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Puerta.

Se observa un hombre pasar tres veces por el ventanal de una puerta.

A la cuarta vez que pasa, se devuelve, mira hacia adentro, se asegura bien de que
no haya nadie adentro, abre la puerta y entra, vuelve a asegurarse de que nadie
esté dentro y cierra la puerta y toma la perilla de la puerta con un dedo a la vez y
cuando cierra la mano suspira profundamente.

Abre a ver si no hay nadie a fuera, y vuelve a entrar cerrando la puerta.

Aprieta la perilla, huele la puerta soba la puerta hasta llegar a las bisagras y las
acaricia como si de un pequeño pene se tratara.

No aguanta más y se baja los pantalones y empieza a tener sexo apasionado con
la puerta, mientras que, al ritmo de las caderas hace sonoridad con el pestillo.

El hombre termina de tener sexo con la puerta, y cae rendido al piso, y diciéndole:

Te amo.

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