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Nombre: David Matheo Flechas Hernandez

Grado:11-A
Ética Siglo XXI

Una ética mundial es necesaria en el siglo XXI esta nos seria de gran ayuda
considerando que hoy por hoy no nos tratamos de manera unida, separandonos por
nuestros pensamientos, valores morales, religiosos, nuestro color de piel y un nivel
económico, todo esto nos divide y nos hace incapaces de trabajar unidos ante
problemáticas que suceden en la actualidad, y en vez de esto logramos tratarnos
como animales entre nosotros como si alguien fuera más que otro, lo que da lugar a
una desigualdad en la sociedad, generalizada por niveles sociales, económicos,
educativos, más sin embargo esto a sido un error de nuestra parte, faltando a
nuestras culturas más básicas, extinguiendo las alternativas más sencillas para
afrontar problemas, esperando una deidad que nos vaya a ayudar, cuando estamos
todos comprometidos a actuar de manera unida ante esto.

Pensemos por un segundo en un escenario donde hubiéramos tenido unas


transformaciones sociales y ecológicas, y como lo plantea la declaración, más que
todo una transformación espiritual; este escenario sería ahora mismo el mejor para
todos nosotros, no obstante estos aspectos no están tentados a desaparecer y dar
lugar a otros, debido ya que estos mismos “deponen toda arrogancia y desconfianza
mutua, si abandonan prejuicios y estereotipos y profesan respeto a las tradiciones,
santuarios, fiestas y ritos de los otros creyentes”1 lo que nos plantea un futuro poco
alentador, de seguimiento a gobiernos y entidades de manera ciega sin juzgar sus
actos de manera razonable y dejando a lado todo tipo de culturas que nos dividan
en distintos pensamientos.

En conclusión, una ética mundial en la cual todos nos tratemos con la equidad como
ley, bien sabiendo que no existe forma viable de llevar una sociedad sin que exista
un control de cierta manera dictatorial, pero obviamente buscando que todos
seamos tratados por iguales; de igual forma con la religión, busquemos que esta
religión no nos catalogue como pecadores por nuestros actos, así intentando vivir en
una sociedad sin juzgamientos de antemano por la música que escucho, mi color de
piel, mi religión, mi ropa, mi etiqueta, etc.

"La igualdad es el alma de la libertad; de hecho, no hay libertad sin ella"


(Frances Wright, escritora estadounidense).

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Declaración de ética mundial

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