas
ideas avivaban el debate en contra de los sistemas hasta entonces existentes. En
cuanto a las ideas científicas del positivismo de Comte terminaron de asesinar a
todas las quimeras que los habían antecedido, despejando las ilusiones y
remplazándolas por las bases de la ciencia que argüían un futuro mejor para el
hombre.38

Como podemos constatar la vida de Europa se encontraba bastante


conmocionada por las nuevas ideas científicas que envolvían el entorno, dichos
principios científicos también se dejaron sentir en las demás manifestaciones
culturales como la literatura, tal es el caso del naturalismo en cuya faena Zola no
pretendía la mera actividad de la descripción, sino que pretendía una actitud de
observador y experimentado por parte del escritor, sometiendo a sus personajes a
diversas circunstancias que permitieran al observador identificar los mecanismos
que rigen la conducta humana para así mejorarla, tal parecía que Zola se identifica
con las ideas de Comte, convirtiendo a los escritores en “ingenieros sociales” que
ayudarías al mejoramiento de la sociedad. 39

Las obras literarias naturalistas consistían en poner a personajes en


condiciones extremas de miseria y desolación, poniendo especial atención a los
detalles ambientes en los que se desarrollaban sus historias y provocando con ello
amplias descripciones, siguiendo la importancia del medio y la herencia ya
mencionados anteriormente. De tal manera los personajes eran sometidos a las
más diversas adversidades con el fin de dejar de manifiesto la importancia del
medio para determinar las reacciones del ser humano.

38
Ibídem p. 68.
39
Émile Zola: El naturalismo, España, Península, 1972, selección de Le roman expérimental, traducción,
introducción y notas de Laureano Bonet, pp. 47-49

26
“Estimamos que el hombre no puede ser separado de su medio, que su
vestido, su casa, su pueblo, su provincia le completan… De ahí lo que se ha
venido a llamar nuestras eternas descripciones.” 40

Dentro de las principales obras de Zola destaca Naná y Germinal, donde


podemos ver a un Zola enormemente moralista que fue blanco de diversas
críticas, pero cuyo fin, en palabras de Zola, no era condenar al hombre sino
conocer los mecanismo que actuaban en el para poder corregirlo 41.

Además de Emilio Zola otros autores naturalistas destacados fueron Guy de


Mupassant, Alphonse Daudet y Goncourt.

Dado que Emilio Zola era el principal impulsor del naturalismo, este tuvo su
mayor desarrollo en Francia, además de que al ser una variante artificial del
realismo, en otras zonas, como ya se dijo anteriormente, no existía una división
clara entre realismo y naturalismo.

40
Ibídem p.14.
41
Galgani, Jaime. Poner en marcha la verdad: Emile Zola y la novela social en ChileAtenea [en linea] 2011, (Sin mes)
: [Fecha de consulta: 20 de diciembre de 2013] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=32821477006>

27
Ciencia en el Siglo XIX

La Física en el Siglo XIX

1.1 La energía calorífica

El desarrollo de la física en el siglo XIX giró básicamente en torno al estudio de la


energía. Los primeros avances en este sentido se concentraron en el calor y
tuvieron que ver con la naciente industria y la máquina de vapor.

El calor empezó a estudiarse de manera cuantitativa y científica, con la


expansión gradual de la industria y se originó en la apreciación científica de la
experiencia de los destiladores y salineros.

Uno de los pioneros en el estudio del calor fue Joseph Black. Con sus
experimentos encontró que las diferentes sustancias eran calentadas a distintos
grados por la misma cantidad de calor. De esta manera logró establecer la
capacidad térmica o calor especifico de las diferentes sustancias. También realizó
experimentos para probar la existencia del calor latente en las sustancias. 42

El descubrimiento del calor latente llevó a un joven constructor de


instrumentos a revolucionar la máquina de vapor. En 1765 una universidad
contrató a James Watt pata reparar una maquina del modelo de Newcomen. Watt
encontró que el desperfecto se debía a la perdida de vapor que ocurría en el
cilindro frío a cada golpe del émbolo, y poco después concibió la idea de
condensar el vapor por separado. Su invención del condensador separado volvió
mucho más eficiente la máquina de vapor. 43

La transformación del calor en fuerza, aunque tuvo un empleo amplio,


quedó durante largo tiempo fuera de la órbita de la ciencia exacta. Cada máquina
poseía su propio factor de conversión de calor consumido en trabajo realizado; y
este factor parecía decrecer a medida que se perfeccionaban las maquinas. No

42
D.E. Roller, Física; mecánica, ondas y termodinámica, tomo 1, volumen 2, Editorial Reverté, Barcelona,
España, 1986, p. 649.
43
Ibídem, p. 788.

28
parecía vislumbrarse límite alguno a la eficiencia, pero era claro que debía existir
dicho límite, porque en caso contrario sería posible el movimiento perpetuo. Tales
fueron las consideraciones que llevaron a Sadi Carnot a formular sus Réflexions
sur la PuissanceMotrice du Feu. Sadi era hijo de Lazare Carnot, el “organizador de
la victoria” de la revolución francesa. Sadi estudió ingeniería en la escuela
politécnica recién fundada en París y fue uno de los primeros en aplicar los
principios físico-matemáticos al funcionamiento de la nueva maquinaria. Carnot
demostró que aún en unas condiciones óptimas de reversibilidad, únicamente es
una fracción de calor la que puede convertirse en trabajo útil. En otras palabras,
demostró la segunda ley de la Termodinamica.44

En 1847 se dio el siguiente gran paso. El científico Hermann Von Helmholtz


demostró que la suma de las fuerzas y las tensiones (energías cinética y
potencial) permanecía constante. De esta manera expresó el principio de la
conservación de la energía en el sentido más formal (pues anteriormente Robert
Mayer y James Joule ya habían propuesto cosas similares, pero desde otros
enfoques). El principio de la conservación de la energía fue el mayor
descubrimiento físico de mediados del siglo XIX.45

No obstante, al finalizar el siglo la optimista doctrina de la energía tuvo que


ser modificada seriamente, cuando se entendió con claridad que la segunda ley de
la termodinámica mostraba que la cantidad de energía en el universo era limitada
y tendía a decrecer. De acuerdo a la expresión de Gibbs, la confusa igualación
(entropía) de un sistema siempre tiende a crecer. 46

1.2 La energía electica

Durante los tres siglos anteriores la electricidad había tenido algunos avances,
aunque había estado fuera del círculo de las ciencias exactas. La mayor parte de
los descubrimientos fueron casuales o pensados para entretener a la corte con

44
F.J. Gálvez et.al., Física; curso teórico práctico de fundamentos físicos de la ingeniería, Ed. Tébar Flores,
Madrid, España, 1998, p. 397.
45
John D. Bernal, La ciencia en la historia, ed. Grupo Patria Cultural, vigésima segunda reimpresión, México,
2005, p. 565.
46
Ibídem, p. 566.

29
curiosidades. El interés de los científicos por la electricidad se da a partir del
descubrimiento de la corriente eléctrica, hecho por Luigi Galvani cuando
experimentaba con animales y perfeccionado por Alessandro Volta, que consiguió
la primera pila de corriente eléctrica. En el siglo XIX se consiguió enlazar la
naciente ciencia de la electricidad con el estudio del magnetismo. 47

En 1820, gracias a un accidente ocurrido en el tablero de la lectura en un


laboratorio en Copenhague, Oersted descubrió que la corriente eléctrica producía
una deflexión en la aguja de una brújula. Una de las consecuencias inmediatas fue
la invención del electroimán, hecha por Sturgeon en 1823. La deflexión de la aguja
de la brújula por la corriente eléctrica tuvo también una enorme importancia
teórica. Gracias a los trabajos de Ampére, Gauss y Ohm, este descubrimiento
permitió comprender los campos magnéticos producidos por las corrientes y el
modo en que éstas fluyen a través de los conectores. 48

Sin embargo, para que se llegara a comprender plenamente la interacción


de la electricidad y el magnetismo, todavía tuvo que darse otro paso más decisivo.
En 1831 Faraday demostró que las relaciones entre el magnetismo y la
electricidad era dinámica y no estática como se creía, ya que para producir la
corriente es necesario que el imán se mueva cerca de un conductor eléctrico. El
descubrimiento de Faraday fue de mayor importancia practica que el de Oersted,
debido a que hizo posible la generación de corriente eléctrica por la acción
mecánica y permitió hacer funcionar las maquinas mediante la corriente eléctrica. 49

La traducción formal de las consideraciones cualitativas de Faraday a


ecuaciones matemáticas precisas y cuantitativas fue obra de Clerk Maxwell quien
hizo una síntesis de forma concisa de la teoría electromagnética entera. Los
estudios de Maxwell permitieron establecer una nueva unidad entre las ciencias:
se puso en claro que la luz es un fenómeno electromagnético. Otra consecuencia
fue el inferir que las oscilaciones electromagnéticas debían producir ondas
similares a las de la luz, pero con frecuencias mucho menores. Hertz fue quien
47
Douglas C. Giancoli, Física; principios con aplicaciones, ed. Pearson, sexta edición, México, 2006, p. 494.
48
Bernal, Op. Cit., p. 583
49
Raymond A. Serway, Física, ed. Pearson, México, 2001, p. 651.

30
demostró esto último en el laboratorio, en 1888, estableciendo así la base de la
radiocomunicación.50

En 1867, Henry Wilde y William Siemens descubrieron que la corriente de


una maquina puede ser utilizada para excitar el campo del electroimán de otra.
Este descubrimiento permitió construir la primera dinamo, símbolo de la nueva
edad de la energía. Una vez que se dispuso la corriente a costo relativamente bajo
se multiplicaron sus usos, sobre todo para las habitaciones y los locales
comerciales, en donde la luz de arco resultaba demasiado brillante.

50
Bernal, Op. Cit., p. 587

31
Avances en la Biología durante el Siglo XIX

El siglo XIX fue un siglo fascinante para la ciencia de la Biología. No sólo se


plantean las dos grandes teorías de la Biología actual: la Teoría Evolutiva de
Darwin y la Teoría Celular, sino que, significó el comienzo de la genética gracias a
los trabajos pioneros de Mendel, diversos biólogos prestaron especial atención a
seres microscópicos llamados bacterias, iniciándose la microbiología, nace la
bioquímica, se define la ecología y se esbozan las primeras ideas sobre el origen
de la vida. Es en este siglo cuando Lamarck y Treviranus introducen el término
“Biología” que reemplazará a la expresión “Historia Natural”, por ser esta poco
concreta.

Trabajando independientemente, Charles Darwin (1809-82; nieto de


Erasmo) y Alfred Russell Wallace (1823-1913), desarrollaron la misma teoría
acerca de cómo cambió la vida a lo largo de los tiempos. Darwin comenzó su
carrera como naturalista al embarcarse en el Beagle y recorrer las costas de
Sudamérica y los archipiélagos del Pacífico durante una larga expedición de cinco
años (1831-1836). Durante el viaje, Darwin observó como especies estrechamente
relacionadas se habían sucedido unas a otras a medida que descendían hacia el
sur por el continente americano, así como que las especies del archipiélago de las
Galápagos se asemejaban a las de Sudamérica, si bien diferían ligeramente entre
unas islas y otras. Darwin llegó a la conclusión de que las especies orgánicas
habían evolucionado a lo largo del tiempo. Wallace visitó el archipiélago malayo
donde observó que las islas vecinas estaban habitadas por especies
estrechamente relacionadas aunque diferentes, como había observado Darwin,
antes que él, en las Galápagos.

Los trabajos de Malthus inspiraron en ambos la idea de la supervivencia del


más apto (al que a veces se le llama “el más fuerte”). Wallace redactó su artículo y
se lo envió a Darwin. Ambos publicaron sendos artículos de modo conjunto en
1858 proponiendo que los organismos tienen capacidad para adaptarse al medio

32
ambiente, presentan caracteres variables que, al azar (no por la idea lamarckiana
del uso o desuso), aparecen en cada población natural y se heredan entre los
individuos. Asimismo, también proponen un mecanismo para ese cambio: la
selección natural, que implica que todos los organismos tienden a sobre-
reproducirse mas allá de la capacidad de su medio ambiente para mantenerlos y,
que no todos los individuos están adaptados por igual a su medio ambiente, por lo
que algunos sobrevivirán y se reproducirán mejor que otros.
En 1859 Darwin publicó su libro bíblico “El Origen de las Especies mediante
la Selección Natural o la Conservación de las Razas favorecidas en la lucha por la
Vida” que influyó profundamente no sólo en el desarrollo posterior de la Biología,
sino también en la visión acerca de nosotros mismos y cambió la forma de pensar
del mundo occidental, controlado en la época por el Imperio Británico. Herbert
Spencer (1820-1903) extendió la teoría de la selección natural a la sociedad
humana, viendo la supervivencia del más apto como el modo de progreso de la
humanidad: el comercio libre y la competencia económica serían las formas
sociales de la selección natural. Así nació el peligrosísimo Darwinismo social, en el
cual se excusaron las expoliaciones y exterminios de “las razas más débiles”
durante la expansión del imperio. Esta ideología, que tiene poco que ver con la
Biología y la Evolución, hoy domina prácticamente a toda la sociedad.

La Teoría Celular se esboza en las observaciones de Dutrochet (1776-


1847) y Turpin (1772-1853), de estructuras animales y vegetales. En el inicio del
siglo, Bichat (1771-1802) había establecido el concepto de tejido como unidad
morfológica y funcional de los seres vivos. Dutrochet separa los tejidos en
“vesículas completas” y concluye que todos los tejidos orgánicos son agregados
de células de varios tipos y su crecimiento es el resultado del aumento en tamaño
o número de sus células. Turpin describe tejidos vegetales como formados
también por células, contrastando con las ideas por entonces imperantes que
consideraban que vegetales y animales poseían una estructura básica diferente.
Definitivamente, el zoólogo alemán Theodor Schwann (1810-1882) mostró que las
células del cartílago de los animales también poseían límites bien definidos,

33
comparables a los de las células vegetales, además de poseer núcleo, estructura
ya descrita por Brown (1773-1857). En 1838 y 1839, sobre las bases de sus
estudios respectivos en vegetales y animales, Schwanny el botánico
MattiasSchleiden (1804-1881) enuncian la Teoría Celular, según la cual la célula
es la unidad estructural básica de todos los organismos pluricelulares capaz de
existir por sí misma.

El enunciado de la Teoría Celular tuvo una gran influencia en la comunidad


científica y su importancia en la dinámica de la vida fue establecida cuando,
alrededor de 1860, el patólogo alemán Virchow (1821-1902) establece que todas
las células tienen su origen en células preexistentes, "Omniscellula e cellula", y
que las propiedades de los organismos son el resultado de las propiedades de sus
células individuales. Esta teoría de la "república celular" de los organismos
constituyó uno de los primeros intentos de correlación morfo-funcional. De esta
forma, los postulados de Virchow consolidaron la Teoría Celular en su forma
definitiva. Sin embargo, la individualidad de las células animales resultó ser un
tema abierto de discusión, objeto de numerosas controversias, aceptándose el
concepto de sincitio para diversos tejidos del organismo, como el nervioso. Esta
idea sería posteriormente desmentida por Ramón y Cajal (1852-1934),
demostrando en 1888 la relación de contigüidad y no de continuidad de las células
nerviosas y extendiendo la individualidad morfológica y funcional de la célula al
sistema nervioso.

Desde los años 1840s, se sabía que la célula orgánica se reproducía


asexualmente por fisión, dividiéndose el núcleo en primer lugar. A partir de la
década de 1870 se realizaron unos cuantos progresos técnicos en el microscopio
(objetivos de inmersión, iluminación), y enel desarrollo de tinciones selectivas, que
permitieron observar más minuciosamente los procesos que tienen lugar en la
reproducción asexual de las células, así como en la unión de las células sexuales.
Hertwig (1842-1922) en Berlín, Fol (1845-92) en Ginebra, en animales y
Strasburger (1844-1912) en Bonn trabajando con plantas, descubrieron que la

34
reproducción sexual entrañaba la unión de los núcleos de las células macho y
hembra, por lo que Hertwig y Strasburger sugirieron en 1884 que el núcleo de la
célula constituía la base física de la herencia.

Las nuevas técnicas mostraron que en el núcleo ordinario de la célula en


reposo había una fina malla de material que Fleming (1843-1915) de Kiel
denominó en 1879 cromatina, dado que se teñía profundamente con los tintes de
anilina básicos. Fleming estudió el mecanismo de la división celular, describiendo
dicho proceso en células animales, que el denominó Mitosis (del griego “Mitos”,
filamento).

En el caso de la unión entre dos células sexuales, se descubrió que los


cromosomas se comportaban de forma distinta. Van Beneden (1845-1910) de
Lieja, observó en 1887 que en la primera división celular que llevaba a la
formación de un huevo, los cromosomas no se dividían en dos longitudinalmente
como en la división celular asexual, sino que cada par de cromosomas se
separaba para formar dos células, cada una de las cuales presentaba tan sólo la
mitad del número usual de cromosomas. Posteriormente, ambas células se
dividían de nuevo según el proceso asexual ordinario. Van Beneden denominó a
este proceso Meiosis (del griego “meioun”, hacer menos). Según este proceso,
tanto los óvulos como los espermatozoides poseían solamente la mitad de los
cromosomas usualmente hallados en las células de los organismos de su especie,
si bien tras la unión de las células sexuales, el número de cromosomas se
restablecía, proviniendo la mitad del padre y la otra de la madre. En 1894
Strasburger mostró que en algunas plantas las células con la mitad del número
usual de cromosomas formaban una generación separada, descubrimiento que
explicó la alternancia de generaciones descubierta por Hofmeister en 1851 en las
plantas sin flores. La descripción por von Baer (1828-1897) y Kolliker (1834-1919)
del espermatozoide y óvulo como las células únicas que, tras la fecundación dan
lugar al embrión, por la proliferación progresiva del óvulo fecundado, supuso una
revolución en la embriología. Ernst Haeckel formula en 1866 la ley biogenética

35
fundamental, según la cual la ontogénesis (desarrollo del embrión) recapitula la
filogénesis, es decir, los estudios evolutivos primitivos de la especie original.
Las bases de la microbiología se deben fundamentalmente a Louis Pasteur
(1822-1895) y Robert Koch (1843-1910), quienes descubren el origen microbiano
de muchas enfermedades infecciosas. Entre ambos fueron capaces de identificar
los microorganismos culpables de enfermedades tales como el carbunco, la
tuberculosis o incluso el cólera. Sin embargo, los resultados más deslumbrantes
de Pasteur se basaron en la extensión de la vacunación contra ciertas
enfermedades, aunque su descubridor fuera Edward Jenner, que descubrió la
vacunación de la viruela mediante la transmisión de una enfermedad de las vacas
(“cowpox”) que inmunizaba contra la viruela humana. Además, Pasteur demostró
de forma muy elegante la no existencia de la generación espontánea y desarrolló
todas las técnicas de esterilización, así como procesos que llevan su nombre
(pasteurización) y que se siguen utilizando en la producción de la leche, vino, etc.

Ferdinand J. Cohn contribuyó significativamente a la fundación de la ciencia


de la Bacteriología, al publicar una clasificación temprana de las bacterias, usando
por primera vez el nombre de género Bacillus. Cohn también fundó una revista
científica en la que Koch publicará en 1876 su artículo sobre el origen bacteriano
de la enfermedad del ántrax. En la historia de la bacteriología, durante el siglo XIX
destacan otros muchos investigadores, entre los que podemos citar a Joseph
Lister quien en 1878 publica su estudio sobre la fermentación de la leche y
desarrolla el primer método para aislar un cultivo puro de una bacteria que él
denominó Bacteriumlactis; a IlyaUlichMetchnikoff quien en 1882 postula la Teoría
de la Inmunidad Celular; a Paul Ehrlich quien en 1891 descubre que los
anticuerpos son los responsables de la inmunidad. En 1887 los agrónomos
alemanes Hellriegel y Wilfarth confirman la observación del botánico ruso Woronin
de que las leguminosas podían crecer en suelos pobres en nitrógeno gracias a las
bacterias presentes en las nudosidades de sus raíces. Poco después Beijerinck
logró cultivar in vitro las bacterias de esos nódulos que recibió el nombre de
Rhizobiumleguminosarum. Estos hechos unidos a los aportados por Winogradsky

36
con el descubrimiento de las bacterias quimiosintéticas nitrificadoras en las que
distingue las formas nitrosas y nítricas, tienden a ir configurando la comprensión
del ciclo biogeoquímico del nitrógeno en la naturaleza. En 1892, DmitriIvanowski y
posteriormente, en 1899, MartinusBeijerinck descubren agentes patógenos
filtrables (los virus); el primero de ellos, el virus del mosaico del tabaco que será
posteriormente cristalizado por Wendell Stanley en 1935 quien demostró que,
cristalizado, seguía siendo infeccioso; aunque no llegó a determinar si el material
infeccioso era el ácido nucleico o la proteína.
En el primer tercio de siglo, el descubrimiento de la síntesis química de la
urea por Wöhler (1800-1882), marca el nacimiento de la Bioquímica. Se acepta
que las leyes físico-químicas también pueden ser aplicadas a los seres vivos y
comienza una fructífera etapa de análisis sobre su composición química. En este
sentido, hay que destacar los trabajos de Miescher (1844-1895), que consiguió el
aislamiento de la sustancia contenida en los núcleos, a la que denominó nucleína.
Esta sustancia contenía una importante cantidad de fósforo ligado y
posteriormente se vería que sus características eran similares a las de la
cromatina descrita por Fleming. Todavía no se conocía el papel primordial de esta
sustancia como portadora de los caracteres hereditarios.

Del nacimiento de la Bioquímica se beneficia notablemente la Fisiología. Ya


en la primera mitad del s. XIX Magendie (1783-1855) reacciona enérgicamente
contra las concepciones vitalistas y sitúa de modo definitivo la Fisiología en el
terreno experimental, buscando la explicación de los hechos fisiológicos en los
agentes físicos y químicos. Merecen ser destacadas sus investigaciones sobre las
funciones de los nervios raquídeos, demostrando que la raíz anterior tiene función
motriz y la posterior sensitiva. Su discípulo, Claude Bernard (1813-1879), estudia y
renueva toda la Fisiología. Sus primeros estudios se centran en la fisiología de la
digestión; estudió los jugos gástricos, la saliva, el jugo pancreático y su papel en la
digestión, siendo ésta la primera secreción interna conocida. Posteriormente
demostró que la glucosa pasa de la sangre a los tejidos y estableció la función
glucogénica del hígado. Formula por primera vez la noción de medio interno o

37
medio ambiente fisiológico de cada ser vivo (1878), donde la regulación se hace a
la vez por el sistema nervioso, las glándulas endocrinas y los fenómenos físico-
químicos internos. Discípulos de Bernard, Bert (1833-1886) y Brown Sequard
(1817-1894) realizaron detallados estudios sobre la fisiología de la respiración y la
fisiología nerviosa (nervios motores, movimiento reflejo) y la endocrinología,
respectivamente.

Por su parte, de Saussure (1767-1845) puede ser considerado el fundador


de la moderna Fisiología Vegetal. Combina los conocimientos de la química con la
experimentación meticulosa y con una cuidadosa interpretación de los resultados
obtenidos. Confirma la hipótesis de Ingenshousz, al demostrar que durante la
fotosíntesis se intercambian volúmenes iguales de CO2 y O2 y que la planta
retiene el carbono.

La Ecología, aunque presente en los escritos de clásicos cómo Hipócrates,


Aristóteles y otros filósofos de la época, no se ve definida hasta la segunda mitad
del siglo XIX en que Haeckel (1834-1919) acuña el término “Ecología”,
definiéndola como el estudio de las relaciones de un organismo con su medio
ambiente orgánico e inorgánico, en particular las relaciones con las plantas y
animales con los que convive. Aunque previamente existiesen aportaciones en
este campo, algunas de hecho muy importantes como la idea de cadena trófica,
definida por Leeuwenhoek, a principios del siglo XVIII, el viaje del Challenger entre
1872 y 1876 supone un espaldarazo definitivo al desarrollo de esta nueva
disciplina, ya que participaron en la expedición botánicos, zoólogos, fisiólogos,
químicos y geólogos, contribuyendo a una visión multidisciplinar del medio
acuático. Con esta perspectiva, Hensen realiza en 1880 un balance de producción
a través de un estudio del plancton y Forbes publica en 1887 “The Lake as a
Microcosm”.

Las ideas sobre el origen de la vida comienzan a esbozarse de manera


científica en este siglo, fundamentalmente después de la síntesis química de la

38
urea por Wöhler, abriéndose una dialéctica entre los descubrimientos de Pasteur,
sobre la inexistencia de la generación espontánea y la posibilidad de un origen de
la vida meramente químico. Ya en el siglo XX, con la aparición de las teorías de
Oparin sobre el origen de la vida en 1924, se inicia la visión actualmente existente
sobre la comprensión de este proceso y se sientan las bases de la evolución
prebiológica, que intenta explicar el paso progresivo de la materia a la vida,
continuada por muchos investigadores, como Miller, Haldane, Fox, Oró, etc.

Como vemos, a finales del siglo XIX las grandes líneas maestras de la
teoría biológica han quedado establecidas. Mientras, había biólogos especulativos
que desarrollaban teorías de la herencia que postulaban que los materiales
genéticos de los organismos deberían presentar los fenómenos mostrados por los
cromosomas durante la formación de las células sexuales.
Siguiendo las teorías del botánico Carl Nageli (1817-91); AugustWeismann
(1834-1914), un profesor de zoología de Friburgo, publicó un “Ensayo sobre la
Herencia y Cuestiones biológicas emparentadas” en el que estableció una
distinción tajante entre lo que denominaba germoplasma, responsable de la
transmisión de los caracteres hereditarios, esto es el idioplasma de Nageli, y el
soma o plasma corporal. Señalaba que las criaturas unicelulares simples se
propagaban asexualmente dividiéndose en dos, con lo que resultaban inmortales.
En los animales superiores el cuerpo es mortal, siendo sólo inmortal el
germoplasma que pasa de una generación a otra. Weismann postuló en 1887 que,
a fin de evitar la duplicidad de las unidades del germoplasma con cada generación
sexual, antes de la unión sexual, el germoplasma tanto del macho como de la
hembra se dividía en dos, de manera que el germoplasma de la descendencia se
formaba mediante la unión de un medio de cada progenitor. Una vez dilucidada la
conducta de los cromosomas durante la formación del óvulo y el espermatozoide;
Weismann procedió a identificar el germoplasma con los cromosomas, sugiriendo
que estos últimos se dividían longitudinalmente para formar unidades.

39
Durante el Siglo XIX, como se ha podido observar, muchos de los términos
actualmente utilizados fueron definidos en su totalidad. La gran diversidad de
descubrimientos y mejoras en el estudio de los seres vivos hace casi imposible
que se puedan mencionar todos de un solo tajo. Sin embargo, con estos ejemplos
queda demostrado que el florecimiento de la ciencia en el siglo XIX fue de tal
magnitud que aun en nuestros días persisten como verdaderas muchas las
investigaciones que se llevaron a cabo. Los científicos dejaron de lado la parte
divina que siempre se le había atribuido a la naturaleza y comenzaron a verla
desde un punto de vista más objetivo, reconociendo su complejidad y capacidad
de cambio.

Química del S.XIX

A lo largo del siglo XIX se suscitan diversas circunstancias que ponen de


manifiesto una nueva organización de las ideas, dentro de las cuales la ciencia
prometía llevar al hombre a un estado de bienestar como nunca se había visto
antes. Si bien el panorama que imperaba en la vida real no era del todo
prometedor ya que el hambre, la miseria y la muerte aun prevalecían en diversas
zonas y extractos de la sociedad, las ideas que traían diversos pensadores
pronosticaban un mañana mejor, en donde todos los males de la sociedad serian
limpiados. Pensadores como Marx o Comte creían que el hombre estaba en
caminado a un futuro más próspero.

Es en las ideas de un mundo mejor donde recae la importancia y auge que


comenzó a tener la ciencia, si bien como ya mencione aún había presentes
diversos males del hombre, los avances del conocimiento habían traído mejoras
considerables en el nivel de vida, desde avances médicos hasta mejoramientos en

40
las técnicas y procesos de producción, logrando llegar a pensar que todo era
posible de mano del conocimiento científico.

Todo ese progreso y optimismo abren el paso a lo que se denominaría


como positivismo, ideología que parte de Augusto Comte y en la cual afirmaba que
todos los hechos estaban sujetos a leyes que se establecían a partir de la
experimentación científica. Es ahí donde comienza la importancia de las diversas
ciencias tales como las Matemáticas, la Física y por supuesto la Química, ya que
serían ellas las encargadas de llevarnos a un futuro mejor bajo el slogan de
“Orden y Progreso”.51

Respecto al desarrollo de las ciencias y más concretamente el de la


química, Francia y Alemania serían los principales centros de desarrollo científico,
mismo que permitirían el desarrollo de la industria y el crecimiento económico de
aquellas naciones.

“se estableció una relación bastante fluida e intensa entre ciencia e


industria.”52

Sin embargo en otros lugares no existió el mismo desarrollo científico, en


Inglaterra debido a la escasez de instituciones dedicadas al desarrollo científico
y a un marcado elitismo social que no permitía la expansión del conocimiento.
En España los conocimientos científicos tardarían más ingresar debido al peso
que las tradiciones e instituciones religiosas ejercían sobre cualquier nueva
idea.

Si bien durante el S.XVIII y S.XIX la química había logrado separarse de la


medicina para consolidarse como una ciencia propia, durante el S.XIX se dan
colosales avances respecto al conocimiento de esta ciencia y los cuales sólo
servirían para profundizar más en el estudio de la materia y los componentes de
ésta.

51
Patricia Aceves Pastrana, La química en Europa y América siglos XVIII y XIX, México, UAM, 1994, pp. 250-
256.
52
J. M. Sanches Ron, El poder de la ciencia, España, Alianza, 2000, p 36.

41
En 1869 Mendelejed publica su obra Principios de la Química la cual
establecería el sistema periódico de los elementos, aportación incomparable si
traemos a consideración que la química se encarga del estudio de los elementos
que conforman la materia. En relación a los elementos se dan diversa
aportaciones importantes en el campo, tal es el caso del modelo atómico de
Dalton, la aportación de Becquerel quien en 1896 descubre la radioactividad del
uranio, lo que conduciría a importantes investigaciones respecto a la
transformación de la materia. De igual llegaron otras aportaciones como el
53
descubrimiento de nuevos elementos.

A la mitad del siglo Kirchhoff y Bunsen descubrieron que cada elemento


químico produce luz con un conjunto característico de frecuencias, que es como la
huella digital de cada átomo. Los científicos a llamar al conjunto de frecuencias
luminosas el espectro del átomo y, en consecuencia, se le dio el nombre de
espectroscopio.54

También dentro de la propia química comienza a surgir divisiones que se


ocuparían de diversas áreas. Bergmann introducía la división entre Química
inorgánica o mineral y Química orgánica. Fischer establecía en sus trabajos las
bases para la bioquímica. En la segunda mitad del siglo comienza a desarrollarse
la Termoquímica con Hess y Clapeyron.

Dentro de este ámbito de variados y amplios aportes en torno al


conocimiento científico, también aparecen numerosas aportaciones respecto a la
vida del hombre, que transformaría su cotidianidad con nuevos productos, lo cual
generaría la aparición de muchas y varias empresas.

“más interesante es (el) carácter utilitario con que se concibe la ciencia: las
reformas deben conducir a ampliar los estudios de ciencias
físicomatemáticas y naturales porque de ellos dependía el provenir de la
industria”55
53
S.E. Vides Lemus (1959). Clasificación periódica de Mendelejew. Guatemala: Ministerio de Educación
Pública. pp. 25–27.
54
Patricia Aceves Pastrana, Op. Cit, p. 270.
55
Juan Vernet Ginés, Historia de la ciencia española, España, Alta Fulla, 1998, p.261.

42
De tal manera a parecen los colorantes sintéticos cuando en 1856 Henry
Perkin hizo reaccionar la anilina con el ácido crómico, creando el purpura y
marcando el inicio de una nueva industria que cambiaría los modos de producción
e inclusive en la moda. De igual modo que llevaba al declive la producción de
tintes naturales.56

Es en ese mismo siglo es cuando se logran grandes avances en el área de


la fotografía, en 1820 JosehpNicéphore logra el primer proceso fotográfico
mediante el fotograbado y la cual consistía en exponer una imagen en una placa
tras aplicarle sustancias químicas. Posteriormente se iría refinando el proceso en
diferentes materiales y con diversas sustancias.

En conclusión la química experimento un fuerte impulso durante el siglo XIX


al igual que las demás ciencias, pues el mundo se encontraba bajo los influjos del
positivismo. Si bien las ideas de un futuro mejor que prometía la ciencia del
positivismo fueron sesgándose cada vez más debido a que la propia ciencia no
sólo no cumplió con un mañana mejor, sino que ella misma proporciono
herramientas para la destrucción del hombre, el desarrollo tecnológico y científico
comenzarían un auge que no podía ya detenerse.

56
José Ceguera Sánchez, Metodología de la investigación científica y tecnológica, España, Ediciones Días de
Santos, 2004, p. 32.

43
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