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A TI LEVANTO MIS OJOS (Salmo 122) – M.

Manzano
(V domingo de Cuaresma y Miércoles de ceniza: Entrada)

A Ti levanto mis ojos,


A Ti que habitas en el cielo;
A Ti levanto mis ojos,
porque espero tu misericordia.

Como están los ojos de los esclavos


fijos en las manos de sus señores,
así están nuestros ojos en el Señor
esperando su misericordia:

Como están los ojos de la esclava


fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos en el Señor
esperando su misericordia:

Misericordia, Señor, misericordia


que estamos saciados de burlas;
misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios:

Nuestra alma está saciada


del sarcasmo de los satisfechos;
nuestra alma está saciada
del desprecio de los orgullosos:

CANTO DE ENTRADA: CUARESMA – Cesáreo Gabaráin


(IV y V Domingo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Entrada)

Dios no quiere la muerte del pecador,


sino que viva, que se convierta,
que se convierta y que viva.

Tu palabra es luz que me alimenta,


con tu cuerpo y tu sangre
me confortas, y me haces vivir tu misma vida.

Voy sediento buscando el agua viva,


como ciego ansío ver tu luz.
Siento heridas de muerte, mas no temo,
porque sé que contigo viviré.

CON ALEGRÍA EN EL CORAZÓN – Joaquín Madurga


(IV Domingo de Cuaresma: Entrada)

Con alegría en el corazón


queremos cantarte, Señor.
Con esperanza, con fe y con amor
queremos llegar a tu mesa, Señor.

1. Con alegría de amistad


compartida en una comida;
con esperanza de escuchar
tu Palabra, que da la vida.

2. Con alegría de fiesta


de hermanos en la Eucaristía;
con la fe y el amor que exige
juntarnos en tu comida.

3. Con alegría los primeros cristianos


su amor compartían;
con esperanza seguiremos
sus huellas y ejemplo de vida.

CELEBREMOS EL BANQUETE – Emilio y Juan Bravo


(IV Domingo de Cuaresma: Entrada)

Celebremos el banquete
con el Padre y los hermanos,
nos habíamos perdido
y hoy volvemos a encontrarnos.

Como pródigos sedientos,


anhelando libertades,
poco a poco abandonamos
el hogar de nuestro Padre.

Recorriendo mil caminos,


entre sombras y entre dudas,
en la noche de la vida
derrochamos la fortuna.

En la fría madrugada
nos volvimos apenados
y a la puerta de la casa
te encontramos esperando.

Nos pusieron trajes nuevos,


nos sentamos a la mesa,
compartiendo juntos
la alegría de la vuelta.

DE RODILLAS, SEÑOR, DE RODILLAS


(Miércoles de Ceniza: Entrada e Imposición de Ceniza)

De rodillas, Señor, de rodillas


y en el polvo, inclinada la frente,
/hoy venimos a Ti, Dios clemente,
con amante y con fiel corazón.

1. Aquí estamos, Señor, aquí estamos,


anegados en llanto los ojos;
que se acaben, Señor, tus enojos,
pues que somos tus hijos al fin.

2. Imposible, Señor, imposible,


que a tus hijos despidas ahora,
/cuando el alma te siente y adora,
en el Santo Misterio de Amor.

3. Por tu amor alentados venimos,


que si Tú eres Señor de señores,
/también eres Jesús, Dios de amores,
infinito en amar y en sufrir.

4. Que si un tiempo el ingrato olvidara


por el mundo tu amor y tu gloria,
/lamentando tan triste memoria,
hoy, humilde, te pido perdón.

DESCÚBRENOS TU ROSTRO – Bernardo Velado y Antonio Alcalde


(II Domingo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Entrada e Imposición de Ceniza)

Descúbrenos tu rostro Padre Nuestro,


y pon tu ley en nuestros corazones.
Señor que nos conoces y nos ama,
ante ti estamos , somos pecadores.

Cristo que mueres para darnos vida,


perdona nuestras culpas.
Tú que viniste por los pecadores
y a todos sin cesar abres los corazones.

Oh Dios que manifiestas tu grandeza


en tu misericordia, perdonando,
concédenos el gozo y la alegría,
que revelas tú mismo al perdonarnos.

Tú que prefieres la misericordia


a ofrendas, sacrificios , plata y oro,
sólo tú sabes perdonar pecados,
preparas un festín en el retorno.

Espíritu de amor y de pureza,


danos un corazón reconciliado;
que nos sintamos hijos con el Hijo
y de todos los hombres los hermanos.
María , Madre de misericordia,
por ser inmaculada tú conoces
mejor que nadie nuestras tristes culpas:
Ruega tú por nosotros pecadores.

LLORANDO LOS PECADOS – Bernardo Velado / J. M. Álvarez


(Tiempo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Entrada)

Llorando los pecados


tu pueblo está, Señor.
/vuélvenos tu mirada
y danos el perdón. (2)

Seguiremos tus pasos,


camino de la cruz,
subiendo hasta la cumbre
de la Pascua de Luz.

La Cuaresma es combate;
las armas: oración,
limosnas y vigilias
por el Reino de Dios.

«Convertid vuestra vida,


volved a vuestro Dios,
y vuelva Yo a vosotros»,
esto dice el Señor.

Llorará el sacerdote
delante del altar,
y el pueblo arrepentido
implorando piedad.

Moriremos con Cristo


muriendo al propio amor;
con Él resucitamos
a la vida de Dios.

Perdonemos a todos
haciendo bien por mal,
y el Padre nuestras deudas
nos podrá perdonar.

Tus palabras de vida


nos llevan hacia ti;
los días cuaresmales
nos las hacen vivir.
NOS HAS LLAMADO AL DESIERTO – Bernardo Velado / Antonio Alcalde
(I Domingo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Entrada)

Nos has llamado al desierto


Señor de la libertad
y está el corazón abierto
a la luz de tu verdad.
Subimos con esperanza
la escalada cuaresmal
el pueblo de Dios avanza
hasta la cumbre pascual.

1. Tu pueblo, Señor, camina


desde la aurora al ocaso
a tu Pascua se encamina
y te sigue paso a paso.

2. Señor te reconocemos
y tu Palabra escuchamos
tus caminos seguiremos
y tu ley de amor cantamos.

3. Se acerca, Señor, tu día


en el que todo florece
con su luz y su alegría
ya el camino resplandece.

HOY QUE SÉ – Liturgia de las Horas / Antonio Alcalde


(I Domingo de Cuaresma: Comunión)

Hoy que sé que mi vida es un desierto,


en el que nunca nacerá una flor,
vengo a pedirte, Cristo jardinero,
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea


en mi vida más fuerte que el amor,
pon, Señor, una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos


mis ansias de seguir siempre tu voz,
/pon, Señor, una fuente de esperanza
en el desierto de mi corazón. (2)

Para que nunca busque recompensa


al dar mi mano o al pedir perdón,
pon, Señor, una fuente de amor puro
en el desierto de mi corazón.
Para que no me busque a mí cuando te busco
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra
en el desierto de mi corazón.

HAMBRE DE DIOS – Juan Antonio Espinosa


(I Domingo de Cuaresma: Comunión)

No podemos caminar,
con hambre bajo el sol,
danos siempre el mismo pan,
tu cuerpo y sangre, Señor.

Comamos todos de este Pan,


el pan de la unidad,
en un cuerpo nos unió el Señor,
por medio del amor.

Señor yo tengo sed de Ti,


sediento estoy de Dios,
pero pronto llegaré a ver
el rostro del Señor.

Por el desierto el pueblo va,


cantando su dolor,
en la noche brillará tu luz,
nos guía a la verdad.

PERDONAS Y OLVIDAS – Bernardo Velado / Antonio Alcalde


(Tiempo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Entrada)

Perdonas y olvidas, Señor,


los pecados de tu pueblo.

Tú, Señor, que nos regalas este tiempo favorable,


has que todos nos sintamos redimidos por tu sangre.

Lávanos de los pecados y sana nuestras heridas,


llena nuestros corazones de esperanza y de alegría.

Sabes que somos de barro y aspiramos a tu gloria,


si grandes son nuestras culpas, mayor tu misericordia.

Ya de corazón contritos tu Alianza guardaremos,


escuchando tu palabra a la Pascua llegaremos.

CON ESTAS CENIZAS, SEÑOR – Lourdes Montgomery


(Tiempo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Miércoles de Ceniza
Con estas cenizas, Señor,
renunciamos al pecado,
con estas cenizas, Señor,
nos acercamos a Ti.

Durante la Cuaresma
Perdona a tu pueblo, Señor,
no escondas tu rostro.
Perdona a tu pueblo, Señor,
y volveremos a Ti.

1. Arrepentido, Señor,
caminamos hacia Ti.

2. Ten piedad, Jesús,


porque somos pecadores.

3. Desde lo hondo, Señor,


hoy clamamos hacia Ti.

4. Con las oraciones, Señor,


buscamos tu rostro.

5. Con el ayuno, Señor,


se alimenta el espíritu.

6. Los cuarenta días


ayunemos por la fe.

7. Arrojemos todo el mal,


la envidia y el odio.

DESDE LO HONDO (Salmo 129) – M. Manzano


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Desde lo hondo a Ti grito Señor:


Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Mi alma espera en el Señor,


mi alma espera en su palabra
mi alma aguarda al Señor,
porque en Él está la salvación.

Si llevas cuentas de los delitos, Señor,


¿quién podrá resistir?
Pero de Ti procede el perdón,
y así infundimos respeto.
Mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora;
aguarde Israel al Señor,
como el centinela a la aurora.

Porque del Señor viene la misericordia


y la redención copiosa;
y Él redimirá a Israel
de todos sus delitos.

ESCÚCHANOS, SEÑOR – Tomás Aragüés


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Escúchanos, Señor,
perdona los pecados
de tu pueblo contra Ti. (2)

1. Rey Redentor:
hemos puesto en tus manos nuestros ojos
cegados por el llanto y el pecado.
A Ti que eres la Luz,
suplicamos enjugues nuestras lágrimas
con tu perdón, Rey Redentor.

2. Rey Redentor:
Tú que eres la puerta y el camino,
la fuerza que nos salva desde el Padre.
Tú que eres el Pastor,
fortalece y dirige nuestros pasos
con tu perdón, Rey Redentor.

3. Rey Redentor:
Tú que muerto en la cruz nos rescataste,
que diste libertad a nuestras almas.
Tú que eres el Amor,
vuelve amor la traición que redimiste,
Dios Salvador, Rey Redentor.

LOS HOMBROS TRAIGO CARGADOS – Ledesma / D. Cols


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Los hombros traigo cargados


de graves culpas, mi Dios;
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.

Yo soy quien ha de llorar,


por ser acto de flaqueza;
que no hay en naturaleza
más flaqueza que el pecar.

Y, pues andamos trocados,


que yo peco y lloráis vos,
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.

Vos sois quien cargar se puede


estas mis culpas mortales,
que la menor destas tales
a cualquier peso excede;

y, pues que son tan pesados


aquestos yerros, mi Dios,
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.

Al Padre, al Hijo, al Amor,


alegres cantad, criaturas,
y resuene en las alturas
toda gloria y todo honor. Amén.

PERDÓN, SEÑOR (Salmo 50) – Juan Antonio Espinosa


(V domingo de cuaresma y Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza y Entrada)

Perdón, Señor, perdón. (2)

Misericordia, mi Dios por tu bondad,


por tu inmensa compasión borra mi culpa.

Lava del todo mi delito


y limpia todo mi pecado.

Reconozco mi culpa, Señor,


tengo siempre presente mi pecado.

Contra ti, contra ti sólo pequé,


cometí la maldad que tu aborreces.

Hazme oír el gozo y la alegría,


que se alegren los huesos quebrantados.

Enseñaré a los malvados tus caminos,


volverán a ti los pecadores.

Líbrame de la sangre, mi Dios


y cantará mi lengua tu justicia.

Abrirás mis labios Señor,


y mi boca cantará tus alabanzas.
MISERICORDIA, SEÑOR, POR TU BONDAD (Salmo 50) – Joaquín Madurga
(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Misericordia, Señor,
por tu bondad, misericordia. (bis)

Piedad de mí, Señor, por tu bondad,


por tu inmensa ternura borra mis pecados,
lávame de todos mis delitos
y de mis culpas purifícame.

Crea en mí un nuevo corazón,


un espíritu nuevo pon dentro de mí;
no me rechaces lejos de tu rostro
y no retires de mí tu Santo Espíritu.

Devuélveme la alegría de tu amor


y devuélveme el gozo de ser un hombre bueno;
enseñaré a todos tus caminos,
los pecadores volverán a Ti.

PERDÓN, SEÑOR – Cesáreo Gabaráin


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Perdón, Señor, misericordia


Padre bueno que nos amas.

No quieres dejar caído al pecador


buscándonos vas, amigo buen Pastor
viniste a salvar al enfermo y pobre.

Es triste vivir sin paz y sin amor


volvemos a Ti, perdónanos Señor
tu inmensa bondad siempre nos acoge.

Tan grande es tu amor que mueres en la cruz


con sangre y dolor, así nos amas Tú
muriendo, Jesús, haces que vivamos.

TE PEDIMOS PERDÓN – Francisco García García


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Te pedimos perdón, Señor


por el bien que no hemos hecho,
por lo que hemos hecho mal, Señor, piedad.

1. Perdón, por no haber vivido sin fijarme en los demás,


Perdón por no haber querido en mi hermano confiar.
2. Perdón porque he permitido no acusarme y acusar,
Perdón por no haber vivido en pobreza y humildad.

3. Perdón por haber herido sentimientos de igualdad,


Perdón por no haber seguido los deseos de bondad.

4. Perdón por no haber oído la palabra de la verdad,


perdón por no haberte visto compañero en mi caminar.

PERDÓNANOS NUESTRAS CULPAS – Joaquín Madurga


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Perdónanos nuestras culpas.


Señor, pedimos perdón.
Así también al hermano
le damos nuestro perdón.

Dijiste, Señor, que nuestro Padre


perdona nuestras deudas con amor,
si damos nosotros al hermano
la mano otorgándole el perdón.

Ahora, Señor, perdón pedimos


sabemos de tu grande compasión
y damos a quien nos ha ofendido
la mano otorgándole el perdón.

Dijiste, Señor, que al más pequeño


tratemos sabiendo que eres Tú,
que el pobre, el desnudo y el hambriento
son seres en los que vives Tú.

Sabemos, Señor, que te ofendimos


negándole al hermano nuestro amor
por eso Señor te lo pedimos
queremos un nuevo corazón.

DAME TU PERDÓN – Cesáreo Gabaráin


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Ten piedad, Dios mío,


dame tu perdón;
soy un peregrino,
soy un pecador,
vengo arrepentido,
ten piedad Señor,
vuelve a mí tus ojos con amor.

Lejos de tu casa,
de tu bendición,
malgasté mi vida
en la perdición,
roto y pobre vengo,
ten piedad Señor,
vuelve a mí tus ojos con amor.

A tus puertas llamo,


sé que me abrirás,
con los pecadores,
muestras tu bondad.
A salvarnos vienes,
ten piedad Señor;
vuelve a mí tus ojos con amor.

ACERQUÉMONOS TODOS AL ALTAR – Francisco Palazón


(T. Ordinario, Cuaresma, Miércoles de Ceniza, Misa Crismal: Comunión)

Acerquémonos todos al altar


que es la mesa fraterna del amor
pues siempre que comemos de este pan
recordamos la pascua del Señor.

Los hebreos en medio del desierto


comieron el maná,
nosotros peregrinos de la vida
comemos este pan.
Los primeros cristianos ofrecieron
su cuerpo como trigo
nosotros acosados por la muerte
bebemos este vino

Como Cristo hecho pan de cada día


Se ofrece en el altar
nosotros entregados al hermano
comemos de este pan.
Como el cuerpo de Cristo es uno solo
por todos ofrecidos,
nosotros olvidando divisiones
bebemos este vino.

Como ciegos en busca de la aurora


dolientes tras la paz;
buscando tierra nueva y cielo nuevo
comamos este pan.
Acerquémonos todos cansados
porque Él es nuestro alivio,
y siempre que el desierto agobie,
bebamos este vino.
AL ATARDECER DE LA VIDA – Cesáreo Gabaráin
(Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Comunión)

Al atardecer de la vida
me examinarán del amor.

Si ofrecí mi pan al hambriento,


si al sediento di de beber,
si mis manos fueron sus manos,
si en mi hogar le quise acoger.

Si ayude a los necesitados,


si en el pobre he visto al Señor,
si los tristes y los enfermos
me encontraron en su dolor.

Aunque hablara miles de lenguas,


si no tengo amor nada soy,
aunque realizara milagros,
si no tengo amor nada soy.

ALMA MÍA, RECOBRA TU CALMA (Salmo 114) – Miguel Manzano


(Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Comunión)

Alma mía, recobra tu calma,


que el Señor fue bueno contigo;
alma mía, recobra tu calma,
que el Señor escucha tu voz.

1. Amo al Señor porque escucha


mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que Lo invoco.

2. Me envolvían redes de muerte,


me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia;
invoqué el nombre del Señor: “Señor, salva mi vida”.

3. El Señor es benigno y justo,


nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos,
estando yo sin fuerzas me salvó.

4. Arrancó mi alma de la muerte,


mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.
CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR (Salmo 114) – Francisco Palazón
(Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Comunión)

Caminaré en presencia del Señor,


en el país de la vida.

1. Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante,


Porque inclina su oído hacia mí,
El día que lo invoco.

2. Me envolvían en redes de la muerte,


Caí en tristeza y en angustia,
Invoqué el Nombre del Señor:
¡Señor, Salva Mi Vida!

3. El Señor es benigno y justo,


nuestro Dios es compasivo,
el Señor guarda a los sencillos,
estando yo sin fuerzas me salvó.

4. Alma mía, recobra tu calma,


que el Señor fue bueno contigo,
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.

CONVERTÍOS AL SEÑOR – Antonio Alcalde


(III domingo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Comunión)

Convertíos al Señor de todo corazón.


Convertíos al Señor de todo corazón.
Él se apiadará de nosotros
y nos dejará su bendición.

1. Este pueblo me honra con los labios,


mas su corazón está lejos de mí.
Este pueblo me ofrece sacrificios,
mas Yo prefiero justicia y derecho.

2. Escuchadme todos los sedientos:


venid a beber a la fuente de vida.
Escuchadme los que vais tras la justicia,
los que buscáis el rostro de Dios.

ÉSTE ES EL AYUNO – Antonio Alcalde


(Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Comunión)

Éste es el ayuno que agrada al Señor,


ésta es la sincera conversión.
Éste es el ayuno que agrada al Señor.
1. Parte tu pan con el hambriento,
dale posada al peregrino,
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra a los presos y oprimidos
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos;
y rasga el corazón y no el vestido.

DIOS ES FIEL – Alberto Taulé Viñas


(III Domingo de Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Comunión)

1. Dios es fiel,
guarda siempre su alianza;
libra al pueblo de toda esclavitud.
Su palabra resuena en los profetas
Reclamando el bien y la virtud.

2. Pueblo en marcha
por el desierto ardiente:
horizontes de paz y libertad.
Asamblea de Dios, eterna fiesta;
tierra nueva, perenne heredad.

3. Si al mirar
hacia atrás somos tentados
de volver al Egipto seductor,
el Espíritu empuja con su fuerza
a avanzar por la vía del amor.

4. El maná
es un don que el cielo envía,
pero el pan hoy se cuece con sudor.
Leche y miel nos dará la tierra nueva
si el trabajo es fecundo y redentor.

5. Y Jesús
nos dará en el Calvario
su lección: "Hágase Tu voluntad".
y su Sangre, vertida por nosotros
será el precio de nuestra libertad.

QUÉ CÁLIDA ES TU CASA – Arnel Aquino SCJ (Trad. Cristobal Fones SCJ)
(III Domingo de Cuaresma: Comunión)

Qué cálida es tu casa, oh Señor, Padre fiel, Creador.


Qué cálida es tu casa, oh Señor, Padre fiel, Creador.

Hasta los pajarillos tienen pan y un hogar


y sus crías, un nido y calor;
podrán crecer en paz
en tu casa, mi Dios, mi Señor.

Son bienaventurados los que encuentran en ti


su fuerza aún en la debilidad,
su gozo al caminar
en tu reino, mi Dios, mi Señor.

Más vale un solo día peregrino ante ti


que miles instalado en mi andar,
en mi seguridad; tu gracia es mi verdad,
mi escudo, mi Dios, mi Señor.

Qué cálido tu hogar, Señor, oh Dios, Padre fiel, Creador.

TU PALABRA ME DA VIDA (Salmo 118) – Juan Antonio Espinosa


(Cuaresma y Miércoles de Ceniza: Comunión)

Tu Palabra me da vida,
confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.

Dichoso el que con vida intachable,


camina en la ley del Señor.
Dichoso el que guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.

Postrada en el polvo está mi alma,


devuélvame la vida tu Palabra;
mi alma está llena de tristezas,
consuélame, Señor, con tus promesas.

Escogí el camino verdadero,


y he tenido presente tus decretos;
correré por el camino del Señor,
cuando me hayas ensanchado el corazón.

Este es mi consuelo en la tristeza,


sentir que tu Palabra me da vida;
por las noches me acuerdo de tu Nombre,
recorriendo tu camino, dame vida.

Repleta está la tierra de tu gracia,


enséñame, Señor, tus decretos;
mi herencia son tus mandatos,
alegría de nuestro corazón.

TUVE HAMBRE Y ME DISTE DE COMER – Cesáreo Gabaráin


(T. Ordinario y Cuaresma: Comunión)

1. Tú me dijiste, Señor, que en mi camino,


iré encontrando hambrientos de mi pan,
que habrá sedientos que vengan a mi fuente,
enfermos tristes de frío y soledad.
Tú me dijiste que sufres en el pobre,
que estás desnudo o no tienes libertad,
que en el anciano que espera Tú me esperas
y en ese niño, de hambre morirás.

Aquí me tienes, Señor, yo quiero amarte,


amando al pobre y aquel que sufre más.
Tuyo es mi pan y el agua de mi fuente,
ven a mi casa y amor encontrarás. (bis)

2. En el camino hay siempre un hombre herido,


que necesita mi ayuda y mi amistad
No mil discursos que hablan de justicia,
no mil palabras que el viento llevará.
En el camino, Jesús me estás mirando
y en tu mirada hay pena y soledad.
Quiero entregarte mi alma y mi alegría,
toda mi vida en ofrenda de hermandad.

BRAZOS RÍGIDOS Y YERTOS – Liturgia de las Horas


(Cuaresma: Comunión y Adoración de la Cruz)

1. Brazos rígidos y yertos,


por dos clavos traspasados,
que aquí estáis por mis pecados
para recibirme abierto,
para esperarme clavado.

Cuerpo llagado de amores,


yo te adoro, yo te sigo.
Yo, Señor de los señores,
quiero partir tus dolores,
subiendo a la cruz contigo.

Una cruz está vacía


esperando al llamado.
¿Quién vendrá a poner su alma,
su corazón traspasado?
¿Quién mi voz ha escuchado?

2. Quiero en la vida seguirte


y por tus caminos irte,
alabando y bendiciendo,
y bendecirte sufriendo
y muriendo bendecirte.

Que no ame la poquedad


de cosas que van y vienen,
que adore la austeridad
de esos sentires que tienen
sabores de eternidad.

3. Que sienta una dulce herida


de ansia de amor desmedida,
que ame tu ciencia y tu luz,
que vaya, en fin, por la vida
como tú estás en la cruz.

De sangre los pies cubiertos,


llagadas de amor las manos,
los ojos al mundo muertos
y los dos brazos abiertos
para todos mis hermanos.

CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR (Salmo 114) – Juan Antonio Espinosa


(II Domingo de Cuaresma: Entrada)

Caminaré en presencia del Señor. (2)

Amo al Señor, porque escucha


mi voz suplicante
porque inclina su oído hacia mí,
el día que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte,


caí en tristeza y en angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
”Señor, salva mi vida”.

El Señor es benigno y justo,


nuestro Dios es compasivo.
El Señor guarda a los sencillos,
estando yo sin fuerzas me salvó.

Alma mía, recobra tu calma,


que el Señor fue bueno contigo;
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
VAYAMOS JUBILOSOS – Eusebio Goicoechea Arrondo
(II Domingo de Cuaresma: Entrada)

Vayamos jubilosos al altar de Dios.

1. Al sagrado Altar nos guíen


su verdad y su justicia,
a ofrecer el sacrificio
que da Gloria infinita.

2. Al Dios santo celebramos,


que nos llene de alegría,
y subamos hasta el monte
donde Dios se sacrifica.

3. Gloria sea al Padre Eterno,


gloria al Hijo, nuestro guía,
y al Espíritu Divino
alabanzas infinitas.

LA TRANSFIGURACIÓN – Edgar Larrea


(II Domingo de Cuaresma: Comunión)

Oraba en el monte cuando se transfiguró,


su ropa fulguró con blanca luz.
Elías y Moisés aparecieron para hablar
de su partida de este mundo en Jerusalén;
Y Pedro quiso hacer
tres chozas para descansar
cuando una nube los cubrió
y en ella Dios habló.

Este es mi Hijo, mi amado, escúchenlo.


Este es mi Hijo, mi amado, escúchenlo.
Hagan suyo su camino, el camino de su amor.
Síganlo en obediencia, por su cruz, hasta su luz.

Jesús muestra su gloria a Pedro, Santiago y Juan.


Revela su misterio de Hombre Dios.
No todo acabará en el fracaso de la cruz.
Por medio de la muerte se abrirá un reino de luz.
No es tiempo de acampar al mundo, hay que transfigurar.
Nos vamos transformando en imagen de Jesús.

EL DIARIO DE MARÍA
(Cuaresma y Via Crucis)

Te miro a los ojos, y entre tanto llanto


parece mentira que te hayan clavado.
Que seas el pequeño al que he acunado,
y que se dormía tan pronto en mis brazos,
el que se reía, al mirar el cielo
y cuando rezaba se ponía serio.

Sobre este madero veo a aquel pequeño,


que entre los doctores hablaba en el templo,
que cuando pregunté, respondió con calma
que de los asuntos de Dios, se encargaba.
Ese mismo niño, el que está en la cruz,
el Rey de los hombres, se llama Jesús.

Ese mismo hombre ya no era un niño,


cuando en esa boda le pedí más vino.

Que dio de comer a un millar de gente


y a pobres y enfermos los miró de frente.
Rió con aquellos a quienes más quiso,
y lloró en silencio, al morir su amigo.
Ya cae la tarde, se nublan los cielos,
pronto volverás a tu Padre Eterno.

Duérmete pequeño, duérmete mi niño,


que yo te he entregado todo mi cariño.
Como en Nazaret, aquella mañana,
¡He aquí tu sierva, he aquí tu esclava!

DANOS TU LUZ – Juan Antonio Espinosa


(Cuaresma: Acción de Gracias y Salida)

Señor, tú que brillas


en las tinieblas,
danos tu luz.

Mi corazón está sangrando,


me siento lejos, lejos de ti.
La vida es triste si Tú nos dejas,
si Tú nos dejas solos, sin luz.

En esta noche sigo tus pasos,


aunque no vea, clara tu luz.
Guíanos Tú, por esta vida,
por esta vida, hasta la luz.

Pronto vendrá el nuevo día,


amanecer de eterna luz.
Nace en nosotros paz y esperanza,
juntos veremos la luz sin fin.
EL SEÑOR ME BENDIJO – José Fernández de Oliveira
(Cuaresma: Acción de Gracias)

El Señor no preguntó
si aceptaba su amor;
simplemente me amó,
simplemente me amó.

El Señor no consultó,
qué proyectos tengo yo:
simplemente me eligió,
simplemente me eligió.

Yo jamás puedo olvidar,


que me dio su bendición.
Tengo mucho que aprender;
fue el Señor quien me mandó:
“habla al mundo de mi amor,
ve a profetizar”.

El Señor no preguntó
si su cruz quería yo:
simplemente me la dio,
simplemente me la dio.

Dios un día no esperó


a que yo dijese: “sí”:
simplemente se entregó
y en la cruz murió por mí.

EL SEÑOR ES MI FUERZA – Juan Antonio Espinosa


(Cuaresma: Entrada y Comunión)

El Señor es mi fuerza,
mi roca y salvación. (2)

Tú me guías por sendas de justicia


me enseñas la verdad.
Tú me das el valor para la lucha,
sin miedo avanzaré.

Iluminas las sombras de mi vida,


al mundo das la luz.
Aunque pase por valles de tinieblas,
yo nunca temeré.

Yo confío el destino de mi vida


al Dios de mi salud.
A los pobres enseñas el camino,
su escudo eres Tú.
El Señor es la fuerza de su pueblo,
su gran libertador.
Tú le haces vivir en confianza,
Seguro en tu poder.

EL VIÑADOR – Cesáreo Gabaráin


(T. Ordinario y Cuaresma: Comunión)

Por los caminos sedientos de luz,


levantándose antes que el sol,
hacia los campos que lejos están,
muy temprano se va el viñador.
No se detiene en su caminar,
no le asusta la sed ni el calor.
hay una viña que quiere cuidar,
una viña que es todo su amor.

Dios es tu amigo, el viñador,


El que te cuida de sol a sol.
Dios es tu amigo, el viñador
El que te pide frutos de amor.

Él te protege con un vallador


levantado en tu derredor,
quita del alma las piedras del mal,
y ha elegido la cepa mejor.
Limpia los surcos con todo su afán,
y los riega con sangre y sudor.
dime si puede hacer algo más
por su viña el viñador.

Por los caminos sedientos de luz,


levantándose antes que el sol,
hacia los campos que lejos están,
muy temprano se va el viñador.
Sólo racimos de amargo sabor
ha encontrado en tu corazón.
Dime si puede esperar algo más
de su viña el viñador.

EN TUS MANOS DE PADRE – Juan Antonio Espinosa


(Tiempo Ordinario y Cuaresma: Ofrendas)

En tus manos divinas de Padre,


hemos puesto, Señor, nuestro mundo.

Estos brazos que elevan alegres


las ofrendas de vino y de pan.
Esta tierra labrada con pena
donde brilla velada tu luz.

El trabajo que une a los hombres


con abrazo de esfuerzo común.

El cansancio que arruga las frentes,


la gozosa ilusión juvenil.

EL PUEBLO DE DIOS – Nelly da Silva Barros


(Cuaresma: Entrada)

El Pueblo de Dios por el desierto andaba


pero junto a Él alguien caminaba.
El Pueblo de Dios era rico en nada
esperanzas y polvo en sus pies llevaba.
También soy tu Pueblo, Señor,
y estoy en la marcha
tan sólo tu gracia
me basta y más nada.(2)

El Pueblo de Dios también vacilaba,


a veces costaba creer en tu amor.
El Pueblo de Dios llorando rezaba,
pedía perdón y recomenzaba.
También soy tu Pueblo, Señor,
y estoy en la marcha
perdona si, a veces,
no creo ya en nada.(2)

El Pueblo de Dios también tuvo hambre


y tú le mandaste el pan desde el cielo.
El Pueblo de Dios cantando dio gracias
probó de tu amor, tu amor que no pasa.
También soy tu pueblo, Señor,
y estoy en la marcha
tú eres mi alimento
en cada jornada.(2)

El Pueblo de Dios divisó a lo lejos


la tierra esperada que tu amor preparó.
El Pueblo de Dios corría y cantaba,
y en sus alabanzas tu poder proclamaba.
También soy tu pueblo, Señor,
y estoy en la marcha
cada día más cerca
de la tierra ansiada.(2)

ÉXODO Y LIBERACIÓN – Cesáreo Gabaráin


(Cuaresma: Entrada)
Peregrino ¿a dónde vas?
Si no sabes a dónde ir.
Peregrino por un camino que va a morir.
Si el desierto es un arenal,
el desierto de tu vivir,
¿Quién te guía y te acompaña
en tu soledad?

Sólo él, mi Dios,


que me dio la libertad,
solo él, mi Dios,
me guiará. (bis)

Peregrino que a veces vas


sin un rumbo en tu caminar,
Peregrino que vas cansado de tanto andar.
Buscas fuentes para tu sed
y un rincón para descansar,
vuelve amigo, que aquí en Egipto, lo encontrarás.

Peregrino sin un por qué,


peregrino sin una luz,
peregrino por el camino
que va a la cruz.
Dios camina en tu soledad,
ilumina tu corazón,
compañero de tus senderos buscando amor.

INVOCO AL DIOS ALTÍSIMO – Luis Elizalde


(Cuaresma: Entrada)

Invoco al Dios altísimo,


al Dios que hace tanto por mí,
al Dios que hace tanto por mí.

1. Su brazo poderoso
me salva en el peligro;
su mano me acaricia,
me invita a descansar.

2. Sus pies marcan la senda


por donde yo camino;
su báculo sostiene
mis pasos al andar.

3. Sus ojos iluminan


de noche en el abismo;
su boca alienta siempre
cuando la luz se va.
4. Su Reino es paz y gozo,
en Él somos racimo,
-Iglesia peregrina-,
y honesta libertad.

CUARESMA – Grupo Betsaida


(Cuaresma: Entrada)

En cuaresma, tiempo de prueba,


hasta el desierto me lleva el Señor
a ofrecer mi vida en oblación
como lo hizo Jesús en su pasión.

En cuaresma, tiempo de espera,


en el desierto acompaño al Señor.
Junto a Él preparo el corazón
para el día de su resurrección

GUSTAD Y VED – Francisco Palazón


(Cuaresma: Entrada y Comunión)

Gustad y ved qué bueno es el Señor,


Dichoso el que se acoge a Él. (2)

La palabra del Señor es sincera,


y todas sus acciones son leales.
Él ama la justicia y el derecho,
y de su amor está llena toda la tierra.

El Señor es fiel a sus palabras,


bondadoso en todas sus acciones,
cerca está de aquéllos que lo invocan
y lo buscan de todo corazón.

HACIA TI MORADA SANTA – Kiko Argüello


(T. Ordinario y Cuaresma: Entrada)

Hacia ti, morada santa,


hacia ti, tierra del salvador.
Peregrinos, caminantes,
vamos hacia ti.

Venimos a tu mesa,
sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne,
tu sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo,
en tu santa morada,
beberemos tu sangre,
tu fe nos salvará.

Somos tu pueblo santo,


que hoy camina unido,
Tú vas entre nosotros,
Tú amor nos guiará.
Tú eres el camino,
Tú eres la esperanza,
hermano de los pobres,
Amén, Maranatha.

NUEVA CREACIÓN – Cesáreo Gabaráin


(Cuaresma: Entrada)

Camina pueblo de Dios,


camina pueblo de Dios.
Nueva ley, nueva alianza
en la creación.
Camina pueblo de Dios,
camina pueblo de Dios.

Mira allá en el calvario, en la roca hay una cruz,


muerte que engendra la vida, nuevos hombres, nueva luz.
Cristo nos ha salvado con su muerte y resurrección.
Todas las cosas renacen en la nueva creación.

Cristo toma en su cuerpo el pecado, la esclavitud.


Al destruirlos nos trae una nueva plenitud.
Pone en paz a los hombres, a las cosas y al creador.
Todo renace a la vida en la nueva creación.

Cielo y tierra se abrazan, nuestra alma halla el perdón.


Vuelven abrirse los cielos para el hombre pecador.
Israel peregrino, vive y canta tu redención,
hay nuevos mundos abiertos en la nueva creación.

PADRE, VUELVO A TI – Toni Torrelles


(Cuaresma: Comunión)

Querido Padre, cansado vuelvo a ti,


haz que conozca el don de tu amistad.
Vivir por siempre el gozo del perdón,
y en tu presencia tu fiesta celebrar.
Pongo en tus manos mis culpas, Oh Señor.
Estoy seguro que eres siempre fiel,
dame la fuerza para poder andar buscando
en todo hacer tu voluntad.

Padre yo busco tu amor,


Padre, vuelvo a ti,
Mira que tu hijo soy.
Padre, vuelvo a ti.

Lo reconozco a veces olvidé,


que eres mi Padre y que a mi lado estás.
Que soy tu hijo y me aceptas como soy;
sólo me pides: vive en sinceridad.
Quiero sentirte cercano a mí, Señor.
Oír tu voz que me habla al corazón,
sentirme libre desde tu libertad,
ser signo vivo de la fraternidad.

PUEBLO SANTO Y ELEGIDO – J. Pedro Martins


(Cuaresma: Entrada)

Caminamos hacia ti,


oh Ciudad de nuestro Dios,
construyendo en este mundo
la verdad y el amor.

Pueblo santo y elegido


congregado en el amor,
vas buscando, peregrino,
la ciudad de nuestro Dios.

Avanzamos, peregrinos,
con Jesús, nuestra esperanza.
Él nos salva, Él nos guía
con la luz de su palabra.

Quien tiene hambre de justicia,


quien anhela la verdad,
en la mesa del Señor,
su palabra encontrará.

Reunidos en la Iglesia
proclamamos su verdad,
Jesucristo es el que salva
dando al mundo su amistad.

Los caminos de este mundo


son caminos sin final
sólo Cristo es el sendero
que conduce a la verdad.

OFERTORIO NICARAGÜENSE
(Cuaresma: Ofrendas)

Te ofrecemos, Padre nuestro,


con el vino y con el pan
nuestras penas y alegrías,
el trabajo y nuestro afán.

Como el trigo de los campos


bajo el signo de la cruz,
se transformen nuestras vidas
en el Cuerpo de Jesús.

A los pobres de la Tierra


a los que sufriendo están,
cambia su dolor en vino
como la uva en lagar.

Estos dones son el signo


del esfuerzo de unidad,
que los hombres realizamos
en el campo y la ciudad.
Es tu pueblo quien te ofrece,
Con los dones del altar,
La naturaleza entera
Anhelando libertad.

Gloria sea dada al Padre,


Y a su Hijo, Redentor,
Y al Espíritu Divino
Que nos llena de su amor.

ORACIÓN DEL POBRE – José Miguel Cubeles


(Cuaresma: Comunión)

Vengo ante Ti, mi Señor,


reconociendo mi culpa,
con la fe puesta en tu amor,
que Tú me das como a un hijo.
Te abro mi corazón
y te ofrezco mi miseria,
despojado de mis cosas,
quiero llenarme de Ti.

Que tu espíritu, Señor,


abrase todo mi ser.
/ Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera. (2)

Puesto en tus manos, Señor,


siento que soy pobre y débil,
mas tú me quieres así,
yo te bendigo y te alabo.
Padre, en mi debilidad,
Tú me das la fortaleza.
Amas al hombre sencillo,
le das tu paz y perdón.

CUARESMA: CANTO DE COMUNIÓN – Cesáreo Gabaráin


(V domingo de Cuaresma y IV domingo de Pascua: Comunión)

El Señor es mi Pastor,
nada me falta.
El Señor es mi Pastor,
nada me falta.

Me conduce hacia fuentes de agua viva


y me apacienta. (2)
Me protege de todos los peligros
porque me quiere. (2)

Si me alejo me busca sin descanso,


me va llamando. (2)
Y al llamarme me abraza conmovido
porque me quiere. (2)

Me alimenta con pan que da la vida,


su mismo Cuerpo. (2)
Y ese vino es su sangre derramada
porque me quiere. (2)

Me da el Pan de su amor
para que ame al mundo entero. (2)
Yo le ofrezco mi alma y mi latido
porque le quiero. (2)

CRISTO Y SU CRUZ – Joaquín Madurga


(V domingo de Cuaresma: Comunión – Viernes Santo: Adoración de la Santa Cruz)

CRISTO Y SU CRUZ,
LA SALVACIÓN, TRIUNFAREMOS.

Nuestra gloria es la Cruz del Señor


de quien viene nuestra salvación.
Él es Vida y es Resurrección.

“El que quiera venir tras de mí


que se niegue y renuncie a su “yo”
Y me siga abrazado a su Cruz”.

Como el grano en el surco murió


y la espiga es el fruto al segar,
fructifica tu muerte en la cruz.
ARRANCARTE LAS ESPINAS
(Cuaresma: Comunión)

Una luz que se apaga,


con su voz Él te ilumina,
una sombra se proyecta,
su palabra te cobija.

En la mesa está su cuerpo,


que al fundirse da la vida,
él te ofrece con su sangre,
el amor de su agonía.

Un instante de amor supremo,


celebrante eucaristía.
Mil silencios manos juntas
¡Oh Señor entra en mi vida!

Te pedimos por aquellos


que no aman, que no escuchan,
te pedimos en la ofrenda,
sus vidas por nuestras vidas.

El amor que tú entregaste


se clavó en nuestras vidas,
déjanos por un instante
arrancarte las espinas.

HOMBRES NUEVOS – Juan Antonio Espinosa


(Cuaresma: Comunión)

Danos un corazón grande para amar,


danos un corazón fuerte para luchar. (2)

Hombres nuevos, creadores de la historia,


constructores de nueva humanidad.
Hombres nuevos que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos, luchando en esperanza,


caminantes, sedientos de verdad.
Hombres nuevos, sin frenos ni cadenas,
hombres libres que exigen libertad.

Hombres nuevos, amando sin fronteras,


por encima de razas y lugar.
Hombres nuevos, al lado de los pobres,
compartiendo con ellos techo y pan.
QUIERO CREER – Gerardo Diego y Antonio Alcalde
(Himno de Laudes de Cuaresma: Entrada y Comunión)

Porque, Señor, yo te he visto


y quiero volverte a ver.
Quiero creer, quiero creer.

1. Te vi, sí, cuando era niño,


y en agua me bauticé;
y limpio de culpa vieja,
sin velos te pude ver.

2. Devuélveme aquellas puras


transparencias de aire fiel;
devuélveme aquellas niñas
de aquellos ojos de ayer.

3. Están mis ojos cansados


de tanto ver luz sin ver;
por la oscuridad del mundo,
voy como un ciego que ve.

4. Tú que diste vista al ciego


y a Nicodemo también,
filtra en mis secas pupilas
dos gotas frescas de fe.

UN BUEN SAMARITANO – Bernardo Velado / Antonio Alcalde


(Cuaresma: Comunión)

Haz de mi corazón de piedra,


un corazón que sea humano,
y al caminar junto a mi hermano
hazme, Señor, un buen samaritano.

1. Tú que bajaste desde el cielo,


levantaste al hombre caído,
le pusiste sobre tus hombros
y le sanaste las heridas.
Tú eres, Señor, el buen samaritano.

2. Tú que pasaste por el mundo


acercándolo al marginado
con el vino de la esperanza,
con el aceite del consuelo.
Tú eres, Señor, el buen samaritano.

3. Pasar de largo ante los pobres,


cerrar los ojos e ignorarlos,
no dar la mano al que la tiende,
hacerse sordo ante su llanto:
eso no es ser un buen samaritano.

4. Haz que levante a los caídos


y que me acerque al marginado,
que goce al curarte en los heridos
y, al descubrirte en mis hermanos,
hazme, Señor, un buen samaritano.

SEÑOR, ESCÚCHANOS – Traducción rítmica del gregoriano Attende, Dómine,


Bernardo Velado
(Cuaresma: Entrada)

Señor, escúchanos, misericordia,


contra ti hemos pecado.

A ti, nuestro Rey, Redentor de todos,


se alzan los ojos, manantial de llanto.
óyenos, Cristo, pues te suplicamos

Diestra del Padre, piedra y fundamento,


vida y camino que nos lleva al cielo,
limpia las manchas de nuestros delitos.

Te suplicamos que abra tu grandeza


a nuestro llanto corazón benigno,
nuestros pecados tu bondad perdone.

Te confesamos cuánto cometimos,


arrepentidos lo reconocemos,
redentor nuestro, tu piedad nos salve.

Puro inocente a la cruz llevado,


por los impíos condenado a muerte,
nos redimiste, sálvanos, oh Cristo.

ATTENDE DOMINE – Gregoriano


(Cuaresma: Entrada)

Attende Domine, et miserere


quia peccavimus tibi.

1. Ad Te Rex summe,
omnium Redemptor
oculos nostros
sublevamus flentes:
exaudi Christe,
suplicantum preces

2. Dextera Patris,
lapis angularis,
via salutis,
janua coelestis,
ablue nostri
maculas delicti

3. Rogamus Deus,
tuam majestatem:
auribus sacris
gemitus exaudi,
crimina nostra
placidus indulge.

4. Tibi fattemur
crimina admissa,
contrito cord
pendimus oculta,
tua, Redemptor,
pietas ignoscat.

5. Innocens captus,
nec repugnans ductus
testibus falsis
pro impiis damnatus:
quos redemisti,
tu conserva, Christe.

NUESTROS OJOS SE ELEVAN A TI


(Cuaresma: Entrada y Comunión)

Nuestros ojos se elevan, Señor


a tu cielo de luz y de amor.

Como mira a su dueño el esclavo,


Nuestros ojos en ti están clavados.

¿Quién, Señor, a tu santa Montaña,


llegará con el alma manchada?

Ven, conduce, Señor, nuestros pasos


Ven, queremos marchar de tu mano.

En ti esperan, Señor, nuestras almas,


En ti solo tranquilas descansan.

¿Qué podemos temer, si nos guías,


si tú mismo señalas la vía?

A tu altar con amor y alegría,


subiremos contigo este día.
HOY HE VUELTO – Cesáreo Gabaráin
(Cuaresma: Salida)

1. Cuantas veces siendo niño te recé,


con mis besos te decía que te amaba,
poco a poco, con el tiempo, olvidándome de ti,
por caminos que se alejan me perdí (2).

Hoy he vuelto, Madre a recordar,


cuantas cosas dije ante tu altar,
y al rezarte puedo comprender,
que una madre no se cansa de esperar (2).

2. Al regreso me encendías una luz,


sonriendo desde lejos me esperabas en la mesa
la comida aún caliente y el mantel
y tu abrazo en mi alegría de volver (2).

3. Aunque el hijo se alejara del hogar,


una madre siempre espera su regreso,
que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor
es su madre y el milagro de su amor (2).

HOY QUISIERA LLORAR IGUAL QUE PEDRO – Joaquín Madurga


(Cuaresma: Via Crucis)

Pedro te negó tres veces,


mil veces yo te negué;
/si Pedro lloró su culpa,
mi culpa yo lloraré. (2)

1. Hoy quisiera llorar igual que Pedro,


porque al igual que Pedro te he negado.
Hoy te vengo a decir que me arrepiento,
y que soy de los tuyos, y que sigo a tu lado.
Hoy quisiera llorar igual que Pedro,
porque al igual que Pedro te he negado.

2. Te he negado Señor, y fui cobarde,


porque no quise dar por ti la cara.
Tuve miedo y fingí no conocerte
y al pasar a mi lado yo te he dado la espalda.
Hoy quisiera llorar igual que Pedro,
porque al igual que Pedro te he negado.

SÓLO TÚ – Cesáreo Gabaráin


(III domingo de Cuaresma: Comunión)

1. Sólo tú eres mi plenitud


eres mi apoyo, mi fuerza y mi luz.
Eres mi vida y mi juventud,
eres mi gozo y mi cruz.

SÓLO TÚ ERES TODO MI BIEN,


SÓLO TÚ, SÓLO TÚ.
SÓLO ERES MI PLENITUD,
SÓLO TÚ SÓLO TÚ.

2. Samaritana siempre con sed,


cuando en la tarde abrasaba el calor.
Pero me diste un día a beber
del manantial de tu amor.

3. Siento a mi lado tu palpitar


por el camino que va hacia Emaús.
Das un sentido a mi caminar,
mi Salvador eres tú.

GRANDE ES TU TERNURA – T. Vaquero / Alberto Taulé


(IV domingo de Cuaresma: Comunión)

Grande hasta el cielo es tu ternura


Cuando el hijo vuelve al hogar.
Al llegar junto a ti, desecho de amargura,
sólo en tu regazo encuentra paz.

1. En nuestra vida crecía el dolor


por haberte dejado de amar:
olvidamos tus sendas,
no seguimos tu voz.
Oh Señor, ven a salvar tu heredad.

2. Pastor que guías al pueblo de Dios


con palabras que pueden sanar,
ilumina las sombras, fortalece la fe.
Oh Señor, ven a salvar tu heredad.

3. Pastor que unes al pueblo de Dios,


llévanos a vivir la unidad:
que seamos hermanos y sepamos servir.
Oh Señor, ven a salvar tu heredad.

4. Pastor que mueres de amor en la cruz,


con tu muerte la vida nos das,
renacemos de nuevo, renovamos el ser.
Oh Señor, ven a salvar tu heredad.

5. Hagamos fiesta, que el hijo menor


con los otros hermanos está.
Que se alegren los cielos
y hagan fiesta en su honor.
No dejéis de bendecir y aclamar.

6. Nos ha librado de todo temor,


nos ha dado el abrazo de paz.
La alegría es tan grande
que nos hace salir
a anunciar al mundo tanta bondad.

HOY VUELVO DE LEJOS – Carmelo Erdozáin


(IV domingo de Cuaresma: Entrada y Comunión)

Hoy vuelvo de lejos, de lejos.


Hoy vuelvo a tu casa,
Señor, a mi casa.
Y un abrazo me has dado,
Padre del alma.

Salí de tu casa, Señor,


salí de mi casa.
Anduve vacío sin Ti;
perdí la esperanza,
y una noche lloré,
lloré mi desgracia.

Camino de vuelta, Señor,


pensé en tus palabras:
La oveja perdida, el Pastor,
el pan de tu casa,
y a mis ojos volvió,
volvió la esperanza.

Tu casa, mi casa será,


será mi morada.
Banquete de fiesta mi hogar,
vestido de gracia,
y una túnica nueva
para la Pascua.

LA ALEGRÍA EN EL PERDÓN – Cesáreo Gabaráin


(IV domingo de Cuaresma: Comunión)

1. La alegría más hermosa es la alegría en el perdón,


que en el cielo hay mucha fiesta cuando vuelve un pecador.
Si la oveja se ha perdido a buscarla va el pastor.
Que en el cielo hay mucha fiesta cuando vuelve un pecador.

La alegría más hermosa,


la alegría en el perdón.
Que en el cielo hay mucha fiesta
Cuando vuelve un pecador. (2)

2. Cuando el hijo se fue lejos, triste el padre se quedó


Y qué inmensa su alegría cuando el hijo regresó.
Cada día, cada instante por su ausencia se apenó,
Y qué inmensa su alegría cuando el hijo regresó.

3. La mujer buscaba triste las monedas que perdió.


Y saltaba de alegría cuando al fin las encontró.
Qué afanosa rebuscaba. Toda su casa barrio.
Y saltaba de alegría cuando al fin las encontró.

VOLVERÉ – Joaquín Madurga


(IV domingo de Cuaresma: Comunión)

Volveré, volveré
a la casa del Padre volveré
le diré, le diré:
contra el cielo y contra Ti yo pequé.

1. De mi casa me fui un día


destrozando la familia, yo pequé.
Hoy me encuentro triste y roto,
yo no quiero vivir solo, volveré.

2. He pecado, Padre mío,


no merezco ser tu hijo, vuelvo a Ti.
Hijo mío Yo te abrazo,
te perdí, hoy te he encontrado, ven a Mí.

3. A ese hijo que ha llegado


yo no quiero por hermano, échale.
Ese hijo y ese hermano
es mi hijo y es tu hermano, alégrate.

VOLVERÉ A LA CASA DEL PADRE – Joaquín Madurga


(IV domingo de Cuaresma: Comunión)

Volveré a la casa del Padre,


a la casa que un día abandone,
le diré: no merezco ser tu hijo,
contra el cielo y contra ti yo pequé.

1. Dejé la casa del Padre,


en busca de otros caminos,
perdiendo el rumbo y sentido
mi vida yo malgasté.
Hoy me siento arrepentido
solo con mi soledad,
quiero emprender el camino
de regreso hacia el hogar.

2. Cuando volvió el hijo a casa


su padre lo vio de lejos
y fue corriendo a su encuentro
y conmovido le abrazó,
y colgándose del cuello
lo cubrió de tiernos besos,
le puso anillo y traje nuevo
y una fiesta preparó.

3. El otro hermano no quiere entrar,


y dice muy ofendido:
a ese hijo tuyo perdido
mejor le tratas que a mí.
Tú ya estás siempre conmigo,
es tu hermano quien ha vuelto
hoy vive y estaba muerto
ven y alégrate feliz.

ME LEVANTARÉ E IRÉ A MI PADRE – Alejandro Mejía.


(IV domingo de Cuaresma: Entrada y Comunión)

Me levantaré e iré a mi padre,


le diré: Padre he pecado.

Levantándose se vino a su Padre,


viole el Padre cuando estaba lejos,
hacia el corrió compadecido
y abrazándole, de besos le cubrió.

TEN PIEDAD DE MÍ – L. Bedmar


(IV domingo de Cuaresma: Post Comunión)

Cuando de ti yo me aleje: ten piedad de mí.


Cuando el peligro me aceche: ten piedad de mí.
Cuando en pecado me encuentre: ten piedad de mí.
Haz que de ti yo me acuerde: ten piedad de mí.

Si la fe un día perdiera: ten piedad de mí.


Si mi esperanza se apaga: ten piedad de mí.
Si caridad yo no hiciera: ten piedad de mí.
Haz que tu gracia me envuelva: ten piedad de mí.

Cuando a mí llegue la muerte: ten piedad de mí.


Cuando por mi suerte tiemble: ten piedad de mí.
Cuando ante ti me presente: ten piedad de mí.
Haz que contigo me quede: ten piedad de mí.
CANTO DEL HIJO PRÓDIGO – Mons. Jorge Bazán
(IV domingo de Cuaresma: Comunión)

1. Por largos caminos hoy vuelvo a la casa


cargado de sombras, la muerte en el alma.

Señor, tu ternura me da nueva vida


si borras mis culpas, si tú las olvidas

2. Tu amor he olvidado por sendas lejanas,


dejé en cada piedra jirones de gracia.
3. No ocultes tu rostro que es luz que ilumina,
será así mi canto del alma sonrisa.

SÍ, ME LEVANTARÉ – Ma. P. de la Figueroa / Lucien Deiss


(IV Domingo de Cuaresma y Viernes Santo: Comunión)

Sí, me levantaré,
volveré junto a mi Padre.

A ti Señor, elevo mi alma,


tú eres mi Dios y mi salvador.
Sana mi alma y mi corazón
porque pequé, Señor, contra Ti.

Vuelve, Señor, vuelve a nosotros,


Somos tus hijos, tennos piedad.
Mi corazón busca tu rostro,
oye mi voz, Señor ten piedad.

Aunque mis padres me abandonaran


me acogería siempre mi Dios.
Mi corazón te canta y exulta,
te alabaré por la eternidad.

A ti Señor te invoco y te llamo,


Tú eres mi roca, oye mi voz.
Mira mi angustia, mira mi pena,
dame la gracia de tu perdón.

Piedad de mí, Oh Dios de ternura,


lava mis culpas, ¡Oh Salvador!
No pongas fin a tu ternura,
haz que me guarde siempre tu amor.

Tú sabes bien, Señor, mis pecados:


ante tus ojos todos están.
Como el vigía espera la aurora,
así mi alma espera en el Señor.
Abre mis labios para cantarte,
dame el gozo de la libertad.
Feliz el hombre a quien Dios perdona
todas sus faltas, todo su error.

Tú, mi alegría; Tú, mi refugio;


todos los santos te cantarán.

ENTRE TUS MANOS – Ray Repp


(V domingo de Cuaresma: Comunión)

Entre tus manos está mi vida Señor,


entre y tus manos pongo mi existir.

Hay que morir para vivir


entre tus manos confío mi ser.

Si el grano de trigo no muere,


sino muere solo quedará
pero si muere en abundancia dará
un fruto eterno que no morirá.

Es mi anhelo, mi anhelo creciente


en el surco contigo morir.
Y fecunda será la simiente Señor
revestida de eterno vivir.

PERDÓN, OH DIOS MÍO – Popular


(V domingo de Cuaresma: Comunión)

Perdón, oh dios mío,


perdón, indulgencia,
perdón y clemencia,
perdón y piedad.

Pequé, ya mi alma su culpa confiesa,


mil veces me pesa de tanta maldad.

Señor, triste vuelvo buscando consuelo,


pequé contra el cielo, pequé contra ti.

¡Piedad! Fiel prometo, oh Dios de clemencia,


hacer penitencia y no pecar más.

SEÑOR, NO SOY DIGNO – Juan Antonio Espinosa


(T. Ordinario y Cuaresma: Comunión)

Señor, no soy digno


de que entres en mi casa
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.

1. Eres el Pan de Vida


a todos das la paz;
quien come de tu carne
por siempre vivirá.

2. Somos el nuevo pueblo


que Cristo congregó,
vivamos siempre unidos
testigos del amor.

3. Vamos por esta vida


buscando la verdad
la paz y la justicia
un mundo que vendrá.

OH, SEÑOR, YO NO SOY DIGNO – Juan Manuel Beobide


(T. Ordinario y Cuaresma: Comunión)

Oh, Señor, yo no soy digno


de que entres en mi morada,
mas di una sola palabra
y mi alma quedará sana.

Oh, Señor, yo no soy digno. (2)


De que entres en mi morada, en mi morada. (2)
Mas di una sola palabra. (2)
Y mi alma quedará sana, quedará sana.

¿LE CONOCÉIS? – Miguel Manzano


(Cuaresma: Comunión)

Con vosotros está


y no le conocéis,
con vosotros está,
su nombre es el Señor.

Su nombre es el Señor y pasa hambre


Y clama por la boca del hambriento,
Y muchos que lo ven pasan de largo,
Acaso por llegar temprano al templo.

Su nombre es el Señor y sed soporta,


Y está en quien de justicia va sediento
Y muchos que lo ven pasan de largo
A veces ocupados en sus rezos.

Su nombre es el Señor y está desnudo,


la ausencia del amor biela sus huesos
y muchos que lo ven pasan de largo,
seguros, y al calor de su dinero.

Su nombre es el Señor y enfermo vive


y su agonía es la del enfermo,
y muchos que lo ven no hacen caso,
tal vez no frecuentaba mucho el templo.

Su nombre es el Señor y está en la cárcel,


está en la soledad de cada preso,
y nadie lo visita y hasta creen,
Tal vez ése no era de los nuestros.

Su nombre es el Señor, el que sed tiene.


El pide por la boca del hambriento;
está preso, está enfermo, está desnudo;
pero El nos va a juzgar por todo eso.

OS DEJO LA PAZ – Pedro Martins


(Cuaresma: Comunión)

OS DEJO LA PAZ.
OS DEJO AQUÍ MI PAZ.
OS DEJO LA PAZ.
OS DEJO AQUÍ MI PAZ.

1. Dice el Señor: daré la paz a vuestra tierra,


y su sueño no será perturbado.
Probad y ved que bueno es el Señor.
Feliz el hombre que en Dios se refugia.

2. Huye del mal y haz el bien en tu vida,


busca la paz y sal siempre a su encuentro,
ama a tus enemigos y haz el bien al que te odia,
reza por los que te persiguen y maltratan.

3. Haz lo posible, sí, de ti depende,


para vivir siempre en paz con todo el mundo.
El Señor nos ha dado esta promesa:
la paz os doy, mi paz os dejo.

MADRE DE NUESTRO PUEBLO – EmilioVicente Matéu


(Cuaresma: Salida)

MADRE DE NUESTRO PUEBLO,


LOS HOMBRES ABREN EL CORAZÓN:
QUIEREN LLAMARTE MADRE,
EN SUS PALABRAS, EN SU CANCIÓN.

Madre te llaman los pobres,


pobres sin pan ni calor,
pobres sin libro en las manos,
pobres sin una ilusión.

Madre te llama el que sufre


penas de llanto y dolor,
penas de verse oprimido,
penas que evocan el amor.

Madre te llama este pueblo,


pueblo nacido en la cruz,
pueblo que marcha hacia el cielo;
Madre del pueblo eres tú.

Madre te llama el que ríe,


el que camina en la luz.
Madre de todos los hombres,
Virgen María eres tú.

MADRE DEL AMOR – Cesáreo Gabaráin


(Cuaresma: Salida)

1. María, Madre del amor,


refugio y paz del pecador;
concédenos tu protección,
y en nuestra hora llámanos.

2. María, Madre de la fe,


callada fe de Nazaret;
el mundo busca en quien creer,
en las tinieblas quiere ver.

3. María, ejemplo en mi esperar,


en Dios supiste confiar;
en el dolor y en la ansiedad,
nos guarde siempre tu bondad.

MI VIDA ES ENCRUCIJADA – Joaquín Madurga


(Cuaresma: Cantos penitenciales)

MI VIDA ES ENCRUCIJADA
DE CRUCES Y DE DOLORES,
DE SOMBRAS Y SUFRIMIENTOS,
DE DUDAS Y DE TEMORES.

Y HOY, SEÑOR, VENGO A OFRECERTE


MIS PENAS Y MI AGONÍA
PORQUE TODO FORMA PARTE,
PARTE DE LA VIDA MÍA.
La cruz de mis sinsabores,
la cruz de mis sobresaltos,
la cruz de mis decepciones
y la cruz de mis fracasos.

La cruz de mis amarguras,


la cruz de mis sufrimientos,
la cruz de mis desengaños
y la cruz de mis tormentos.

La cruz de mi enfermedad,
la cruz de mis desazones,
la cruz de mi aburrimiento
y la cruz de mis dolores.

La cruz de la ancianidad,
la cruz de mis soledades,
la cruz de todas mis penas
y la cruz de mis achaques.

CARGASTE A TUS ESPALDAS – Joaquín Madurga


(Cuaresma: Cantos penitenciales)

CARGASTE A TUS ESPALDAS


LAS CULPAS DE LOS HOMBRES.
TODA NUESTRA AMARGURA
TE INUNDÓ EL CORAZÓN.

Y AUNQUE ERA GRANDE EL PESO


DEL PECADO DEL MUNDO,
RESULTÓ MÁS INMENSO
EL PESO DE TU AMOR.

Y vas cargado hoy con nuestra angustia,


y vas cargado hoy con nuestra envidia,
y cargas hoy con nuestro desconcierto,
y cargas hoy con nuestra cobardía.
y vas cargado hoy con nuestros fraudes,
y vas cargado hoy con nuestra ira,
y vas cargado hoy con nuestros egoísmos,
y cargas hoy con nuestra hipocresía.

Y vas cargado hoy con nuestros odios,


y vas cargado hoy con nuestro llanto,
y cargas hoy con nuestras deserciones,
y cargas hoy con nuestro desencanto.
y vas cargando hoy con nuestros vicios,
y vas cargado hoy con nuestros miedos,
y cargas hoy con nuestras injusticias,
y cargas hoy con nuestro sufrimiento.
LLORA SIEMPRE JESÚS – Joaquín Madurga
(Cuaresma: Cantos penitenciales)

LLORA SIEMPRE JESÚS CON LOS QUE LLORAN,


GRITA SIEMPRE JESÚS CON LOS QUE GRITAN,
MUERE SIEMPRE JESÚS CON LOS QUE MUEREN
Y SUFRE LA INJUSTICIA CON QUIEN SUFRE INJUSTICIA.

A diario es escupido y despreciado


en todos los que sufren el desprecio
porque el Señor está en los marginados
y está bajo la piel de los hambrientos.

A diario es maldecido y torturado


en todos los que sufren la tortura
porque el Señor está en los perseguido
y en todos los que sufren desventura.

CIRINEO – Joaquín Madurga


(Cuaresma: Cantos penitenciales)

NADIE PUEDE CARGAR CON SU CRUZ


SI NO LLEVA LA CRUZ DE SUS HERMANOS.
Y, ANTE ESA INMENSA CRUZ QUE ARRASTRA EL MUNDO,
TODOS HEMOS DE SER SOLIDARIOS.

Señor, yo quiero ser un cirineo


que aligere la cruz de mis hermanos.
Quiero cargar a diario con la angustia
que oprime el corazón de los humanos.
Quiero arrimar el hombro al dolor de este mundo.
Quiero echar una mano.

Señor, quiero ayudar al que tropieza,


y animarme a mí mismo cuando caigo.
Quiero encontrar en los que me rodean
la fuerza y el valor de que estoy falto.
Quiero poner mi granito diminuto de arena.
Quiero seguir luchando.

EN TUS MANOS, SEÑOR – Joaquín Madurga


(Cuaresma: Cantos penitenciales)

En tus manos, Señor,


encomiendo mi alma.
En tus manos, Señor,
hoy pongo mi esperanza.

Ayúdame, Señor, a liberarme


de los clavos de mi gran cobardía,
de las hieles que deja el desencanto,
del pozo al que me arrastra mi rutina.
Y clávame en la cruz de la constancia,
y cíñeme de fuerza y valentía
para que aprenda pronto y con empeño
a cargar con la cruz de cada día.

Ayúdame, Señor, a liberarme


del castillo en que habita mi soberbia,
de la red que ha tejido mi egoísmo,
del peso con que empuja mi indolencia.
Y clávame en la cruz de la renuncia,
y cíñeme de luz y de esperanza
para que se transforme mi calvario
en un signo de bienaventuranza.

NO HAY CRISTO SIN CRUZ – Joaquín Madurga


(Cuaresma: Cantos penitenciales)

Difícil es la senda que conduce hasta el triunfo,


oscuro es el camino que lleva hasta la luz:
sólo vence a la muerte aquel que da la vida
porque no hay triunfo ni hay Cristo sin cruz.

No hay Cristo sin cruz porque Dios


quiso hacer el dolor medicina que salva,
quiso Cristo cargar con la culpa de todos
y ser grano de trigo que se abre a la esperanza.

No hay Cristo sin cruz porque Dios


quiso ir al calvario soportando el insulto,
quiso Cristo morir entre dos malhechores
haciéndose divino pararrayos del mundo.

CON AMOR TE PRESENTO, SEÑOR – Carmelo Erdozáin


(Cuaresma: Ofrendas)

Con amor te presento, Señor, lo mejor de mi vida:


te presento, Señor, mi amistad.
Con amor te presento, Señor, para ser mi manjar:
la viña, el racimo, el trigal pan de mi hogar
te presento con amor.

Con mis manos abiertas a ti, contemplando tu lámpara,


te presento, Señor, mi esperanza;
hacia ti se dirige mi barca, hacia el cielo se va;
es largo el camino, el remar: ruta pascual.
Dios me guía al caminar.
Con mi ofrenda también yo te doy lo mejor de mis lágrimas,
te presento, Señor, mi dolor,
te presento, Señor, mi oración, ofertorio de amor,
el grano enterrado ya es flor, la espiga oblación,
la semilla redención.

ESCUCHANDO TU LLAMADA – Joaquín Madurga


(Cuaresma: Entrada)

1. Escuchando tu llamada
emprendemos el camino
que conduce hasta la Pascua
de tu Hijo Jesucristo.
Cruzaremos el desierto
de tu mano conducidos
hasta hallar la nueva tierra
que Tú nos has prometido.
Vas con nosotros Señor
en el camino,
animando la esperanza
de tu pueblo peregrino.
Vas con nosotros Señor
en el camino,
con la luz de tu palabra
con tu pan y con tu vino.

2. Escuchando tu llamada
hoy nos hemos reunido
para renovar tu alianza
que nos unirá contigo.
Sellaremos la promesa
celebrando el sacrificio
con la entrega y con la ofrenda
de la sangre de tu Hijo.
3. Escuchando tu llamada
a tu fuente hemos venido
a saciar en tu agua viva
nuestra sed de peregrinos.
Renacimos a tu vida
en las aguas del Bautismo;
sepultados al pecado
nuestra vida es Jesucristo.

4. Escuchando tu llamada
que nos pide convertirnos,
hoy volvemos a tu casa
Padre Bueno, arrepentidos.
Cambiaremos nuestra vida
de pecado y egoísmo
por la vida del amor
a los hermanos unidos.

5. Escuchando tu llamada
a tu luz hemos venido
desde nuestra oscuridad
como el ciego del camino.
Ilumina nuestros pasos
vacilantes y sin tino
con la llama de la fe
que alumbre nuestro destino.

6. Escuchando tu llamada
a tu vida hemos venido,
buen Maestro, Tú que lloras
por la muerte del amigo.
Tú nos dices que quien cree
resucitará contigo
y tendrás la vida eterna
la vida que eres Tú mismo.

PORQUE DE MÍ TE ACORDASTE – Oscar Caamaño


(Cuaresma: Acción de gracias)

Porque de mí te acordaste
cuando moriste en la Cruz;
y mi pecado borraste
cuando moriste en la Cruz;
porque en tu muerte lavaste
con sangre roja de amor
el mundo que había manchado
con mi pecado.

Por eso yo te doy gracias


en este instante, Señor,
y me dispongo a ayudarte
en la obra de salvación;
hoy me arrepiento de todo
lo malo que cometí
y me propongo amar tanto
como Tú a mí.

CONVERSIÓN – Cristina Facal y Humberto Facal


(Cuaresma: Cantos penitenciales)

1. Si por las noches te duermes


con la conciencia angustiada,
/rézale a Dios con confianza:
vendrá la paz a tu alma. (Bis)

Si todo se vuelve oscuro


porque perdiste la fe,
/alza los ojos al cielo
y volverás a creer. (Bis)

Hoy es un día de gracia,


hoy te ha llamado el Señor,
/viene a quedarse en tu vida,
ábrele tu corazón. (Bis)

2. Si no le diste la mano
a quien la necesitó,
/vuelve enseguida a buscarlo
para ofrecerle tu amor. (Bis)

Si de verdad reconoces
que has ofendido al Señor,
/confiésale tu pecado
y Él te dará su perdón. (Bis)

ME INVOCARÁ Y LO ESCUCHARÉ – Comisión Episcopal de Liturgia de la


Conferencia Episcopal Española
(II y V domingo de Cuaresma: Entrada)

Me invocará y lo escucharé,
lo defenderé, lo glorificaré,
lo saciaré de largos días,
y le haré ver mi salvación.

Tú que habitas
al amparo del Altísimo,
di al Señor:
"Dios mío, confío en Ti".

El Señor ha dado
órdenes a sus ángeles,
para que te guarden
en tus caminos.

Contempladlo y
quedaréis radiantes,
vuestro rostro
no se avergonzará.

Oh Dios, crea en mí
un corazón puro.
Renuévame por dentro
con espíritu firme.

Me enseñarás
el sendero de la vida,
me saciarás de gozo
en tu presencia.

Por la sangre de Cristo


hemos recibido la bendición,
el perdón de los pecados.

¿SEÑOR, QUIÉN PUEDE ENTRAR?


(Cuaresma: Comunión)

/¿Señor, quién puede entrar


en tu Santuario para adorar? (bis)
/“El de manos limpias y corazón puro,
que no es vanidoso y sabe amar”. (bis)

Señor, yo quiero entrar


en tu Santuario para adorar. (bis)
/Oh, limpia mis manos y mi corazón,
mi vanidad quita y dame tu amor. (bis)

Señor, ya puedo entrar


en tu Santuario para adorar. (bis)
/Tu Sangre me limpia, me otorga el perdón,
tu Espíritu Santo me llena de amor. (bis)

VUÉLVETE A DIOS – Osvaldo Catena


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Todo te está diciendo: ¡VUÉLVETE A DIOS!


Todo te está llamando, ¡DE CORAZÓN!
Hay una voz en todo, ¡VUÉLVETE A DIOS!
Para el que quiera oírla, ¡DE CORAZÓN!

¡Vuélvete a Dios, de corazón,


todo está diciendo: ¡vuélvete a Dios!

Muchos están hambrientos, ¡VUÉLVETE A DIOS!


Muchos están sufriendo, ¡DE CORAZÓN!
Hay injusticia y guerra, ¡VUÉLVETE A DIOS!
Hay opresión y odio, ¡DE CORAZÓN!

Cristo sigue muriendo, ¡VUÉLVETE A DIOS!


Su Sangre está corriendo, ¡DE CORAZÓN!
Hay una voz en todo, ¡VUÉLVETE A DIOS!
Para el que quiera oírla, ¡DE CORAZÓN!

NO SOLO DE PAN – José Bevilacqua


(I domingo de Cuaresma: Comunión)

No sólo de pan vive el hombre


sino de toda Palabra
que sale de la boca de Dios.

PEQUEÑAS ACLARACIONES – L.: José Antonio Olivar; M.: Miguel Manzano


(Cuaresma: Post-Comunión)

Cuando el pobre nada tiene y aún reparte,


cuando un hombre pasa sed y agua nos da,
cuando el débil a su hermano fortalece,
va Dios mismo en nuestro mismo caminar. (bis)

Cuando sufre un hombre y logra la esperanza,


cuando espera y no se cansa de esperar,
cuando amamos, aunque el odio nos rodee,
va Dios mismo en nuestro mismo caminar. (bis)

Cuando crece la alegría y nos inunda,


cuando dicen nuestros labios la verdad,
cuando amamos el sentir de los sencillos,
va Dios mismo en nuestro mismo caminar. (bis)

Cuando abunda el bien y todos lo comparten,


cuando el hombre donde hay guerra pone paz,
cuando "hermano" le decimos al extraño,
va Dios mismo en nuestro mismo caminar. (bis)

TÚ NOS DARÁS LA VIDA (Si de Ti me alejé) – José María Mármol / Antonio


Alcalde
(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

1 Si de ti me alejé sin luz y sin fe,


Señor, ten piedad.

Tú serás nuestra luz,


Tú nos salvarás
Tú nos darás la vida (bis)

2 Por no ser el testigo fiel de tu voz,


Señor, ten piedad.

3. Si al hermano negué la paz que nos das,


Señor, ten piedad.

PROTÉGEME, DIOS MÍO (Salmo 16) – Ricardo Cantalapiedra


(Cuaresma: Post-Comunión)

Protégeme, Dios mío,


me refugio en ti.

1. El Señor es mi heredad,
me refugio en Ti;
conmigo va el Señor,
me refugio en ti.

2. Mi suerte está en su mano,


me refugio en ti;
siempre tengo al Señor,
me refugio en ti.

3. Con él caminaré,
me refugio en ti;
con él no moriré,
me refugio en ti.

4. Se alegra el corazón,
me refugio en ti;
conmigo va el Señor,
me refugio en ti.

5. Me enseñas el camino,
me refugio en ti;
nunca me dejarás,
me refugio en ti

6. Cantemos al Señor,
me refugio en ti;
Él es nuestra heredad,
me refugio en ti.

ZAMBA DEL PERDÓN (Perdón por aquel mendigo)


(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

1. Perdón por aquel mendigo,


Por aquella lágrima que hice brillar,
Perdón por aquellos ojos
Que al mirar los míos no quise mirar.

Señor, ¿por qué soy así?


Estoy como un ciego y no sé comprender;
Señor, Tú eres mi esperanza,
Dame tu mirada y que te sepa ver (Bis).

2. Perdón, no le di mi mano,
Se encontraba solo y lo dejé partir.
Perdón por no dar cariño,
Por sólo buscarlo tan lejos de ti.

3. Señor, yo no soy alegre,


No doy luz a otros que están junto a mí.
Perdón por esa tristeza,
Por sentirme solo cuando estás en mí

4. Perdón por otros hermanos


a quienes no importa tu padecer;
estás cerca del que sufre,
pasan a tu lado, pero no te ven.

HOY PERDÓNAME
(Miércoles de Ceniza: Imposición de Ceniza)

Hoy perdóname, hoy por siempre,


sin mirar la mentira,
lo vacío de nuestras vidas,
nuestra falta de amor y caridad.

Hoy perdóname, hoy por siempre,


aún sabiendo que he caído,
que de Ti siempre había huido,
hoy regreso arrepentido,
/¡Vuelvo a Ti!/ (bis)
/¡Vuelvo a Ti!/ (bis)

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